Gloria Díez

Ardientes luciérnagas cruzan

Ardientes luciérnagas cruzan
los caminos más oscuros.

Ama la soga que te
hiere el cuello
y el esparto será
pálida luz de luna
fluyendo por tu espalda.

Gloria Díez




Atrapadme
(Ulises frente al Día)

Atrapadme,
con amarras de sombra
en mástiles del aire,
antes de que lance el alba
su grito azul en los sauces.

Antes que cruce el pecho
y manche el labio
el zumo amargo
de un corazón
muerta mora-madura
y herido mono-sabio.

Antes de que en el hombro
nazcan alas
de aguda seda verde
y pluma blanca.
Antes de que me broten
en la cintura leve
las espadas.

Atrapadme en el aire,
atrapadme en el viento.
Antes que parta el día
(asombrado vencejo)
atrapadme.

Gloria Díez



Estío

Un relincho de fuego
-prolongado, ululante-
fue la tarde.

Debiste ver el mar
curvar su lomo antiguo
como el de un gran centauro,
desbordante de espumas
bajo la fresca noche.

¡Qué sabia oscuridad!
El sol nos ciega más
que esta dulce tiniebla
tan grata al corazón.

Gloria Díez




Nunca debí cruzar

Nunca debí cruzar
labio, ni espada,
mientras el leve otoño
se derrumba,
como un vómito gris
sobre los árboles. 

Un tigre doble anida
en la sagrada sombra
del crepúsculo.
Su aliento jadeante,
me mantiene en feroz,
altiva vela.

Gloria Díez




"Y seguir caminando,
porque al final del túnel,
debe estar la salida
hacia lo verde y húmedo.

Porque, aunque no existiera,
con las uñas, con dientes,
con la desesperada
tenacidad del agua
que perfora la roca,
sabríamos crearla."

Gloria Díez




Y sin embargo, ser
hijas de sa esperanza
que como frágil luna
nos colgamos del pecho."

Gloria Díez












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