Gustav Janouch

"Cuando Kafka vio que llevaba conmigo un libro de poesías de Johannes R. Becher, comentó:
―No entiendo estas poesías. En ellas hay tanto ruido y tal profusión de palabras que uno no logra desprenderse de sí mismo. Las palabras no se convierten en un puente, sino en un muro elevado e infranqueable. La forma obliga a tropezar constantemente, de modo que uno no puede penetrar hasta el fondo. Sus palabras no se condensan para formar un lenguaje. Son un grito, eso es todo."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka



"El doctor Kafka me regaló un grueso volumen de la editorial Reclam: el libro de poemas Hojas de hierba del americano Walt Whitman. Me dijo:
―La traducción no es muy buena. En algunos pasajes incluso es bastante áspera, pero por lo menos permite formarse una impresión aproximada de este poeta, que es uno de los mayores inspiradores formales de la lírica moderna. Sus versos sin rima pueden considerarse el modelo de los ritmos libres de Arno Holz, Emile Verhaeren y Paul Claudel, así como del poeta checo Stanislav Kostka Neumann, entre otros. Al oír eso me apresuré a decir que Jaroslav Vrchlický, que en opinión de la crítica literaria oficial de Praga “le había abierto una ventana al mundo a la literatura checa”, hacía años que había traducido al checo las Hierbas, de Walt Whitman, a modo de curioso experimento lingüístico.
―Lo sé ―dijo Franz Kafka―. El aspecto formal de las poesías de Walt Whitman ha encontrado un eco extraordinario en todo el mundo. Y eso que en realidad la importancia de Walt Whitman radica en algo muy distinto. Él ha reunido en una vivencia única y embriagadora la contemplación de la naturaleza y la de la civilización, aparentemente tan opuesta a ella, ya que siempre ha sabido percibir la fugacidad de todas las apariencias. Whitman dijo: “La vida es lo poco que queda del morir”. Por eso le dedicó todo su corazón a cada brizna de hierba. Así es como me fascinó ya desde muy joven. Yo admiraba la coherencia que había entre su arte y su vida. Cuando en Norteamérica estalló la guerra entre los Estados del Norte y los del Sur, que fue lo primero que hizo poner en movimiento la máxima potencia de nuestro actual mundo mecánico, Walt Whitman se hizo enfermero. Actuó como hoy en día deberíamos actuar todos nosotros. Ayudó a los débiles, enfermos y vencidos. Él era un verdadero cristiano y por eso sabía medir muy bien la gradación y el valor de la humanidad, lo que le emparentaba íntimamente con nosotros, los judíos.
―Entonces, ¿conoce usted muy bien sus escritos?
―No tanto sus escritos como su vida, ya que ella es, en realidad, su obra principal. Lo que escribió, sus poesías y sus artículos, no son más que los rescoldos que deja la hoguera de una fe activa y vivida con coherencia."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka


"En una ocasión, al devolverme un libro de poesías de Francis Jammes, Kafka me dijo:
―¡Es una persona tan conmovedoramente sencilla, tan feliz y tan fuerte! Para él la vida no se desarrolla entre dos noches. Desconoce por completo la oscuridad. Él y todo su mundo reciben el amparo de la mano todopoderosa de Dios. Igual que un niño, le habla a Dios de tú como si fuera un miembro más de su familia. Por eso no envejece."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka



"Hablamos de Baudelaire.
―La poesía es enfermedad ―dijo Franz Kafka―. Pero no se sana de ella sólo con la contención de la fiebre. ¡Al contrario! El ardor depura e ilumina."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka



"―La música genera estímulos nuevos, más finos, más complicados y, por ello, más peligrosos ―dijo Franz Kafka una vez―. En cambio, la poesía pretende aclarar la confusión de sensaciones, elevarlas a la conciencia, purificarlas y, de este modo, humanizarlas. La música es una multiplicación de la vida sensual. En cambio, la poesía es su dominación y elevación."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka



"Mi amigo Ernst Lederer escribía poesías con tinta azul muy clara sobre decorativas hojas de papel hecho a mano.
Se lo conté a Kafka, quien hizo el siguiente comentario:
―Está bien. Todos los magos siguen su propio ceremonial. Haydn, por ejemplo, sólo componía con una peluca esmeradamente empolvada. Y es que escribir es una manera de invocar a los espíritus."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka



"Mi padre me regaló por mi cumpleaños las poesías de Georg Trakl.
Franz Kafka me contó que Trakl se había suicidado con veneno para huir de los horrores de la guerra.
―Una deserción de la muerte ―observé.
―Tenía demasiada imaginación ―dijo Kafka―. Por eso no pudo soportar la guerra, que es algo que surge sobre todo de una falta de imaginación descomunal."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka



"No, no es verdad. Estas imágenes encubren más de lo que revelan. No llegan a ese fondo de las cosas en el que encuentran su correlato todas las contradicciones. Aquí la representación de un acontecimiento sólo es un medio de ganar dinero. En este sentido, los dibujos del Kronen-Zeitung son más evidentes y por ello menos valiosos que los primitivos grabados en madera de las viejas canciones de ciego de las ferias. Al menos, éstos todavía ofrecían cierto estímulo a la imaginación con la que uno podía salir de su propio yo. Pero estos periódicos no lo hacen. Le cortan las alas a la capacidad imaginativa. Cuanto más mejoran las técnicas gráficas, tanto más débiles se vuelven nuestros ojos. El aparato paraliza los órganos sensoriales. Lo mismo sucede con la óptica, con la acústica, con los transportes… Por culpa de la guerra, América ha venido a Europa. Los dos continentes han encajado entre sí. Ahora en un solo instante una chispa puede llevar la voz de un hombre por toda la Tierra. Ya no vivimos en espacios humanamente limitados, sino en una pequeña estrella perdida en el espacio, rodeada de millones de otros mundos mayores y menores que ella. El universo se abre como las fauces de una fiera. En su garganta perdemos más y más libertad personal de movimiento a cada día que pasa. Creo que ya no faltará mucho para que llegue el día en que tengamos que disponer de pases especiales para salir a nuestro propio patio. El mundo se está transformando en un gueto.
[...]
No es verdad. Si todo estuviera destruido, habríamos alcanzado el punto de partida necesario para iniciar un nuevo desarrollo. Pero aún no hemos llegado tan lejos. El camino que nos ha traído hasta aquí ha desaparecido. Con él se han perdido también todas las perspectivas comunes de futuro que existían hasta entonces. Ya sólo estamos viviendo una caída irremediable y sin esperanza. Con un simple vistazo por la ventana podrá ver el mundo. ¿A dónde va corriendo toda esa gente? ¿Qué es lo que quiere? Ya no reconocemos el encadenamiento suprapersonal del sentido de las cosas. A pesar de la aglomeración, cada cual vive enmudecido y aislado en sí mismo. El mecanismo de encaje entre la valoración del mundo y la de uno mismo ya no funciona bien. No vivimos en un mundo «destruido», sino en un mundo «desquiciado». Todo rechina y cruje como el aparejo de un velero quebradizo. La pobreza que ha visto con su hermano no es más que la manifestación superficial de una miseria mucho más profunda."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka



"Una vez sorprendí a Franz Kafka en su despacho examinando el catálogo de la editorial Reclam.
―Me estoy emborrachando con títulos de libros ―dijo Kafka―. Los libros son como un narcótico.
Entonces abrí mi cartera y le enseñé su contenido.
―En ese caso soy un consumidor de hachís, señor doctor.
Kafka quedó asombrado.
―¡Un montón de libros nuevos!
Vacié mi cartera encima del escritorio. Kafka agarraba un libro tras otros, lo hojeaba, leía un párrafo de vez en cuando y me lo devolvía a continuación.
Cuando los hubo visto todos, me preguntó:
―¿Piensa leer todo eso?
Yo asentí.
Kafka torció el gesto.
―Se lastra usted demasiado con cosas efímeras. La mayoría de estos libros modernos no son más que trémulos reflejos del hoy que se apagarán en seguida. Debería leer libros más antiguos. A los clásicos. A Goethe. Lo antiguo vuelve hacia el exterior su valor más íntimo: perdura. Lo únicamente nuevo es la caducidad misma, que hoy es presenta hermosa para mañana parecer ridícula. Es el camino de la literatura.
―¿Y la poesía?
―La poesía transforma la vida. A veces eso es aún peor.
En ese momento llamaron a la puerta y entró mi padre.
―Mi hijo vuelve a molestarle.
Kafka rió.
―¡Oh, no! Estábamos hablando de diablos y demonios."

Gustav Janouch
Conversaciones con Kafka









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