Henry Kamen

"Conquista quiere decir matar a la gente de otro país y establecer el poder allí. Rusia no está haciendo nada en Ucrania, sino complicando su propia existencia. De conquista nada: ha entrado en otro territorio, está matando gente, pero no está estableciendo el poder."

Henry Kamen


"Desde el punto de vista de un patriota catalán de principios del siglo XX, la mayor parte de esta triple perspectiva era totalmente válida. Como afirmó el primer portavoz de la nueva tendencia nacionalista en la década de 1890, Prat de la Riba, que acababa de salir de la adolescencia, los catalanes seguían siendo una nación porque tenían «una lengua, una historia común y vive unida bajo un mismo espíritu». El problema, apuntaba, era que los catalanes eran infelices con Castilla, o España, como el «Estado» que los gobernaba, porque los amenazaba como «nación». Esta modalidad de discurso, en la que la nación (o «patria») se consideraba como algo distinto al «Estado», confería a la palabra «nación» una significación muy especial —que aún conserva— para los separatistas catalanes. La infelicidad o no de los catalanes no es nuestra primera preocupación aquí. Sin embargo, ello condujo a Prat de la Riba y a otros a ciertas nostalgias del remoto pasado histórico que resultan muy llamativas. Aunque los nacionalistas gozaron en principio del apoyo de los historiadores liberales, no tardaron en darle la vuelta a la interpretación liberal del pasado. Observemos detenidamente estos aspectos del caso.
En vez de idealizar el reino de los Reyes Católicos (como hicieron los castellanos), Prat de la Riba veía ese período como el principio del declive de España. Todo lo que prometía España tras la unificación en la década de 1480 procedía, no de Castilla, sino de la Corona de Aragón: el empuje comercial, el poder naval, el imperio mediterráneo, el dinero para financiar los viajes de Colón… La unión de las coronas inclinó el equilibrio a favor de la Corona de Castilla, y el resultado fue el declive del país. Buena parte de la culpa le correspondía a Fernando, que había puesto sus reinos a disposición de Castilla con aquella alianza y había utilizado las tropas castellanas para llevar a cabo sus medidas más impopulares. Castilla asumió la iniciativa, gracias a la cooperación de Fernando, y destruyó lo mejor que tenía España. Castilla monopolizó el control, estableció la Inquisición, instaló la uniformidad y el absolutismo (el concepto, utilizado convenientemente para criticar a Felipe V, ahora se retrasaba aún más: hasta el siglo XV), y arruinó las colonias de ultramar. Castilla también arrastró a Cataluña al desastre de 1898 (cuando España perdió los últimos restos de su imperio en favor de los Estados Unidos), un desastre del cual deberían haberse librado. Esta era una interpretación muy original, y también extraordinariamente relevante, de la Edad de Oro de España, y completamente inverosímil. Une directamente el siglo XVI con el XIX, y extrae de semejante teoría unas conclusiones políticas cruciales. La única esperanza para Cataluña, dadas las circunstancias, era crear su propio «Estado». Durante los siguientes cien años los políticos catalanes se enredarían en una serie interminable de debates sobre el tipo y la forma de «Estado» que podría asumir el país.
De todo esto puede extraerse una conclusión. El año 1714 fue una época de grandes penurias para todos, y no solo para los patriotas catalanes: fue un tiempo de sufrimiento para los exiliados castellanos y para los soldados alemanes en Barcelona, que lucharon contra la dinastía borbónica, para los ciudadanos que no deseaban luchar pero que fueron obligados a hacerlo y a morir por la implacable decisión de la Generalitat, para los miles de soldados pertenecientes a las tropas francesas que dieron sus vidas innecesariamente cuando una rendición habría impedido que se provocara aquella tragedia. Ni el año 1714 dio luz a ningún fervor nacionalista, ni de allí nació ninguna ideología separatista. En ningún momento y por ningún aspecto puede deducirse que los rebeldes de Cataluña entendieran que había una divergencia entre sus intereses y los de España: continuaban compartiendo ideas, aspiraciones y la vida social y económica de la vieja España que siempre habían conocido. Pero algo crucial había ocurrido: los lazos, a veces complejos y difíciles, pero también cordiales generalmente, que habían unido sus destinos durante siglos se tensaron hasta casi romperse. Políticamente unida a España en las nuevas circunstancias tras 1714, Cataluña fue obligada a mirar a Madrid para buscar respuestas; dominada por una élite gobernante que estaba empezando a desvincularse de sus raíces culturales y regionales, Cataluña tenía que buscar urgentemente nuevos horizontes."

Henry Kamen
España y Cataluña: Historia de una pasión



"El victimismo es una actitud de poca gente, de unos cuantos intelectuales. Miguel de Unamuno, por ejemplo, que habló de una conspiración del mundo entero contra España. No tiene sentido expresar la experiencia histórica de esta manera. Hay aspectos negativos en la experiencia de todos los países. Pero insistir demasiado en la parte negativa y no en la positiva, que es la colaboración, es distorsionar nuestra manera de enfocar el pasado."

Henry Kamen



"La experiencia de España y de cualquier país no consiste solo en proyectar su naturaleza, sino en tener contacto con otros pueblos y naciones, y así colaborar en una empresa conjunta. Lo que España consiguió fue el éxito de la colaboración. Por ejemplo, se habla mucho de la expansión por los mares, pero los extranjeros están en primera línea (Colón era italiano, Magallanes era portugués). España llegó a donde llegó gracias a su voluntad de colaborar y no de rechazar. El nacionalismo a veces se entiende como un rechazo a otras naciones, no es cierto. Cito al principio el caso de la famosa conquista de Granada. Sin la ayuda de los musulmanes España no hubiera tenido las fuerzas para conquistar Granada, y también de ejércitos de Francia, soldados de Inglaterra, Suiza, Italia… Todos los países que han tenido éxito en la historia se deben a la colaboración y a su reconocimiento."

Henry Kamen



"Los españoles establecieron su presencia en el continente americano, pero no veo evidencias de una conquista. Los indios sí que conquistaron a otros indios, como pasó en Perú y México, pero los españoles nunca tuvieron ejércitos ni conquistaron nada. Se establecieron gracias a la ayuda de otras comunidades indígenas."

Henry Kamen



"Muchas veces los que quieren teóricamente defender la historia de España lo hacen desde un punto de vista del victimismo. Imaginan que España tuvo éxito porque luchó contra la agresión de otros países, pero no es cierto. Casi todos los éxitos, como digo, han sido gracias a la colaboración. Con la Guerra de Sucesión, por ejemplo, España tuvo más éxito económica y militarmente que en otras épocas gracias a colaboración con Francia. A veces hubo guerras, también con Inglaterra, pero representan una pequeña parte de la experiencia conjunta de los países.
El único problema en tener desacuerdos en la interpretación del pasado, entre algunos historiadores de dentro y fuera de España, es el punto de vista, nada más. Los historiadores españoles deberían reconocer que todos los imperios se basan en la capacidad de hacerse amigos de otras culturas. Sin reconocer esto, es difícil entender correctamente la historia del país."

Henry Kamen



"¿Pero qué quiere decir leyenda negra? ¿Un sentimiento de hostilidad contra España? No, todo mil libro demuestra que no es cierto. Los éxitos de España se basan en la colaboración con exploradores, aventureros, soldados y financieros extranjeros… Leyenda negra es una frase para los que no quieren estudiar la historia de España.
Los que quieren mantener esta ficción nunca han presentado hechos históricos que demuestren, por ejemplo, que los ingleses odiasen a los españoles. En el libro incluyo un ejército completo de holandeses protestantes luchando por España. No existió la leyenda negra, en absoluto. Casi toda la historia de los conflictos entre España y sus enemigos es de alternancia entre la hostilidad de épocas de guerra y la amistad de tiempos de paz. Nada de leyendas y otras tonterías."

Henry Kamen



"Siempre hay más controversia y debate sobre temas religiosos que de otros temas. La gente por todas partes culpaba a España de tener la Inquisición, nada más. Pero curiosamente los ataques más feroces contra la Inquisición desde el punto de vista de libros y escritos vinieron de los propios españoles. No forma parte de un ataque de los extranjeros, sino que representa actitudes diferentes dentro de la sociedad española. Los grandes enemigos de la Inquisición fueron los liberales del siglo XIX. Antes de eso nada, no hay libros en holandés sobre el Santo Oficio hasta el XVIII, es decir, siglo y medio después del conflicto con España. La Inquisición no afectó a la vida de otros europeos, fue una institución totalmente española y limitaba su actuación a la Península Ibérica."

Henry Kamen



"Un siglo después de la caída de Tenochtitlán, la comunidad española de todo el continente americano era de 70.000 personas, el tamaño de una sola ciudad europea. No hay suficiente cantidad de españoles para conquistar y ocupar América. Lo que pasó fue un proceso que duró siglos para el establecimiento del poder de los europeos, no solo de los españoles. Estamos hablando otra vez de imperio como un concepto de colaboración. Son fases de un proceso que duró décadas, y a veces siglos. Pero conquista no: el concepto de conquista no existe ni en el Imperio británico ni en el español."

Henry Kamen










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