Pascual Pla y Beltrán

100.000 voltios rodados de poleas más ágiles.
Que la luz, la impaciencia, la imagen y el retorno.
Mediodía de grúas encendidas de grillos.
Fuego de hierro y fragua.
Yunque en constelaciones de martillos sin sueño.
Bajo el brazo tendido de músculos
y de puras distancias.
Entre mares de hulla se consumen
los cerebros más vivos.
En la niebla, la niebla que confunde
la ruta de los astros sin cielo.
Con el mudo cansancio de estos hombres de cobre.

Pascual José Pla y Beltrán 



¡Camaradas, luchadores
de valles y serranías,
todo el que de hombre se precie
debe ser de las milicias! 123
al ejército popular,
¡Todos adelante! ¡En pie!
¡Los cobardes que se vayan!
¿Quién os habla de la muerte?
¿Quién tiene miedo a las balas?
"¡No pasarán!" hemos dicho.
y también a la retaguardia...
Cada golpe de tu azada
es un fascista que muere.

Pascual Pla y Beltrán



En marcha

Con el acero de sus brazos han de hacer
edificios que iluminen las nubes.
Su voluntad de siglos encenderá una aurora
de gigantes.

Las fábricas darán la vida de los templos
más puros y más firmes.
Los comunistas jóvenes serán los químicos
que asombrarán al mundo.

¡Todos, fuego de juventud en el pulmón,
en marcha! 

Pascual Pla y Beltrán



Enemigo

Muerto de aliento y voz. Cuando la tierra
Florezca de clarines bolcheviques,
Vivo y presente, empezarás tu huida.
Serán siete navajas tus instintos.

Vistiendo negra blusa y con tu máuser,
Clavarás proyectiles de odio negro.
Rojos soldados te buscarán las huellas.
Te darán banderines de trabajo,
Para ganar tu pan honradamente.

Pero tú, buen burgués, serás la causa
De tu misma derrota. Por tu mal,
Morderás las ideas mencheviques.

Y un día todo rojo de venganzas,
Bajo el fusil del pueblo, ametrallado
Te desharás en sangre sobre tierra

Pascual Pla y Beltrán



HOMENAJE A LOS CAÍDOS EN LA LUCHA 

Vosotros,
¡los que ni el dolor ni las balas pudieron dominaros!
Vosotros,
¡los que encendisteis con vuestro ardor la roja pólvora que alzaba el odio,
los que luchásteis hasta doblar la muerte,
hasta regar la tierra con el milagro de vuestra sangre!

Vosotros,
¡los hermanos de Asturias y Cataluña!
Vosotros,
¡camaradas que alzásteis más allá del espacio la bandera de la Unión de Repúblicas Socialistas
de Iberia,
que os batísteis hasta apagar la llama que ardía en vuestros ojos,
hasta quedar pegados a la tierra por la cual derramásteis vuestra sangre!

Vosotros, camaradas,
vosotros,
¡los que os alzásteis en las aldeas del hambre y la injusticia,
quemando las iglesias,
derribando con vuestros puños el poder omnipotente de la usura;
los que os alzásteis en las minas,
gritando vuestra libertad hasta partir el cielo,
hasta asordar al mundo con vuestro grito;
los que os alzásteis en las ciudades
levantando las barricadas de la Revolución!

Vosotros,
¡los sorprendidos por el sueño insondable,
los que avanzásteis con paso firme hasta aplastar al enemigo,
los que al lado de un muro encontrasteis la muerte sin una lágrima de angustia!

Vosotros, camaradas,
¡vosotros sois vosotros!
¡Podréis estar doblados, pero nunca vencidos!
¿Me oís…?
¡Una voz de venganza ilumina la Tierra!

Pascual Pla y Beltrán



La reconquista de Granada

¡Ay, quién te viera, Granada!
No son los Abencerrajes
los que te tienen tomada.
Un río de sangre espesa
por tus callejuelas baja,
manchando de odio y de luto
la blancura de tus casas.
¡Ay, quién te viera,
por los moriscos, tomada!
Mozas con senos cortados
no salen a sus ventanas;
los suplicios del martirio
las tienen amortajadas.
¡Ay, si te viera el rey moro
por los moriscos tomada!
Verde vega es en Valencia,
aún más verde es en Granada;
los hombres que la sembraron
ya van por Sierra Nevada.
Campesinos de Jaén
y Málaga, la gallarda,
jinetes en bravas yeguas
cabalgan sobre Granada.
¡Oh, la ciudad de los Cármenes,
el clavel y la albahaca!
¡Deshecha en sombras y llanto,
espera ser libertada!
Corriendo de Norte a Sur
—día y noche, sol y agua—,
los jinetes andaluces,
pusieron cerco a Granada.
Campesinos, luchadores:
¡tierras que pisa mi jaca,
generales sin honor
nunca podrán conquistarlas!
¡Ya gime el Generalífe!
¡Ya se estremece la Alhambra!
Los cascos de los caballos
suenan de la noche al alba.
¡Ay, qué rosa amanecida
verá conquistar Granada!

Pascual Pla y Beltrán



LOS NIÑOS DE ESPAÑA CANTAN A LA GLORIA DE LENIN

¿Qué canta en la mañana
esa rueda infantil?

-Canta
la gloria de Lenín:
“Lenín murió en Enero.
Lenín nació en abril.
Abril se adorna con rosas
y Enero se viste de gris”.
España cruje de balas.

Se alza la guerra civil.
Cantan los niños a coro
por la gloria de Lenín:
“Vivió vida pobre.
Vistió traje gris.
Alcemos el nombre,
¡el nombre de Lenín!

Entre hielo y luna
crece el perejil.
Los niños hambrientos
siguen su plañir:
“A la rosa, rosa,
la rosa de abril.
¡Enero, no; Enero
nos llevó a Lenín!”

Sobre un campo negro,
jinetes de cinc.
Los niños sin sueño
piensan en abril:
“¡Enero, no; Enero
se llevó a Lenín!”

Pascual Pla y Beltrán



Post-revolución

Por rieles de lumbre fue rodando la tarde
hacia el poniente.
Agudas bayonetas golpearon sus pechos
de impaciencia.
Por los 20.000.000 de obreros crucificados
de hambre.
Saltaba el polvo vivo bajo las plantas
muertas. En el aire
la muchedumbre iba desmelenada
de prejuicios.
Fuerte, de vida plena, y rodadora
del mundo.
Una alta bandera era la voz potente de los hombres.
Las ciudades rompieron sus cadenas
liberando sus músculos,
floreciendo de camisas ensangrentadas,
de acero y cañones.
El campo dará su voz de siglos
al campesino. ¡Toda la tierra
para el que la trabaja! El humo
de las fábricas
entonará canciones de optimismo
bajo los brazos del proletario
que ya no sufre.
La tarde rota y descabezada de bayonetas
rodó al ocaso. Y entonces
la muchedumbre dio la bandera
de sus martillos y sus hoces al aire libre.

Pascual Pla y Beltrán



Que nuestros versos sean
ágiles bayonetas en las manos pesadas de los obreros del Universo.

Pascual Pla y Beltrán



SOBRE EL PECHO UNA ESTRELLA

¡Aprieta!
¡Que nuestro grito
reviente el corazón del espacio!
¡Nuestra bandera será roja como el esfuerzo de los jóvenes,
y sobre el pecho nos nacerá una estrella de cinco puntas!
¡Que caracolee impetuoso el potro de la vida
bebiendo el verde pan de las llanuras
y clavando recios relinchos en el vientre rodado de la tierra!
¡Levantemos nuestra palabra hasta la hoguera de lo ignoto!
¡Lavémonos en el río de la sangre que se avecina!
¡Que nuestros versos sean
ágiles bayonetas en las manos pesadas de los obreros del Universo!
¡Encendamos en la antorcha de Lenin
el ímpetu del proletariado!
¡Que la revolución sea el principio de nuestra meta!
¡Basta ya de pamemas!
¡Levantemos una muralla que nos divida del pasado!
¡Que nuestras voces rojas iluminen de chimeneas el Universo!

Pascual Pla y Beltrán


¡Vosotros,
los hermanos de Asturias y Cataluña!
¡Los que os alzasteis en las minas,
gritando vuestra libertad hasta partir el cielo,
hasta asordar al mundo con vuestro grito;
los que os alzasteis en las ciudades
levantando las barricadas de la Revolución!

Pascual Pla y Beltrán







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