Federico Spoliansky

Atlántico dulce

En Mar del Plata hay perros de a montones. Algunos son abandonados por los vecinos, otros por familias turistas en verano. Curtidos en balnearios, tajeados con puntas de azulejo, duermen en la calle, en los baños de las estaciones de servicio o mientras caminan. Algunos no llegan a las cuatro patas; les falta un pedazo de oreja, de cola. Nacen así o se las tijeretean. Otros tienen los ojos desviados de tanto mirar las olas partir al Atlántico Dulce.
Conocí en Mar del Plata a Verónica Paz. La llaman Vero Paz, Vero. A Vero Paz la apasionan Silvina Ocampo, Charly García y el cine. Vero Fellinia ha rescatado perros en situación de calle, ha corrido con tripas al cuello, una frente apoyada sobre su frente, churrasco contra churrasco. Se compró con dos aguinaldos una bicicleta con canasto, un celular de alta gama para llamar al 911. En vísperas de feriado un cretino le aflojó el manubrio. Fellinia se acostó en el medio de la avenida Luro, cortó el tránsito hasta que una pareja de mieleros la alcanzó a Zoonosis; tenía una cartuchera llena de hocicos que había encontrado en una bolsa de consorcio. Una madrugada de Navidad pedaleó con una chihuahua parturienta en el canasto. En vano, los cachorros nacieron en la puerta del Casino; los adoptó la suegra de un guardia.
Vero Paz ha cargado ulcerados, rosáceas y percances, como si en lugar de cineasta y profesora hubiese estudiado para enfermera ambulante. Ha puesto en la vida a perros de la calle, los ha ubicado bajo techo y hasta le consiguió trabajo a un cocker para vigilar en el fondo de una taberna baldes con pulpos vivos. Vero Paz salvó perros de los ladridos de otros perros. Un perro que sobrevive es un héroe cercano, no Sarmiento.

Federico Spoliansky





Atlántov

Credo y rondó final
Presente: el brillo de una burbuja.

A todos los verbos los atraviesa una luz.
A cada verbo lo atraviesa cierta luz.

Anoche había tres marías
Santa Niña Pinta
por la mañana un estuario.

El mar hace lo suyo, indiferente hace lo suyo; tiene todo presto, agendado, no se toma vacaciones ni pega el faltazo; permanece. Abierto todo el año.

Bach nunca abandonaba el bajo continuo.
Bach no se abandona en el bajo continuo.

El cultivo debe volver al vientre, transitarlo una vez más, ser cosecha que se mira, como mira el sol al grano cuando acopiado lo lleva el camión.

La vizcacha va por el monte, deslizándose, deslizándose pegada a la tierra, va soldada, la vizcacha montesa del Sur.

Reconocer al caballo sin testera, pasador, cincha, estribos. Al caballo, caballo.

Avanzo a cara descubierta.

El agua inquieta mueve aguas.

El cuerpo cantante no olvida, rescata del italiano: Vibrare.

Uso el mismo capote, botas hasta la rodilla, suelto el pelo. Tengo las cejas dibujadas altas, largas y tupidas; tártaras. Busco la misma mordida, el fervor escarlata, una voz afín. El sonido franco de Atlántov. 

Federico Spoliansky



"El anonimato de los elefantes, de un viejo pintor, de una cachetada, ha sido una vida de íconos sin dios. Así de anónima apareció su mirada bajo la lámpara de querosén, los campos de girasol en las patillas, la expresión de tristeza irreparable, la infinita paciencia.
No se mueve Troya en mi libro, no hay barco a la deriva porque veo el escalón que me sube al tren, no me hagan esperar, tengo ganas de mentir.
Trazo recorridos: la derecha es el camino de mis dedos y en las piernas puestas una sobre la otra está América, el continente del que no hablo.
Un beso dividido en ocho versos es definitivo, no hay retroceso, es un beso escrito, marca el paso un timonel. No fue sólo un beso dividido el que no retrocedió, no retrocedió el hastío en la selva ecuatorial, tampoco una estampida de tortugas bajo el sol.
Si el dato es un pantano, salta la rana. Si el vestido tiene cremallera cae la cortina del garaje, el mecánico sale detrás de la mujer, no ha sido una emboscada, se baja la cremallera.
El infinitivo escribir me ha traído problemas. Ocupé tres días de febrero repitiéndolo en voz alta, queriéndole doblar la punta para que dejara de ser infinitivo. Un infinitivo tiene algo de cosa militar, pisan los soldados, el sonido busca una silla para sentarse detrás del viento. Sólo hay música en el infinitivo ser cantante."

Federico Spoliansky
Bellos y extraños



El forastero dijo: El río quiere sólo a quien lo mira, no desperdicia su amor. Acentuadas por enfermedades, raspones, incendios, las personas se unen en el río. Los ríos ocupan el lugar de dios en las ciudades: ocupan, hunden, saben que hunden. Si uno baja del muelle y se acerca, está bajo el río. Voy a dejar que se inunden mis botamangas, dije. Los ojos del forastero se apoyaron en un río del este, mis ojos en el río de la plata.
       La soledad de los mástiles cuando acaba el año, la horizontalidad en el hablar nos había unido.

 Federico Spoliansky



       Inmóviles en el gesto del ayuno. 

       El forastero no va a oír la cercanía de las olas que se rompen en el golfo, miente sobre lugares en los que no ha estado y yo le creo, en la mentira muestra ser amigo, miente sobre lo que quiere ver pasar, yo miento sobre lo que pasó, soy de occidente.
 

       Sobre las cuencas de sus ojos pasó una carreta. ¿Por qué estamos acá?, preguntó. Somos familia, respondí. Sostuve su mentón con mis palabras. 

       Un beso dividido en ocho versos es definitivo, no hay retroceso, es un beso escrito, marca el paso un timonel. No fue sólo un beso dividido el que no retrocedió, no retrocedió el hastío en la selva ecuatorial, tampoco una estampida de tortugas bajo el sol. 

       Anduvo a caballo en lo alto de mis ojos. 

       No tenía una nariz fabricada, cortada de la cara de un etrusco, era una nariz con tiempo, tallada en la cuenca del Danubio. 

       Éramos dos cuerpos al costado del camino, sin huestes, sin potrillos ni cacao. 

       Noche de hombres solos en tabaco.
       Había sido bueno conocernos vestidos.

Federico Spoliansky




"El infinitivo escribir me ha traído problemas. Ocupé tres días de febrero repitiéndolo en voz alta, doblándole la punta para que dejase de ser infinitivo. Un infinitivo tiene algo de cosa militar: pisan los soldados, los sonidos buscan una silla para esconderse. Solo hay música en el infinitivo ser cantante."

Federico Spoliansky




"Habla de la enfermedad en tercera persona. Los sobrevivientes quieren volver, escapan del refugio, la paz es tan incómoda que se suicidan para confirmar la explosión, buscan estar a solas con ella, vivirla una vez más en el cuerpo, el mundo que conocen permanece en ese abril. Piden volver, no al lugar, al hacinamiento que los sorprendió dormidos. Aman la tierra natal, tropeles de plomo y cobre suben por los aljibes. Algunos han quemado sábanas, arrojado alcohol, encendido el cuerpo y salamandras para volver. Volver y que se reavive la Ucrania del útero radioactivo. Otros imitan la ceguera de los pájaros, el balido de los ciervos. Las náuseas prosperan debajo de los pies. El casco urbano que una vez los albergó habita postales de saqueadores y aventureros. No se vacía el refugio por las muertes, el recambio de comarcas devuelve gritos a los territorios del borde, el poder los ha transformado en mendigos, a gusto en la miseria.
(...)
En verano tomo sol, respiro sssssssss, respiro ssssssssss, no es verdad que tomo sol, clasifico a las palomas dormidas bajo un alero, bostezo sin taparme o cerrar la boca. Cuando respiro bostezo, bosteza todo el cuerpo. Si escribo muchas líneas termino en la feria del pueblo, decoro con medallas a los hombres antiguos. Si miro al costado de mi mesa de trabajo veo una pintura llena de cuadrados, y ¿qué es un cuadrado, un nombre y el sexo?, ¿dónde queda tocar la pierna que gusta?
No hay cuatro manos juntas ni alas que sigan a Lorca en el viaje, no hay suma de cuerpos ni amor. No hay nadie que vea las vías del tren desde ayer, la nieve unifica el paisaje. Febrero es el mes que paso en retiro, los meses que no son febrero buscan algo para hacer, también se merecen mostrar qué sobra en el mundo."

Federico Spoliansky
Duda patrón




"La melancolía se alimenta de las sobras de una lata de anchoas, los restos de una anchoa que puedan encontrarse en una bota."

Federico Spoliansky



"La vida de una bota es dar pasos, el paso es la respiración de la bota, la respiración que le da vida. El mundo de la bota es una piedrita, un chicle, un boleto. En el caminar aparece la vida debajo de las suelas. Pisé, fuerte pisé el paso que doy. En el paso que di maté. Cuando mata la bota respira.    
Sería imposible vivir sin pisar. Cuando pisamos perturbamos la vida que existe debajo de las suelas, movemos la suciedad de los otros y no es delito, ¿o sí?, transportar el delito de los otros."             

Federico Spoliansky



"Toma la ballesta sin saber qué es la caza: es bailarín. Escondido en un palco observo cómo organiza un bosque sobre el escenario. Un bosque no es territorio mudo, es un puente colgante sobre el dosel de los árboles, una cerda sobre el labio, un colmillo en el mentón. Las zapatillas de baile se hacen oír sobre el caucho, embiste la espada, touché, solo es baile si es bongó. Una luciérnaga cosida en las puntas trae luz a una madriguera que jamás se hubiera podido vislumbrar. El bailarín cierra el acto rodeando el lago. Ya no estoy reclinado, ahora soy un eucalipto. Dejo que me parasite.

Federico Spoliansky



Meridional

Empleado trapea la recepción de una empresa de seguros. La recepcionista —de planta permanente— se levanta de la silla; empleado la corre asintiendo al trapeo. “¿Listo?”. Empleado asiente, se aleja trapeando, trapeando es cabizbajo. Un cliente en un sillón levanta las piernas: “¡Trapeame acá, capo!”.
¿Qué son esos modales, estas formas de adherirse: capo, jefe, master, maestro, groso, genio, varón, crack? ¿Qué maneras son estas?
Trabajo en negro encubierto para mi proxeneta, dúo Pedro y el Lobo, Chasman y Chirolita. A empleado que trapea le hablan de frente marche y polvo al tema; a mí no porque sé inglés y enseñarlo, capacito en la empresa de seguros. Chasman está entongado con Recursos Humanos, Recursos Humanos puebla Hemisferios.
Para dar inglés en Argentina hay que entender al alumno argentino, ponerse en los zapatos del ingresante al Corporate Business. Algunos son muy dados, otros prudentes, ¿precavidos?; todos son amables, algunos salvajes, esto es lindo. El ¡teacher!, ¡teacher! también es lindo.
Está de moda reducir a argentinos. La Casa Central —la Head Office— reduce a argentinos. “Sus funciones se exportarán a Elsewhere”. Y contables, actuarios y etcéteras reciben por seis meses la visita de sus pares de Elsewhere, les enseñan sus funciones y después son despedidos. ¡Teacher!, ¡teacher, llegaron! ¿Quién? ¡Nuestras sombras! ¿Who? ¡Nuestros Shadows! Así llaman a los pares de Elsewhere, sean de Colombia, de Trinidad y Tobago o de Burkina Faso. Elsewhere. Aprenden rápido mis pollos. No uso el material vintage que me da Chasman. Uso fotos para que describan, teatro para que declamen y canciones: Sombras nada más, traducen rápido mis pollos: Fucking Shadows.
Empleado que trapea no zapatea si no cobra en fecha, no le da el cuero para el zapateo. Empuña el palo zigzagueando más cabizbajo que de costumbre, mentón contra el pecho, trapea lento pero taquicárdico. A veces le dan ganas de patear, le da rabia no haber aprendido a reclamar. Pide aumento con vergüenza, si no pide ganará dos mangos for ever.
Tercerizado el aseo, el trapero se saca el ambo en el vestuario, se hace la toilette de mancebo jornalero asalariado. ¿Cambió el que salió de la casa al empleo? ¿Cuántas millas trapeadas hay que acumular para darse por vencido?
Antes de emprender el regreso, una vez afuera de las dependencias, entra en un billar. Cuando se libera una mesa, empleado ejecuta para olvidar, juega a pérdida, termina subsidiando las ganancias del dueño del billar, los socios y los otros. Efecto carambola: la bola arrojada toca solo a una y esta, a su vez, a otra y a otras.
Como poroto —entre vidrio y papel secante— empleado nace, crece, se reproduce, tiene sensibilidad y muere. Qué dirá la autopsia: ¿Le tiraron brea para clavarle plumas? ¿Pollo deshuesado?, ¿corte rana o mariposa?

Federico Spoliansky













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