Robert Rozhdestvensky

El Silencio

En la hierba —silencio,
silencio
en la hierba — silencio,
entre los juncos — silencio,
en el bosque — silencio.
Hay tanto silencio
   que da vergüenza abrir los ojos
              y pisar la tierra.
Tanto silencio
   que da miedo.
Tanto silencio,
   que duele la espalda.
Tanto silencio,
   que pronunciar cualquier palabra —
            es lo mismo que matar.
Chilla,
       grita,
         el mundo agitado
               está enfermo de silencio,
tendido y envuelto
en su apretado velo.
Tanto silencio,
   como si los pájaros
           hubieran abandonado la tierra,
                uno tras otro.
Como si las personas
      hubieran dejado la tierra,
            una tras otra.
Como si la tierra se hubiera convertido
 en el silencioso
     museo del silencio.
Tanto silencio,
   que hay que recordar la música
como la cara de alguien,
                            tanto silencio,
   que hasta los pensamientos más silenciosos
               se escuchan
                  desde lejos.
Tanto silencio,
   que deseo
            empezar
               la vida nuevamente.
Tanto silencio...

Robert Ivanovich Rozhdestvensky



Instantes

No te pierdas en la cima del tiempo fraccionado. ¿Por qué?
Llegará el momento de comprender
las razones
que fluyen como armas arrojadizas,
instantes,
instantes,
instantes,

Cada instante está revestido de su propia causa y finalidad,
sus propias campanas y señales,
sus propios colores,
los instantes otorgan a unos
el dolor infausto de la vergüenza y la inmortalidad
a otros.

Los instantes regurgitan el tiempo,
se sumen en la hondura de las centurias
y yo no puedo entender dónde se halla
el primero y el instante postrero
en esta tierra.

Instantes fugaces entretejen la lluvia,
y el agua cae del cielo en torrentes.
Has de aguardar años para contemplar
el momento definitivo.

Será tan grande como el sorbo de un día
de verano, cuando la sed persiste...
y sin embargo, hemos de recordar del primero
al último instante.

No te pierdas en la cima del tiempo fraccionado. ¿Por qué?
Llegará la contemplación inminente,
como balas que fluyen,
instantes,
instantes,
instantes.

Robert Rozhdestvensky



Nostalgia

Se puede sentir nostalgia por la patria,
por los Urales, la ciudad de Bratsk, el Don,
por los desiertos y acantilados, por las montañas
y los transparentes abedules en los jardines,
por los campos acuciados por la severa tormenta...
Siento nostalgia de ti, amor mío.

Te despiertas al alba, desnudos tus ojos y hombros,
el calor aquieta alrededor de la noche las lágrimas,
las palabras, las dudas, las sonrisas e incluso los gritos.
Pugno para alcanzar tus labios.
Lidiará con la nostalgia.

Me pierdo en la soledad y por alguna razón grito al teléfono.
¡Ayúdame, amor mío! La nostalgia me embarga,
no hay respuesta. Yaces cubierta en el lecho.
Verás que recobro el aliento.

Robert Rozhdestvensky










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