María Vallejo-Nágera

"¡Con lo esencial que es plantearse dónde iremos tras la muerte! La gente va como anestesiada en esta generación: todo es mundo, dinero, poder, Instagram, el desear que se sea admirado por todos y en todo momento. Eso no nos va a servir absolutamente de nada cuando lleguemos a nuestro juicio particular. Más nos vale entender qué es el Purgatorio, porque hay enormes posibilidades de que vayamos a acabar ahí. Esto no hay que temerlo: es estado ESTÁ YA SALVADO (se llaman “benditas almas del Purgatorio”, no “malditas almas del Purgatorio”). Simplemente necesitaremos que alguien aquí, vivo aún, ore y ofrezca sufragios por nosotros."

María Vallejo-Nágera Zóbel​




"(El purgatorio) es un dogma de fe católico. Es decir: que la enseñanza de la Iglesia católica lo considera una realidad sobrenatural de enorme importancia. Tenemos que saber que, tras fallecer, hay 3 destinos posibles para el alma: 1) infierno (para aquellas almas que rechazan frontalmente el amor de Dios, que rechazan el Espíritu Santo, que hasta el último suspiro de vida, deciden vivir lejos de Él). Esperemos que no sea nuestro destino. 2) El siguiente destino es el Purgatorio. Es ahí donde el alma aterrizará. Es realmente como “un estado intermedio” del alma. Son almas que ya tienen su juicio particular cara a cara con Dios (tras fallecer todos pasaremos por el juicio particular). Será entonces terrible descubrir que no somos dignos de estar en su presencia por faltas cometidas (especialmente aquellas cometidas con toda la alevosía). Con vergüenza, esas almas deben “retirarse voluntariamente” de su presencia y, con gran vergüenza, estar en un estado alejado de ese amor infinito. Esas almas (Cuerpo Purgante de la Iglesia), SOLO pueden acceder al cielo por las oraciones de los vivos (Cuerpo militante). De ahí la enorme importancia de celebrar un funeral cuando un familiar fallece. 3) El cielo: el alma accederá al cielo SOLO si su estado es perfecto, sin mancha de pecado… ¿Pero quien es capaz de llegar en tal estado de bondad y perfección? Me temo que a mí me va costar una vida ser santa… Lo intento y lo intento, pero… caigo una y mil veces. Me sostienen los sacramentos."

María Vallejo-Nágera



"Los creyentes católicos, y los tibios ya no le cuento, tienen el dogma del Purgatorio muy empolvado. La mayoría piensa que tal cosa no es otra que una invención de un papa del año de Maricastaña, que hace referencia a un lugar misteriosamente etéreo, plagado de almas, que se podría situar entre el Cielo y el Infierno. No están lejos del todo, aunque yo añadiría algo más: es un estado del alma en plano intermedio. La existencia del Purgatorio es un dogma de la Iglesia católica, lo que significa que todo católico que se considere como tal debe creer en su realidad. La Iglesia no insiste en que es un lugar ni un destino, sino un proceso por el que pasa el alma para purificarse de sus pecados y que tendrá un final feliz, tan feliz como que el sufriente acabará por llegar al Cielo para descansar durante una eternidad junto a Dios."

María Vallejo-Nágera
Tomada del libro He visto cosas que no creerías de Jesús Callejo, página 207













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