Parinoush Saniee

"Comparando la vida con el régimen anterior, entonces teníamos libertades sociales, pero nos faltaban libertades políticas; no teníamos derecho de expresar nuestros pensamientos ni podíamos hablar, por eso la gente salió contra el Sha. Pero ahora no tenemos libertad de ningún tipo. Por eso ahora seguimos deseando ser libres en todos los aspectos, tanto los sociales como los políticos. Espero que un día podamos tener todos."

Parinoush Saniee



"Hamid apoyó la cabeza contra mi pecho y lloró como un niño. No sé cuánto rato pasamos allí sentados, llorando, mientras él no paraba de repetir: «¿Por qué? ¿Por qué no me lo dijeron? ¿Por qué no me lo dijeron?»
Al cabo de un rato, la rabia y el dolor lo llevaron a actuar. Se lavó la cara y salió de casa como un poseso. No pude retenerlo.
—Ten cuidado, podríamos estar todos vigilados. No bajes la guardia —se limitó a decirme.
Leí el artículo del periódico: durante una operación militar, habían capturado a Charzad y algunos más, los cuales, para evitar caer en manos de la SAVAK, se habían suicidado haciendo explotar las granadas que llevaban en la ropa. Lo leí una y otra vez, como si leyéndolo desde diferentes ángulos fuera a descubrir la verdad, pero el resto del texto no hacía más que desgranar los insultos de siempre a aquellos traidores y saboteadores. Luego escondí el periódico para que Siamak no lo leyera. Mi marido regresó de madrugada, agotado y desesperado.
—Es el caos. Todas las líneas de comunicación están cortadas —dijo, tumbándose en la cama sin desvestirse.
—Pero tienen tu número. Si es necesario, te llamarán.
—Entonces, ¿por qué no han telefoneado aún? Hace más de un mes que nadie se pone en contacto conmigo. Yo estaba al corriente de la operación, tendría que haber participado en ella, me habían entrenado. No sé por qué me dejaron fuera. Si hubiera estado allí, nada de esto habría pasado.
—¿Estás diciendo que te habrías enfrentado solo a todo un ejército y que habrías salvado a tus compañeros? Si hubieras estado allí, también te habrían matado. —Y pensé: «¿Por qué no lo incluyeron ni le dijeron nada? ¿Fue idea de Charzad? ¿Lo excluyeron para proteger a su familia?»
Transcurrieron dos o tres semanas. Hamid, muy nervioso, se pasaba el día fumando a la espera de noticias, y cada vez que sonaba el teléfono daba un brinco. Hizo lo posible para localizar a Mehdi y los otros miembros clave del grupo, pero no había ni rastro de ellos. A diario llegaban noticias de nuevas detenciones. Volvió a repasar todas las rutas de huida. En la imprenta hubo una purga y despidieron a varios empleados. Todos los días se producían sucesos e incidentes; el peligro estaba en el aire. Vivíamos cada segundo pendientes del desastre."

Parinoush Saniee
El libro de mi destino


"La gente de Irán ya no tiene nada que perder."

Parinoush Saniee




"Lo que el régimen iraní intenta imponer a nuestras mujeres no es religión; tiene fines políticos."

Parinoush Saniee


"Lo que ha empezado en mi país no va a cesar."

Parinoush Saniee



"Mi padre y mis hermanos me sacrificaron por su honor; mi marido, por su ideología y sus metas, y pagué el precio por los gestos heroicos y los deberes patrióticos de mis hijos.
Pero ¿quién era yo? ¿La esposa de un insurgente y un traidor o la de un héroe en lucha por la libertad? ¿La madre de un disidente o la abnegada madre de un combatiente por una noble causa? ¿Cuántas veces me pusieron en un pedestal y luego me derribaron? Y en realidad no merecía ni una cosa ni la otra. No me ensalzaban por mis habilidades y mis virtudes, ni me castigaban por mis errores.
Es como si yo nunca hubiera existido, como si no tuviera ningún derecho. ¿Cuándo he sido dueña de mi vida? ¿Cuándo he trabajado para mí misma? ¿Cuándo he ejercido el derecho a escoger y decidir? ¿Cuándo me han preguntado qué era lo que yo quería?"

Parinoush Saniee


"Para mandar a alguien a donde se merece, no hay que tener fuerza física, ser mayor o más corpulento; basta con hablar, abrir la boca y decir cualquier cosa que lo ponga nervioso. Esas palabras son poderosas por sí solas. Si las dices bien y en el momento oportuno, pueden herir de muerte y ya no hay necesidad de recurrir a actos vandálicos. Es casi como si los insultos se hubieran inventado para los pequeños y débiles como yo."

Parinoush Saniee
Una voz escondida



"Sin tener en cuenta el honor y la reputación de su padre, mi amiga Parvaneh hacía cosas sorprendentes. Hablaba en voz alta por la calle y miraba los escaparates, incluso a veces se paraba y me señalaba los artículos expuestos. Daba igual que le repitiera: «Vámonos, es de mala educación»; no me hacía caso. En una ocasión, hasta me gritó desde la acera de enfrente y, por si fuera poco, me llamó por mi nombre de pila. Sentí tanta vergüenza que rogué que se me tragara la tierra. Gracias a Dios, no había por allí cerca ningún hermano mío, porque no sé qué habría pasado si me hubieran visto."

Parinoush Saniee



"Todo el mundo sabe que el hiyab es algo impuesto sobre la mujer iraní, no coincide con nuestras tradiciones culturales. Tampoco tenemos muy claro que la religión imponga este hiyab. Lo que el régimen iraní intenta imponer a nuestras mujeres tiene fines políticos. Llevamos ya 43 años desde que este régimen llegó al poder; entonces creo que los países democráticos entienden por qué las mujeres se levantan contra esta regla religiosa."

Parinoush Saniee




"Yo no soy escritora sino investigadora, toda la vida he trabajado como socióloga, como psicóloga y como terapeuta familiar, y me di cuenta de que hay una generación de mujeres que no tuvieron oportunidades y que, sin embargo, lo dieron todo, cargaron con demasiadas responsabilidades: mantener a la familia en medio de la revolución, trabajar fuera cuando faltaba el hombre, perder a sus hijos en la guerra o el exilio. Dieron tanto de sí mismas, sacrificaron tanto, que se olvidaron de ellas. Y me sentí obligada. La mayoría se habían casado entre los 14 y 18 años, sin conocer a los maridos elegidos y cuando su corazón estaba en algún otro lugar, en algún chico del camino al colegio."

Parinoush Saniee
























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