Pacté con la vida por un penique
Pacté con la vida por un penique,
y la vida no me pagó más.
A pesar de que mendigué por la noches
cuando encontré mi escaso acopio.
Pues la vida no es más que un patrón
que da lo que se le pide,
y una vez se fija el salario,
es preciso seguir adelante con el trabajo.
Trabajé por el salario de un lacayo
sólo para aprender, acongojado,
que cualquier jornal que hubiese pedido a la vida,
ella me lo hubiese dado.
Jessie B. Rittenhouse o Jessie Belle Rittenhouse
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