Margo Glantz

"-Alzas los brazos-
Estás echada sobre la cama, boca arriba, tienes el pubis rizado, color castaño oscuro. Has levantado los brazos, las axilas son del mismo color y el vello es también rizado. Te mira, se inclina y besa una tras otra tus axilas. Luego busca tu boca y mete su lengua entre tus dientes. La muerdes; se excita mucho como siempre y como siempre te pide de inmediato que te masturbes, sabe que te exalta, y obedeces, metes tu dedo entre tus labios; él se yergue, entra en ti, flexionas las piernas y las anudas sobre su espalda, sientes el golpe contra el cuello y aceleras el ritmo.
Alzas los brazos, colocas tus manos sobre su carne, te afianzas allí, hundes las uñas de tu mano derecha en su espalda —es de un tono oliváceo— y sientes en tus yemas la sangre que escurre en pequeñas gotas.
Luego, la lames.
Una estría rojiza recuerda el paso de tus uñas en su espalda."

Margo Glantz
Apariciones


"Antes los viajes eran largos. Se emprendían primero en tren, luego, en barco. Las valijas eran como una casa, enormes baúles que contenían todos los bienes de la familia, las fotografías de color sepia [...]"

Margo Glantz



“Hasta los 30 años me sentía tonta y fea. Y no soy ni tonta, ni fea. Un amor clandestino me hizo sentir que mi cuerpo, que me disgustaba, era un cuerpo entero.”

Margo Glantz



"He visto en Boston una pequeña exposición dedicada a Cósimo Tura, pintor de la corte renacentista de Ferrara. Reúne cuadros de pequeño formato. Destacan dos pinturas: la de una virgen vestida de terciopelo café oscuro, muy sobria, un poco descotada, sin embargo, y de cuyo regazo resbala un niño dios con cara de adulto, a medias sonriente y reflexivo.
En otra pared, el cuadro más importante: una Piedad, la virgen desolada sobre el sepulcro (un sarcófago de piedra suntuosamente labrada); en su regazo el cuerpo de Cristo aún convulsionado refleja el sufrimiento del martirio; los labios apartados, cianóticos, dejan asomar los dientes muy blancos: contrastan con su piel lívida, mejor dicho amoratada, del mismo tono que el manto de la madre, cuyos espesos y duros pliegues escultóricos llegan hasta el suelo.
La madonna viste un traje negro que deja asomar parte de su cuello; en su cabeza (tres cuartos de perfil) un tocado de gasa cubre enteramente el cabello; el brazo derecho se acerca, tímido, al rostro del hijo como si lo fuera a besar con expresión de profunda melancolía.
La mujer y el Cristo son de la misma edad; él coloca su púdica mano izquierda sobre su bajo vientre (velado por una gasa, remeda el tocado de la virgen), el clavo ha perforado su mano, gotas de sangre fresca y muy roja reiteran la herida del costado: el rostro es oriental, grotesco, espinoso.
Detrás, un paisaje extraño, el Gólgota, montaña en forma de espiral, suerte de Torre de Babel; en la cúspide tres cruces, en dos se tuercen los cuerpos de los ladrones y la cruz central se deshabita.
Para Berenson, las figuras de Tura simulan esculturas en pedernal, tan hieráticas e inmóviles como las estatuas de los faraones egipcios; su convulsa y contenida energía remeda los nudos del tronco de los olivos."

Margo Glantz
Saña


"La escritura es una forma de erotismo, el deseo de escribir es como el amoroso."

Margo Glantz



"No creo en los géneros canónicos en literatura, nunca los respeté, y por ello me costó tanto trabajo publicar mis primeros textos de ficción, que, como he contado ya como ochocientas mil veces, publiqué a cuenta de autor. Esa forma múltiple, como tú la llamas, es ahora común y corriente, pero yo la cultivé desde que empecé a escribir. Dicen falazmente que Sebald fue el primer autor en incluir fotos y dibujos en sus obras, yo lo hice desde 1977, año en que publiqué mi primer texto de ficción: Las mil y una calorías, novela dietética. Me interesan especialmente autores que como Sebald, Markson, Pitol, entremezclan distintos discursos en su textualidad."

Margarita «Margo» Glantz Shapiro




"Uno hace ficción incluso con material verdadero."

Margo Glantz




"Vivir con alguien es, probablemente, perder algo de la propia identidad. Vivir contagia: mi padre corrige la infancia de mi madre y ella oye con impaciencia ciertas versiones de la infancia de mi padre. Una vez fuimos al panteón a conmemorar el año de muerte de un primo mío y Lucia recordó ese intento de pogromo que mi padre sufrió. Ahora le pido a él que me cuente su experiencia:
Pasó que yo trabajaba en la Beneficencia Israelita en Gante 21, esquina con Venustiano Carranza, antes Capuchinas, y mamá tenía la casa Lisette en 16 de Septiembre 29, guantes y bolsas para dama. Salí de la Beneficencia y se formaba en ese tiempo una manifestación (enero del año 39). Me dirigía a la tienda y me encontré a un joven llamado Salas; me conocía, había estado estudiando en Alemania y hablaba muy bien alemán. Vino a mi encuentro con dos muchachos y gritó: “Mueran los judíos. Fuera de México los judíos”, y yo tenía un bastón de mimbre y se lo quebré en la cabeza y se partió en tres partes. Me agarró de la mano y me quiso echar a la vía del tren, yo me agarré del poste y no me dejé tirar. No sé cómo pude zafarme y correr hacia la tienda que estaba cerrada pero sin la cortina de fierro. Pronto vino la policía uniformada, como cincuenta o cien, no recuerdo, y el hermano de Siqueiros; sin él me hubieran matado. Él me dijo: “Antes me matan a mí que a ti, Jacobito”, y abrió los brazos en cruz: era un gigante. Afuera había un camión materialista lleno de piedras y las arrojaban dentro de la tienda, el aparador se rompió y estaba lleno de cosas y todas se las llevaron. No sé cómo pude salvarme."

Margo Glantz
Las genealogías


“Yo me he creído fake news. Como todas las tecnologías innovadoras, las redes sociales ayudan hasta que se empiezan a utilizar de manera perversa.”

Margo Glantz






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