Pauline Harmange

"Al patriarcado le interesa que continuemos considerando la ira como peligrosa. Porque lo es. Pero tenemos las herramientas para expresar esta rabia de la manera que nos convenga. No tenemos que hacer nuestros los códigos del libro de la virilidad. De hecho, deseo que no lo hagamos. Pero la ira no es violencia. La ira es reconocer que sufrimos injusticias y que podemos actuar contra ellas."

Pauline Harmange



"Cuando digo que a las mujeres se las alienta a vestirse bien o a maquillarse "por la mirada de los hombres", no es algo exclusivamente de los hombres, sino que se hace en el marco de una sociedad que se ha construido alrededor de la mirada masculina. Eso es lo que hay que deconstruir: esta mirada masculina que ocupa todo el espacio y que nos impide comprender lo que queremos realmente, por nosotras mismas. Nos puede gustar mucho maquillarnos para nosotras mismas, y eso es genial, pero no podemos negar que la apariencia de las mujeres sigue estando condicionada por los estándares heteronormativos dictados por la mirada masculina."

Pauline Harmange



"Dado que vivimos en un patriarcado, que la misoginia está sostenida por las estructuras de poder y que las mujeres que levantan la voz son silenciadas y avergonzadas, definitivamente no."

Pauline Harmange


"Defiendo el derecho de las mujeres de decir: "Los hombres, en general, no son admirables". No me gusta estar cerca de ellos, no me gusta lo que piensan, me gustaría que fueran diferentes, pero, como no lo son, ya no intentaré más adaptarme a ellos. Podría si finalmente los hombres decidieran ser colectivamente unos seres humanos dignos."

Pauline Harmange


"El machismo es violencia. El feminismo es una lucha. No se puede alcanzar la igualdad (aunque a saber cuál) sin llevar a cabo esta lucha, precisamente, contra el sexismo."

Pauline Harmange



"En los movimientos feministas tenemos la costumbre de decir que la misandria no existe. Primero, porque es verdad: no es un sistema organizado en todos los pisos para rebajar y constreñir a los hombres... ¿Y si la misandria fuera necesaria y saludable?"  

Pauline Harmange


"En ningún momento digo en mi libro que solo hablo de hombres heterosexuales. Hablo de ellos en particular porque son los que tienen mayor impacto en la vida de las mujeres, pero no excluyo a los hombres gais. La comunidad LGBT suele ser feminista y viceversa, ya que nuestras luchas confluyen. Sin embargo, ser un hombre gay no hace que te cures automáticamente de la misoginia."

Pauline Harmange




"Enfoquémoslo de otro modo: consideremos que la virilidad y la masculinidad son valores que se les inculca en profundidad a los hombres y de los cuales se aprovechan porque son valores esenciales de la sociedad patriarcal. Digamos que podemos amar a una persona, que casualmente es un hombre, y que podemos odiar lo que, en él, es un hombre —la parte que se aprovecha y abusa de esa virilidad y de ese poder—. Por eso, hasta los hombres “aliados” del feminismo no son santos, y por eso podemos amar a algunos individuos y seguir odiando el grupo social de los hombres en su conjunto."

Pauline Harmange



"Establezco una diferencia muy clara entre los niños y los hombres adultos, que son responsables de sus acciones y su evolución en el mundo. Me atrevo a afirmar que también es el caso de otras mujeres misándricas como yo. No se trata de inculcar un sentimiento de autoodio, pero, en cambio, no me parece problemático explicarle a los niños pequeños de hoy en día cómo la virilidad y los comportamientos de muchos hombres adultos son problemáticos."

Pauline Harmange



"Hablaré de la misandria como un sentimiento negativo en reacción al grupo masculina en su conjunto. El sentimiento negativo en cuestión puede ser representado sobre la forma de un espectro que va de la simple desconfianza a la hostilidad… Y cuando digo 'en reacción al grupo masculino' englobo en ese término a todos los hombres cisgénero que fueron socializados como tales y que disfrutan de sus privilegios sin cuestionarlos."

Pauline Harmange


"Hace siglos que esperamos el punto de partida correcto para la revolución. Quizá en lugar de dialogar sobre lo que sería un buen punto de partida, habría que hacer la revolución con la ira y el odio que sentimos ahora mismo, en este momento, y dejar de aceptar el compromiso. La revolución, por esencia, no puede ser un proceso suave que agrade a todo el mundo."

Pauline Harmange


"Hay que mirar las cifras. Son claras y abrumadoras. La inmensa mayoría de las personas que ejercen la violencia hacia sus parejas son hombres que lo hacen hacia sus mujeres. En más de dos tercios de los casos en Francia, cuando una mujer mata a su pareja, también era víctima de violencia doméstica (no excuso que se cometa este hecho diciendo esto, pero hay que reconocer que no son en absoluto comparaciones pertinentes).

Reconocer que la violencia doméstica es ejercida por hombres hacia mujeres recoloca esta violencia en un contexto social y cultural. Naturalmente, hay excepciones, y hay que tratarlas debidamente. No obstante, podríamos plantearnos el porqué de esta tendencia de señalar con el dedo a la violencia doméstica contra los hombres con el único objetivo de desviar la mirada de un problema gravísimo que deja más de 130 muertas al año en Francia."

Pauline Harmange


"La acusación de misandria es un mencanismo para silenciar: una manera de hacer callar la cólera, a veces violenta, pero siempre legítima de las/los oprimidas/os contra su opresor...

Podríamos yo creo, liberar un poder insospechado: el de, planeando muy lejos por encima de la mirada de los hombres y sus exigencias masculinas, revelarnos a nosotras mismas"

No hay cosa más fatigante que ver a un hombre recoger laureles desproporcionados... No podemos permitirnos más ensalzar a los hombres por cosas tan tristemente banales como salir más temprano del trabajo para ir a buscar a su hijo a la escuela."

Pauline Harmange



"La educación de los niños es responsabilidad de varias instituciones (familiar, escolar…) y, evidentemente, la escuela forma parte de ella. Observamos hoy en día que la escuela es considerada, por lo menos en Francia, como una especie de 'burbuja' social, completamente exenta de sesgos sexistas, racistas, homófobos… y los profesores no tienen en absoluto formación suficiente a este respecto. Abordar el sexismo, el racismo o la homofobia en una sociedad que sigue ejerciendo todavía estas opresiones no es algo innato: hace falta un primer tiempo en el cual podremos deconstruir nuestros propios sesgos y, después, aprender a comunicar con el público implicado de manera apropiada.

Hoy en día, y seguimos en Francia, le toca al docente como individuo realizar todo este trabajo de deconstrucción y de pedagogía. Sin embargo, debería ser un proyecto institucional, una voluntad gubernamental, el hecho de trasmitir correctamente los valores de apertura y de aceptación (y también de lucha contra los diferentes tipos de discriminación). También es el deber de todas las instituciones hacer una revisión completa de la forma de educar a los niños en las emociones, lo que permitiría que los niños pequeños varones tuvieran acceso a una gama de emociones más amplia y que desarrollaran mayor empatía, y lo que podrá ciertamente contribuir a solucionar este problema de violencia, egoísmo y cobardía."

Pauline Harmange



"La ira es indispensable para el feminismo. ¿Cómo luchar contra las injusticias si no nos sentimos indignadas por ellas? Se nos impide vivir la ira desde hace demasiado tiempo y hay que volver a luchar con regularidad para volver a apropiarse de ella."

Pauline Harmange



"La masculinidad es tóxica. Todos los componentes que construyen la masculinidad son tóxicos. Hay que deconstruir las masculinidades ante todo, no podemos esperar erigir cosas sanas sobre unos cimientos podridos."

Pauline Harmange



"La sororidad es parte de mi cotidianidad, pero todavía no había colocado las palabras que lo dicen, hasta hace poco. Por esencia soy radical, dado que mi objetivo es ir a la raíz del problema y abolir completamente el patriarcado. De manera general, soy anticapitalista, antiautoritaria y anarquista."

Pauline Harmange


"Mi intención es, precisamente, dejar de darle importancia a los hombres. Lo que digo es que si, en calidad de mujeres, sentimos ira y odio hacia los hombres, todo ello es legítimo y debe dejar de silenciarse. Las mujeres han de poder expresarlo, y los hombres deben estar dispuestos a escucharlo. Tendremos más libertad para construirnos como individualidades (y no como reacción a) cuando los hombres ocupen menos espacio y dejen de decretar todos los estándares."

Pauline Harmange


"No soy experta en feminismos. Cuando hablo de ese “feminismo a la francesa”, para mí es una forma de hablar de un feminismo blanco, burgués, heterosexual, válido… De un feminismo privilegiado, vamos. Son las mujeres blancas, burguesas, heterosexuales y válidas las que tienen la impresión de que ser feminista es más una etiqueta que una lucha dentro de nuestras fronteras francesas, porque “nosotras, estamos bien”. Ahora, ese “nosotras” no significa nada; son los problemas de las “otras mujeres”, y que son mayoría, los que hay que colocar urgentemente en el centro de las preocupaciones del feminismo. Necesitamos un feminismo solidario."

Pauline Harmange



"No soy psicóloga, por lo que evitaré hacer un análisis barato, pero estoy convencida de que los hombres empiezan a tener miedo. Miedo de perder sus privilegios, ya sean sociales, económicos o políticos, o incluso directamente íntimos en lo que se refiere a las mujeres. Sin embargo, puesto que nunca han aprendido a tener miedo y a gestionar esta emoción como es debido, lo acaban expresando todo por medio de la ira, y en el marco de su socialización de género, por medio de la violencia. De ahí la violencia extrema presente en las reacciones negativas que reciben las feministas en estos momentos."

Pauline Harmange


"Quiero darles a las mujeres que sienten ira, decepción y desconfianza hacia los hombres en general la ocasión de sentirse comprendidas y escuchadas. Y quiero decir que hay muchas cosas bonitas que ganar en esta misandria. Quieren hacernos creer que no querer a los hombres es una sentencia de muerte en nuestra vida de mujer, pero es todo lo contrario. Es el comienzo de un camino hecho de amor propio y de sororidad."

Pauline Harmange



"Si los hombres y el patriarcado, del cual los hombres se aprovechan, no nos violentaran continuamente, no tendríamos que construir un caparazón de desconfianza y de hostilidad para protegernos de todo esto. Y de eso se trata precisamente: de protegernos reconociendo que tener una relación con un hombre es peligroso, que los hombres aún no nos consideran como sus iguales y que tenemos el derecho de rechazar todo esto para construirnos de manera diferente."

Pauline Harmange









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