La frase, dice el Diccionario de la Academia Española, es
"una locucion enérgica por lo comun metafórica, con que se significa más
de lo literalmente expresado ú otra cosa de lo que indica la letra."
Siendo muy difícil dar una buena definicion de la frase, admitamos ésta como
buena á falta de otra mejor, porque tiene tal generalidad al sentar que la
frase puede significar otra cosa de lo que literalmente dice, que en rigor cabe
dentro de esta explicacion cuanto acerca de ella sea posible escribir.
La frase, en la significacion que aquí la da nos, y que se sale fuera de los límites de la gramática, es lo que el vulgo llama dicho, agudeza, ocurrencia, chiste ó retruécano; lo que los antiguos llamaban jugar del vocablo; lo que los literatos llaman pensamiento, los poetas inspiracion, los moralistas sentencia y los artistas genio.
Claro es que dentro de esta latísima acepcion hay muchas gradaciones de la frase por su orígen, por su forma y por su objeto; como que abraza desde los más picarescos chistes de Quevedo hasta el idealismo de Santa Teresa; desde las aberraciones de Churriguera hasta la delicadeza de Rafael; desde la pobre concepcion del mundo antiguo hasta la mecánica de Laplace; desde el epigrama al poema épico, y desde el insulto más grosero hasta la cortesía más perfecta.
Pero nosotros no vamos á tomar la frase sino en su más noble y profunda significacion, como recuerdo de un hecho notable, como pintura de una época ó de una situacion, como reflejo de algo grande. Y, en este sentido, es el resúmen ó condensacion en breves palabras de un gran pensamiento ó de una profunda observacion; es un rayo de luz arrojado sobre la inteligencia, la imaginacion ó el sentimiento; es en el lenguaje lo que la fórmula algebraica en las matemáticas: una ley del mundo psicológico ó material encerrada á veces en una palabra; una comparacion que deslumbra ó una verdad que ilumina.
Así considerada, resúmense en ella las incógnitas y misteriosas leyes de la inteligencia, desde las delicadezas del presentimiento hasta las marrullerías de la experiencia: tiene todo el rebuscamiento de los símiles y alguna vez toda la dificultad del geroglífico, la acerada punta de la sátira У la belleza de la galantería, la prontitud del rayo y la luz del sol.
Abraza todos los afectos del alma y los hiere profundamente: unas veces da en el blanco como un dardo, otras penetra con la suavidad y curvatura de la víbora, ó como un volador de fuego haciendo estragos.
Tiene de la fotografía no sólo la exactitud, sino la instantaneidad; no sólo la reproduccion, sino la fuerza de luz que le da orígen, iluminando el dibujo y ennegreciendo fuertemente las sombras. Toma las infinitas formas del pensamiento, de la oportunidad y del tiempo; se viste con todos los colores del espectro solar y sus combinaciones; usa todas las armas ofensivas y defensivas, desde la cota de malla hasta el veneno, y representa todos los papeles desde el de ángel hasta el de demonio.
Y del mismo modo que hay flores, como la azucena marina, que nace en los arenales y muere regada por las amargas olas, sin que nadie recoja su perfume; y hay otras que viven acariciadas y se deshojan en un seno ó en una cabeza amada, y otras que el mundo aspira; así tambien hay frases que nacen en el desierto de un alma sin que nadie las escuche; otras que nacen y viven para una sola persona, y otras, en fin, que penetran en todas partes y son repetidas por todos los labios.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 2
La sátira es un arma cruel; cuando la acompaña la gracia es
un arma envenenada.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 4
Jovellanos retrata la España traduciendo el panem et
circenses en "pan y toros;" y Quevedo pone en caricatura á médicos,
abogados y matemáticos, buscando en cada uno ciertas frases con que darlos á
conocer.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 5
Las situaciones críticas de la vida, los momentos de
peligro, las revoluciones, todo lo que es capaz de conmover profundamente el
corazon humano, producen frases que la historia suele recoger ávidamente como
otras tantas bellezas.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 5
Lo que á otros pueblos abate y desanima. á nosotros nos da
aliento, vigor é inspiracion. Las heridas nos excitan, la persecucion nos
levanta, las contrariedades nos fortalecen; y por el contrario el triunfo nos
aplana, nos divide y nos debilita. Somos fuertes luchando y débiles venciendo.
Toda nuestra historia lo demuestra en cuantas guerras y conquistas hemos hecho.
Parece que la vulgaridad y normalidad de la vida. enervan esta gran actividad
de una sangre meridional, que late generosa al calor de las grandes ideas y de
los grandes sacrificios. Todos nuestros héroes son hijos de la pobreza ó de la
desgracia; casi todas las obras más notables de nuestros ingenios se han
escrito en la miseria ó en la cárcel, en el destierro ó en el campo de batalla.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 6
El pueblo hace refranes, que son hijos ael tiempo y de la
experiencia, hace alguna vez frases, hijas de su imaginacion; pero casi nunca
da forma culta ó literaria á sus conceptos. Son diamantes sin pulimento.
Algunas veces resume su pensamiento en breves y enérgicas palabras, creando modismos; pero nada más. "Salud y pesetas" es una frase vulgarísima que expresa perfectamente el deseo de los dos mayores beneficios del mundo; así como el antiquísimo "Adios" ó "Vaya V. con Dios" todo el buen deseo de un cristiano.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 8
Hija de la inspiracion, la frase rompe alguna vez la
gramática y desconoce sus leyes, como los flúidos imponderables rompen las
leyes de la mecánica, hechas para la grosería de los cuerpos sólidos.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 9
Ningun gramático, sólo por serlo, es escritor, como ningun
albañil es arquitecto, ni ningun rimador poeta.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 10
Los que han dicho que el estilo es el hombre, los que copian
este pensamiento de Buffon, más naturalista que filósofo, han dicho solamente
una cosa discutible desde que hay quien sostiene que el lenguaje ha sido dado
para disfrazar el pensamiento.
Pero se han olvidado de la frase, que, sin el descuido de la palabra, sin la meditacion de la cláusula escrita y sin la forma sentenciosa del refran, es generalmente más el que estilo y más que el libro, como reflejo del hombre.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 10
El estilo es la vida ordinaria del lenguaje, la corriente
flúida y monótona; pero la frase es uno de sus episodios horrible ó briIlante:
es la cascada ó el torbellino; la ola que sobresale y descompone la luz, el
plateado reflejo de la luna en una de sus inflexiones ó movimientos. La
escritura sólo con frases deslumbraría como una serie de incesantes reflejos.
Ni la vista podria resistir éstos, ni el espíritu aquellos: se deslumbrarian
como los viajeros en el polo por la luz sobre el hielo.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 11
Los estilistas no suelen hacer frases: prefieren la melodía
á la profundidad; porque la frase suele romper la uniformidad del estilo.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 11
La risa es á veces una gran frase.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 13
La risa es á veces una gran frase. Como todas las
expresiones de los afectos del alma es interjeccion en la gramática, frase en
el lenguaje.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 13
Hemos leido, no recordamos dónde, que un gran músico se
propuso imitar esas notas alegres, y concluyó desesperado por tirar la pluma y
el papel; porque no hay en el arte notas tan puras y tan vivas como las de esas
almas inocentes. La dulzura y la estridencia del violin reproducen el llanto y
los gemidos de dolor; pero no llegan á la risa del niño. Esa risa se pierde
como un aroma que se evapora ó un sueño que pasa. Despues no se vuelve á reir
así nunca, y se llega hasta creer imposible que se haya reido alguna vez;
porque el alma se seca y se endurece mucho más que el cuerpo. Hay quien dice
que los hombres son niños grandes; mas para que esta definicion sea exacta hay
que añadir: sin la risa de los niños pequeños.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 13
La frase no es tampoco el refran. Este lleva consigo algo de
la frialdad de la experiencia; algo de la amargura y desengaño de la vida;
corresponde á los pueblos viejos, y es hijo de la tradicion; se aprende y no se
inventa, se hace y no nace.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 14
El refran es una elaboracion, casi un conocimiento
científico, tarda en formarse como una consecuencia y despues varía de forma
hasta llegar á adquirir aquella más sencilla, más breve y más estable. Se llama
ley, sentencia ó axioma; y no hay leyes ni sentencias que se improvisen. Abraza
todo lo que puede ser objeto de la atencion, del estudio y de la experiencia,
desde las variaciones del tiempo á las menores necesidades de la vida. Busca el
modo de grabarse en la memoria, independientemente del sentimiento, con el
verso, con la rima y cuando ménos con el sonsonete que tienen casi todos
nuestros refranes; ó se divide en períodos y cláusulas armónicas con arreglo á
leyes mnemotécnicas que existen en la inteligencia y que no han sido formuladas
por nadie. Otras veces acude á la antítesis, á la comparacion, al dilema para
adquirir no sólo una forma breve, sino convincente é irrefutable. Tiene casi
siempre un carácter local, como las costumbres. Las ciencias, las artes, las profesiones,
las virtudes y los vicios; todo lo que es práctico, todo lo que exige re glas,
todo lo que necesita ser aprendido, es objeto del refran, que no es en el
lenguaje y en la vida más que la expresion de una ley deducida de la
experiencia. Es compatible con la ignorancia y con la vulgaridad, hasta el
punto de que en rigor no es más que una enseñanza adecuada al vulgo. Si se
suprimieran los refranes, se quitaria á esa masa social, que apénas vive de la
inteligencia, la mayor parte de sus conocimientos y de su criterio.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 2
El refran, como regla, como norma, como consejo, se repite
hasta lo infinito, aplicándole constantemente. Se refiere á hechos constantes,
y la frase á hechos extraordinarios ó grandiosos: el refran es una ley del
tiempo, y la frase un momento de la historia ó de la vida.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 16
La frase, cuando se repite, pierde por lo general su mérito
y su espontaneidad, excepto cuando ha nacido para ser repetida como un eco ó
como una amenaza.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 16
Las frases suelen conservar el nombre de su autor y la época
de su nacimiento: son demasiado importantes para perder la genealogía y la
patria. En el refran se desconoce su orígen, su historia, su tradicion y su
autor, porque nace del tiempo y de la observacion; se forma y se elabora con la
repeticion de hechos iguales, y en el descubrimiento de la relacion de causa ó
efecto. Los literatos para darle cuna tienen que inventar cuentos, anécdotas y
novelas ingeniosas, haciendo de este modo el padre para el hijo.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 17
No; la frase no es el refran. Nace perfecta, nace completa:
es Minerva brotando armada de la cabeza de Júpiter. Como el relámpago, no da
tiempo para estudiarla; el que quiera corregirla, la desnaturaliza; el que
quiera tocarla, la marchita.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 18
No; la frase no es el refran. Nace perfecta, nace completa:
es Minerva brotando armada de la cabeza de Júpiter. Como el relámpago, no da
tiempo para estudiarla; el que quiera corregirla, la desnaturaliza; el que
quiera tocarla, la marchita. Al contrario que el refran, nace con la
naturalidad del sentimiento, con el sello de la oportunidad, con la rapidez de
la impresion ó de la concepcion. No es ni regla, ni precepto, ni consejo; más
que una luz es una ráfaga; más que un que un fuego es una chispa. No enseña tal
vez, pero deslumbra; no corrige, ni advierte, pero conmueve. Brota
espontáneamente donde hay ciencia, ingenio, arte, sentimiento, como las flores
donde hay sol y ambiente. Se recoge como un suspiro en la boca del moribundo á
la trémula luz del crepúsculo de la vida, y toma entonces el tinte cárdeno del
cadáver, ó tal vez ese resplandor misterioso que alumbra las últimas visiones
de un alma flotante entre la tierra y el infinito. Se presenta como una
imprecacion en la ira y en la venganza, enrojecida con vapores sangrientos;
como una claridad de la inteligencia en las meditaciones del sabio; como una
punzada venenosa en las horribles profundidades de la envidia; como una oracion
en los labios del santo, con el nacarado reflejo de la pureza; como un delirio
en los brazos de la mujer enamorada, con el fuego de la pasion que brota de
unos labios temblorosos ó con la ternura de una melancolía que fluye de una
lánguida mirada; como un desengaño en la vejez; como una constante ilusion en
la juventud; como un deslumbramiento ante los grandes sucesos ó los
maravillosos espectáculos. Nace de todos los sentimientos llevados á lo bello y
á lo sublime. ¡Oh! ¡Los niños, las madres, las mujeres, qué frases hacen! Unas
al suave resplandor de la inocencia; otras al calor de su tiernísimo cariño;
otras. á la abrasadora luz del vértigo de la pasion. ¿Quién no las ha oido
alguna vez? ¿Quién no las ha sentido penetrar en el alma? ¿Quién no las ha hecho
repetir para aspirar otra vez su encanto?
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 2
En el alma hay tantos sentimientos como arenas en el mar:
sus emociones son en número infinito como las olas. Existen dentro de nosotros
mismos, á la manera de notas que no se han hecho vibrar. La gran mayoría de los
hombres muere con muchas de ellas adormecidas, como estrellas que no se han
descubierto ó nebulo sas que no se han resuelto: como gérmenes que no han
brotado en una tierra que parece estéril, y que sólo lo es porque no ha
encontrado ocasion de dar plantas, ni flores. Hay almas que pasan por el mundo
como el viajero dormido por un país; del mismo modo que pasaron nuestros padres
sin sospechar que en la tierra que pisaban, en los metales que manejaban y en
el agua que bebian, existieran amortiguados el flúido eléctrico y el vapor;
elementos más poderosos que todas las groseras fuerzas mecánicas.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 23
El precepto griego de conocerse á sí mismo encierra una
inmensidad cuando se refiere á los sentimientos. El hombre descubre á veces de
pronto en sí mismo algunos de que no tenía idea y cuya existencia. no habia
sospechado. Un suceso imprevisto abre la puerta á un nuevo campo, á nuevas
sendas y á nuevos horizontes; y entonces conoce que ha vivido sin conocer su
propia morada; como el que descubre en su casa habitaciones que nunca habia
visto ó tesoros que yacían escondidos.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 24
Tal vez nada despierta en más breve tiempo y con más
fecundidad y riqueza sentimientos nuevos que la música. Se ha dicho que sus
impresiones son fugaces como el viento que las lleva; pero sucede con ellas lo
que con las semillas; se arraigan donde hallan eco y se pierden donde no
penetran bastante profundamente. Las frases de la música recorren todo el
diapason de los afectos del alma; tienen sobre su significacion como palabras
el colorido, el calor y la luz; porque la música es el único ensayo de la
escritura fonética, que comunica á la articulacion fria y muerta el acento con
que sale del alma, no sólo en los individuos, sino en los pueblos; no sólo como
resultado del estudio y del arte, sino como grito natural del sentimiento. Los
cánticos mortuorios y religiosos de muchos pueblos salvajes expresan tanto
sentimiento como los nuestros; las canciones con que las madres duermen á los
niños son y han sido casi iguales en todos los puntos. del globo. Los pueblos
primitivos cantaron y los pueblos bárbaros cantan, y conservan de este modo su
historia y sus tradiciones. Las demas artes servirán tan sólo para demostrar su
rudeza y su atraso; pero el canto servirá siempre para dar á conocer sus
sentimientos.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 24
Nuestras soledades y malagueñas, nuestro estilo flamenco,
son frases, nada más que frases, tan habladas como cantadas, que empiezan por
excitar el sensualismo y van elevando el alma hasta desmayarla de sentimiento
en la temblorosa y vibrante prolongacion de las notas. Son alegres como el sol
de Andalucía, y tristes como el canto en el desierto. Nacen en la tierra y
terminan en el cielo. Seducen el alma con su dulzura, y sin embargo dejan en
ella una melancolía profunda, como los astros dejan detras de sí una sombra
infinita.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 25
La música es un misterio y un enigma, un arte y un oráculo.
Como misterio es inagotable; el alma se sumerge en sus profundidades, sin
encontrar jamás el fin; y se combina con todos los demas misterios,
prestándoles su encanto y su lenguaje, su armonía y sus vibraciones. Como arte
se viste con todas las formas del sentimiento, penetrando en los más íntimos
rincones del corazon. Como enigma y como oráculo, tiene la infinita variedad de
interpretaciones de cuantos la oyen, y es el prisma que colora cada sentimiento
con el rayo de luz más propio.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 28
No se puede hablar sólo con frases, como no se puede hacer
un manto sólo con perlas. Unicamente Dios, los santos y los profetas, han
hablado constantemente por frases; porque en ellos cada palabra es un
mandamiento ó una revelación; una confesion ó una ley. Sólo Dios puede decir:
Fiat lux, extendiendo la mano en el cáos, y haciendo brotar de ella las chispas
y fulgores del esplendor que alumbra los mundos.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 35
Arístipo fué un adulador del poder real en Siracusa,
disculpándose con que los filósofos tenian que ir a buscar, á los reyes porque
conocian sus necesidades, ya que los reyes no buscaban á los filósofos, porque
las desconocian. Sabido es que Diógenes le reprendió públicamente diciendo:
"Si Aristipo supiese contentarse con legumbres, no haria la corte á los
reyes;" á lo que él contestó: "Si Diógenes supiese hacer la corte á
los reyes, no se contentaria con legumbres."
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 64
La historia, el arte y la ciencia recordarán siempre el
grito: "Mojad las cuerdas!" á que se debe la ereccion del obelisco de
la plaza de San Pedro en Roma. Sisto V habia mandado guardar profundo silencio
durante la elevacion del monumento bajo pena de muerte. El arquitecto Fontana
dirigia la obra. Llegó un momento de terrible ansiedad, de duda y de
desesperacion, cuando las caballerías y las máquinas que tiraban de las cuerdas
agotaron sus fuerzas y se veia imposible que el suntuoso y pesado obelisco
llegase á la altura y se pusiese vertical. En lo crítico de aquellos instantes,
y en medio del silencio de miles de personas angustiadas, resonó una fuerte voz
en todo el ámbito de la plaza: ¡Mojad las cuerdas! Fontana, como iluminado por
una revelacion, obedeció; y las cuerdas, con la propiedad de disminuir
notablemente de longitud cuando se humedecen, elevaron e. enorme monolito sobre
el pedestal, rompiendo entonces el silencio entusiastas y delirantes
aclamaciones. El que habia dado aquel grito fué levantado en hombros y llevado
a la presencia del papa, á quien pidió perdon, disponiéndose á sufrir la pena
de muerte. Sisto V le recibió con los brazos abiertos, y le dijo: "Pide lo
que quieras; el papa te lo concede de antemano. Aquel hombre era un pobre y
oscuro veterano de la marina llamado Bresca, natural de Bordighera, aldea tan
célebre en Italia por sus palmeras, como Elche en España. Pensando en su casa y
en su pueblo, pidió al papa el privilegio de surtir de palmas a la casa
pontifical y á las iglesias de Italia. De aquí proviene toda la riqueza de
Bordighera (1).
(1) Las palmas de Bordighera han conseguido un valor
extraordinario y presentan cada año nuevas preciosidades. Las que se usan en
Roma son de un color amarillomuy rojo, que se consigue atando fuertemente los
troncos para impedir la ascension de la sávia. La concentración de este líquido
tan enérgico en la palma, como sangre de tan fuerte vegetal, produce ese color
rojo que algunas veces es bellísimo.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 24
La verdad no satisface á la fantasía; la realidad, por
grandiosa que sea, no sirve de alimento exclusivo á esta curiosidad y esta
insaciable aspiracion que nos arrastra, y que es tanto más poderosa, cuanto más
desgraciados son los pueblos, porque entónces se une maravillosamente á la
imperdible y consoladora esperanza de un porvenir de felicidad, que no teniendo
fundamento lógico en lo presente, se hace posible por medios fantásticos y prodigiosos.
Así el más pobre es el que más sueña con las riquezas, y el más enfermo el que
más sueña con la salud, constituyendo esta esperanza lo que un novelista ha
llamado "felicidad de la desgracia".
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 71
Cuando Aurelio se presentó á Leon X, que habia tenido sus
sueños de alquimista, pidiéndole proteccion para el divino arte, el papa,
dándole una bolsa vacía, le dijo: "A quien hace oro lo que le conviene es
una bolsa para guardarlo."
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 72
La sangrienta historia de la alquimia está llena de frases,
que unas veces son arrepentimientos y otras quejas. No ha habido hombres más
desgraciados que los alquimistas; porque á la persecucion constante de la
ciencia hay que agregar para ellos la persecucion de los poderosos que les
exigian oro. Así la alquimia llegó á llamarse el "camino del patíbulo y
del ódio imperial."
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 72
Penot asaltado por la multitud en el hospital, murió
asfixiado y casi destrozado, pronunciando como una maldicion estas últimas
palabras, que resumen la historia de la alquimia: "¡Dios os haga alquimistas!"
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 72
Guillermo de Krohnemann fué ahorcado, y sobre su cabeza se
puso en tono de mofa este juego de palabras: "Quise fijar el mercurio y me
he fijado á mí mismo." Gustavo Borge, condenado al destierro y á la
infamia. por la bula Spondet pariter, que imponia. tales penas, murió de hambre
en un camino, diciendo: "No me sepultarán á mí, sino á mi secreto."
El desgraciado Penot, asaltado por la multitud en el hospital, murió asfixiado
y casi destrozado, pronunciando como una maldicion estas últimas palabras, que
resumen la historia de la alquimia: "¡Dios os haga alquimistas!"
Maldicion que se cumplió en alguno de los que ayudaron á quitarle la vida en
venganza de no comunicarles su secreto.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 72
Dos definiciones se han dado del hombre en frases que
resúmen el mundo antiguo y el mundo moderno. Bipedo implume, dijo Platon, ante
las reglas lógicas de la definicion, que exigen género próximo y última
diferencia, exponiéndose á la ingeniosa crítica de Diógenes, que mostrando un
gallo desplumado, dijo en otra frase célebre: "Ahí teneis el hombre de
Platon." Homo duplex, dijo Linneo ante los misterios de la naturaleza
anima! y sus inexplicables relaciones con el espíritu. De la una á la otra hay
un abismo de veinte siglos. La primera es una frase naturalista, hija de un
filósofo; la segunda una frase filosófica en boca de un naturalista. Cada uno
de estos sabios se estrelló en lo que no entendia: el idealismo de Platon en la
organizacion animal; y la observacion material de Linneo en el soplo divino que
nos alienta.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 78
Dumas, el químico eminente que habia sospechado que el
hidrógeno era un metal, se presentó el año pasado á la Academia y anunció este
descubrimiento con una frase, que la ciencia recordará siempre: "Señores,
dijo, al beber un vaso de agua, bebeis un óxido metálico." Así convirtió
elegantemente un hecho en una aplicacion de la nomenclatura, consecuencia suya.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 78
La frase más revolucionaria que ha escrito la ciencia
moderna; el fundamento de tanta nueva doctrina sobre el universo y sobre el
hombre, consiste sólo en un plural: "Los mundos." Este plural
examinado, estudiado, analizado á la luz de la fe, de la razon, de la pasion,
del delirio, de la extravagancia y de la locura por los católicos, por los
espiritistas, por los astrónomos, por los químicos, ha engendrado todas las
polémicas y discusiones de la filosofía de nuestro tiempo en el campo de la
ciencia. ¡Los mundos! entre el materialismo de Buchner y el lirismo de
Flammarion se ha comprendido lo que esta frase encierra; y el temor de la
escuela timorata, que ha exclamado: "Ese plural no es uņa afirmacion, sino
la negacion universal.”
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 79
Newton desmenuzó la luz para buscar todos sus reflejos y
colores en el fondo de su blancura; y Campoamor ha desmenuzado el alma, la
conciencia, el sentimiento, para buscar tambien sus reflejos, sus colores y sus
puntos brillantes. Como el gran físico inglés ha hecho pasar esa luz blanca por
un prisma, y ha recogido su espectro con distintos rayos de color, de
intensidad y de temperatura. En vez de analizar el alma con el escalpelo del
crítico, ha cantado sus bellezas y sus idealismos con el entusiasmo de un
poeta, y algunas veces con la fe de un creyente, hasta el punto de hacer casi
una religion de la ciencia del espíritu. Esto podrá no ser siempre exacto; pero
es bellísimo.
Ha querido hacer versos y poemas sólo con frases; y lo ha conseguido de un modo deslumbrador. Tiene leyendas en que cada estrofa es un poema completo. Léanse estas dos con que empiezan "Las tres Rosas:"
Al comenzar la noche de aquel dia
ella, léjos de mí,
- ¿por qué te acercas tanto? -me decia;
- ¡tengo miedo de tí!
Y despues que la noche hubo pasado,
dijo cerca de mí:
- ¿Por qué te alejas tanto de mi lado?
¡Tengo miedo sin tí!
Y ante este principio el lector exclama: ¡Basta! El poema
está terminado: no puede decirse más. Ahí está el drama completo con todo lo
que puede exigir el crítico más insaciable: exordio, desarrollo, desenlace,
epílogo. Desde el "Tengo miedo de tí" al "Tengo miedo sin
tí" hay un abismo infinito en que está encerrado, no una accion, sinò el
drama perpétuo de la hunanidad con sus virtudes, con sus debilidades, con sus
encantos, con su atractivo y con su fatalidad!
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 126
Zorrilla es un torrente que arrastra las arenas de oro y las
flores que encuentra al paso, entre el rápido sonoro murmullo de las olas, y
Campoamor una agrupacion de cristales que reflejan la luz en todos sentidos. El
uno se propone cautivar, y el otro deslumbrar.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 127
La nobleza de los héroes se asemeja á la caricatura, que es
el poema de lo ridículo: es preciso que conserve un rasgo de la fisonomía para
que haya algun parecido. El heroismo y la caricatura, no son más que
amplificaciones de lo vulgar, de lo que todos tenemos; amplificaciones de lo
bueno y de lo bello, ó de lo malo y deforme. El heroismo se refiere al alma, y
lleva su nobleza; la caricatura al cuerpo, y lleva su miseria. La vulgaridad es
el término medio que fluctúa entre ambos extremos; es lo que suele contentar
con el nombre de modestia á esos que el mundo llama adocenados.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 132
Becquer es el poeta del sentimiento personal. Su misteriosa
vida se lee en sus versos, que no tienen tal vez la melodía del oido; pero
tienen las lágrimas y suspiros de un alma sensible. Se canta á sí mismo
generaimente; sus versos suelen ser breves como la impresion, y sus frases tan
robustas y tan. hijas de un sentimiento absoluto y dominante, que no reconocen
límite alguno: Hoy la tierra y los cielos me sonrien; Hoy llega al fondo de mi
alma el sol; Hoy la he visto... la he visto y me ha mirado. ¡Hoy creo en Dios!
Becquer fué un enigma en su vida y en su muerte. Su hermano hizo una gran frase
contestando á la pregunta ¿de qué ha muerto? —¡De muerte! respondió solamente.
Y en efecto, llevaba este germen en su vida. Sus versos lo dicen en todos los
tonos.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 140
Un gran escritor ha dicho que la historia del mundo, desde
la creacion hasta nuestros dias, está encerrada en dos ambiciones. Estas dos
ambiciones son dos frases: "Sereis dioses"; historia de las
revoluciones contra Dios.» Sereis reyes"; historia de las revoluciones.
contra los hombres. -El autor no pecaba ciertamente de liberal, ni áun de
profundidad filosófica, al buscar como única causa de las evoluciones sociales
y políticas la ambicion; pero las frases son buenas, y como tales las citamos.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 141
En la frase histórica no puede buscarse ni la verdad que en
la científica, ni la belleza que en la literaria. Su objeto es simplemente un juicio,
una opinion; y su mérito consiste en la significacion. Toda la historia del
género humano podria escribirse en pocas de esas frases que resumen una época,
y la alumbran y esclarecen como una luz interior. Alguna vez la fuerza con que
iluminan y la exageracion que expresan, traen á la memoria la concentracion del
foco luminoso en el reflector, y la hinchazon á que se someten los objetos
imperceptibles á la vista para apreciar sus menores detalles con el
microscopio. Son fotografías que al aumentar el tamaño, aumentan tambien los
defectos, las virtudes y todos los lineamientos sociales. La frase histórica
tiene un carácter especial, hijo de múltiples causas, que no le permite a veces
expresar sinceramente las circunstancias del momento, sino por medio de la
interpretacion. Con frecuencia depende del carácter personal, de la diplomacia
ó del error. Aquí se resumen las pasiones y los vicios, las ambiciones y los
errores de los hombres de Estado.
Felipe Picatoste
Las frases célebres, página 142
La frase, en la significacion que aquí la da nos, y que se sale fuera de los límites de la gramática, es lo que el vulgo llama dicho, agudeza, ocurrencia, chiste ó retruécano; lo que los antiguos llamaban jugar del vocablo; lo que los literatos llaman pensamiento, los poetas inspiracion, los moralistas sentencia y los artistas genio.
Claro es que dentro de esta latísima acepcion hay muchas gradaciones de la frase por su orígen, por su forma y por su objeto; como que abraza desde los más picarescos chistes de Quevedo hasta el idealismo de Santa Teresa; desde las aberraciones de Churriguera hasta la delicadeza de Rafael; desde la pobre concepcion del mundo antiguo hasta la mecánica de Laplace; desde el epigrama al poema épico, y desde el insulto más grosero hasta la cortesía más perfecta.
Pero nosotros no vamos á tomar la frase sino en su más noble y profunda significacion, como recuerdo de un hecho notable, como pintura de una época ó de una situacion, como reflejo de algo grande. Y, en este sentido, es el resúmen ó condensacion en breves palabras de un gran pensamiento ó de una profunda observacion; es un rayo de luz arrojado sobre la inteligencia, la imaginacion ó el sentimiento; es en el lenguaje lo que la fórmula algebraica en las matemáticas: una ley del mundo psicológico ó material encerrada á veces en una palabra; una comparacion que deslumbra ó una verdad que ilumina.
Así considerada, resúmense en ella las incógnitas y misteriosas leyes de la inteligencia, desde las delicadezas del presentimiento hasta las marrullerías de la experiencia: tiene todo el rebuscamiento de los símiles y alguna vez toda la dificultad del geroglífico, la acerada punta de la sátira У la belleza de la galantería, la prontitud del rayo y la luz del sol.
Abraza todos los afectos del alma y los hiere profundamente: unas veces da en el blanco como un dardo, otras penetra con la suavidad y curvatura de la víbora, ó como un volador de fuego haciendo estragos.
Tiene de la fotografía no sólo la exactitud, sino la instantaneidad; no sólo la reproduccion, sino la fuerza de luz que le da orígen, iluminando el dibujo y ennegreciendo fuertemente las sombras. Toma las infinitas formas del pensamiento, de la oportunidad y del tiempo; se viste con todos los colores del espectro solar y sus combinaciones; usa todas las armas ofensivas y defensivas, desde la cota de malla hasta el veneno, y representa todos los papeles desde el de ángel hasta el de demonio.
Y del mismo modo que hay flores, como la azucena marina, que nace en los arenales y muere regada por las amargas olas, sin que nadie recoja su perfume; y hay otras que viven acariciadas y se deshojan en un seno ó en una cabeza amada, y otras que el mundo aspira; así tambien hay frases que nacen en el desierto de un alma sin que nadie las escuche; otras que nacen y viven para una sola persona, y otras, en fin, que penetran en todas partes y son repetidas por todos los labios.
Las frases célebres, página 2
Las frases célebres, página 4
Las frases célebres, página 5
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Las frases célebres, página 6
Algunas veces resume su pensamiento en breves y enérgicas palabras, creando modismos; pero nada más. "Salud y pesetas" es una frase vulgarísima que expresa perfectamente el deseo de los dos mayores beneficios del mundo; así como el antiquísimo "Adios" ó "Vaya V. con Dios" todo el buen deseo de un cristiano.
Las frases célebres, página 8
Las frases célebres, página 9
Las frases célebres, página 10
Pero se han olvidado de la frase, que, sin el descuido de la palabra, sin la meditacion de la cláusula escrita y sin la forma sentenciosa del refran, es generalmente más el que estilo y más que el libro, como reflejo del hombre.
Las frases célebres, página 10
Las frases célebres, página 11
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Las frases célebres, página 13
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Las frases célebres, página 14
Las frases célebres, página 2
Las frases célebres, página 16
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Las frases célebres, página 2
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Las frases célebres, página 24
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Las frases célebres, página 28
Las frases célebres, página 35
Las frases célebres, página 64
Las frases célebres, página 24
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Las frases célebres, página 72
Las frases célebres, página 72
Las frases célebres, página 72
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Las frases célebres, página 78
Las frases célebres, página 78
Las frases célebres, página 79
Ha querido hacer versos y poemas sólo con frases; y lo ha conseguido de un modo deslumbrador. Tiene leyendas en que cada estrofa es un poema completo. Léanse estas dos con que empiezan "Las tres Rosas:"
ella, léjos de mí,
- ¡tengo miedo de tí!
dijo cerca de mí:
¡Tengo miedo sin tí!
Las frases célebres, página 126
Las frases célebres, página 127
Las frases célebres, página 132
Las frases célebres, página 140
Las frases célebres, página 141
Las frases célebres, página 142
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