Julián Sanz del Río

"El Arte es una obra real, a cuyo cultivo ha de consagrarse la Humanidad."

Julián Sanz del Río



"El discurso debe pronunciarse con palabra entera, cortada, resonante, acompasada, acentuada doctrinalmente."

Julián Sanz del Río



"El Hombre que contempla en Dios el principio y fin de su vida, imprime a toda su conducta la dirección inmutable del bien por el bien, reconociéndose inmediatamente en su propia libertad y en el mérito legítimo de sus acciones; supremamente, en la ley, justicia y bondad de Dios. Mira este Hombre la Religión como fin último, jamás como medio para fin ajeno; la profesa con obra y palabra y penetra su espíritu, y se derrama afuera en doctrinas y obras y ejemplos de edificación; la practica como una señal de alianza, que lo une más estrechamente a la Humanidad y a todos los seres, y con ellos a Dios en vínculo de amor filial. Con esta bella armonía entre su conciencia moral y su conciencia religiosa, conoce en la ley moral la manifestación de Dios como voluntad personal infinita, a nuestra voluntad personal finita; como conciencia santa y eterna a nuestra conciencia libre y limitada. Por esto hallamos la ley promulgada anticipadamente a la entrada de la vida, y promulgada con tal sanción, que ninguna autoridad humana puede desatar, ninguna circunstancia histórica excusar ni prescribir; que se impone y sobrepone a nuestra conciencia con autoridad inmutable."

Julián Sanz del Río
Discurso pronunciado en la Universidad Central en la solemne inauguración del año académico de 1857 1858. Madrid.




"La ley de vivir el hombre como uno y todo consigo, mira a la unidad indivisible humana en conocer, en sentir y obrar, y bajo esta unidad a la armonía interior de sus partes, facultades y fuerzas, en cuyo concierto se muestra el hombre como una armonía del mundo, particular, pero semejante a Dios. El hombre, pues, debe en su pensar y obrar estar presente a sí como uno e indivisible, y en esta forma debe ordenar y cumplir todas sus obras; y en toda cosa que haga o relación que le toque, debe estar sobre sí en espíritu y animo, educándose como una armonía activa entre los seres, sin que por ninguna inclinación particular, aun en sí buena y bella, olvide la relación de todas.
Debemos hacer el bien, no ciertamente sin esperanza, ni tampoco sin temor; pero temiendo sobre todo la propia culpa, podemos mediante una vida moral librarnos del temor y confiar de nuestra salud en Dios. Entendemos por esperanza una previsión con presentimiento de lo venidero; luego la verdadera, la firme y última esperanza nace de Dios y nos lleva a Dios, es hija del claro conocimiento y del recto obrar. La esperanza es necesaria a nuestra naturaleza, que hace su vida dentro del tiempo entre el momento presente y el venidero: sin esperanza no cabe ningún plan racional de vida. Pero la esperanza no debe ser el motivo último de la buena resolución, porque el bien es eterno sin la oposición de pasado o venidero, y el sujeto moral está obligado al bien por motivo de bueno, esto es, absolutamente."

Julián Sanz del Río
Kant - Krause


"Pensemos en esta hora de descanso entre los siglos pasados y futuros, lo que debemos a la enseñanza recibida de los primeros y lo que esperan de la nuestra los segundos."

Julián Sanz del Río
























No hay comentarios: