Nathalie Sarraute

"Cada instante del mundo real es tan fantástico en sí mismo, con todo lo que está sucediendo en su interior, que es todo lo que necesito."

Nathalie Sarraute

"El acto de escribir es una especie de catarsis, una liberación, pero nunca me preocupé por eso. Escribo porque me interesa."

Nathalie Sarraute

"La consciencia es una red superficial de opiniones convencionales tomadas tal como son del grupo al que se pertenece."

Nathalie Sarraute

"La poesía es lo que hace aparecer lo invisible."

Nathalie Sarraute

"La sospecha es una de las reacciones mórbidas por las cuales un organismo se defiende y busca otro equilibrio."

Nathalie Sarraute

“Mi literatura alude a un intimismo difícil de asir; quiero dar estados del alma extraños e imprecisos, como relámpagos.”

Nathalie Sarraute

"No me he retratado en ninguno de mis libros. Un retrato es falso. Se construye algo alrededor de una apariencia, se resume la vida que es inmensa, compleja [...] Todo lo que se dice sobre nosotros casi siempre nos sorprende y, por lo general, es falso, porque otra cosa que se diga completamente opuesta parece que es verdadera también."

Nathalie Sarraute

"No se puede escribir para todos los lectores. Un poeta no puede escribir para la gente que no les gusta la poesí­a."

Nathalie Sarraute

"Qué torpes son. No comprenden nada. No es necesario haber leído mucho para ser muy sensible, para saber de qué se trata. Es un don, un talento. Se lo tiene o no se lo tiene... Ellos podrían leer bibliotecas enteras... Pero usted, siempre lo he notado... para usted las palabras... Usted nunca ha dicho una tontería. Nunca nada vago, pretencioso. Por cierto, de vez en cuando, tiene que usar palabras. No hay más remedio. Para vivir. Un mínimo. Una palabra, usted lo sabe mejor que ellos, es importante."

Nathalie Sarraute

El silencio

"Quienes viven en un mundo de seres humanos solo pueden volver sobre sus pasos."

Nathalie Sarraute

"Se trata de no copiar a los maestros, para buscar algo, bueno o malo, para uno mismo. Para entrar en este estado mental liberado, uno no puede copiar a los demás."

Nathalie Sarraute

"Solo nos desprecian cuando toleramos que suceda."

Nathalie Sarraute

"Un poeta no es, como se cree, el que sabe mejor que otros para mirar la tierra y el cielo, para escuchar el sonido del mar, el canto de los manantiales y los pájaros, un poeta, usted será uno… un poeta, lo dijimos y es verdad, es el que sabe hacer un poema con palabras."

Nathalie Sarraute

XVIII

En los alrededores de Londres, en una quinta con cortinas de percal, con el pequeño cantero de césped detrás, todo manchado y mojado por la lluvia.

El gran ventanal del estudio, rodeado de glicinas, se abre sobre el cantero.

Un gato está sentado, derecho, con los ojos cerrados, sobre la piedra caliente.

Una señorita de cabellos blancos, con las mejillas rosas un poco violáceas, lee delante de la puerta una revista inglesa.

Está sentada ahí, rígida, digna, segura de ella y de los demás, sólidamente instalada en su pequeño universo. Sabe que dentro de unos pocos minutos va a sonar la campanilla para el té.

La cocinera Ada, abajo, ante la mesa cubierta con un hule blanco, limpia las legumbres. Su rostro está inmóvil, tiene el aire de no pensar en nada. Sabe que pronto serpa la hora de freír los buñuelos y de hacer sonar la campanilla para el té.

 Nathalie Sarraute

XXIV

Se mostraban raramente, se mantenían agazapados en sus departamentos, en el fondo de sus piezas sombrías y espiaban.

Se telefoneaban los unos a los otros, huroneaban, se llamaban, se atenían al menor indicio, al signo más débil.

Algunos se deleitaban recortando el aviso del diario que revelaba que su madre necesitaba una modista a destajo.

Se acordaban de todo, velaban celosamente; agarrándose de la mano en un círculo bien extendido, lo rodeaban.

Su humilde cofradía de rostros apagados y a medio borrar se mantenía alrededor de él en círculo.

Y cuando veían que se arrastraba vergonzosamente para tratar de escurrirse entre ellos, bajaban vivamente sus manos entrelazadas y, acurrucándose todos juntos a su alrededor, le clavaban su mirada vacía y obstinada, con su sonrisa ligeramente infantil.

 Nathalie Sarraute