Wilhelm Schäfer

"Lo único que sucedía es que le resultaba demasiado extraño el distanciamiento entre ellos a causa de la educación recibida. Apenas logró entender el sentido de sus preguntas y, por ende, semejaba más un animal domesticado que la mutua compañía ofrecida por otro ser humano, y lo expresó de la siguiente manera: «¿De qué forma el secreto más profundo de la mujer podría redimir al hombre, sondeando cada matiz de su vida, o, dicho con otras palabras por Johannes, cómo convertir a un ser humano racional y equidistante en un animal sensible en base a unos instantes de maravilloso olvido?"

Wilhelm Schäfer
El crucero interrumpido por el Rin



"Nos mudamos a Düsseldorf, donde el pánico servil de mi esposa devino en una franca actitud conciliadora, semejante a la que tenía cuando fuimos novios y un tiempo de concordia pareció comenzar para nosotros, algo usualmente poco común entre los cónyuges, porque toda relación se asienta sobre el yugo de los pesares. Y, de algún modo, permanece la huella de la coacción, de la deshonestidad, del conflicto y toda la cuadratura parece desmoronarse, parte a parte, ya que el esposo debe ser justo con la esposa y ésta a su vez equitativa con su marido, si se trata de permanecer juntos. La amistad es como un jardín donde el amor hace florecer las flores del estío, sin dejar que la fruta madure en exceso, ya que entonces sobrevendría la desgracia y el amante se sentiría esclavizado por su realidad matrimonial, ya que sería imprescindible que uno de los dos cónyuges se humillara ante el otro para salvaguardar su statu quo."

Wilhelm Schäfer
Las desventuras

















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