Desiderius Papp

"Los precursores atraviesan las junglas de Venus, y de pronto, en el roce de las hojas húmedas y el crepitar de las ramas quebradas, descubren el primer animal: una especie de enorme grifio, más alto que un hombre, aparece entre una masa de lianas y juncos, y fija en el grupo sus ojos extraños e inexpresivos. Algo que asoma por la cúpula rosaplateada de un templo indio ondea entre los charcos: es un artefacto gigante, que se inclina sobre el terreno pantanoso. Y quizá atraído por el movimiento, un enjambre de libélulas vuela sobre los astronautas: libélulas grandes como águilas, con alas semejantes a extraños mosaicos de vidrio.

Una especie de cocodrilo levanta el hocico horrible entre un cúmulo de monstruosas raíces que afloran del suelo, y los hombres de la expedición se detienen, horrorizados: esta bestia fantástica tiene tres ojos y arrastra sus cortas patas articuladas a los costados de un cuerpo larguisimo cubierto de escamas. Pero no es un cocodrilo: es sólo una inofensiva salamandra revestida por su caparazón, y está buscando en las grietas los insectos que la alimentan.

Impulsados por el hambre insaciable, en las ondas del mar los peces con una longitud de 20 metros persiguen a otros peces y buscan conchillas. Son los depredadores más temidos, los dueños absolutos de los mares de Venus, del mismo modo que un día fueron señores de los océanos de la Tierra. Los colosales peces acorazados huyen ante el furioso apetito de los escualos y las rayas. Conchillas grandes como nuestros corderos, pólipos fantásticos, medusas gigantescas, corales de abigarrados colores pueblan en gran número las aguas de los océanos de Venus, en cuyos abismos, en eterna niebla, vive una fauna de pesadilla..."

Desiderius Papp
Tomada del libro de Peter y Caterina Kolosimo Los secretos del Cosmos




"No existe poeta capaz de imaginar y pintar una existencia tan portentosa como la que florece, en diferentes formas, sobre ese remoto planeta (Urano)."

Desiderius Papp
Tomada del libro de Peter y Caterina Kolosimo Los secretos del Cosmos





"¿Qué eran esas sombras que se movían en el fondo del cráter? ¿Un simple juego de luces provocado por las sombras de las rocas que se alargaban en la tarde lunar? No podía ser porque en ese caso, con cada revolución del satélite, las proyecciones habrían debido mostrar las mismas formas y la misma posición, sin variar constantemente como en efecto sucedía. Las sombras móviles debían identificarse con otra cosa: lo que el norteamericano había visto durante tantas noches muy bien podía ser el movimiento de criaturas que erraban en grupos desordenados en el cráter de Eratóstenes.

Se perfiló así la probable solución del enigma: en el interior de la garganta debían moverse grandes grupos de seres semejantes a insectos. Las manchas quizá correspondían a grupos de estas criaturas que volaban sin abandonar nunca el cráter, en cuyo fondo todavía pueden hallarse débiles rastros de aire y humedad. Cuando sale el Sol y calienta el suelo de la Luna, las criaturas abandonan su huevo y comienzan a desplazarse en el cráter natal, en busca de aire y agua. Y cuando comienza la noche lunar, aquellas caen en el letargo, hasta que los primeros rayos solares rechazan el rigor nocturno e inician una nueva etapa de vida.

Por lo tanto, estos habitantes de nuestro satélite serían criaturas volantes, modestos representantes de la vida animal en un mundo agónico, seres cuya existencia se reduce a una danza casi inconsciente, y se desarrolla desde el alba hasta el atardecer, análoga a la vida de ciertos organismos terrestres microscópicos, que se adormecen en su granito de polvo cuando les falta la indispensable partícula de agua, y "resucitan" bajo la influencia vivificadora de la humedad."

Desiderius Papp
Tomada del libro de Peter y Caterina Kolosimo Los secretos del Cosmos









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