Hervé Le Tellier

"Hay una frase que dice que el humor es una manera de quitarle a los buenos sentimientos su capa de tontería. Para mí el humor es de cara al lector una medida de cortesía, pero si miras bien el libro en algunos personajes no hay humor, como Markle, que no para de morir. 

Si te das cuenta cuando sale él nunca es divertido pero no importa porque está diseminado por el libro como en Hitckcock: es divertido hasta que se convierte en algo trágico. Y es trágico hasta que lo trágico se ve reforzado por lo grotesco. A mi me gusta mucho introducir una sonrisa en las situaciones.

En la parte que es un poco más didáctica me gusta el humor para que no sea demasiado pedagógico o repetitivo. Cuando daba clase en la universidad a veces hacía alguna broma y a los estudiantes se les olvidaba la clase y se acordaban solo de mi broma. Ese era mi recurso."

Hervé Le Tellier



"La pandemia era previsible. Tenemos más relación con las especies animales que son transmisores víricos. Desde hace años se considera que iba a ocurrir: ya estuvo la gripe aviar y el sistema de salud mundial ya lo sabía. Aunque siempre se espera que no ocurra, las medidas han sido tan drásticas que la oposición incluso en los círculos económicos era fuerte. No creo que hayamos aprendido.

Más importante que la pandemia es el cambio climático pero lo esencial es poner en marcha la economía para la recuperación. Este hecho está vinculado a las emisiones de efecto invernadero en la atmósfera y a que va a subir la temperatura mundial."

Hervé Le Tellier



"La persona que lee debe hacer su propio trabajo."

Hervé Le Tellier




"La teoría de Bostrom se basa en un problema de probabilidad que es muy sencillo. Las civilizaciones tecnológicas pueden sobrevivir y se convierten en hipertécnicas, simulan a sus ancestros u otras formas de vida o no les interesa hacer ninguna simulación. A nosotros como especie nos interesa la simulación. Hacemos constantes simulaciones del clima, de la vida de los insectos pero estamos limitados por la potencia de los ordenadores.

Si sobrevivimos al cambio climático, vamos a poder hacer ordenadores cuánticos que pueden reproducir el cerebro humano. Vamos a poder conjugar mil millones de cerebros humanos y su conocimiento de una civilización entera.

Lo que dice Bolstron es que si somos un cerebro pensante y las civilizaciones se interesan por las simulaciones, nuestro cerebro pensante tiene una posibilidad sobre cinco de ser un cerebro biológico y quizás lo que somos es una simulación. 

Es una teoría muy seria a la que se enfrentan los científicos pero es un poco una cuestión de fe. Una reflexión divertida sobre el poder de la informática, todo lo que nos llega al cerebro son impulsos eléctricos, no hay nada que esté fuera de nuestro cerebro. No hay alma, tenemos caracteres y memoria, eso nos constituye y está cableado técnicamente.

Esta idea es muy seductora para la literatura porque te hace saltar al abismo: los personajes tienes que creer que existen ahora pero como hablamos de que son seres virtuales, enfrentamos la virtualidad del mundo literario con la de nuestro propio mundo."

Hervé Le Tellier



"Nada tiene sentido en el universo pero el hombre se empeña en buscarlo porque somos máquinas de fabricar sentido. Ves pasar una estrella y dices que anuncia algo: queremos que las cosas tengan sentido pero es normal porque somos seres mágicos, siempre tenemos un pensamiento mágico eso mismo nos hace pensar que vamos a sobrevivir."

Hervé Le Tellier



"¿Y si tomamos un último café?, dice Victor, y atrae a Anne hacia sí, le acaricia los dedos fríos, la besa con ternura en la boca, que exhala un aroma a tabaco y mentol. Es entonces cuando ocurre. Al principio no es más que un soplo, un efímero remolino de hojas muertas en el suelo. Hay en el aire una nota, muy débil, un fa de contrabajo. El aire vibra, el cielo se vuelve un poco más claro. Una mujer emperifollada que arrastra un cesto de la compra se detiene frente a una librería, un hombre con gabardina pasea a un enorme perro negro, una joven pasa en bici junto a ellos, se detiene, mira algo en su móvil y sonríe. Es un momento apacible, sereno.
El misil está a tan solo un segundo del avión de línea Air France 006 y el tiempo se dilata, se dilata antes de la explosión.
Es difícil describir lo que sucede, no existe en la lengua ninguna palabra precisa para definir esa vibración lenta del mundo, esa pulsación infinitesimal que, a lo largo y ancho del planeta, en el mismo instante, afecta tanto al gato que dormitaba junto a la chimenea en un chalé de Arkansas como al ganso común que atraviesa el cielo de Burdeos, tanto a las cascadas del río Zambeze como a las inmaculadas nieves del Annapurna, al puente de Rialto que cruza el Gran Canal de Venecia y a la autovía congestionada que bordea el barrio de chabolas de Dharavi y a la esponja sucia que hay en un fregadero de Montjoux y a la vieja rueda pinchada en el patio interior de un garaje de Bombay."

Hervé Le Tellier
La Anomalía










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