Rafael Porlán

A Orfeo

Imitación de Rilke

¿Cómo no ver en ti lo que sustenta
la sola fortaleza que no yace
si el mundo como nube se deshace
o rómpese en furor como tormenta?

Cuanto por inmutable nos contenta
sigue el ayer perfecto de que nace.
No hay cúpula de fe sin que la trace
la calma que tu mármol fundamenta.

No dura más que el humo de su hora
lo que en amor se funda, si parece
de puro Dios la llama que levanta.

Ni salva de morir lo que se llora
ni siquiera lo muerto permanece.
Sólo sigue de pie lo que se canta. 

Rafael Porlán



El mundo

El mundo ya vivido
por otros, arrugado,
maltrecho por el suelo,
¿cómo has podido tú
curármelo, ponerlo
nuevo, como una plana
matinal, donde llego
a escribir, como todos,
los nombres de las cosas
con letras de colegio?

Rafael Porlán



"Estoy muy mal de salud y no tengo ganas de curarme... Ahora no quiero más que sentirme dejado en paz."

Rafael Porlán



Gratitud a los muertos

ArribaAbajo Oyendo bien, se escucha su paciente
labor entre los negros espesores
para que los tomemos como flores
o para consolarnos como fuente.

Sintiendo bien, lo trémulo se siente
del tacto con quien ciñen rondadores.
La marcha de su yedra de rumores
suena, como reló, familiarmente.

¡Dulce pueblo que espera y acompaña
tras el temblor sin aire de la rosa
y el nocturno crujir de la madera!

Prendido por su viva telaraña,
siento lo vegetal de toda cosa
crecer bajo su tibia cristalera.

Rafael Porlán



La vertical somnolencia

A Juan Sierra

ArribaAbajoLa vertical somnolencia
que el verano atirantaba
cómo ve llegar la piedra
-piedra en el lago- de octubre!
La tierra huele señales
con narices de caballo;
desde los palos mayores
cantan el agua a la vista
las hojas soliviantadas;
hielos se rompen y velas
se rizan, por fin, al verde
soplo que las desencanta;
y aquel rostro que tan terso
clareaba en la otra orilla
del prisma -cristal de roca-
que era la calle en agosto,
vive de pronto vivido
por muchos años de lluvia.
El monumento perenne
retrocede complacido
a la era de sus croquis;
y ese amor a la aventura
que estrena la geometría,
y esa prisa de los brazos
por salir de entre cadenas,
sólo copian una prisa
de otras veces, de otra vez
en que canta el mismo barco
—308→
su libertad por los mares,
con rumbo a los mismos hielos
que volverán a cuajarlo
en el sueño de un tapiz
cuando dé la vuelta al mundo.

Rafael Porlán




Me pongo a pensar en ella

Me pongo a pensar en ella
de tanto no verla nunca.
¿Cómo sería si fuera?
Su hueco siempre a mi lado
hace que viva la sienta
callar, hablarme, faltar.
¿Cómo sería? Concreta-
mente la saben los gramos
y los metros; le recuerdan
palabras la voz; minutos
sueños y pasos le cuentan.
La pregunta de su cuerpo
yergue su cuerpo a mi vera
y me descansa en el hombro
la curva de su cabeza;
la pregunta de su vida
sobre los hombros me pesa;
me aprietan en la cintura
los cordeles de creerla
y en las sienes se me clavan
las pestañas que tuviera.

Por las calles inseguras,
cruces de sueños y piedra,
dejo la acera a la tibia
falta de mi compañera.

Rafael Porlán



Mejor que en el relato de un caracol de mar
Busquemos en las bocanadas de silencio que siguen a los hachazos
Tanteemos en el súbito eclipse que ciega los oídos
Cuando el agua llega a las calderas de un barco que naufraga
En esos agujeros que dejan las extracciones de lo cotidiano
En esos cráteres apagados cuyo mutismo se oye a cien leguas
En esos redondeles que abren unos pechos de mujer arrancados de cuajo
De los que sube el sonido de una columna de humo
En esos escondites para una avaricia de pájaros
La plata es el esqueleto de la noche
Las jaulas de los grillos acaban por ser de oro
Los muertos son el mejor adorno para las perlas
Nuestro mejor amigo nos brota de los pies.

Rafael Porlán




 "No hay más remedio que trabajar sobre formas no conocidas todavía."

Rafael Porlán












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