Tatiana Lobo

Agradezco ser un animal,
porque los hombres han puesto en peligro
la supervivencia del planeta.

Agradezco ser hembra,
porque el hombre no es el centro del universo,
sino apenas un eslabón más en la cadena de vida.

Agradezco que me digan que soy irracional,
porque la razón ha conducido
a los peores actos de barbarie.

Agradezco no haber inventado la tecnología,
porque la tecnología
ha envenenado el agua y el ozono.

Agradezco que me hayan colocado
más cerca de la naturaleza,
porque nunca estaré sola.

Agradezco que me hayan confinado
al hogar y la familia,
porque puedo hacer de toda la tierra
mi hogar y mi familia.

Estoy feliz de que me llamen
ama de casa,
porque puedo apoderarme de la mía.

Estoy feliz de no ser competitiva,
porque entonces seré solidaria.

Estoy feliz de ser
el reposo del guerrero, 
porque puedo cortarle el pelo mientras duerme.

Estoy feliz de que me hayan
excluido del campo de batalla,
porque la muerte no me es indiferente.

Estoy feliz de haber sido
excluida del poder
porque lejos del poder me alejo
de la ambición y la codicia.

Estoy feliz de que me hayan
excluido del arte y de la ciencia,
porque los puedo inventar de nuevo.

Me agrada saber que mi cerebro
es más pequeño que el cerebro del hombre,
porque entonces mi cerebro cabe en todas partes.

Me agradan que me digan
que carezco de lógica,
porque entonces puedo crear una lógica
menos fría y más vital.

Me agradan que me digan
que soy vanidosa,
porque puedo mirarme al espejo
sin sentirme culpable.

Me agrada que me digan
que soy emocional,
porque puedo llorar y reír a gusto.

Me agrada que me digan
que soy histérica,
porque entonces puedo lanzar los platos
a la cabeza de quien intenta hacerme daño.

Me gusta que me llamen bruja,
porque entonces puedo cambiar
la dirección de los vientos a mi favor.

Me gusta que me llamen demonio, 
porque puedo quemar
el lecho donde me abusan.

Me gusta que me digan débil,
porque me recuerdan
que la unión hace la fuerza.

Me gusta que me digan chismosa,
porque nada de lo humano me será ajeno.

Pero lo que más agradezco,
lo que más me agrada,
lo que más me gusta
y lo que me hace más feliz,
es que me digan loca,
porque entonces ninguna libertad
me será negada.

Una y mil veces me quemó la inquisición
y aprendí a nacer de las cenizas.

Me encerraron en un harén
y encerrada no dejé de reír.

Me pusieron un cinturón de castidad
y adquirí las artes de un cerrajero.

Cargué fardos de leña
y me hice fuerte.

Me pusieron velos en la cara
y aprendí a mirar sin ser vista.

Me despertaron los niños a media noche
y aprendí a mantenerme en vigilia.

No me enviaron a la Universidad
y aprendí a pensar por mi cuenta.

Transporté cántaros de agua
y supe mantener el equilibrio.

Me extirparon el clítoris
y aprendí a gozar con todo el cuerpo.

Pasé días bordando y tejiendo
y mis manos aprendieron
a ser más exactas que las de un cirujano.

Segué trigo y coseché maíz,
pero me quitaron la comida
y con hambre aprendí a vivir.

Me sacrificaron a los dioses y a los hombres
y volví a vivir.

Me golpearon y perdí los dientes
y volví a vivir.

Me asesinaron y me ultrajaron
y volví a vivir.

Me quitaron a mis hijos
y en el llanto volví a la vida.

Con tanta fortaleza acumulada,
con tantas habilidades y destrezas pendientes,
MUJER, si lo intentas,
puedes volver el "mundo al revés”.

Tatiana Lobo


"Aprender a escribir se hace en la escuela y eso basta para escribir novelas si la persona se disciplina lo suficiente."

Tatiana Lobo



"Cuando la adúltera era ella, el marido agraviado solía culpar al amante, no a su esposa. El porqué Joaquín Valerín se dio maña, esfuerzo y trabajo para que las autoridades eclesiásticas castigaran al intruso Paniagua, al tiempo que también se esmeraba en salvar la responsabilidad de María Dolores, pudo tener muchos y diferentes motivos. El primero sería esa visión de mujer-niña, criatura eternamente estacionaria en la infancia, incapaz de decidir por sí misma y, por lo tanto, incapaz de asumir la responsabilidad de sus actos: la otra cara de la medalla de la perversa seductora. También pudo haber una razón de orden práctico, pues si María Dolores era castigada con cárcel o con "depósito", Valerín, su marido, pasaba a la ambigua situación de "divorciado", impedido de volverse a casar, y entonces ¿quién se haría cargo de la casa, de los niños? Además, estaba el sentido de propiedad; esa mujer es mía, sobre ella mando yo solo.
Pero también -¿por qué no?- estaban los sentimientos, el deseo de recuperar a la mujer amada, sustrayéndola de todo castigo. Concedámosle la gracia del amor a Joaquín Valerín. Digamos que amaba a María Dolores más que a sus mulas, más que a sus cuatro vacas juntas, más que a sus propios hijos. Porque María Dolores tiene cuerpo de palmera, pechos redondos como cocos y dos piernas tan largas y esbeltas como las columnas que sostienen el cielo de la iglesia parroquial. Por culpa de la mulata ingrata, Valerín estuvo a punto de matar a Joaquín Paniagua, con las manos peladas, con los puños tan desnudos como ahora siente el alma, huérfana de todo afecto.
Valerín montó una de sus mulas, metió carne salada en su forja, dos quesos y tres bollos de pan de bizcocho. Cobró unos pesos que le debían los ladrones que administraban el mercado de abastos, y se hizo al camino antes de que el sol siquiera avisara su llegada. Tomó la ruta como quien se dirige hacia el valle de Aserrí, donde está la ermita de San José de la Boca del Monte, pero no se detuvo allí a pedirle a Dios que le hiciera el favor de enfermar de viruelas a Paniagua. Pasó de largo como quien se apresura a abordar en el puerto de La Caldera, vadeó el río Grande sin que lo viera el canoero porque no llevaba salvoconducto para abandonar la jurisdicción de Cartago. Y si no tenía papeles era por la sencilla razón de que su viaje lo hacía con el mayor sigilo, para que nadie se enterara de sus propósitos. Al paso ora lento, ora a trote manso, de su mula, Valerín sigue adelante, carcomido por el rencor y la tristeza."

Tatiana Lobo
Entre Dios y el Diablo


"El poder político y la historia son patriarcales. En mis libros investigo la relación asimétrica entre el sometido y el opresor. El poder político es el bastidor donde entretejo las relaciones entre los personajes. Los documentos históricos me sirvieron de base y también de pretexto para desenmascarar esos juegos patriarcales."

Tatiana Lobo


"Hay muchas teorías feministas y no todas son convergentes. Pero, en conjunto, todas las teorías feministas y sus estrategias tienen el objetivo de construir un mundo más habitable."

Tatiana Lobo


"La equidad entre hombres y mujeres es la piedra angular para la construcción de una sociedad más armónica. Las mujeres son la mitad de los problemas de los Derechos Civiles y los Derechos Humanos. Pero no se trata sólo de justicia, la equidad de género es la base para conseguir otras equidades, indispensables para la supervivencia de la especie y la construcción de una sociedad donde quepamos todos y todas."

Tatiana Lobo




"La misión, si es que se puede hablar de “misión”, de una mujer escritora, es la misma de los escritores varones: interpretar la vida y contárselo a los demás."

Tatiana Lobo


"Me gusta estar lejos del hacinamiento de la ciudad, por eso vivo en la playa o en el campo. Mi vida es austera. Disfruto la soledad y la sencillez."

Tatiana Lobo


"Me parece que toda forma de discriminación es nefasta para la sociedad entera. Pero hay que entender que la subordinación de las mujeres fue la primera forma de esclavitud que conoció la humanidad y de ella se desprenden todos los demás sometimientos. Por eso creo que mientras la mitad de la población del mundo dependa de la buena a mala voluntad de la otra mitad, no será posible acabar con la mala distribución de la riqueza ni alcanzar una sociedad igualitaria. El feminismo, a mi entender, va mucho más allá de una reivindicación de género. El patriarcado no sólo oprime a las mujeres, es un sistema intrínsecamente explotador que abusa de los más débiles y excluye toda posibilidad de solidaridad."

Tatiana Lobo





















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