Jan de Roek

"De mis mesurados labios-mis heráldicos emblemas doblados gramaticalmente, caen como piedras lentas-las palabras son precaria retórica, fugaz, insegura, otoñal, mortal e inútil. Mi boca está sangrando. Las sagradas escrituras blindadas se prenden fuego a causa del modo imperativo eterno. Yo no soy un ejemplo. Las lágrimas del tiempo se vierten fuera de mi insignia. Yo no soy un caballero. Estoy transformado en imágenes. El tiempo es el ladrón de los años. Yo soy el único y solitario siervo de mi mismo. Yo soy el rey odiado que ruge de risa en el opulento teatro de la vida. Yo soy el más antiguo de los edificios que arde y se desmorona. Yo soy el ángel trémulo que se arrodilla y ora. Yo soy el que va a desarmar a la violencia con la violencia."

Jan de Roek
Don Juan


"En este mundo de edificios catalogados, de cómics, de cantantes, modistos, agencias de viajes y novelistas, pero no de poetas, en este mundo de funcionarios públicos y reuniones, de oradores y escritores eternos, de pieles de visón, de seguros, pero no de poetas, de redactores, de periodistas, en la noche escribo un poema. En este momento de sellos de goma y contadores, de tiempo prefabricado y desinfectado, de felpa, de letras mayúsculas, de burdeles, de pelucas y lloriqueos, quiero que escuchen mi poema. Quiero hablar con alguien en este tiempo insonorizado de tumbas y sufrimiento impersonal, de crónica prosperidad, de fotocopias, moliendas y uñas mordidas en esta tierra humanista antes del Renacimiento."

Jan de Roek
In hoc signo

















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