Wilhelm Heinrich Riehl

"El mundo llegó a su fin en un espacio confinado, una torre con cárceles de libertad, que en cada día de sol concede al hombre una solución de noventa años. El sol murmura al encuentro de la noche, como un verdadero y antiguo símbolo. En la primavera, la calle inundada por el Rin es tan grande como el mar y pensamos a lo grande que el punto donde nos hallamos es siempre el centro de la tierra y que la tierra es el centro del universo. ¡Ay de nosotros y de nuestros infantiles pensamientos! Es un consuelo genuinamente humano pensar que el padre quiere ver realizado en su hijo un objetivo en la vida, al que aquél no pudo llegar, incluso que no sólo nuestro nombre vive en nuestros hijos, sino también parte de nuestro tejido continúa en ellos la infinita tarea de la humanidad inmortal."

Wilhelm Heinrich Riehl
A través de mil años



"El placer de contar."

Wilhelm Heinrich Riehl




"El recuerdo es una herida, una lágrima vertida con demasiada facilidad, una señal de transición, el umbral de la enemiga desesperación, una dolorosa penitencia, una historia que se entrelaza en la trama de la ira y la pugna, una larga pausa, un silencio conmovido por el jeroglífico del pensamiento que se acerca fraternalmente al alma triste."

Wilhelm Heinrich Riehl
Ovidio en la corte




"La melancolía surge espesa como la sangre. ¿Acaso podemos purgar nuestra sangre? Todas las fuerzas del cielo y de la tierra se conjuran para hacer al hombre tal cual es. ¿Cómo ser de otra manera? Con nuestra propia fuerza de voluntad nos redimimos de la tristeza. Pero, ¿es sólo ímpetu de la vida consciente en busca de nuevo de la vitalidad perdida? ¿Cómo podemos beneficiarnos de una voluntad que sólo germina contenida en la propia vida? Paracelso sostiene que la voluntad humana, guiada por el ferviente deseo, puede ser tan fuerte como una daga. ¿He de aceptar estar a merced de la melancolía? En todas partes la enfermedad del cuerpo es la antesala de la miseria y la muerte del alma. El conocimiento de nuestra debilidad, sin medios para salvaguardarla, es la mayor maldición de la raza humana."

Wilhelm Heinrich Riehl
El aprendizaje de un humanista
























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