Valentín Volóshinov

"Cuando el horizonte real sobreentendido del enunciado es estrecho, cuando coincide, como en nuestro ejemplo, con el horizonte concreto de dos individuos que se encuentran en la misma habitación y ven la misma cosa, inclusive la más efímera de las modificaciones que se produzca en el interior de este horizonte puede ser sobreentendida. Pero cuando el horizonte es más extenso, el enunciado sólo puede apoyarse en elementos de la vida que sean constantes y estables, y en evaluaciones sociales esenciales y fundamentales.
Las evaluaciones sobreentendidas toman en este caso una significación particularmente importante. En efecto: las principales evaluaciones sociales que se enraízan inmediatamente en las particularidades de la vida económica del grupo social son las que se enuncian menos. Han entrado en la carne y en la sangre de todos los representantes de ese grupo; son ellas las que organizan las acciones y la conducta de las personas; son ellas las que están en cierto modo soldadas a las cosas y a los fenómenos correspondientes: por ello no requieren formulaciones verbales particulares. Nos parece que al mismo tiempo que percibimos la existencia del objeto, percibimos su valor como una de sus cualidades; del mismo modo, junto con el calor y la luz del sol percibimos el valor que estos tienen para nosotros. De esta manera, todos los fenómenos vitales que nos circundan están ligados a evaluaciones. Si la evaluación está efectivamente condicionada por la vida misma de la colectividad, se la admite como si fuera un dogma, como algo que va de suyo y no se presta a discusión. Inversamente, si la evaluación fundamental se enuncia y se demuestra, es porque se ha vuelto dudosa, se ha separado de su objeto, ha dejado de organizar la vida y, en consecuencia, su relación con las condiciones de existencia de la colectividad ha sido rota.
Una evaluación social sana pertenece a la vida misma, y es a partir de ella que organiza la forma del enunciado y su entonación, y no tiene ninguna necesidad de encontrar una expresión adecuada en el contenido del discurso. A partir del momento en que una evaluación abandona los aspectos formales del discurso para alojarse en el contenido, se puede afirmar con certeza que se prepara una nueva valuación. Por ello la evaluación esencial no está en absoluto encerrada en el contenido del discurso y no puede ser deducida a partir de él; por el contrario, la evaluación determina la elección misma de las palabras y la forma de la totalidad verbal. En cuanto a su expresión más pura, la halla en la entonación. La entonación establece una estrecha relación entre el discurso y el contexto extra-verbal: la entonación, conduce, en cierto modo, el discurso hacia fuera de sus límites verbales."

Valentin Voloshinov
El discurso en la vida y el discurso en la poesía



“El carácter multiacentuado del signo ideológico es su aspecto más importante. En realidad es tan sólo gracias a este cruce de acentos que el signo permanece vivo, móvil y capaz de evolucionar. […] Cualquier injuria puede llegar a ser elogio, cualquier verdad viva inevitablemente puede llegar a ser para muchos la mentira más grande. En las condiciones normales de vida social esta contradicción implícita en cada signo ideológico no puede manifestarse plenamente, porque un signo ideológico es, dentro de la ideología dominante, algo reaccionario y trata de estabilizar el momento inmediatamente anterior en la dialéctica del proceso generativo social, pretendiendo acentuar la verdad de ayer como si fuera la de hoy.”

Valentín Volóshinov



"Es característico el hecho de que sea el pensamiento ajeno el que de ordinario (si no exclusivamente) suela sistematizarse. Los creadores e iniciadores de nuevas corrientes ideológicas nunca son sus sistematizadores formales. Las empieza a sistematizar la época que se siente en la posesión de un pensamiento acabado y recibido de una autoridad. Es preciso que pase la época creadora, y sólo entonces empieza la sistematización formalista, tarea de herederos y epígonos que se creen propietarios de una palabra ajena que está ya privada de la voz. La orientación en medio de una corriente generadora no puede ser jamás normalmente sistematizadora. Es por eso que el de la gramática, pensamiento formalista y sistematizador, pudo desarrollar toda su plenitud y fuerza sólo sobre el material de una lengua muerta y extranjera, y solamente allí donde dicha lengua perdiese hasta cierto punto su fascinación, su carácter sagrado y su autoridad. El pensamiento gramático, formalmente sistematizador, hubo de ocupar ineludiblemente una posición conservadora y académica respecto de una lengua viva, es decir, hubo de tratar una lengua viva como si se presentara como acabada y, por consiguiente, de tratar con hostilidad toda clase de novedades lingüísticas. Pero el pensamiento sistemático sobre la lengua es incompatible con su comprensión viva e histórica. Desde el punto de vista del sistema, la historia siempre se presenta tan sólo como una serie de infracciones eventuales."

Valentín Volóshinov
El Marxismo y la filosofía del lenguaje




"La conciencia misma puede surgir y llegar a constituir un hecho posible sólo en la concreción material de los signos."

Valentín Volóshinov


"La lengua como sistema estable de formas normativamente idénticas es tan sólo una abstracción científica, productiva únicamente para ciertos fines teóricos y prácticos. Esta abstracción no se adecua a la realidad concreta del lenguaje. (...) El lenguaje es un proceso continuo de generación, llevado a cabo en la interacción discursiva social de los hablantes."

Valentín Volóshinov



“La palabra es capaz de registrar todas las fases transitorias imperceptibles y fugaces de las transformaciones sociales.”

Valentín Volóshinov



"La palabra es el fenómeno ideológico por excelencia."

Valentín Volóshinov



“Las relaciones de producción y la formación político-social condicionada directamente por aquellas determinan todos los posibles contactos de los hombres, todas las formas y modos de su comunicación verbal: en el trabajo, en la política, en la creación ideológica. A su vez, tanto las formas como los temas de las manifestaciones discursivas están determinados por las formas y los tipos de la comunicación discursiva.”

Valentín Volóshinov



"Sin signos, no hay ideología."

Valentín Volóshinov



"Todo lo ideológico posee un valor semiótico."

Valentín Volóshinov


















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