Vasili Peskov

 “El lugar que nos interesa está en el sur de Siberia, en Jakasia, donde el montañoso Altái se encuentra con las cordilleras Saián. Busque el rabillo inicial del río Abakán, ponga en su orilla derecha una marca para acordarse, y ya tiene el lugar en el que hicimos de todo por llegar y del que nos costó después salir.”

Vasili Peskov


"Karp Ósipovich, cual diligente maestro de obras, daba vueltas por aquí y por allá. «Tan cerca de la tumba y siembra centeno» dijo varias veces adelantándose a una posible pregunta: ¿para qué esa construcción [una nueva isba] cuando está en su novena década? [...] «¿Cómo está el mundo?» [...] Le dije que el gran mundo se agita inquieto. Y pude sentirlo: mi respuesta fue como un bálsamo para el corazón del anciano. La agitación «del mundo» le transmitía equilibro espiritual. Ese hombre nada tonto, aunque cerrado y fanático, debía de recibir, sin duda, la visita de una idea fría y peligrosa como una serpiente para unos pies descalzos: ¿hemos vivido la vida correcta?"

Vasili Peskov
Los viejos creyentes



“Los sucesos que habían conmovido al mundo aquí eran ignorados. Los Lykov no conocían ningún nombre famoso ni sabían que había una gran y devastadora guerra.”

Vasili Mijáilovich Peskov



"Sentado ahora con mis papeles en una vivienda de las afueras de Moscú con electricidad y teléfono, con un televisor en cuya pantalla cuatro hombres y una mujer flotan en la ingravidez y saludan y sonríen a la Tierra, todo lo que vi en julio se me presenta como algo irreal. Así suelen recordarse los sueños claros y largos. ¡Pero todo eso existió! Ahí veo los cuatro cuadernos con marcas de lluvia, con pinocha de cedros y mosquitos aplastados entre sus páginas. Aquí tengo el mapa con el itinerario. Y, por último, el carrete cortado, distribuido en sobres, con su capacidad de persuasión colorida, inalcanzable para la memoria, y que revive todos los detalles del viaje. Echen un vistazo a un mapa del centro de Siberia, a la gran extensión a la vera del Yeniséi. Este territorio, de nombre Krasnoiarsk, tiene muchas áreas naturales. En el sur, donde el Abakán desemboca en el Yeniséi, sandías, melones y tomates maduran igual de bien que en las estepas de Astraján. La «Italia de Siberia» se dice a menudo de estos parajes.
En el norte, donde el Yeniséi se convierte ya en mar, los renos extraen de debajo de la nieve escaso alimento y los hombres viven exclusivamente de lo que obtienen con la cría de renos. Miles de kilómetros de sur a norte: estepa, estepa forestal, la vastísima zona de taiga, tundra forestal, la región polar. Escribimos mucho sobre la colonización de este territorio. Y está bastante colonizado. Pero no tiene nada de extraño que todavía haya lugares sin explorar y rincones perdidos y ¡parajes vírgenes y sin transitar!"

Vasili Peskov
Los viejos creyentes












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