Homero

"¡Ay, de qué cosas acusan los mortales a los dioses!, pues dicen que de nosotros vienen todos sus males. Pero ellos mismos con sus insensateces se causan sus infortunios, incluso contra el destino."

Homero
La Odisea


“Aborrecible como las puertas del Infierno es para mí el hombre que dice una cosa y esconde otra en su corazón.”

Homero



“Cual la generación de las hojas, así la de los hombres. Esparce el viento las hojas por el suelo, y la selva, reverdeciendo, produce otras al llegar la primavera: de igual suerte, una generación humana nace y otra perece.”

Homero


"¡Cuán tedioso es un cuento contado de nuevo!"

Homero


"Cuéntame, Musa, la historia del hombre de muchos senderos."

Homero
La Odisea


“Dejemos que el pasado sea el pasado.”

Homero



"Después de lo sucedido, hasta el necio es sabio."

Homero


“Dios ha puesto el trabajo por centinela de la virtud.”

Homero


“El esclavo pierde la mitad de su alma cuando entra en servidumbre.”

Homero


“El genio se descubre en la fortuna adversa; en la prosperidad se oculta.”

Homero


“El que ama la guerra civil es un hombre sin lazos de familia, sin hogar y sin ley.”

Homero



"El sueño es el hermano gemelo de la muerte."

Homero


“En la juventud y en la belleza la sabiduría es escasa.”

Homero


Entretanto la sólida nave en su curso ligero
se enfrentó a las Sirenas: un soplo feliz la impelía
mas de pronto cesó aquella brisa, una calma profunda
se sintió alrededor: algún dios alisaba las olas.
Levantáronse entonces mis hombres, plegaron la vela,
la dejaron caer al fondo del barco y, sentándose al remo,
blanqueaban de espumas el mar con las palas pulidas.
Yo entretanto cogí el bronce agudo, corté un pan de cera
y, partiéndolo en trozos pequeños, los fui pellizcando
con mi mano robusta: ablandáronse pronto, que eran
poderosos mis dedos y el fuego del sol de lo alto.
Uno a uno a mis hombres con ellos tapé los oídos
y, a su vez, me ataron de piernas y manos
en el mástil, derecho, con fuertes maromas y, luego,
a azotar con los remos volvieron al mar espumante.
Ya distaba la costa no más que el alcance de un grito
y la nave crucera volaba, mas bien percibieron
las Sirenas su paso y alzaron su canto sonoro:
"Llega acá, de los dánaos honor, gloriosísimo Ulises,
de tu marcha refrena el ardor para oír nuestro canto,
porque nadie en su negro bajel pasa aquí sin que atienda
a esta voz que en dulzores de miel de los labios nos fluye.
Quien la escucha contento se va conociendo mil cosas:
los trabajos sabemos que allá por la Tróade y sus campos
de los dioses impuso el poder a troyanos y argivos
y aún aquello que ocurre doquier en la tierra fecunda".
Tal decían exhalando dulcísima voz y en mi pecho
yo anhelaba escucharlas. Frunciendo mis cejas mandaba
a mis hombres soltar mi atadura; bogaban doblados
contra el remo y en pie Perimedes y Euríloco, echando
sobre mí nuevas cuerdas, forzaban cruelmente sus nudos.
Cuando al fin las dejamos atrás y no más se escuchaba
voz alguna o canción de Sirenas, mis fieles amigos
se sacaron la cera que yo en sus oídos había
colocado al venir y libráronme a mí de mis lazos.

Homero
La Odisea


"Entre todas las criaturas que se arrastran y respiran sobre la tierra, no hay ninguna más desdichada que el hombre."

Homero



“Es un error afligirse sin cesar.”

Homero



“Es voluble la lengua de los hombres, y de ella salen razones de todas clases; háyanse muchas palabras acá y allá, y cual hablares, tal oirás la respuesta. Mas ¿qué necesidad tenemos de altercar, disputando e injuriándonos, como mujeres irritadas, las cuales, movidas por el roedor encono, salen a la calle y se zahieren diciendo muchas cosas, verdaderas unas y falsas otras, que la cólera les dicta?”

Homero



"La cuestión en la vida no es saber mucho, sino olvidarse de poco."

Homero



“La fortuna es como un vestido: muy holgado nos embaraza, y muy estrecho nos oprime.”

Homero



“La juventud tiene el temperamento vivo y el juicio débil.”

Homero


“La raza de los hombres es celosa por temperamento.”

Homero


“La raza de los hombres es celosa; sus brasas son brasas de fuego.”

Homero


"La raza de los hombres es como la de las hojas. Cuando una generación florece, otra declina."

Homero


“La relación que existe entre los autores mediocres y la crítica mediocre es más o menos ésta: ninguno se fía del otro.”

Homero


“La religión es la cadena de oro que sujeta la tierra al trono del Eterno.”

Homero


“Las almas generosas son dóciles.”

Homero



“Las generaciones humanas son como las hojas del bosque; mientras unas brotan, otras se marchitan y caen.”

Homero


“Las heces amargas de la fortuna se pierden en el drenaje.”

Homero


“Levantado el muro contra la voluntad de los inmortales dioses, no debía subsistir largo tiempo.”

Homero


"Los espíritus de los muertos podían ser convocados; se congregaban en grupos cuando se degollaba a un animal, para sorber su sangre y recobrar la vida, aunque fuera por un tiempo breve."

Homero
La Odisea



“Los excelsos regalos de los dioses no pueden ser destruidos con facilidad por los mortales hombres, ni ceder a sus fuerzas.”

Homero



“Los hombres se cansan antes de dormir, de amar, de cantar y de bailar que de hacer la guerra.”

Homero



"Llevadera es la labor cuando muchos comparten la fatiga."

Homero



“Mi madre dice que él es mi padre; pero yo no lo sé, pues ningún hombre puede saber quién fue su padre.”

Homero



“Míseros mortales que, semejantes a las hojas, ya se hallan florecientes y vigorosos comiendo los frutos de la tierra, ya se quedan exánimes y mueren.”

Homero



“Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta.”

Homero



"Nadie ha pasado por aquí en su negro bajel sin haber escuchado de nuestra boca la voz dulce como el panal, y haberse regocijado con ella y haber proseguido más sabio... Porque sabemos todas las cosas: cuantos afanes padecieron argivos y troyanos en la ancha Tróada por determinación de los dioses, y sabemos cuanto sucederá en la tierra fecunda." 

Homero

Odisea, Xll



“Nadie me ha enseñado: un Dios ha plantado algunas canciones en mi alma.”

Homero
El poeta Femio en La Odisea




"Ni el hombre más bravo puede luchar más allá de lo que le permiten sus fuerzas."

Homero



“Ningún hombre nacido de mujer, valiente o cobarde, puede escaparse de su destino.”

Homero



“No debe depositarse ninguna confianza en las mujeres.”

Homero



“No es correcto jactarse de los muertos.”

Homero




"No envidies la riqueza del prójimo."

Homero



“No estés mucho tiempo lejos del hogar.”

Homero



"No hay mejor aguijón que la necesidad."

Homero



“Odioso para mí, como las puertas del Hades, es el hombre que oculta una cosa en su seno y dice otra.”

Homero
(Exclama Aquiles en la Ilíada)


“Preferiría ser esclavo del más pobre campesino que reinar sobre los muertos.”

Homero


“Ten paciencia, alma mía: tú has sufrido cosas peores.”

Homero


“Todo hombre sabio ama a la esposa que ha elegido.”

Homero


“Vamos, compañeros,
No es tarde para hallar un nuevo mundo.
Remad fuerte entre las olas,
Pues es nuestro propósito
Navegar más allá del horizonte
Hasta morir donde el sol
Abraza a todas las estrellas.
Si no tenemos las fuerzas
Que en los viejos tiempos
Movían tierra y cielos,
Serán nuestros heroicos corazones,
Cansados con el tiempo
Pero fuertes en voluntad,
Los que seguirán buscando,
Sin rendirse,
Hasta encontrar Ítaca la Grande,
Ítaca la nuestra, de todos.”

Homero

La Odisea

"Vean ahora como los hombres nos echan la culpa a nosotros los dioses por todo lo que ha sido producto de su propia locura."


Homero


Y a ambos lados de Príamo, Pántoo,
Timetes, Lampo, Clitio e Icetaon
el compañero de Ares,
Ucalegon y Anténor,
muy discretos entrambos,
sentados se encontraban
los ancianos del pueblo todos ellos,
de las puertas Esceas por encima,
por vejez de la guerra retirados,
más bravos oradores semejantes
a las cigarras que en medio del bosque,
en un árbol posadas,
emiten una voz que es como un lirio;
tales los jefes eran, justamente,
de los troyanos, que estaban sentados
en la torre adosada a la muralla.
Y éstos, pues, cuando vieron
a Helena encaminándose a la torre,
hablábanse los unos a los otros,
con aladas palabras, quedamente:
«Cosa no es que indignación suscite
que vengan padeciendo tanto tiempo
dolores los troyanos
y los aqueos de grebas hermosas
por mujer cual es ésa
pues que tremendamente se parece,
al mirarla de frente,
a diosas inmortales;
pero aun así y siendo tal cual digo,
en las naves se vuelva y no se quede
para mal nuestro y de nuestros hijos
en el tiempo futuro."

Homero
La Iliada


“Y el Pelida deseaba alcanzar gloria y tenía las manos manchadas de sangre y polvo.”

Homero


“Zeus no presta su ayuda a los embusteros.”

Homero