Francesc Sanuy

"La Caixa es un monstruo que parásita y vampiriza."

Francesc Sanuy



"Los bancos han logrado ser considerados sistémicos, como si eso quisiera ser pájaros en vías de extinción que merecen ser salvados. No deben ser salvados de nada. Tanto si son sistémicos como si son catódicos. Los bancos han logrado ser 'too big to fail' y 'too big to jail'. Demasiados grandes para dejarlos quebrar y demasiado grandes para encerrarlos en prisión. Y aquí tenemos la doctrina Botín para salvar al Santander, la doctrina Albertos para salvar Fomento de Construcciones y Contratas. Son doctrinas jurídicas que la justicia española, pagada, ha elaborado para que estos señores no vayan a prisión. Botín, Albertos, Alierta. Pero si Alierta utilizó información privilegiada en bolsa para comprar acciones de la empresa que él presidía, ¡la privatizada Tabacalera! Pues después, en lugar de encerrarle en prisión, van y me lo hacen presidente de Telefónica, la empresa que más factura del país."

Francesc Sanuy




"Sólo desde la economía de mercado se puede reactivar la economía. Las soluciones no pueden venir de modelos venezolanos o bolivarianos. Podemos ya veremos como termina. Ahora ellos son buenos en el diagnóstico, y necesarios para regenerar todo, para borrar la pizarra de la maldita transición que ha consagrado la paternidad y permanencia del franquismo, de la Fundación Francisco Franco, de los que rinden honores y homenajes a la División Azul o en la Legión Condor. Hombre, que este me bombardeaba a mí, que no me acuerdo porque era un niño. Bombardearon la fábrica Elizalde, que era al lado de mi casa... ¡Joder!   
Ahora, la solución se encuentra desde la economía de mercado. Pero desde un capitalismo popular, con compasión, con justicia social, con ascensor social, lo que ayuda a los pobres, lo que equilibra. Es sólo desde la socialdemocracia que puede funcionar. Yo no veo que desde el radicalismo se pueda. Todos los experimentos que se han hecho de comunismo no han funcionado. A mí me han acusado de ser un 'socialdemócrata de mierda', de agente del imperialismo, gestor del capitalismo, mercancía variada del socialismo. Y sí señor, y con 'mucha honra'. Yo era eso, y todavía lo soy. He ayudado el sindicalismo cuando era puro y peligroso. He ayudado a financiar huelgas yendo a buscar mis contactos hasta Alemania para hablar con el sindicato metalúrgico. Esto es ser socialdemócrata y no los tipos que llegaron al PSOE desde el CEU, y desde las familias franquistas. Como el Felipe y el Guerra, ambos ejemplos de esto que cuento. Mira, ahora hay un libro del general Monzón que lo dice: es Carrero Blanco quien consigue que el congreso del PSOE de Suresnes ganen Guerra y González, y liquiden todos los demás. Esto lo he vivido yo en primera línea. Hombre, ¡claro que soy socialdemócrata!"

Francesc Sanuy



"Vaig néixer al desembre del 36, concretament el dia 23. Diuen que néixer l’última setmana de l’any és com fer trampes: a l’escola, aprens a fer les coses al mateix temps que els teus companys més grans, com si la vida t’hagués regalat dotze mesos de marge. Vaig néixer a la Clínica de Santa Madrona. Era un establiment que pertanyia a una institució aleshores anomenada Institut de la Dona que Treballa, de la qual ma mare era sòcia, i que es beneficiava del finançament de la Caixa de Pensions. De quan la Caixa de Pensions encara feia honor a la seva vocació fundacional, ja m’entenen.
La meva mare, Maria Gistau, era aragonesa. S’havia criat en un poblet a tocar de la Franja de parla catalana. Situat a mig camí entre Montsó i Barbastre —si volen, entre el rei Jaume I i Josemaría Escrivá!—, Castejón del Puente no era un poble qualsevol. El pont del topònim indica que la població gaudia d’aigua corrent (el Cinca hi passa just pel costat) i, com a conseqüència d’això, d’una agricultura de l’horta i la fruita que completava l’agricultura de secà i la vinya. A l’altra banda del riu, a Ariéstolas, els catalans venien a cultivar-hi arròs. Però el més destacat de Castejón eren els préssecs. Es diu que per tota aquella zona es fan els millors préssecs del món, afirmació que els asseguro que no cal prendre’s a broma.
Castejón era un poblet que tenia poquíssims habitants, però on ja als anys trenta hi havia de tot. Hi havia telèfon, per exemple. Recordo unes plaques de la Telefónica que els nanos del poble havien adoptat com a diana. Encara em sembla sentir el lament del metall, «boing, boinnnggg!», cada cop que alguna pedra hi percudia —devia ser sovint, perquè les plaques estaven cada cop més abonyegades i eren més il·legibles—. Després, a diferència del que passa avui, al poble hi arribava el tren. Això sí: arribar per aquest mitjà a Castejón era una odissea. Com que, segons la llei de l’època, no es podien instal·lar vies per a trajectes de menys de vint quilòmetres, el ramal de la línia Barcelona-Saragossa que partia de l’estació de Selgua, a Montsó, havia de traçar una llarguíssima marrada en direcció oest abans d’arribar a destí per no incomplir aquella llei de bojos."

Francesc Sanuy
Diuen que no tinc memòria



"Yo he sido europeísta 'avant la lettre', graduado en estudios europeos por la Universidad de Turín, en Italia, y que pensaba que con este título entraría en la Comunidad como técnico, y que era del Centro de Estudios Europeos del Instituto Francés, donde nos reuníamos con empresarios y políticos, y que fui a Grecia para hacer venir el que firmó el Tratado de Asociación, el gobernador del Banco de Grecia; yo que me he movido en el europeísmo cuando era clandestino, y que para mí era un ideal político, te digo que hoy, para mí, cuando veo en que se ha convertido la Comunidad, que se la metan en el culo. Francamente. Si la Europa de la que hablamos es la del Juncker y las 350 empresas que los rebaja los impuestos ... Esta Europa no me interesa. La Merkel no tiene ni idea. El día que cayó el muro de Berlín era a casa del masajista. Y todavía está. ¿La Merkel, que me tiene que explicar?"

Francesc Sanuy









































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