Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris

 
“Usted tiene que ver este lugar,” dijo Ron, mientras nos acomodábamos en un compartimiento privado, pasando junto a docenas de fotos viejas colgadas en las paredes, recuerdos memorables de la Segunda Guerra Mundial, trozos de cartas y muchos billetes de un dólar grapados al yeso, que revoloteaban en el aire, cuando alguien balanceaba la puerta al entrar. “Aquí es donde todo empezó”, el continuó. “Mil novecientos cuarenta y cinco. Olvide todo lo que ha escuchado acerca del accidente Roswell. Es una historia muy significativa, obviamente, pero ocurrió dos años después. Hay muchas historias contradictorias acerca de esto, pero no hay restos de evidencia tangible y nadie estuvo allí para verle caer. Y acerca del avistamiento de Kenneth Arnold, que originó el término “platillo volador”, también ocurrió en junio de 1947… Eso es importante, pero solo con relación a lo que se le dijo al público. O no se le dijo”.
“Si, pero a los periodistas les encantaba”, yo dije “La gente se podía identificar con eso”.
“A los periodistas les encantaba, sí, y a la gente de la televisión más aún,” Ron replicó, “pero durante ese proceso, todos habían perdido el caso más significativo. Ocurrió aquí, de forma silenciosa, precisamente un mes después de la primera explosión nuclear de nuestra historia, como si fuera una respuesta directa a ello. Nadie habló acerca de esto, por años. Y ocurrió a pocas millas de este restaurante. Es allí donde debemos comenzar.”
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 8
 
 
 
“La primera prueba tuvo lugar el 16 de Julio de 1945. Era una bomba de plutonio, colgando de una torre en el lugar que luego, para la historia futura, sería conocido como Zona Cero. Ese fue el momento en que los militares comprendieron que estaban listos. Tres semanas más tarde, el 5 de Agosto, (Agosto 6, en Japón) “Little Boy,” una bomba de uranio relativamente simple pero novedosa, redujo a Hiroshima y a sus habitantes, en polvo radioactivo. Y escasamente, tres días después, el 8 de Agosto, una bomba de plutonio que llamaron “Fat Man,” en honor a Winston Churchill, pulverizó la ciudad y el gigante complejo naval militar de Nagazaki. El 14 de Agosto, aturdido y desmoralizado, el emperador de Japón, el Hijo Viviente del Cielo capituló sin condiciones. Dos días más tarde, el 16 de Agosto, ocurrió el primer accidente de OVNI de la historia moderna, a pocas millas de aquí.” “Lo gracioso es que nadie ha hecho una investigación seria acerca de esto. Con pocas excepciones, esas personas que se autodenominan “ufólogos” se han concentrado únicamente en Roswell”.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 12
 
 
Si realmente hubo un genuino accidente de OVNI en 1945, dos años antes de Roswell, a solo cuatro semanas de la explosión de la primera bomba atómica, fue, sin duda, un hecho extraordinario.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 17
 
 
La determinante lección de historia de Ron Brinkley en el Café Owl, un día de octubre del 2017, condujo a la investigación resultante en este libro. Los eventos que vamos a describir, junto con los detalles, paso a paso, de nuestra investigación, con sus giros y vueltas, demuestran la existencia de una realidad que la ciencia ha fracasado en reconocer, a pesar de que liberó el poder del átomo: alguien estaba observando.  Desde ese lado de la realidad, vinieron formas materiales que nosotros podemos percibir, decodificar y parcialmente comprender, aunque el fenómeno superaba la tecnología humana de la época y sigue siendo un enigma hoy en día.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 19
 
 
¿Quiénes son estos emisarios de otras partes? En cuanto nos apartemos de las engañosas mitologías que se han acumulado alrededor del problema – cuentos tontos de bases Marcianas y delirios políticos de bases Nazis en el Polo Sur, especulaciones acerca de razas superiores y la obsesión de conspiraciones complicadas de personeros del gobierno- nos quedará claro la evidencia de una inteligencia desconocida. ¿Por qué debería sorprendernos que la conciencia puede alcanzar formas mayores de las que nuestros limitados cerebros han imaginado? ¿Y cómo podemos comenzar a diseñar un programa de investigación apropiado, capaz de interactuar con otras formas de vida en un universo fantástico que apenas hemos comenzado a vislumbrar?
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 19
 
 
Escasamente a 18 millas al noroeste de Trinity, se encuentra el rancho familiar de la familia Padilla, descrito por el investigador Ryan Wood en su libro, 2005, Majic Eyes Only, como “una casa tradicional de adobe, con un pozo en el patio delantero y una bonita y brillante camioneta que José (el hijo de nueve años) podía conducir, ya que era el único hombre (joven) de la familia, que no se encontraba sirviendo en las fuerzas armadas, en ese entonces.”
El padre de José, Faustino Padilla, trabajaba para la Reserva Federal en un desarrollo, El Bosque del Apache, cerca de San Antonio, en el W.P.A (Administración de Proyectos de Trabajo del Equipo de Conservación Civil). La familia complementaba sus ingresos, criando ganado en un gran rancho arrendado por la Oficina de Administración de Tierras y José se ocupaba de casi todo el trabajo diario de la propiedad, ayudado por su amigo “Reme,” dos años menor que él.
Al vivir tan cerca de la Zona Cero, las familias de José y Reme pronto experimentarían un inesperado cambio en sus vidas y los dos muchachos pronto serían los primeros testigos de un evento extraordinario que marcó el verdadero inicio de la Era OVNI en los Estados Unidos; hasta el día de hoy sin explicación, a pesar de las obvias repercusiones en debates actuales. Para el Ejército, el evento solo fue otra misión local para investigar la destrucción de una torre de radio y recuperar una extraña nave, que cayó del cielo, durante una tormenta. Los jóvenes soldados de la unidad escasamente comprendían donde estaban, la historia del lugar, o las largas tradiciones de las personas que vivían allí.
Ni a ellos les importaba: ellos llegaron en un Jeep y un gran camión, hicieron lo que se les dijo que tenían que hacer y regresaron a White Sands, unos días más tarde. Para nosotros, sin embargo, analizar, los eventos a la luz de 75 años de datos acumulados y lo que vivieron esos dos muchachos en ese lugar especial, necesita ser aclarado y analizado en el contexto total de la cultura y la tecnología americana, en la época crítica del final de la Segunda Guerra Mundial.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 28
 
 
En relación con el sitio del accidente de 1945, con su conveniente geografía y acceso a agua, se convirtió en el sitio preferido de las tribus, que se desplazaban por la región armando sus carpas y dando de beber a los caballos. Se han encontrado evidencias de troncos huecos quemados, utilizados como tuberías de agua, y la arqueóloga cultural Kay Sutherland teoriza que “imágenes pintadas” por los Mogollón, preservadas en superficies de piedras, pueden haber sido utilizadas como portal místico al mundo espiritual. Místico o no, el lugar estaba destinado a servir de interface con realidades desconocidas.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 32
 
 
Timothy Good, un cronista cuidadoso de Ufología moderna, lacónicamente mencionó el accidente en el 2007, en su libro Necesidad de Saber:
 
En agosto de 1945, (…), dos muchachos, José Padilla y Reme Baca, estaban realizando unas tareas en el Rancho Padilla en San Antonito, cerca de San Antonio, Nuevo México, cuando vieron una luz brillante seguida de un estrepitoso sonido. Eventualmente, ellos encontraron un corte profundo en el terreno, al final del cual vieron un artefacto en forma de aguacate, gris opaco, con una protuberancia en un extremo que podía verse a través del humo que envolvía los restos en llamas. Regados entre los escombros se veían pedazos de metal, como papel aluminio. Un pedazo incrustado bajo una roca, se desdobló de inmediato. Este fue preservado en el rancho por muchos años.
 
Timothy Good califica su fuente como “entrevistas personales en Seattle” (cerca de donde se había domiciliado Reme Baca) realizadas entre el 6 y el 7 de junio, 2004, y habla de “numerosas comunicaciones con ambos testigos.” El obviamente hizo su trabajo, pero luego se dedicó a otras investigaciones. Hay una destacada excepción a la negligencia benigna que rodeó el caso: Gracias a las extensas y detalladas entrevistas que Paola Harris, periodista de investigación italiana, realizó el 5 de Julio, 2010, luego de rastrear a Reme Baca hasta su hogar en Gig Harbor, en el estado de Washington, ella comprendió porque el caso llenaba importantes brechas en las historias de naves no identificadas recuperadas. Ella completó esa entrevista con una detallada conferencia telefónica con José Padilla, para ese momento, Policía Estadal en Rowland Heights, California. Trabajando de manera independiente, guiada por su extenso conocimiento del fenómeno alrededor del mundo y quizás por el sentido de historia más agudo entre los europeos, ella captó la profunda importancia del caso, como el primer accidente OVNI, guardado en los más recientes registros en América, ocurrido casi dos años antes de Roswell. No era muy conocido simplemente porque la historia inicial no había sido perseguida por buscadores de publicidad o tal vez por otras razones más oscuras que lo convirtieron en un desafío particular. Así que ella continuó trabajando, patrocinó equipos especiales para que la ayudaran, silenciosamente rastreó información relacionada y comenzó a excavar en los detalles. Reporteros televisivos la siguieron con sus cámaras. Entre ellos estaba el dedicado camarógrafo James C. Fox (director de los documentales Yo sé lo que vi, Cincuenta años de Negación y más reciente, la película teatral El Fenómeno) y el reconocido periodista mexicano Jaime Maussan. Grupos de investigadores de OVNIs y unos cuantos investigadores individuales iban y venían, pero el caso no parecía tener suficiente misterio, aura estimulante, teatro político o atracción al público que el reciente accidente Roswell y eventualmente fue ignorado de nuevo. A pesar de eso, Paola continuó sus investigaciones.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 33-34
 
 
Paola regresó al recuerdo de Reme sobre el sonido:
 
Paola: ¿El sonido fue igual al de la explosión de la bomba?
 
Reme: Similar al sonido de cuando estalló la bomba, porque aún estaba fresco en nuestra memoria. José y su madre se habían levantado temprano esa mañana. La bomba explotó cuando su padre salió a trabajar. La madre de José observó el destello a través de una rendija de la puerta y como resultado a la exposición quedó ciega de ese ojo. Según José, ellos sintieron la onda de calor y el retumbar de la tierra.
 
Paola: Entonces el sonido era familiar…
 
Reme: Muy familiar. Ellos estaban más cerca de la bomba de lo que yo estaba. Mi cama se estrelló contra la pared y me sacó de ella; mi madre se levantó y explicaba que posiblemente la tormenta estaba causando todo esto.
 
Paola: Regresando a la historia en si, usted escuchó el sonido… Y usted recuerda, más o menos, ¿qué hora era?
 
Reme: Yo no tenía reloj. Probablemente las cuatro o las cinco de la tarde, quizás un poco más tarde.
 
Paola: Yo le estoy preguntando porque usted puede ver lo que está ocurriendo, no está oscuro.
 
Reme: No, no está oscuro. Pero mientras avanzamos por el terreno impactado, hay mucho humo. Así que retrocedimos, para respirar mejor, beber de una cantimplora, tratar de ordenar nuestros pensamientos y tratar de entender de qué se trataba todo esto. Yo le pregunté a José, “¿Eso era un avión que se estrelló?” Yo solo he visto aviones en el aire. Nosotros vivimos en una población pequeña. No vemos muchos aviones. José dijo, “No sé, pero alguien puede estar herido y debemos ayudar.” Yo le contesté, “De acuerdo” y continuamos caminando, tratando de acercarnos. Podíamos ver algo en el borde de esa zanja.
 
Paola: La zanja que dejó la niveladora…
 
Reme (corrigiéndola): La zanja que dejó la nave. No iba en línea recta. Iba recto y luego dio un giro a la derecha, como una “L.” Nosotros podíamos ver algo, pero comprenda, había mucho polvo en el aire, humedad de la lluvia y además el matorral de esa maleza aceitosa quemándose. El humo nos entraba en los ojos y era realmente difícil ver y comprender que pasaba.
 
∧ ∧ ∧
 
Vamos a detenernos aquí de nuevo, porque es interesante escuchar a los muchachos describir que los matorrales están ardiendo. Había estado lloviendo fuerte, el aire estaba muy húmedo y sin embargo el creosote estaba ardiendo, no solamente los restos del accidente, aunque para Timothy Good, lo asumiera en su libro como una suposición natural. Es comprensible que ambos muchachos estuviesen asustados: Ellos cabalgaron hasta la propiedad para buscar la vaca y ahora eran testigos de un evento complejo y aterrador, cuando el objeto cayó del cielo. La entrevista continúa:
 
Reme: Nosotros regresamos y descansamos y José con sus binoculares trataba de ver que pasó. Él dijo: “¿Sabes? Hay algo allá. Vamos a ver si podemos acercarnos.” De nuevo, nos acercamos y finalmente pudimos ver un poco más claro. El tiempo pasaba muy rápido. Yo estaba viendo con los binoculares y vi un orificio en un lado del objeto.
 
El objeto tenía forma de aguacate.
 
Paola: Entonces es un objeto redondo como un aguacate y usted pudo ver que tenía un orificio. ¿A qué distancia cree usted que estaban del objeto?
 
Reme: Unos doscientos pies.
 
Paola: ¿Y usted podía ver dentro del orificio desde doscientos pies?
 
Reme: No, no dentro del orificio. José dijo: “Mira eso.” Y pude ver con los binoculares esas pequeñas criaturas moviéndose de un lado a otro.
 
Paola: ¿Se movían muy rápido?
 
Reme: Estaban como, deslizándose.
 
Paola: Ellas estaban deslizándose…
 
Reme: No deslizándose, más como si estuvieran acomodándose de un lado a otro. Ese tipo de deslizamiento. Y mientras los miraba, empezaron a ocurrir cosas en mi mente.
 
Paola: ¿De verdad…
 
Reme: Los estaba viendo y sentía algo extraño, sentía mucha lástima por ellos.
 
Paola: Hummm…
 
Reme: Y realmente sentía lástima. Como si ellos fueran niños también.
 
Paola: ¿Y usted está preocupado por ellos? ¿Y estaba pensando siento algo debido al accidente?
 
Reme: Si, yo creo que sí. Y escuchaba un sonido agudo que venía de allá. No sabíamos que pensar. Los únicos sonidos agudos familiares para nosotros, era la de los conejos cuando están heridos o el sonido de los recién nacidos cuando lloran.
 
Paola: Esto es interesante. Entonces usted escuchó el mismo sonido…
 
 
Hasta este punto, el registro de Paola describe a los dos curiosos muchachos reaccionando al sonido que venía del accidente. Ellos se acercan más en un esfuerzo por ayudar, en medio de una comprensible confusión acerca de lo que podían encontrar. En esos tiempos, cuando eran comunes las historias de muerte, percances y aviones en peligro, el primer deber era ayudar si se llegaba primero a la escena, alejada por varias millas, de cualquier ayuda. Reme le confirma a Paola que era una situación emocional, pero algo más viene a su memoria, algo más que la comprensión de que acababan de presenciar un accidente de aviación: “Entonces vimos estas imágenes en nuestras cabezas” dijo él. Sorprendida ella le pide que repita es frase y él le confirma que eran imágenes agregando: “Yo no sé qué demonios eran.” Puedo recordar que estaban allí, yo veía las imágenes, pero no sé qué significaban y aún no lo sé. Ellos debían saber que estábamos allí. Esta frase es importante porque marca el primer intento de una amable comunicación entre el fenómeno y sus testigos, y es fundamental para la eventual comprensión del problema OVNI en general: Los testigos son parte fundamental del evento.
 
 
Paola: ¿Podrían ellos verlos si lo intentaran? Quiero decir…
 
Reme: No lo sé.
 
Paola: Lo que quiero decir, había un orificio… ¿si ellos levantaban la mirada, podrían ver a estos dos pequeños muchachos?
 
Reme: Estoy seguro de que podrían, si pudieran ver.
 
Paola: Estaban como a 200 pies.
 
Reme: Si, como a 200 pies de nosotros. Sin embargo, había humo y polvo y no se veía muy bien.
 
Paola: ¿Entonces qué hicieron ustedes, corrieron?
 
Reme: Nos quedamos mirando, pero ya empezaba a oscurecer, y nos esperaba una caminata hasta los caballos y de regreso al rancho, pero José quería acercarse más y yo no sabía qué hacer.
 
Paola: ¿Él quería meterse dentro de la nave? ¿José quería entrar?
 
Reme: Y yo le digo: “¿José, ¿qué te pasa?” Y su respuesta es: “No lo sé” Está bien. Si tú no sabes qué demonios es esto, yo no voy a entrar allí. De ninguna manera. Yo me quiero ir a casa. Yo no quiero entrar. Tu tendrás que ir solo. Yo me voy a casa. Nos vemos en el rancho. Y él dijo: “Bueno, vamos a observarlos un poquito más. Bueno, tú sabes, puede que tengas razón. No sabemos que son. Pertenecen niños, niños muy extraños. José ha visto los seres y se siente confundido. El comprende que esto puede ser demasiado para Reme, de siete años, aunque si lo hubiera dejado, su curiosidad lo hubiera llevado directamente a la nave.
 
 
Al continuar la entrevista, Reme Baca le contó a Paola que, en ese entonces, Día número Tres: “José vino a mi casa y regresamos a la suya, donde nos encontramos con Eddie Apodaca, un Patrullero Estadal, y amigo de la familia. Faustino le pidió que nos acompañara al sitio del siniestro.
 
Ellos fueron en la patrulla policial y nosotros en la camioneta. Llegamos hasta donde pudimos con los vehículos y caminamos el resto del camino hasta el sitio. Cuando nos acercamos al sitio, al mirar hacia abajo, no podíamos ver el objeto.”
 
Paola: ¿Qué significa eso? ¿Se acercaron bastante al sitio?
 
Reme. No estamos hablando de planicies. Estamos hablando de colinas, cañones y arroyos. Parados en el borde de la colina y al mirar hacia donde lo habíamos visto, no era visible, en ese momento. No puedo explicar por qué. Simplemente, no lo veíamos. Parecía haber desaparecido. José dijo, “No sé qué está pasando aquí.” Eddy y Faustino dijeron: “¿Qué fue lo que ustedes vieron?” Mi respuesta fue: “está allá abajo, pero no podemos verlo.” Faustino dijo: Lleguemos hasta allá para ver.” Comenzamos a caminar y de repente, lo vimos. El objeto estaba cubierto de escombros y yo le pregunté a Faustino, “¿Cómo es que no podíamos verlo desde arriba? Su respuesta fue que no sabía.
 
Paola: ¿Usted quiere decir que era casi invisible?
 
Reme: Yo casi no podía verlo. Y cuando llegamos al sitio, ellos dijeron: “Ustedes esperen aquí y nosotros vamos a entrar.”
 
Reme hace aquí una pausa, como si estuviera confundido con sus propios recuerdos y es Paola quien lo apura:
 
Paola: “Entonces, Reme, ellos entraron… ¿Que encontraron?
 
Reme: Lo que sea que hayan encontrado, no nos dijeron. Lo que si se es que ellos cambiaron totalmente de actitud. Cuando bajábamos la colina, ellos estaban dudando de nosotros.
 
Paola: Si, lo sé, lo sé”
 
Reme: Ellos entraron y nosotros nos quedamos allí, nos sentamos y observamos. (24) Y ellos tardaron unos cinco o diez minutos en salir. Ellos habían cambiado de actitud, un cambio completo de actitud. Como si fueran diferentes personas. Ellos habían visto algo que no habían visto jamás.
 
¿Qué habían visto los adultos que los impactó tan profundamente? Lo que haya sido, la intensidad de la situación había escalado, junto a la necesidad de callar totalmente. Paola sigue la entrevista. Reme continúa.
 
Reme: “Ellos salieron y dijeron. ‘Está bien. Así es el asunto. Presten atención muchachos. Esto es muy difícil. Están bajo juramento. Ustedes no pueden decirle a nadie de esto, ni a su hermano, ni a su primo, ni a su madre, ni a su padre, eso es asunto nuestro. Nosotros nos encargaremos. Y la razón es que pueden meterse en problemas. Y nosotros queremos alejarlos de dificultades’ Así que nosotros estuvimos de acuerdo, nos dieron una gran explicación y nosotros lo tomamos con mucha seriedad.”
 
Paola: ¿Pero alguna vez les dijeron lo que vieron dentro?
 
Reme: No
 
Paola: ¿Nunca lo describieron?
 
Reme: No nos dijeron lo que vieron.
 
Paola: No lo hicieron…  ¿Pero ellos no vieron a las criaturas porque no estaban allí?
 
Reme: Ellos no estaban preocupados. Porque nosotros les preguntamos por las criaturas; “¿Dónde están, porque no las vimos a través de ese gran hueco? No había criaturas allí” Ellos nos dijeron: “Bueno, imaginen, tal vez se fueron, quizás alguien se los llevó. Puede ser…”
 
Paola: “¿Había alguna evidencia de que el Ejército hubiera estado allí?
 
Reme: ¿Evidencia? Vimos las marcas como de una escoba, rastrillo, aunque también pudieran ser que algún animal, insecto o serpiente, dejara esas marcas.
 
Paola: Porque lógicamente, si los militares se hubieran llevado las criaturas, ellos habrían dejado alguna señal de que habían estado allí. En otras palabras, ¿Ellos esperaron 24 horas antes de llevarse la nave?
 
Reme: Tal vez ellos dejaron evidencia de que habían estado allí, pero nosotros no nos dimos cuenta.
 
Paola: Bueno, ¿antes de retirar la nave?
 
Reme: No, tomó varios días retirar la nave de allí.
 
Paola: ¿Cuántos días?
 
Reme: Varios. Primero ellos traerían equipos de construir carreteras, construir una puerta y una carretera, traer un semirremolque con un remolque low-boy, una grúa y cargar el artefacto en el remolque del tractor.
 
 
Ahora los muchachos están en la casa, pero deseosos de regresar al sitio. Toma mucho tiempo hacer el viaje por las autopistas, pero solo toma media hora a caballo, a través de las colinas. Los adultos no están con ellos. Y ya tienen las excusas listas, en caso de que les pregunten.
 
Paola: Ok. Ustedes iban a regresar allí…
 
Reme: Estábamos trabajando en esa área: nosotros chequeamos las cercas. Había que reparar algunas y reemplazar algunos postes de las cercas también. Había ganado con crías por esa zona.
 
Paola: ¿Qué pasó entonces?
 
Reme: Cuando nosotros finalmente llegamos y veníamos, a Caballo, de una diferente dirección, por el lado opuesto de la colina, vimos militares recogiendo cosas.
 
Paola: Bien. Eso es lo que le pregunté antes. ¿Cómo sabía usted que los militares habían estado allí antes?, usted dijo que las criaturas no estaban.
 
Reme: Los militares no estaban allí todo el tiempo.
 
Paola: Pero las criaturas no estaban, y yo me preguntaba si los militares no se las habrían llevado.
 
Reme: Nosotros no vimos a los militares llevárselas. Si lo hicieron fue antes de que llegáramos. Pero nosotros nunca logramos chequear la nave. Todo lo que hicimos fue recoger algunos escombros, lanzarlos en una grieta y cubrirlos con tierra y piedra. Después que los dos Jeep se fueron, ya estaba oscureciendo y debíamos regresar a casa.
 
Debemos destacar que el Sr. Padilla, cuando lo entrevistamos, solo recuerda un Jeep en este punto, no dos.  Parece que el destacamento del Ejército enviado a recuperar la nave vino del este, del Campo de Pruebas White Sands. El contingente militar debe haber viajado hacia el oeste por la Vieja US-85, pero los muchachos no podían saber eso, en ese entonces.
 
La conversación continuó acerca del material de desecho recuperado del objeto: “¿Cómo se sentía el material que ustedes lanzaron en la zanja?” Ella preguntó y Reme respondió: “Parecido a este pedazo que sostengo en mi mano.” (Nota: un pedazo de papel aluminio)”
 
Paola: (Sosteniéndola) ¿Se parecía a esto?
 
Reme: Era dura. El primer día yo había conseguido un pedazo parecido a papel aluminio y se lo mostré a José. Esto me recordaba el papel aluminio que venía en las cajas de cigarrillos Philip Morris, que mi madre fumaba. Yo lo agarré y lo puse en mi bolsillo.
 
Paola: ¿Qué pasó con eso?
 
Reme: Yo lo usé para reparar un cilindro del molino.
 
En otra conversación, Reme describe esa pieza de aluminio a Paola: “Medía casi cuatro pulgadas de ancho y casi 15 pulgadas de largo.”
 
Tarde o temprano, todo puede ser usado en una granja: Los muchachos usaron el metal de la nave desconocida para reparar el cilindro de respaldo del pozo de la propiedad de Faustino y durante cincuenta años no volvieron a pensar en esto hasta que una búsqueda ancestral los reunificó.
 
 
Reme le dijo a Paola que “la recuperación no fue como la que vemos en las películas de Ovnis. Personas en uniformes morados descendiendo de helicópteros, desinfectando todo. ¡Nada de eso!”
 
Paola estaba sorprendida: “¿No usaban ropa de protección…?
 
Reme: Ellos usaban uniformes de faena, pusieron una carpa, prendieron un radio, música country.
 
Paola: Entonces, ustedes los estaban observando.
 
Reme: Si, nosotros los observábamos, tan frecuente como podíamos, algunas veces en la mañana, otras en la tarde. Nuestro trabajo era chequear y mantener las cercas, vigilar al ganado y los caballos. Nosotros podíamos escuchar la música de la radio. Había un hombre en la carpa y dos o tres recogiendo los escombros.
 
Ellos trajeron el remolque de tractor, una soldadora de acetileno y construyeron una armazón para subir allí la nave porque tenían que llevarla de lado. Después nos dimos cuenta de que estaban haciendo eso porque tenían que pasar por debajo del paso elevado, en un ángulo de 45 grados, para llevarlo.
 
Paola: ¿Ellos la amarraron o pusieron una lona sobre esto?
 
Reme: Pusieron una lona.
 
Paola: Y la amarraron….
 
Reme: Estos soldados eran muy jóvenes e iban mucho al Café & Bar Owl.
 
Paola: ¿Era ese el Owl…?
 
Reme: El Café & Bar Owl. Era administrado por Estanislado Miera. En el estacionamiento había un aro de básquet, donde jugábamos. Ellos tenían lo que llamamos una “Fuente,” fuente de soda, donde vendían helados, malteadas, comida. También tenían una máquina de discos. Por eso los soldados iban allí a socializar. Allí íbamos nosotros a jugar en los aros y algunas veces Estanislado salía y nos pedía que lo ayudáramos. Algunas veces le ayudábamos a moler carne para hamburguesas, lavar platos o limpiar el lugar.
 
Paola: ¿Entonces los hombres iban allí?
 
Reme: Si, allá iban para almorzar o para cenar.
 
Paola: ¿Y usted los vio recogiendo escombros en la zona de impacto?
 
Reme: Si…
 
 
Reme: Nosotros fuimos allá, compramos una soda y escuchamos. Música. Por supuesto que eso harían. El famoso incidente Roswell y el avistamiento de Kenneth Arnold, con todo el sensacionalismo de la prensa norteamericana, aún estaba a dos años, en el futuro. El término, “platillo volador” no era parte del vocabulario y evidentemente, esa nave no era un disco. Los medios de comunicación no lo cubrieron. Ningún reporte se había hecho excepto a la Sede de White Sands. Esto era tan solo una extraña aventura privada de José y Reme, atrapados en medio de una centrada operación militar compleja, única, secreta y evidentemente improvisada. Pero los muchachos hicieron en el Café, algo más que escuchar a Bing Crosby o las Andrew Sisters cantando “Don’t fence me in,” o a Doris Day en Sentimental Journey…
 
Paola: Entonces usted quería un pedazo de metal… Reme: … y eso fue lo que tomamos.
 
 
Ya aclarada esa parte del descubrimiento solo nos queda una gran pregunta: ¿Qué pasó con las criaturas que los muchachos habían visto después del accidente? ¿Cómo eran? ¿Parecían humanos? ¿Y si no eran humanos que podemos conocer de ellos?
 
Paula regresó la discusión al principio, la primera tarde durante la tormenta, cuando el objeto aró sobre la ladera y se detuvo con una gran abertura de un lado y se veían varias criaturas, obviamente angustiadas dentro de la nave accidentada.
 
Paola: Ustedes, alguna vez, cuando conversaban de niños… ¿hablaron sobre los seres?
 
Reme: Si, sus cabezas eran parecidas a una “campa mocha.” Eso fue lo que vimos.
 
Paola: ¿Qué quiere usted decir? ¿Ustedes los vieron y se le parecieron a un insecto?
 
Reme: Si, ellos nos parecieron feos al principio. Sus cabezas parecían una campa mocha.
 
Paola: ¿Qué significa eso en inglés?
 
Reme: ¡La traducción más cercana sería… diablos! Un insecto, una mantis religiosa.
 
Paola: Oh, eso hubiera sido…
 
Reme: Ojos grandes y abultados… Usted sabe, todo el mundo los llama “Grises.” Me lo imagino, pero no he visto un Gris, así que no sé.
 
Paola: Pero esto pudiera haber sido otra cosa totalmente.
 
Reme: Ellos tenían grandes ojos abultados, no sabemos exactamente si medían cuatro pies, es un estimado. Cuatro pies de alto y muy delgados, brazos delgados como agujas. Paola: No comprendo lo de “delgado como agujas”. Y…
 
Reme: No sé cuántos dedos.
 
Paola: Lo que quiero decir es, ¿ellos parecían deslizarse? ¿Estaban ellos usando trajes o …?
 
Reme: Bueno, o ellos estaban usando apretados overoles o su piel estaba realmente muy ajustada.
 
Paola: ¿De qué color, gris, los overoles?
 
Reme: Si, gris claro.
 
Paola: ¿Y la cabeza era bastante grande? ¿Quiero decir, proporcionalmente?
 
Reme: (nervioso): La cabeza era muy grande y se parecía a una campa mocha.
 
Paola: Está bien, eso está bien…
 
Reme: No como ellos decían…
 
Paola: No, no, yo comprendo. No, no, no porque yo he escuchado esto antes. Está bien.
 
Reme: Si usted ve uno. Yo quisiera ver una foto de uno, pero campa mocha lo describe bien.
 
Paola: Y usted dijo que ellos se deslizaban en vez de caminar o correr. Ellos “parecían” deslizarse.
 
Reme: Parecía que lo hacían. Como si patinaran de un lado para otro.
 
Paola: Pero usted sabe algo, ellos deben haberse conectado con usted en algún instante. Usted dijo que tenía imágenes en su cabeza.
 
Reme: Si, estoy seguro.
 
Paola: ¿Sabe?  Yo no sentiría mirada, a menos que alguien me estuviese mirando.
 
Reme: José y yo estábamos observando la nave a través de un par de binoculares, tomábamos turnos para ver. Él estaba mirando, pero no los podíamos ver directamente a los ojos, que yo recuerde, estaba bastante lejos, pero lo que yo sentía era puro dolor, me sentí realmente triste por ellos porque podía sentir su dolor. Parecían como nosotros, niños.
 
Paola: Ah, Ok. Eso es realmente interesante Reme. No tengo palabras para comparar algo así. Parecía como si estuvieran heridos.
 
Paola: Ellos estaban heridos
 
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Regresando a las muestras obtenidas por Reme y José, Paola continuó: “Hay otra pieza, una que parece papel aluminio, como el interior de una caja de cigarrillos Philip Morris, que semeja un pedazo de aluminio. ¿Puede usted describir esa pieza? ¿Y qué hizo con ella?
 
Reme: Bueno, cuando nosotros comenzamos a bajar desde el sitio de accidente, esta pieza estaba bajo una roca, lo la vi brillar y se movía de arriba abajo. Así que yo la saqué de debajo de la roca, la enrollé y la doble y esta pieza volvió a su forma original. Hoy el día lo llamaban “metal de memoria” pero en ese entonces no sabíamos que era.
 
Una palabra aclaratoria acerca de historia técnica; es de suma importancia, porque al igual que el caso del transistor, muchos libros sobre Ovnis han descrito de manera incorrecta como se lograron ciertos inventos. El efecto del transistor se conocía desde 1930 (como lo prueba una antigua patente alemana) y no fue consecuencia del accidente Roswell, igual ocurre con los metales de memoria.
 
Ya en 1932, un científico llamado Arne Olander había descubierto una “pseuda-elasticidad” de una aleación de oro y cadmio. Seis años, más tarde, en 1938, Greninger and Mooradian demostraron el efecto de una aleación de cobre y zinc, pero no sería sino hasta 1949 y 1951 que se conocería ampliamente el “efecto memoria.” La moderna aleación niquel-titanio como el Nitinol fue descubierta accidentalmente y desarrollado en 1962-63, por la Armada.
 
Esto nos demuestra que, si bien el concepto físico ha sido conocido por años, ninguna aplicación práctica, del tipo descrito por nuestros testigos, hubiera sido real en 1945; mucho menos en una nave con la estructura y capacidades de la que se estrelló en la tierra de los Padilla. En la práctica estaba adelantado varios años, aunque el concepto ya se vislumbrara en la ciencia.
 
Reme Baca, por lo tanto, está bien justificado cuando expresa, “en esa época no sabíamos que era”.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 40-41-42-44-47-50-56-68
 
 
Mucha investigación se ha hecho sobre la compleja composición de residuos OVNI y radios isotópicos. La cruda verdad es que tecnología muy avanzada no es necesariamente esotérica: Propulsión de autos, más allá de los muy publicitados carros eléctricos, circulando con baterías altamente dañina para el medio ambiente puede involucrar nada más que hidrógeno, el elemento más simple y más abundante en el universo y producir gases de escape en forma de agua pura. ¿Entonces por qué estamos considerando como un principio que los vehículos Alienígenas deben usar materiales complejos horribles?
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 77
 
 
La mayoría de los científicos interesados en el fenómeno OVNI se enfocan en la física y en la data primaria acerca de aerodinámica, como buenos estudiantes en época de exámenes. Si ellos pudieran darle sentido a esos parámetros, ellos serían capaces de construir dispositivos similares de vuelo, podrían patentarlos, quizás darle ventaja a los militares de Estados Unidos sobre sus adversarios o hasta ofrecer una insinuación revolucionaria acerca de viajes espaciales.
Como científico se comienza con lo que es más relevante, principalmente lo que puede ser medido o estimado: masa, tamaño, forma, altitud, velocidad.
Si tiene suerte, el testigo ofrecerá una referencia a determinados puntos en el paisaje, un rastro en el terreno, una correlación con un efecto físico, señales vibrantes de metal, vegetación quemada, ondas en el agua, una betería desmagnetizada. Uno pregunta por la luz, intensidad y color, su correlación con la aceleración.
Los archivos en computadora reunidos por muchos grupos privados, contienen esa información. Igual ocurre con los registros que llevan los militares. Cualquier científico capaz le dirá eso, que para que sean útiles, los datos necesitan ser calibrados y correlacionados contra algo más específico: un efecto conocido, una señal de referencia. Es un requerimiento práctico en la mayoría de las situaciones porque hay límites racionales a la observación humana. Uno pregunta por el momento exacto, hechos en el medio ambiente con el que cualquier testigo estuviera familiarizado, el viento, la temperatura, el clima, los sonidos del área.
Todo lo que ayude al testigo a regresar a la escena y estimule su cerebro a recordar mejores detalles.
Un piloto en la cabina de un avión de caza no tendrá el mismo sentido de una situación que un operador frente a una pantalla de radar o que un vigilante paralizado en el sitio, por una luz en el cielo, que no puede comprender.
Ahí es donde, el fenómeno OVNI demuestra ser intratable desafortunadamente, al demostrar que la mayoría de las bases de datos son de utilidad limitada, sin importar lo masiva que sean.
Luego entiende que el análisis de tal evento no es como un sencillo examen de física donde se pueden alinear unas cuantas ecuaciones, descubrir patrones entre los números, hacer hipótesis, introducir las figuras conocidas y aplicar la matemática.
La sabia y antigua recomendación, “cállate y calcula” ya no aplica.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 97
 
 
 
La comprensión de que el incidente de San Antonio podría haber desaparecido sin ser notado, excepto por un imprevisto, una búsqueda archivos de genealogía en Internet no relacionada con los dos principales testigos, después de tantos años de silencio. Mucho tiempo atrás, la Fuerza Aérea había ocultado el episodio; y todos los jóvenes soldados habían continuado con su vida civil.
En 1947 la misma Fuerza Aérea lo había desaparecido en el limbo de la burocracia militar y quienquiera que haya recibido el archivo en la oficina de máxima seguridad del recién creado Departamento de Energía y la Comisión de Energía Atómica, comprendió claramente que su trabajo era enterrar la carpeta.
Por el lado académico también, los eruditos de White Sands siguieron su camino, ignorando el desbastador daño radioactivo que permanecería por muchos años, entre las personas de Nuevo México, borrando las anécdotas locales sobre el Proyecto Manhattan.
Hasta los matices políticos han sido eliminados.
Como Reme Baca vívidamente recordó, si usted hablaba mucho de los sucesos de la Zona Cero, o si a usted se le ocurría recordar muchos detalles, el gobierno podía enviarlo a una reparadora cura en “las Vegas”, sobrenombre local para el cercano asilo para dementes. Puede que el tratamiento no fuera tan duro como el de los que hablaban mucho en la Rusia comunista, pero había notables paralelos. Todos comprendían que la Segunda Guerra Mundial se había transformado en la Guerra Fría, que duraría mucho más que la guerra a plomo y que fue bastante desagradable a su manera.
Para ese momento, los historiadores estaban enfocados en la bomba, comprensiblemente fascinados por toda la nueva física que no habían aprendido en la universidad. Los escritores aplicaron su talento al análisis de los últimos días de la guerra con Japón. Ellos no tenían ningún interés en fenómenos o criaturas inusuales que un par de muchachos de campo, hubieran visto un mes después de estallar la bomba.
Fue en el 2003, cuando los dos amigos Remigio y José, se reúnen de nuevo, gracias a una inteligente búsqueda en Internet, para comparar notas y recordar los detalles de su experiencia.
Ellos comprendieron el significado de lo que habían visto y decidieron que era hora de contar su historia a un periodista, un antiguo compañero de clases de la escuela primaria en San Antonio.
Su nombre era Ben Moffett.
Ellos confiaron porque sabían que estaba familiarizado con la cultura, el ambiente del área, su paisaje y su gente.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 100
 
 
Reme: Nosotros hemos chequeado toda la lista.
Paola: Entonces, después que Apodaca murió… ¿y la familia de Apodaca?
Reme: Ya no están. ¡La edad nos alcanza!
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 105
 
 
El bosquejo general de la historia ha sido presentado en capítulos anteriores, pero no será comprendido totalmente sin los pequeños detalles, las limitaciones locales, las delicadas motivaciones de las personas para hacer ciertas cosas o no hacerlas. Y uno solo puede conocer los hechos reales a través de la entrevista directa a los testigos, que se pueden alinear en algunas áreas y diferir en otras, basados en su situación y percepción del momento.
Reme Baca era gracioso en su incansable voluntad para recordar esa experiencia en 1945, cuando era un niño de solo siete años, confrontado con un evento, que desconcertaba a los científicos, los militares y aquellos que habían ocultado información desde el fin de la Segunda Guerra Mundial. Su esposa Virginia (“Ginny”) que había escuchado la historia con frecuencia, apoyaba su testimonio, contándole a Paula: “El área, ahora, donde cayó y se deslizó la nave por un largo trecho, presenta heridas en el terreno.”
 
Paola: ¿Y eso aún está allí?
Reme: Yo le mostré las fotos.
Virginia: Y también la torre…
Paola: ¿Aún está la torre allá?
Virginia: No: Eso chocó contra la torre. Ellos calcularon que ocurrió así.
Paola: ¿Era una torre de radar?
Reme: De radio o de radar, yo no sé qué era. Podría haber sido de radio… Era una torre como de 50 pies de altura y tenía lo que ellos llaman un cargador de viento, una pequeña hélice, y esto lo golpeó. Nos imaginamos que el sonido que escuchamos fue, cuando el rayo la golpeó. El rayo hubiera caído en la torre. Y como probablemente la torre tenía un supresor, cuando cae el rayo hace tierra, lo envía a tierra. Pero la nave probablemente estaba cerca de la torre, el rayo cayó en ella y eso sería lo que causó el accidente.
Paola” ¿Mal funcionamiento? El conjunto…
Reme: Y ellos fueron capaces de maniobrar la nave para que no diera vueltas. Debería, debería haber dado vueltas.
Paola: En otras palabras, deslizó y luego giró a la derecha...
Reme: …para detenerse contra una gran pared de tierra. Hicimos todo lo que pudimos, éramos dos niños, revisando registros, hablando con cualquiera que supiera algo más que nosotros… en esa época se hizo de tal forma que no… realmente no atrajo ninguna atención.
Paola: Fue el primer accidente, vamos a asumirlo, en toda la historia de accidentes.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 107
 
 
Para aquellos que se toman tiempo para leer los reportes reales, examinados por investigaciones serias de campo y llevado al laboratorio, el fenómeno se revela a sí mismo como algo infinitamente más complejo – y más interesante.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 149
 
 
En su destacado libro 140 Días a Hiroshima, del historiador David Dean Barret, escrito desde el punto de vista de los japoneses, recuerda que el General Marshall había contemplado la posibilidad de usar la bomba atómica como arma táctica “para debilitar las fuerzas japonesas.” Él había revisado la data médica y científica que le enviaban de Alamogordo y “creía que era preferible que las Fuerzas Americanas enfrentaran los riesgos de la radiación, a que enfrentaran el inmenso número de defensores japoneses.”
Barret continúa manifestando que ni Marshall, “ni nadie más, en los Estados Unidos, incluidos los científicos del Proyecto Manhattan, comprendieron claramente lo que estos riesgos significaban.”
De hecho, “seis años después de los ataques atómicos a Japón, el gobierno de los Estados Unidos continuó utilizando a los Marines y soldados americanos, esencialmente, como conejillos de India humanos, los colocó, a escasas dos millas del epicentro de las explosiones nucleares, para minutos después de la explosión, hacerlos marchar al punto de detonación…”
Sin importar los seis años de retraso: el libro de Barret destaca el hecho que diecisiete años después de Hiroshima y Nagasaki, el Pentágono aún ignoraba todos los peligros de la radiación en la salud: “En el Nevada Test Site (…) los Marines y soldados americanos fueron alojados en trincheras a solo dos millas del centro de la explosión nuclear. Luego de que la onda pasara sobre ellos, fueron enviados a la zona cero. Los Veteranos Atómicos, como se les conoce, adquirieron, como resultado a la exposición radioactiva, uno o más de los veintisiete tipos de cáncer conocidos. Eventualmente, el gobierno de los Estados Unidos pagó 800 millones de dólares en demandas.” 
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 132
 
 
El caso Padilla es único en los anales de este tipo de investigación, por diez razones, como mínimo:
 
a)    Dos testigos estaban en el sitio cuando la nave se estrelló.
 
b)    Ellos conocían el área íntimamente.
 
c)     Ellos tuvieron acceso encubierto a la escena todos los días, excepto el Día Dos, cuando la nave fue retirada.
 
d)    Ellos pudieron acercarse a esto, a hurtadillas, hasta que fue retirada.
 
e)    Tres de los testigos incluyendo José Padilla, su padre y un     policía estadal, pasaron tiempo, dentro de la nave, en diferentes ocasiones.
 
f)      Un dispositivo inusual de metal de retirado y recuperado de la pared interior de la nave.
 
g)    Ese dispositivo estuvo a nuestra disposición para detallada inspección, durante el tiempo de desarrollo de este libro y…
 
h)    Uno de los dos testigos, el mismo Sr. Padilla, de ochenta y tres años, aún vive con una memoria intacta de los hechos, luego de una larga trayectoria como Policía Estadal en California.
 
Esto le da al caso un elevado interés científico, aun comparándolo, en este tipo de literatura, a Roswell y otros incidentes. Además, considere que:
 
i)       Paola Harris conoció a Reme Baca y su familia por diez años, época en que grabó una detallada entrevista en su casa y finalmente…
 
j)       Nosotros hemos tenido un conveniente acceso a la locación en varias oportunidades durante esta investigación, pasando en el área varios días cada vez, con instrumentos y equipo de investigación.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 149
 
 
Un argumento persistente en contra de la naturaleza de accidentes Alienígenas y especialmente en accidentes en Estados Unidos, después de la guerra, tenía que ver con la posible interferencia Soviética agregando, además, como hipótesis extrema, proyectos clandestinos de sobrevivientes Nazis, que incluían sabotaje, confusión e intimidación en suelo americano. A través del proyecto Manhattan, naturalmente, el Ejército de los Estados Unidos, estaba en alerta máxima, y se conocía que ambos, alemanes y rusos, sospechaban de nuevos desarrollos radicales en White Sands y Los Álamos y trataban intensamente de interferir e infiltrar.
Esto nos lleva de nuevo al conocimiento internacional sobre armas secretas, reales o imaginadas, y su desarrollo hasta 1945: ¿Podría ser la nave, vista por Reme y José, un dispositivo inventado por el enemigo, desplegado como instrumento recolector de información de inteligencia, instrumento de intimidación o como una advertencia?
Debemos admitir que la fecha, dos días después de la capitulación de Japón, le aseguró a quienquiera que haya estrellado la nave en la tierra Padilla, la absoluta atención del Ejército de los E.U.
¿Cuál es el argumento lógico en contra de que el evento fuera organizado y dirigido por fuerzas humanas? Hay basta literatura sobre armas secretas alemanas, inteligencia Soviética y el estado en el arte de la investigación aeroespacial, pero nada de esto se parece a lo que nuestros cuatro testigos primarios (José, Reme, Faustino y Apodaca) habían visto durante el accidente u horas después. Apartando el hecho de que sería absurdo exponer un prototipo experimental y entregárselo a los E.U. si usted es un enemigo total o una nación compitiendo en esa área. Veremos en los siguientes capítulos que la tecnología involucrada era más extraordinaria de lo que los muchachos imaginaban. De hecho, hasta el día de hoy, no hay nada semejante.
Un documento de inteligencia Americano desclasificado titulado “Evaluación de las Capacidades Alemanas” revisó “las armas actuales o potenciales que los Alemanes podrían usar en contra  de las Operaciones USSTAF, en 1945,” apartando “aquellos sobre los cuales se carece de evidencias sobre su posible uso en el futuro”  y concentrados en cohetes, desde el V-1, el V-2, e incluyendo también “bombas Phoo,” ondas magnéticas, “Gases aplicables a aeronaves” y hasta la Bomba Atómica Alemana, considerada como improbable, operacionalmente, en el marco de tiempo en consideración.
Un interesante reporte adicional de la época se concentra en “Interferencias mecánicas por alteraciones electro-magnéticas” lo cual, naturalmente es relevante en muchos reportes modernos, tanto civiles como militares, sobre OVNIs. Pero, de nuevo, nada de esto está relacionado al extraordinario vehículo visto en San Antonito. Tuvimos que dejar esa búsqueda de lado y buscar otras fuentes de confusión o error.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 174
 
 
Paola: Cuando usted estaba mirando con los binoculares, ¿usted vio el panel de la puerta? ¿O en pedazo en la tierra? – ¿Lo vio o usted…
José: No, no, eso voló, Bueno, ¿usted sabe, la distancia que hay desde la torre hasta donde aterrizó? Esto voló cuando impactó la torre y Humm, pero no sabemos hacia donde cayó.
Paola: ¿Entonces usted nunca la vio?
José: No, no, nunca lo vimos. La única pieza, usted sabe, la que mi primo encontró fue posiblemente una pieza de eso. Pero estaba a cuatro millas de allá.
Paola: O sea, en otras palabras, usted nunca vio el panel, la puerta, la vamos a llamar puerta, aunque no necesariamente lo es. Solo un panel. Pero nunca lo vio, ¿correcto?
José: No, no lo hice. Esto solo se salió, Me imagino, que por el Impacto.
Paola: Entonces usted piensa que el panel puede estar enterrado bajo algo, porque nadie lo ha encontrado. Tal vez está enterrado bajo tierra.
José: Si, pudiera ser, usted sabe, la tierra crece. Crece rápido con los años y mi primo tuvo suerte de encontrar esa pieza de metal que estaba tendida allí. Él estaba pasando por allí, el viento habrá llevado muchas cosas y polvo y entonces él descubrió eso encima de todo.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 183
 
 
Pareciera que cavamos sin descanso con tales preguntas, pero no todos los días uno consigue un testigo actual de un accidente OVNI, que es capaz de recordar los detalles del desastre. Entonces centramos nuestras preguntas en el otro material retirado del sitio, llamado “cabello de ángel” y la trayectoria exacta de la nave antes de caer a tierra. En las próximas semanas tendremos muchas más preguntas acerca de ese “cabello de ángel.”
Paola, en diario contacto con el Sr. Padilla, primero preguntó sobre el material que el había recogido.
Paola: Acerca del “cabello de ángel” ¿Se imagina usted que vino del panel o era de la torre?
José: Yo pienso que venía de eso (panel), como aislamiento.
Paola: Usted dijo que era blanco, ¿cómo una telaraña? Como hebras - ¿Eran hebras?
José: Eran blancas, uh, blanco claro, como una telaraña, pero en pequeños pedacitos, usted comprende, que usted puede soplar, como aislamiento.
Paola: ¿Pero eran hebras?  ¿Cómo hebras?
José: Era raro. Era la primera vez que yo veía algo así.
Paola: Pero eran hebras… ¿O era más bien como telaraña?
José: Una telaraña. Como una telaraña, Hummm. Usted puede soplarla y volara como una flor, como cuando usted sopla una flor y los pétalos caen.
Paola: Entonces, ¿usted y Reme, realmente, levantaron eso?
José: Nosotros lo tocamos y estaba bien, como telaraña, sabe, como material fino. Esa es la razón por la que yo sentía eso, todo eso, cabello de ángel o lo que sea, o aislamiento, eso cuando chocó tan duro, explotó, se desintegró y voló, uste comprende.
Naturalmente, se le ocurrió a Paola, que nosotros podríamos recuperar algo de ese material. Sería interesante hacer un análisis profundo de sus componentes.
Paola: ¿Cuánto había allá?  ¿Mucho?
José: Nosotros acumulamos bastante. Y lo pusimos en un saco.
Paola: ¿Lo pusieron en un saco?
José: Si, y lo usamos para decorar el árbol de Navidad y hacer de eso…
Paola (riendo): Usted está bromeando conmigo. ¿Ustedes usaron el cabello de ángel del saco, para decoraciones de Navidad y quizás eso venia de otro planeta?
José: Me imagino, sabe, nosotros, ¡nosotros lo hicimos! (riendo entre dientes)
Paola: Mi Dios, ¿está usted bromeando conmigo, José? (riendo) ¿Usted sabe lo que está diciendo? Usted está diciendo que tomó todo el aislamiento de adentro de una nave espacial e hizo decoraciones de Navidad. ¿Realmente usted usó todo esacosa?
José: Mucho de eso, usted sabe, nosotros lo encontramos en la tierra, lo pusimos en un saco y lo llevamos a casa y regalamos una parte. Y la gente de la comunidad de allá, lo pusieron en las ventanas de las casas. Parecían telarañas…
Paola: ¿Cuantas bolsas, piensa usted, que recogieron de cabello de ángel?
José: Nosotros teníamos el saco de 100 libras de frijoles. Bueno el tamaño de un saco. En realidad, como el peso de un barril de 55 galones.
Paola: Pero ¿cómo lo hicieron, muchachos? ¿Quiero decir, ¿caminaban por todas partes, recogiendo eso y metiéndolo allí?
José: Solo lo recogimos y lo llevamos allá y después decidimos que sería bueno para… Nosotros no teníamos suficiente algodón para hacer cabello de ángel para poner en las ventanas, así que pusimos eso y se veía bien.
Paola (riendo): José, ¿usted nunca antes vio eso, excepto cuando lo recogió esa semana del 16 de agosto, cierto? ¿Nunca lo había visto en ninguna parte?
José: Ah, no. Mucha gente que lo vio, preguntaba donde lo habíamos conseguido. Solo les dijimos que lo encontramos. Y eso era todo. Usted sabe, era un secreto.
Paola: ¿A cuántas personas se lo dieron?
José: Algunos eran nuestros vecinos, y algunos rancheros.
Paola: Bien, y entonces…
José: Una cosa que nosotros, Hummm, que nosotros tratamos, fue de quemarlo y no se quemaba.
Paola: ¿Que les hizo pensar en quemarlo?
José: Bueno, tratamos, pero no lo hacía.
Paola: Ustedes intentaron hacerlo, querían ver si se encendía, y no agarraba fuego.
José: Como, algodón, ¿sabe? Usted puede, uh, uh, acercar un fosforo y se quemará. Pero esa cosa no se quemaba.
Paola: No se quemaba.  ¿de nuevo, de qué color era? ¿Blanco claro?
José: Blanco claro. Como telaraña. Usted ha visto cuando una telaraña se empolva. Ese es el color que tenía. Durante la temporada de Navidad, ellos vieron que habíamos decorado las ventanas de nuestras casas con eso y la gente que pasaba, usted sabe, lo veían y se paraban a preguntar, ¿qué es eso?  Usted comprende… era una cosa rara. Parecía telaraña. En esa época usábamos algodón. Y ellos se dieron cuenta que no era. Preguntaban donde lo habíamos conseguido, pero no dijimos nada. Sabe, les dimos algo a otras personas y ellos decoraron sus ventanas con eso.
Paola: Pero José, el accidente fue en Agosto… ¿Ustedes lo guardaron en el garaje hasta Diciembre?
José: Nosotros los pusimos en sacos y solo, uh, lo pusimos en el almacén en las barracas.
Paola: ¿Qué quiere decir almacén en las barracas?
José: En el rancho teníamos cabinas, donde los rancheros dormían y se levantaban al día siguiente, usted sabe, a eso lo llamamos barracas. Y nosotros los pusimos en sacos y los llevamos para allá.
Paola: En otras palabras. No lo usaron de inmediato. Ustedes esperaron al menos seis meses.
José: Solo hasta la Navidad. Lo usamos y era raro, como e algodón que usábamos antes pero no se encendía. A esa cosa, podíamos acercarle un fosforo y no se quemaba.
Paola: No se quemaba, usted le acercaba un fósforo y …. ¿Qué le hizo pensar en tratar de quemarla?
José: Para ver, ver si explotaba o algo, usted sabe.
Paola: Porque eran muchachos, ¡ustedes querían ver si esta cosa explotaba!
José: Uh Hummm. Yo solo quería saber, estaba curioso, ¿de qué estaba hecha esa cosa? Si se quemaba o no…
Paola: Pero si esa nave chocó contra la torre, ¿la mayor parte de ese cabello de ángel no debería estar alrededor de la torre?
José: No, la mayor parte voló. Con el impacto el panel debe haberse desintegrado, el cabello de ángel voló por todas partes, colgaba de los matorrales o estaba sobre la tierra.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 184
 
 
La mayoría de los americanos y muchos aficionados a la ufología han sido engañados por personalidades de la televisión, aparentemente serios, declarando que los registros, por supuesto, eran SECRETOS. Si usted sigue alguna de las intensas series de video sobre OVNI en estos últimos años, sea americano o extranjero, usted sabe que los archivos del Blue Book eran súper clasificados, porque las redes lo escriben en las pantallas en grandes letras rojas.
Hasta la última serie, Project Blue Book, en el History Channel, perpetúa el mito.
Ellos necesitan hinchar su reportaje y, de todas maneras, ellos saben que eso es lo que el público espera.
¿Quién quiere pasar una hora viendo una historia sobre OVNIs, si no es por la promesa de algún tipo de gran revelación? ¿Quién tomaría tiempo para revisar datos de investigaciones ordinarias, sin importar lo fascinante que sean?
Nuevamente el aura de gloria y misterio de la prometida “Revelación” …
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 194
 
 
Si usted no comprende lo militar, se le disculpa por no entender el hecho de que un archivo público, completamente desclasificado, sea guardado dentro de uno de los edificios más secretos y más fuertemente defendidos en el país. Se necesita una razón muy buena para estar allí. Y una invitación formal.
La buena razón, para mí, era que mi esposa Janine y yo habíamos, durante años, estado construyendo, seleccionando y editando una base de datos internacional, sobre avistamientos OVNI y derivado estadísticas a partir de allí. Como resultado, yo tenía un sistema de recuperación informático actualizado sobre el fenómeno Ovni a nivel global, mientras que la Fuerza Aérea de los E.U. no lo tenía.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 8
 
 
Si usted no comprende lo militar, se le disculpa por no entender el hecho de que un archivo público, completamente desclasificado, sea guardado dentro de uno de los edificios más secretos y más fuertemente defendidos en el país. Se necesita una razón muy buena para estar allí. Y una invitación formal.
La buena razón, para mí, era que mi esposa Janine y yo habíamos, durante años, estado construyendo, seleccionando y editando una base de datos internacional, sobre avistamientos OVNI y derivado estadísticas a partir de allí. Como resultado, yo tenía un sistema de recuperación informático actualizado sobre el fenómeno Ovni a nivel global, mientras que la Fuerza Aérea de los E.U. no lo tenía.
Yo estaba culminando un PhD en inteligencia artificial y planeaba continuar con estudios cada vez más completos de la data mundial, que ya incluía algunos de los mejores casos del Blue Book. Luego de excluir los más explicables, meteoros, planetas, fenómenos atmosféricos, ya que mi intención era rehacer el trabajo de evaluación de sus 10.000 casos, lo que tomaría tiempo, aunque fuera relativamente sencillo de filtrar con un buen software (y un horrible enredo si no tenía un buen software)
Muchos científicos en los E.U. tienen calificaciones iguales o más altas que las mías, y podrían haber solicitado acceso a los mismos archivos, pero estaban muy ocupados disertando en televisión, como el Dr. Carl Sagan, o el periodista Philip Klass de Aviation Week (Aviación Semanal), acerca de por qué no podría haber OVNIs en los archivos, que ellos no revisaron (y no lo harían). La razón por la que no revisaban los datos era porque sería una pérdida de su valioso tiempo, el cual dedicaban a “educar al público” presentándose en televisión., lo cual resultaba más adecuado.
En este punto, al lector curioso se le permite preguntar: “Si los archivos del Blue Book estaba desclasificados (con algunas excepciones que involucraban detección por sistemas militares secretos con prototipos de radar), ¿por qué estaban ellos resguardados en un edificio de metal, sin ventanas, situado en una de las más grandes y formidables bases de la Fuerza Aérea del país? La respuesta es fundamentalmente, por conveniencia: Los informes OVNI eran recogidos por bases locales de la Fuerza Aérea y diseminados a través de la red de comunicación militar, bajo procedimientos y códigos militares precisos; entonces, era natural que la oficina (tres oficiales y dos secretarios, en ese momento) estuviera albergada en ese edificio. Pero Allen y yo teníamos copias de los archivos del Observatorio de la Northwestern University, y con permiso oficial, podíamos compartirlos, con cualquier investigador académico, que de buena fe requiriera acceso.
Esto no significa que acercarnos a esa oficina fuera algo casual como un paseo en el bosque. Una vez que usted cruza la puerta, usted entra al edificio de la FTD, donde sus credenciales son nuevamente escaneadas por otro grupo de guardias y si usted levanta la mirada verá sobre su cabeza, suspendido en el techo, un avión caza de reacción. Mirándolo detenidamente uno se dará cuenta que no es ningún avión que haya visto nunca. Es un MiG Soviético, con una estrella roja en la cola.
Eso te pondría en el estado de ánimo adecuado, con una pista de lo que estaba ocurriendo, dentro de ese edificio.
Luego uno es informado del hecho de que las conversaciones están prohibidas fuera de la oficina específica a la que usted fue asignado, y si usted necesita ir al baño, alguien lo conducirá al lugar apropiado, se parará junto a usted hasta que esté listo, para regresarlo.
Aparte de eso, usted podía hacer lo que quisiera.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 195
 
 
La llamada no llegó hasta la mañana del martes, 28 de abril de 1964, cuatro días después de nuestra visita a Dayton. Hynek y yo habíamos regresado a nuestro trabajo diario. Yo estaba viendo muestras gráficas de un experimento biológico que se estaba llevando a cabo y para el que yo había escrito el programa en la Facultad de Medicina de la Universidad de Northwestern , una instalación localizada en el centro de Chicago, cuando un técnico afroamericano del departamento de fisiología  vino a buscarme al centro de computación. Mi esposa Janine, quien estaba en casa debido al nacimiento de nuestro hijo, retransmitió un mensaje urgente de Mimi Hynek, quien le dijo que Allen había volado a Nuevo México ante una llamada de emergencia de Blue Book y que él quería hablar conmigo.
Cuando logré contactar a Mimi, ella me contó los detalles como los sabía: Si, una nave no identificada había aterrizado allá, en un engranaje trípode, dejando marcas profundas; había testigos en la escena incluyendo oficiales de la ley y el Capitán Quintanilla le había dicho que se apresurara en llegar allá para investigar. Él había tomado el primer vuelo disponible a O’Hare, estaba en Albuquerque en ese momento y quería saber si nos podíamos reunir en la Base Kirtland de la Fuerza Aérea esa noche.
Fue difícil comunicarme con Allen en el campo, pero cuando finalmente lo logré, las cosas estaban adelantadas. El me dio un resumen: Me contó que cuatro días antes, la tarde del 24 de abril, una nave en forma de huevo, blanco grisáceo, con una extraña insignia roja había aterrizado en cuatro soportes (no tres) dejando marcas profundas en la tierra arenosa y rocosa en un terreno vacío con vegetación de matorrales al sur de Socorro provocando el incendio de los matorrales. Un policía local, llamado Lonnie Zamora había vito todo y se apresuró al sitio, pensando que habría ocurrido una explosión de dinamita en una choza cercana. Allen lo había entrevistado, la Fuerza Aérea no.
Zamora había visto el objeto en tierra con dos ocupantes humanoides de poca estatura, paradas cerca de esto, pero el no tuvo tiempo de detallar mucho porque la nave despegó verticalmente con un estruendoso rayo azulado que prendió fuego a la vegetación antes de alejarse horizontalmente.
Tres agentes del FBI, que estaban, en ese momento, trabajando en Socorro en un caso criminal local, se apuraron a encontrarse con Zamora y ayudarlo a documentar los rastros.
Allen estaba entrevistando a muchas personas, ya había acumulado muchas notas y pronto estaría de regreso, así que el mejor plan era que esperara en Chicago y apartara tiempo para construir un marco de referencia para el complejo testimonio, que incluía medidas del campo y las grabaciones que había traído. Le aseguré que alertaría a Bill Powers (jefe de ingenieros del Observatorio Dearborn) y nuestro grupo informal de científicos interesados de la Northwestern y de la Universidad de Chicago, para armar una revisión de antecedentes y respaldar un análisis serio tan pronto llegara.
Después de colgar la llamada, convoqué nuestro pequeño equipo y comenzamos a buscar mapas y horarios. Algunas cosas llamaron nuestra atención inmediatamente. Otras se desarrollaron en nuestra mente años más tarde, después de un estudio más profundo y comparándolo con otros casos, en un lento proceso de integración. Y otros eventos simplemente nos desconcertaron.
Un detalle me impresionó de inmediato, como a Allen: Si la nave había aterrizado a las 6:45 p.m., ese viernes, entonces el evento coincidía con la hora en que Allen Hynek y yo habíamos salido de la oficina Blue Book, en la Base de la Fuerza Aérea Wright Patterson, cerca de Dayton, Ohio,
Nuestra única visita conjunta a esa oficina.
¿Era una especie de prueba? ¿Un reto para nuestra integridad investigativa? ¿O algún tipo de chiste sofisticado o un enigma retorcido, pero serio?
¡Qué momento para desencadenar lo que se convertiría en el aterrizaje mejor documentado de un objeto volador no identificado!
En retrospectiva, hubo otra cosa que pasó inadvertida incluyendo al Capitán Quintanilla, al Proyecto Blue Book, a mí, al software de recuperación de mi computadora, al mismo Dr. Hynek y a todos los ufólogos del mundo, a saber, la ahora obvia conexión al caso San Antonio, José Padilla, 1945, porque nadie en nuestro grupo (o de hecho del Proyecto Blue Book) sabría acerca de esto en otros sesenta años.
Hynek y Quintanilla, para entonces, habrían fallecido.
Nadie supo acerca de esto por dos buenas razones: Primero, porque lo que José y Reme habían visto no sería reportado en ninguna parte por ellos, hasta la llegada del nuevo siglo y segundo, porque las pocas personas que sabían en la Comisión de Energía Atómica y del aún secreto, Proyecto Manhattan, no tenían ningún interés de hablar de esto con nadie. Este estado de cosas seguiría así hasta la creación de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, en septiembre de 1947.
El objeto ya no estaba, los rastros tampoco y los archivos estuvieron desaparecidos hasta el 2010, más o menos, cuando Paola Harris, quien había escuchado acerca del caso en Roma, siendo periodista italiana, comenzó a reconstruir los datos perdidos y buscar a los testigos que aún vivían.
Ella fue la que les dio voz y fue al sitio a ilustrar su experiencia.
En 1945, el catálogo de casos de Blue Book contenía solo cuatro registros. Ellos deben haber sido de los primeros proyectos OVNI de la Fuerza Aérea, o Sign o Grudge, ya que Blue Book no fue establecido sino hasta 1952. Como resultado, la forma en que fueron manejados naturalmente variaba según las políticas existentes del momento:
De mi propia base de datos de la Fuerza Aérea, esos pocos registros estaban relacionados a:
 
  • un avistamiento en Habbebishopshein (Alemania), abril, 1945: un soldado americano reportó un objeto en forma de disco que descendió con movimientos oscilantes y aterrizó, a 35 Km al noroeste del pueblo, un reporte que aparentemente nunca fue investigado;
  • el caso de una nave de Truk Atoll, en el Pacifico, mayo 2, evaluado como un avión común;
  • un reporte civil enviado desde San Ángelo, al oeste de Texas, el 17 de Julio, evaluado como un avistamiento remoto de la primera nube hongo atómica, lo cual es notable;
  • y un reporte de un civil en Westport, Indiana, evaluado como “imaginación”, un término que cubría una variedad de señales en el diccionario de la Fuerza Aérea.
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La Fuerza Aérea no tenía ninguna información relacionada con OVNI de Nuevo México, en 1945, ni siquiera en sus archivos clasificados como Sign y Grudge. No era posible hacer una conexión entre Socorro y el caso San Antonio ocurrido diecinueve años antes.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 201
 
 
El Sr. William T. Powers jefe de ingeniería del Observatorio Dearborn, cuidadosamente re-ensambló todo lo que se sabía de los rastros en tierra hizo un interesante descubrimiento. A pesar de que la extensión de las cuatro patas variaba, dado el áspero terreno, las diagonales de la figura cuadrilátera que formó, se interceptaban exactamente en ángulo recto. Esta es otra característica que no podía haber sido anticipada por Lonnie Zamora o alguien más involucrado. Pero las implicaciones en términos de sofisticación de la nave, eran interesantes.
En geometría hay un teorema que dice: “Cuando las diagonales de un cuadrilátero son perpendiculares, los puntos medios de sus lados y los pies de las perpendiculares que caen desde ellos en los lados opuestos, se encuentran todos en un círculo descrito sobre el centro medio de los vórtices.”
En el caso de Socorro, significaba que la figura cuidadosamente dibujada en el sitio, por la policía, era un caso muy especial: en el mapa, el centro del círculo en cuestión se encontraba directamente sobre la quemadura n∘1, correspondiente al centro de gravedad del objeto que aterrizó.
Bill concluyó: “Esta ubicación de aspecto aleatorio de las almohadillas de aterrizaje, resultaría en una distribución equitativa del peso de lo que fuera que esas almohadillas estaban sosteniendo.”
El agregó comparando el objeto Zamora a una sonda espacial:
“El objeto que dejó las marcas, o soportaba un gran peso, o cayó con mucha fuerza ya que el terreno es denso. La NASA ha concluido que las almohadillas del Surveyor penetraron dos pulgadas dentro del suelo lunar, con una fuerza de carga de cinco libras por pulgada cuadrada; la gravedad en la luna es seis veces menor y las almohadillas son de solo un cuarto del área de las marcas de Socorro; debemos asumir que la fuerza era equivalente a un suave asentamiento, de por lo menos una tonelada, en cada una.”
Demasiado para la idea del “palo Pogo” de la Fuerza Aérea.
Lo que sea que haya aterrizado en Socorro es más sofisticado que cualquier cosa que los E.U. haya enviado a la luna antes o después de 1964. No usó propulsión de cohete, sino un tipo de partícula o rayo de energía de notables características. Dejó de hacer ruido al estar en el aire y no parecía tener ninguna preocupación en preservar su estabilidad al aterrizar en cualquier tipo de terreno. Como mi amigo Bill Powers acertadamente observó, como tributo de admiración de un experimentado ingeniero a otro: “Debemos concluir que quienquiera que haya diseñado ese tren de aterrizaje, debe ser un personaje interesante.”
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 219
 
 
Algunos de los restantes acertijos acerca del aterrizaje en Socorro pudieran ser resueltos si tuviéramos muchas más evidencias de las marcas, incluyendo huellas y marcas de quemaduras en las plantas, en forma de detalladas fotografías del sitio. Esa es la clase de datos que los científicos que revisen el caso, deberían tener para hacer un juicio independiente.
Como se supo luego, esa evidencia existía en ese momento, gracias a Ted Jordan, Patrullero Estatal de Nuevo México, el hombre que además de Ray Stanford, hizo el análisis más extensivo del área, como oficial entrenado en documentar escena de crimen. Entonces, ¿por qué no estaba ese grupo de fotografías en el archivo?
En una entrevista a Jordan, tiempo después, se le hizo esa pregunta y respondió:
“Yo tenía un rollo de, ah, película de treinta y cinco milímetros en mí, ah, cámara donde estaban las fotos que había tomado en el sitio, del aterrizaje de la nave, yo había tomado la mayoría de ellas. Yo usualmente tengo un rollo de treinta y seis exposiciones en la cámara.  Y yo había tomado la mayoría de ellas en el sitio ese día, había mucho que fotografiar y yo tomé muchas fotos.”
“Y luego la- la Fuerza Aérea se quedó con ellas. Y yo no recuerdo, en este momento, sí, ah, se las entregaron al Capitán Holder o a un oficial de la Fuerza Aérea. No recuerdo eso. Pero si recuerdo que ellos me dijeron que las revelarían, ah, y me enviarían las copias, y eso, ah, nunca ocurrió.”
Después cuando pregunté acerca de eso, me dijeron que la película no estaba bien – ah, y la había dañado la radiación.”
“Y yo nunca recibí nada, ah, del rollo de película. Ni siquiera obtuve- nunca recibí ninguna explicación -excepto verbal- de que se habían dañado por la radiación y que no recibiría nada, ah, del rollo de película, Cuando yo les pedí que me enviaran las, ah, ‘las revelaran y me entregaran las fotos en blanco,” tampoco lo hicieron.”
El amable lector recordará que la presencia de radiación había sido, inmediatamente y muy profesionalmente revisada, el primer día –algo no inusual o difícil de realizar cuando se vive a menos de una hora del Sitio de Prueba de la primera Atómica- y no había radioactividad. Los oficiales mintieron todo el tiempo.
La mejor de las suertes a los inocentes científicos que les gustaría realizar una revisión independiente del caso completo, con ocupantes y evidencia física, de un aterrizaje OVNI, en los archivos de Blue Book, jamás explicado.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 221
 
 
No podemos dejar el ambiente pintoresco y los misterios aeroespaciales de Socorro sin destacar una de las “explicaciones” más imaginativas del avistamiento Zamora, mencionad, esta vez, en un suplemento del diario local de Socorro, El Defensor Chieftain, del 15 de noviembre, 2013, de la pluma de James Easton, un periodista independiente que vive en Escocia.
El Sr. Easton escribe para una revista británica llamada Fortean Times, supuestamente dedicada a continuar la labor de reconocido investigador Charles Fort, un extraordinario recopilador que pasó mucho tiempo de su vida ensamblando cuidadosamente registros de anomalías, tales como objetos voladores inexplicables en el siglo diecinueve, al igual que curiosos efectos biológicos, médicos o atmosféricos descritos en prensa científica, los cuales desafiaban las explicaciones contemporáneas. Muchos de ellos aún lo hacen, como las bolas de relámpagos y meteoros inusuales. Estos viejos registros son preciados para físicos profesionales hoy en día.
Recientemente, sin embargo. Fortean Times se ha aplicado cada vez más a la búsqueda, más gratificante, de anécdotas extrañas o excitantes que podría presentar como ejemplo de anomalía a los ojos del lector ingenuo, mientras los bien informados e inteligentes escépticos encontrarían explicaciones tranquilizadoras. Si bien, esto es ciertamente útil para acallar especulaciones y rumores ociosos y si bien se trata de entretenimiento divertido, tiende a ser lo opuesto de lo que Charles Fort intentó lograr toda su vida: Él se vio a sí mismo como un censor, pero al mismo tiempo como un servidor de la ciencia, comenzando generalmente con auténticas anomalías con observadores reales, descuidadas, sin resolver, revisadas y publicadas en la prensa científica, tales como seguimientos a docenas de objetos luminosos  no explicados (pero a menudo ignorados o superficialmente vistos) por astrónomos profesionales y exigía que fueran estudiados.
Niels Bohr, décadas más tarde apoyaría ese acercamiento cuando enseñó que: “no puede haber ciencia sin una anomalía.”
Fortean Times publicó una afirmación del Sr. Easton donde el expresó que finalmente había determinado que lo que Lonnie Zamora vio, no era más que un globo, un hecho que las evidencias, los testigos y las respuestas de la CIA dejaban en claro”: “El ‘platillo volador’ de Socorro era un globo aerostático.” ¡Problema resuelto!
El basaba esta conclusión en la afirmación que Zamora le hizo a Ray Stanford acerca del lento pero ruidoso despegue del objeto con una llamarada, que no ejerció ningún empuje sobre el suelo, seguido de silencio mientras se elevaba y se alejaba horizontalmente.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 222
 
 
Como científico de información, he sido entrenado para observar patrones-en astronomía, en medicina, en los negocios-en vez de extrapolar de una simple observación, sin importar lo interesante que parezca. En este sentido, creo que hemos cometido dos grandes errores al examinar el fenómeno OVNI. El primer gran error es asumir que el fenómeno, si es real, debe consistir en Alienígenas viajando en el espacio desde otro planeta- y la exclusión de cualquier otra posibilidad y el segundo gran error ha sido esperar por el único, simple, absolutamente perfecto caso,   que se pueda llevar al Congreso y convertirlo en boom publicitario en TV, que “instantáneamente” pruebe la existencia de los OVNIs, convenza a los escépticos, haga que los científicos soliciten patentes para propulsión espacial o nuevas armas y devele la clave final del misterio.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 225
 
 
Durante siglos, los astrónomos académicos habían negado que caían piedras del cielo culpando a los reportes, de la supuesta estupidez de granjeros, que continuaban recogiendo rocas extrañas: todo parecía decirles, cada día, que no había piedras en el cielo. Pero ellos también deberían haber sabido, que, si los granjeros no fueran tan inteligentes como los astrónomos, nos hubiéramos muero de hambre hace mucho tiempo.
Algunos felices accidentes han avanzado la ciencia porque algunos patrones han sido inteligentemente reconocidos y documentados, las observaciones únicas podrían haber sido simplemente relegadas a la misma categoría donde ponemos coincidencias bizarras, como cuando alguien gana la lotería tres veces consecutivas.
El Dr., Hynek con frecuencia me decía que él había esperado por años el caso único que podría usar para convencer a sus colegas, “y hacerlos correr por las escaleras de la Academia de Ciencias” como expresaba, ondeando en el aire, ese papel con la prueba definitiva. Ese caso simple nunca ocurrió. No fue Roswell, no fue el avistamiento de Kenneth Arnold y no fue Socorro. Y si ocurriera una observación casi perfecta, con huellas físicas obvias, solo sería significativo en el debate científico contra los antecedentes de un patrón cuidadosamente documentado y estudiado que todos pudieran pesar con su propio criterio evidencial y estadístico. Por esa sola razón, yo he estado atento a los casos con características similares al del reporte del Oficial Zamora, en Socorro, en 1964 y al del avistamiento del Sr. Padilla en San Antonio, en 1945.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 8
 
 
Hay una suposición absurda, en la historia de la ufología de que los testigos son ingenuos y transparentes y que confían en las autoridades. Esto puede ser verdad en algunos casos, pero cuando uno toca observaciones más complejas en un ambiente sofisticado como Provence, toma más que un cuestionario confuso y una llamada de Paris para sacar la íntima verdad sobre las impresiones de los testigos, sus dudas, y la comprensión de los cambios dentro de ellos. Esto fue especialmente cierto en el caso Padilla-Baca, en el ambiente intensamente secreto de los centros atómicos en 1945 y también aplica para un viejo combatiente de la Resistencia, en las laderas de Los Alpes, donde aún se sentía tensión social no resuelta.
En verdad, también aplica al Oficial Lonnie Zamora, cuya carrera profesional fue destruida por un frenesí mediático, el resentimiento de sus colegas cuyas vidas fueron perturbadas y por la obsesión de la Fuerza Aérea de promocionar CUALQUIER explicación, para lo que él vio, sin importarle lo fantasiosa o lo técnicamente estúpida que fuera.
Todo esto me ha llevado a, a creer a través de los años, que los gobiernos y sus discretos contratistas, hasta la Inteligencia militar y los maestros del aero espacio, saben menos de lo que piensan que saben o pretenden que saben acerca del fenómeno real, su origen y sus diseños.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 240
 
 
Ahora nosotros tenemos suficientes datos para una comparación justa de los entes (u “ocupantes”) y de los objetos descritos en estos encuentros.
1.     En todos los tres casos los seres en cuestión respiraban nuestro aire sin ningún dispositivo.
2.     En todos los tres casos ellos medían cerca de 3 pies, 1,20 metros, la altura promedio de un niño de ocho años (rango: 47 a 54 pulgadas).
3.     En todos los tres casos ellos usaban overoles, pero no cascos.
4.     En todos los tres casos los testigos no sentían miedo de “ellos,” e incluso reportaron una sensación de que “ellos” tenían buenas intenciones hacia nosotros, aunque no podían atribuir esta impresión a nada en particular.
5.     En todos los tres casos había un impacto síquico en forma de visiones, sueños o impresiones “telepáticas” directas (recordemos los sueños de José sobre “nubes cayendo”).
6.     En los tres casos los testigos sabían mucho más de loe reportaban públicamente o a las autoridades y se protegían de la publicidad lo mejor que podían.
7.     Los tres casos parecen sugerir una conexión con el espacio exterior, o una conexión tiempo espacio, compatible con el estado de nuestra propia cultura humana después de la Segunda Guerra Mundial. Ellos desplegaron conducta, instrumentación y reconocible conocimiento de ingeniería compatible casi (pero no totalmente) con los conceptos humanos de ese entonces.
8.     La vegetación normal no volvió a crecer en dos de los sitios, San Antonio y Valensole.
9.     Un interesante hongo grade, se había desarrollado en San Antonio, al igual que en otros casos no resueltos en la literatura.
10. En todos los tres casos el objeto fue descrito en forma ovoide y no en forma de disco.
 
No existe el clásico “platillo volador” en ninguno de estos testimonios.
De hecho, no hay ningún platillo volador en todo el libro.
Ahora algunas diferencias:
 
1.     En el caso Padilla-Baca los tres seres eran capaces de moverse con movimiento lineal instantáneo.
2.     En el mismo caso, ellos tenían una semejanza con insectos grandes, como grillos.
3.     En el mismo caso (accidente) ellos parecían desorientados, incapaces de controlar la situación.
4.     En ambos casos, Socorro y Valensole, parecía un montaje, una escena, donde los seres pretendían estar ocupados cuando en realidad estaban manipulando las percepciones de los testigos humanos que estaban esperando. Ellos estuvieron en control todo el tiempo y dejaron la escena rápidamente.
5.     La forma aparente de propulsión parece ser electiva: Varió en los tres casos. En el caso de 1945, no había mecanismo de propulsión evidente, aunque la nave parecía ser controlada mientras caía. En Socorro hubo un ruido impresionante y una luz azul pero no de escape (el ruido y los otros efectos se acabaron una vez que el objeto flotó a baja altitud). En Valensole, la nave se elevó en silencio, luego solo parpadeó a corta distancia, sin ningún otro efecto físico o sónico.
6.     Valensole fue el único caso (de los tres) donde fue usada un arma (no letal).
7.     Valensole fue el único caso con conocido efecto fisiológico (parálisis seguida de disrupción del patrón de sueño.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 246
 
 
Paola: Este es uno de los eventos más importantes que yo he investigado. He compartido este caso con muchos investigadores y ninguno lo tomó en serio, porque no comprendían los aspectos técnicos y la gravedad de este caso en particular.
Jacques: ¿Porque los testigos eran muy jóvenes? ¿No confiaban               en ellos?
Paola: Los muchachos no mienten, ciertamente no de esta manera; acerca de un evento así. Cualquier sicólogo le dirá eso.
Jacques. Mi última esposa era sicólogo infantil, ¿recuerda? Janine me decía eso a menudo. Ella estaría de acuerdo con usted.
Paola: Esos muchachos no tenían ninguna referencia para comparar lo que vieron. ¡Esto arruinó sus vidas! Los dejó sin una resolución, solo la de contarnos la historia, lo más precisa posible, para que nosotros la salváramos como intentamos hacer. Yo atesoro el interesante diálogo que hemos compartido estos tres años. Es personal. Sicológicamente es importante para mí, le da sentido a esta extraña realidad.
Jacques: Sin embargo, usted ya ha tratado con esa realidad en sus libros anteriores.
Paola: No de esta manera, aunque al reunir testimonios de testigos con militares y personal de inteligencia, hice muchas amistades. Nunca fue solo recolección de datos. Fue también compartir y crear empatía con los testigos, en cuanto a la naturaleza del fenómeno. Lo que me desanima es la falta de colaboración entre investigadores, hasta de los más dedicados.
Jacques: El campo se ha fracturado en muchas pequeñas voces discordantes, desde engaños hasta grandes Teorías sin relevancia, para los casos actuales… Eso es lo que el público ve. Las falsas historias en los canales de cable son tan entretenidas como los reales, y a veces, más. La gente reacciona por sus emociones, no por su cerebro. Y los científicos son peores.
Paola: Todo se ha vuelto, principalmente, entretenimiento en los medios. Si todos pudiéramos compartir investigación y trabajar juntos, como usted y yo, Jacques, lo hacemos ahora Cuanto pudiera descubrirse. Podríamos traer las ideas que más valoramos, aportes de especialistas en un foro abierto: los especialistas en metalurgia, los profesionales médicos. Yo rara vez tengo acceso a ellos y ellos rara vez trabajan juntos.
Jacques Ellos nunca toman tiempo para investigar casos como este. Es complejo.
Paola: No, realmente no es complejo. Es algo simple y es importante. Pertenece a la humanidad. No solo a usted y a mí, o al gobierno o a alguien en Google. Es real. Pasó. Pero uno necesita una combinación de diferentes perspectivas y la habilidad de rebotar nuestras ideas con la de los otros, como lo hacemos usted y yo. Ahí es donde descansa la complejidad. En la integración.
Jacques: Usted y yo hemos tratado con esto toda nuestra visa, ¿eso no ayuda?
Paola: El trabajo de toda mi vida ha sido capturar las palabras exactas del testigo, pero eso no me ha llevado a ninguna conclusión acerca del misterio. Mi foco ha sido en precisión histórica, aunque las percepciones individuales estén distorsionadas. Pero este caso es único. Me ha llevado a otro reino, a tratar de comprender el significado de la realidad, las razones para la manifestación y el impacto que tuvo en las vidas de José, Reme y Sabrina. Son nuestros testigos, nuestros expertos, nuestros exploradores.
Jacques: Pero escuchándolos a ellos…Eso en sí mismo, le da usted un increíble conocimiento.
Paola: Yo no estoy tan segura. Realmente, nunca he examinado todo lo que esto pudiera significar. Tal vez debo confiar en mi propia habilidad para darle sentido a todo este misterio, basada en lo que nos dicen. Pero es verdad que este caso ha creado una nueva perspectiva para ambos porque involucra muchachos, involucra la historia de nativos americanos, involucra al gobierno, involucra a científicos comprometidos con proyectos mortales de máxima seguridad, e involucra una época cuando la humanidad se desplazó hacia una peligrosa era
Jacques: Una gran transición: La era Atómica. Todos lo dan por hecho. Historia antigua.
Paola: ¡Pero están equivocados! La era Atómica todavía es relevante. Todavía estamos jugando una partida internacional nuclear de ajedrez, donde cada movimiento ganador conduce a jaque mate.
Jacques: Pero es más complejo que el ajedrez, por todos los niveles de secretividad. Es obvio que los sistemas de Inteligencia están confundidos por todas las falsas líneas de su propio oscuro sistema de clasificación. El problema OVNI lo ha aclarado. Reme Baca sabía más del accidente que el director de Inteligencia Central, que nada en ambiguas señales de su propio diseño.
Paola: Yo siempre me he sentido cómoda viviendo en ambigüedad. Mi meta nunca ha sido responder todas las preguntas de público en general. Mientras más aprendo de esta realidad, ¡más preguntas tengo! Tenemos eso en común.
Jacques: Eso y la subyacente realidad de este bello lugar: atardeceres rosas azulados de Nuevo México y la libertad del alto desierto. Un gran escenario para un enigma como ¡el de un accidente OVNI!
Paola: Si, Nuevo México tiene su propia mística. En mis viajes Yo he ido al White Sands Missile Range donde el Coronel Philip Corso trabajó en 1957 y hasta fui a la infame Base Holloman de la Fuerza Aérea, pero cada vez que vengo a Trinity, Stallion Site, al sitio de explosión de la bomba atómica, como hicimos, tengo la misma intensa emoción, al ver la afirmación de Oppenheimer de Bhagavad Gita, en el cartel del camino: “Yo soy el Asesino de Mundos.” ¡Note el plural! No solo este mundo en particular…Todos los mundos…Yo siento un profundo respeto por el poder del desarrollo científico, pero temo las posibles implicaciones.
Jacques: Hablando de implicaciones tenemos que pensar bien lo que este libro significa. Estamos abriendo una nueva consulta en San Antonio, pero esta podría afectar nuestra conciencia y al mismo tiempo, despertar una nueva conciencia pública del problema real…o…
Paola: … Yo sé lo que usted va a decir. Esto podría convertirse en el próximo circo OVNI. De eso se trata, ¿no es verdad?
Jacques: Vamos a asegurarnos que no se convierte en un circo, como ocurrió en Roswell, con todos los engaños, toda la explotación de cada grupo, incluyendo las descaradas mentiras de los militares. ¡Ha sido muy duro para los testigos reales lograr que su historia sea escuchada! Este caso, con el testimonio de José y Reme…este caso es único. Y usted es la responsable por revelarlo y documentarlo.
Paola: Yo lo único que sé, es que permanecerá conmigo por el resto de mi vida. Es probablemente la investigación más importante que yo haya hecho, quizás la mejor contribución que podamos hacer. La ironía es que estoy empeñada en dar voz a los testigos, contar la historia de José, Reme y Sabrina. Lo que ocurrió el 18 de agosto de 1945, debe ser recordado. Pero podría iniciar las mismas complejas reacciones que Roswell.
Yo recordé que 1945 era también el año de nacimiento de Paola. Ella comentó la ironía de iniciar su carrera como investigadora con el Dr. J. Allen Hynek y continuarla conmigo. “Hay algo metafísico en todo esto.” agregó ella, “a menos que sea un gran juego de simulación, en la supercomputadora de alguien en el cielo.” Yo dije, “como sospechan algunos de mis colegas AI.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 254
 
 
Paola: Entonces, usted lo recuerda guardado en una bolsa plástica y recuerda que lo llamaban “Cabello de Ángel.” Su Abuelo acostumbraba llamarlo “Telaraña” ¿Qué hicieron ustedes con esa cosa
Sabrina: Yo no sé. Yo sé que mi Abuelo probablemente tenía más de esa cosa en una bolsa o en alguna parte. Usted sabe, cuando uno piensa en eso, cuando uno es niño y ve algo así, uno piensa que es algo que no quiere tocar mucho, porque al rato de tocarlo, uno tiene heridas las manos. Era como un montón de pequeñas hojillas tocándote. Quiero decir, cortándolo a uno, pero al mismo tiempo, uno no sangraba. Pero era muy desagradable, Era como si esto no quisiera que uno lo tocara. Yo no sé cómo…
Paola: Usted lo expresó muy bien, uh, pero José, su Tío, me dijo que lo usaban para decorar en Navidad.
Sabrina: Si, ellos acostumbraban darlo a las personas y ellos lo usaban para colgarlo en los árboles de Navidad, o por allí, donde fuera, porque yo pienso que tenían mucho, ellos lo tenían en, oh, uh, quizás en un saco de yute o algún tipo de bolsa que tiraron atrás, imagine usted, usted sabe, no sabíamos, que eran estas cosas, para que se usaba o que se podía hacer con eso. Allá usualmente nosotros usamos cosas que son prácticas para nuestro modo de vida, usted sabe. Entonces nosotros, posiblemente, lo guardamos en la parte de atrás de la casa, donde teníamos un pequeño lugar para guardar cosas, usted sabe, nosotros aún tenemos fotos, de cuando yo era niña, donde vivíamos allá y donde yo puedo decirle, que él guardaba cosas como esa. Pero después, eso se incendió y, uh no sé, hay nuevas personas viviendo allá ahora.
La idea de muchachos recogiendo manojos de fibras de un vehículo accidentado que parece una rara nave espacial y regalarlo a parientes y vecinos para decorar en árboles de Navidad, aturde un poco la mente. Después nos acostumbramos: ¡por supuesto que los muchachos harían eso! Ellos no llevarían esa cosa a Los Álamos o lo enviarían por correo al Pentágono.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 266
 
 
El siguiente elemento que queríamos verificar con Sabrina era lo que el Sr. Padilla había llamado “cabello de ángel” en sus conversaciones anteriores. Para mi, trabajando, desde su descripción debería haber sido descrito más adecuadamente como paquete de fibras, que formaba grupos, lo cual es opuesto a cabello de ángel, que se extiende en hebras individuales.
Paola: Entonces, la segunda cosa que usted me dijo que vio después del soporte, fue el cabello de ángel. Usted me dijo que parecía cabello humano y que era sedoso.
Sabrina: Muy sedoso, brillante y en la noche resplandecía.
Paola: ¿De nuevo, de qué color me dijo usted que era?
Sabrina: Era de un color como morado- rosado. Muy ligero, pero me parecía bonito.
Paola: ¿Era en tiras? ¿Colgaba como en tiras?
Sabrina: No, era como un gran globo de esto.
Paola: ¿Cómo un gran globo de esto? Era un globo de esto …
Esto era nuevo. El Sr. Padilla no había mencionado nada de eso. Y el color, acercándose al ultra violeta, era muy interesante.
Sabrina continuó: Esto no tenía ni principio, ni final. Era solo un pedazo de cabello y era muy largo, era como, uh … ¿Cuán largo diría yo que era? Quizás como, un quizás del largo de una regla. Como 12 pulgadas.
Paola: ¿Pero usted vio más de uno de esas cosas, correcto? ¿Usted vio más de un grupo de cabello de ángel?
Sabrina: Oh, absolutamente. Había un buen paquete de esto. Yo lo tenía en una bolsa plástica y la usábamos básicamente para poner eso allí, porque esa cosa era irritante. No sé podía manipular mucho. Era muy irritante, usted sabe. Aún si usted agarraba un cabello, esto lo mordía a uno. Usted no necesitaba todo ese cabello para que le atacara, solo una hebra. Por eso era que no podíamos jugar con eso.
Paola: (Risas) Le “atacaba” ¿Cómo electricidad, quiere decir?
Sabrina: Si, sí, así es como se sentía. Exactamente así. No importaba como la tocara, usted sabe, era irritante para las manos, no importaba que parte del cuerpo. Así que imagine, que alguien se lo pusiera en la cabeza, o algo así, ¡oh, Dios!
Paola: Bueno, Sabrina, entonces cuénteme, nadie nunca habló acerca de esto antes, como su Abuelo que nunca dijo, “Oh, yo encontré esto allá afuera…” Su Tío José nunca dijo que el encontró eso allá. Y así, usted encontró cosas extrañas en su casa, pero usted no sabía de quien eran ó de donde habían venido.
Sabrina: Si, ¡yo vi cosas extrañas todo el tiempo! (Risas)
Paola: Porque su Abuelo fue al sitio del accidente, prácticamente al día siguiente. Y el entró en la nave. Y yo me pregunto, ¿dónde encontró esos paquetes? ¿Los sacó del interior de la nave? ¿De dónde los sacó? Y ahora usted está diciendo, “Oh, él regresó, un año después (nota: al sitio) y él encontró esa cosa.”
Sabrina: Puede que el haya tenido esas cosas todo el tiempo, porque después que mi Tío José fue allá, justo después de él, después que le contó, el probablemente tuvo que ir. El solo no aceptó lo que le dijo y fue a chequear el mismo. Faustino fue a investigar eso y encontró algunas cosas y las trajo de regreso con el. Esa es la única manera, porque cuando uno es niño y uno toma algo, uno ya tiene miedo, porque fue allá y lo tomó. La razón por la que yo digo que mi Abuelo, probablemente, fue a investigar, es una historia. Y ya mi Tío José había tomado la pieza que encontró (el soporte) ¿Entiende usted lo que estoy diciendo?
Realmente nosotros ahora sabemos que José nunca le dijo a Faustino que él había extraído el “soporte.” También sabemos que Faustino entró a la nave primero, junto con el oficial de policía, dejando a los muchachos afuera. Sabrina puede no haber estado enterada de la secuencia real.
Paola: Bueno, la razón por la que esto es interesantes que usted ha tenido acceso a todos los cuatro “metales.”
Sabrina: Si, es una locura, pero él fue allá por su cuenta y agarró un poco de esa cosa y se la trajo. Porque nosotros también teníamos un paquete de eso.  Era de ese cabello realmente extraño, ellos llenaron un saco de yute y lo trajeron a casa.
Paola: ¿Usted piensa que una vez que José le dijo a su papá la historia, Faustino fue y buscó más?
Sabrina: El probablemente fue, agarró esa cosa y la trajo a casa. Nosotros teníamos un solo caballo, así que todos lo montábamos, hasta yo. Y el salió y recogió esa cosa. Pero yo recuerdo un momento en que mi Tío me dijo que cuando esa cosa chocó allá, y eso hizo un hueco, una, nave o lo que fuera. Mucho de eso estaba tirado en la tierra y ellos lo recogieron y pusieron en un saco de yute. Venía del interior de la nave – como si esto fuera parte del interior o algo así.
Paola: Si, eso es lo que se llama fibra de “aislamiento.” Yo siempre me he preguntado si nosotros pudiéramos conseguir algo de eso con sus vecinos. Estaba en todas partes.
Sabrina: Bueno, para ser honesta, Paola, toda esa gente probablemente este ya fallecida, son muchos años. Muchas familias ya no están allá o sus hijos ya no tienen la propiedad. Yo solo recuerdo que teníamos un poco en una bolsa plástica y que jugaba con eso todo el tiempo. Pero yo nunca jugaba por mucho tiempo porque mordía. Irritaba las manos. Uno no se atrevería a ponérselo en la cabeza.
Paola: (risitas) No, yo sé. Me encanta su historia, porque su historia es diferente a la de su Tío José, pero la completa.
Sabrina: Eso es lo que yo creo que pasó. Cuando yo hablé con mi Tío él dijo, “Oh, cuando esa cosa explotó y se abrió, ese cabello salpicó por todas partes. Lo recogimos y pusimos en un saco de yute.”
Paola: Si, lo sé. El llevó a Jacques allá y le mostró todo y donde lo había recogido. Yo tengo una película de esa caminata con Jacques, donde le muestra todo. Su Tío es increíble.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 285
 
 
Además del soporte y los racimos de fibra tenemos que llenar los vacíos de lo que sabemos de las otras dos fibras, llamémoslo “papel aluminio” y lo que conocemos como “pirámide,” dos elementos, de los cuales no comprendemos su funcionamiento.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 288
 
 
Paola: ¿Donde consiguió usted la pieza que parecía una pirámide, que usted guardó en la caja de CD?, ¿de dónde vino? Ese es nuestro cuarto tipo de metal. Lo que nunca entendí es, si eso que estaba en la caja de CD, era metal y no una pieza de papel aluminio.
Sabrina: Yo pienso que lo teníamos en algún sitio de la casa. Mi Tío lo tenía alrededor de la casa y él me lo dio.
Paola: Y usted no recuerda donde esa pirámide, que usted había guardado por tanto tiempo, que se enderezaba… ¿Cómo supo usted que era especial?
Sabrina: Oh, Yo lo supe, cuando vi parte de lo que mi Tío había enterrado bajo la casa, era el mismo material, liviano como una pluma. Y usted sabe, era lo más raro. Esa cosa era fuerte. ¡Fuerte, fuerte, fuerte! Y permanecía fría, mucho tiempo.
Paola: ¿Por qué usted dice que era fuerte?
Sabrina: Bueno, porque mi Tío, una vez, me dijo que el trató de quemarla. Él le aplicó un soplete y no pasó nada. No se derretía ni nada (risitas) y se quedaba igual y frio. Un pedazo de metal si uno lo pone al calor o algo así, se calentará y uno no podrá tocarlo porque quema.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 292
 
 
Ahora teníamos la imagen más completa posible sobre la recuperación de los materiales, salvo el hecho de tenerlos en nuestras manos, para llevarlos al laboratorio como nos hubiera gustado. La única evidencia material que teníamos en custodia era el soporte: no teníamos ni las fibras, ni el papel aluminio, ni la pirámide y ya habíamos renunciado a la idea de recuperar algo del sitio, cubierto recientemente con montones de tierra y una nueva laguna encima.
La primera vez que sostuve el soporte en mis manos, me entretuve con la idea de que había sido colocado para ayudar en la recuperación y limpieza del vehículo accidentado, quizás como parte de un suministro de energía eléctrica improvisado pero un veterano Ingeniero de la NASA, a quien consulté, que siguió la investigación de Paola y a quien llevé al sitio, al observar el soporte, no estuvo de acuerdo …
… se informó que es parte de la placa circular de color cobre que fue diseñado para el vehículo. Eso significa que cualquiera que fuera su función, era parte del diseño esencial del vehículo y el hecho de que las dimensiones del soporte, coincidan con las de la placa de cobre. Significa que fue diseñado con conocimiento del diseño de la placa de cobre
La única forma que pudo suceder es que el soporte fue diseñado por quien manejaba o tenía acceso al vehículo.
Pero el diseño del vehículo estaba más allá del conocimiento tecnológico y científico de la época y del lugar. ¿Por qué los operadores del vehículo utilizarían una fundición de tecnología de 1945, para una parte de su vehículo de vuelta al futuro?
Mi conjetura es que fue una reparación de campo o de una pieza original rota o mal funcionando.
Análisis químicos nos han confirmado que el soporte no era un elemento de alta tecnología, sino algo consistente con el conocimiento contemporáneo de aleaciones metálicas.
Las fibras son más interesantes y un rompecabezas continuo, ya que exhibe propiedades luminosas inusuales. El papel aluminio también es interesante, porque solo fue, años más tarde, que materiales con la propiedad de preservar su forma fueron conocidos en la industria americana. Debe considerarse la sugerencia de que material recuperado de Ovnis, realmente han inspirado o acelerado, proyectos clasificados para implementar tales propiedades, pero la idea de preservación de la forma, en 1950 y antes de eso, iba más allá de la ingeniería americana o alemana. Lo que simplemente, no pudimos comprender fue la forma real de propulsión de la nave, porque carecemos de datos reales, Ni siquiera comprendemos qué causó la colisión con la torre y qué condujo al accidente.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 297
 
 
La imagen que siempre me perseguirá, cuando pienso en el testimonio de Sabrina, es el de esa solitaria (pero curiosa y muy sensitiva) niña cabalgando en su caballo entre los restos carbonizados y tenebrosos del sitio donde se estrelló el objeto hacía muchos años y continuando su excursión hasta el cementerio donde recogió esas raras piedras que brillaban en la oscuridad … quince años después que Fermi y Oppenheimer, “los destructores de mundos” hubieran detonado la primera bomba atómica.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 299
 
 
Las personas que esperan por una inminente “Revelación” acerca de los Ovnis y quienes están haciendo un valiente esfuerzo por documentar el fenómeno, debe tomar en cuenta un hecho importante: La revelación solo puede venir de las mismas organizaciones que están a cargo del propio informe de seguridad. Y estas organizaciones tienen su propia agenda y limitaciones, lo cual puede ser lamentable pero posiblemente legítimo.
Una entidad gubernamental o sus contratistas clasificados pueden afirmar que saben las respuestas y confundir las cosas con impunidad. Pueden hasta presentarse con revelaciones falsas para alimentar la sed del público, con lo que pasa como “verdad” y la emoción de los medios lo promociona, por el interés, de lo que puede percibirse como un bien mayor.
Pudiéramos preguntar: Un bien mayor, ¿para quién?
Desde un punto de vista físico, solo un pequeño grupo parece tener una aproximación real al asunto. No los usuales Militares o las agencias de inteligencia, con frecuencia acusadas de esconder “la verdad,” aún si cada uno de ellos guarda su mejor propia información y esconde pedazos del material en sus sótanos, como lo hicieron José y Reme con su precioso Tesoro. Literalmente no hay nada que revelar a ese nivel. Dentro de la estructura del gobierno, las usuales autorizaciones de seguridad no parecen aplicar aquí, así que el Congreso no puede enviar a Alguaciles Federales a forzar a algún científico a presentarse ante un comité y testificar o renunciar a un juramento anterior de secretividad:
¿Cuál secretividad? ¿Hay algo escrito en alguna parte?
Cuando uno lo pone de esta manera, es realmente gracioso. O, como “Sir” Arthur Lundahl, legendario director fundador de APIC, Centro de Interpretación Fotográfica de la CIA, me dijo en su casa, en septiembre 14, 1989, en una oportunidad cuando yo seguía un sensitivo caso de OVNI donde al público, los medios y a la Academia se le había dicho una gran mentida, (o mejor dicho, una serie de no verdades, aún no reveladas) es irónico.
Tan irónico que hasta los más optimistas investigadores y podcasters Ovnis se rehúsan a tocarlo.
Cualquier Revelación puede ser administrada por los mismos grupos que, con seguridad, han administrado el informe por los últimos 75 años, y ellos pueden girarlo a su gusto, afirmando que los militares deben retener el control. Ellos también lo pueden reposicionar en cualquier forma y contexto que quieran, a través de los múltiples “recortes” que pueden crear de la nada, para enviarnos por callejones sin salida. Eso es lo que ellos hacen.
Nadie puede presionar tales organizaciones. Si uno no está autorizado por ellos, no puede contradecirles. Si lo está, ciertamente no está a punto de contradecirlos.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 300
 
 
a situación es ejemplificada por lo que el Dr. Louis Hemplemann, el jefe de Laura Fermi en Los Álamos, dijo en una afirmación en 1945 (sin embargo, no revelada hasta 1986) en ración a los efectos de la radiación constante sobre animales de pasto y los rancheros que cuidan de los animales. El reconoció que “pocas personas estuvieron probablemente expuestas, pero ellos no pudieron probarlo y nosotros no pudimos probarlo. Así que nosotros asumimos que nos salimos con la nuestra.”.
Para darle crédito, el Dr. Hemplemann hizo una solicitud oficial para que el departamento de Guerra investigara la salud de los residentes de Bingham, la ciudad más cercana al norte de Trinity. Pero de acuerdo a un artículo publicado, en 2010, en Health Physics, parecía que la solicitud solo condujo a un interrogatorio no específico, con algún pretexto. “A ellos nunca se les dijo, Ustedes podrían querer irse. Ustedes podrían no querer vender ese ganado,” observó Reme Baca. No fue sino hasta 1980 que los rancheros comprendieron, que la razón real de esas visitas de Inteligencia del Ejército era observarlos a ellos, documentar los efectos de la bomba en los humanos, en ellos y en sus hijos.
Sin embargo, mucho de la necesidad de secretividad fue superada una vez que la bomba fue detonada. ¿Qué difícil hubiera sido regresar y decirles a los rancheros que no bebieran de sus tanques de agua?
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 303
 
 
Respondiendo a una investigación en 1958 en relación a su propio proyecto Magnet Wilbert Smith levantó un poquito la cortina de la secretividad: “Se sabe que existen varios elementos de ‘material informático’ pero ellos, usualmente, son rápidamente incorporados a seguridad y por tanto, no están disponibles para el público en general. Se ha observado que substancias tales como ‘cabello de ángel’ y estaño fundido, etc. caen de estas naves y han sido reunidas y analizadas. Fuertes perturbaciones magnéticas han sido observadas en los alrededores de estas naves. De hecho, yo diría que hay mucha gente que tiene más evidencia que apoya la realidad de los platillos voladores, que a la realidad de la bomba atómica. Pero las bombas atómicas tienen la estampilla de divulgación oficial y al hacerle preguntas a su representante, por favor, asegúrese que las preguntas que usted hace, son exactamente lo que usted quiere saber. Si usted pregunta, ¿Tiene la Fuerza Aérea algún material informático de platillo? Usted recibirá un “No, sinceramente. El material informático no está en manos de la Fuerza Aérea.”.
Cuando se le preguntó: “Usted dijo que había regresado (una pieza de material informático) ¿la regresó usted a la Fuerza Aérea, Mr. Smith?”
El respondió: “No a la Fuerza Aérea. Mucho más alto que eso.”
El reportero continuó; “¿La Agencia Central de Inteligencia?”
Smith río: “Lo siento, caballeros, pero no voy a seguir más allá de este punto. Yo solo puedo decir que pasó a manos de un grupo altamente clasificado. Ustedes mismos tendrán que resolver ese problema – su identidad. –”
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 304
 
 
Según diversos informes, el 16 de Diciembre del 2002, el Director de Inteligencia para el Estado Mayor Conjunto (“J2”), Almirante Thomas Ray Wilson acordó reunirse con uno de mis colegas del grupo de investigación NIDS, físico Erick Davies. Ellos hablaron confidencialmente, por dos horas, en un automóvil estacionado detrás del edificio de EG&G en el aeropuerto McCarran, en las Vegas. Allí según el informe, Wilson le explicó al Dr. Davies, como en una reunión con el teniente comandante de la Armada, Willard Miller y otros, el 9 de abril de 1997, se había enterado de que efectivamente había organizaciones “negro profundo” en E.U. que estudian activamente tecnología y cuerpos Alienígenas.
Tanto Miller como el astronauta Edgar Mitchell argumentaron que esas pícaras empresas de Defensa, debían quedar bajo control del gobierno. Ese mismo asunto había sido planteado en el libro de 1997, El Día Después de Roswell, por el Coronel Retirado Philip Corso, el primer hombre que había estado a cargo de distribuir tecnología, presumiblemente, de “origen alienígena” a empresas técnicas americanas, detalles que él nos había contado en forma privada a Paola y a mí, en reuniones separadas.
Los reportes (todo o parte, ha sido negado por el Almirante) continúan estableciendo que el sospechaba un fraude de alto nivel o al menos un procesamiento inadecuado de datos clasificados. Iniciando su propia investigación, el Almirante Wilson dijo haber buscado en privado el consejo del General H. Marshall Ward y del ex secretario de Defensa, Bill Perry quien sugirió que revisara los registros de OUSDAT, “la Oficina del Subsecretario de Defensa para Adquisición y Tecnología.
Lo hizo, de acuerdo a las notas del Dr. Davis y esto lo precipitó a las complejidades subterráneas del inusual programa “negro profundo” que se distingue incluso de los Programas de Acceso Especial que están, por definición, más allá de la casual supervisión del Congreso y las fuerzas armadas, excepto a través de procedimientos muy específicos y altamente regulados.
El Almirante se vio obligado a enfrentarse al descubrimiento de que un contratista de alto nivel de Defensa/Inteligencia “parecía tener” un presupuesto muy grande para ejecutar un programa que parecía estar configurado más allá de la ley y en aparente violación de la Constitución. Y esto tenía que ver con Ovnis.
De acuerdo al registro de esa conversación, el Almirante Wilson hizo tres llamadas a la compañía al asesor general, al director de seguridad y al director del programa. En vez de pedir disculpas, como sería lógico, los tres se enojaron por la desfachatez de tal llamada del gobierno y hasta “agitados y sorprendidos” de acuerdo a lo que el Dr. Davis escuchó.
Parece que esto fue seguido por una reunión cara a cara dentro del SCIF, un conjunto de oficinas fuertemente blindadas y protegidas, donde los tres ejecutivos tuvieron que confesarle al Almirante que ellos tenían entre 400 y 800 empleados en nómina de personal, en diversos momentos, y que estaban involucrados en ingeniería inversa de una tecnología “no hecha por manos humanas” y el progreso era frustrantemente lento.
Cuando Wilson dijo que presentaría una denuncia porque estaban ejecutando un programa fuera de todas las estructuras legales del gobierno estadounidense, sin supervisión operativa y presupuestaria, le dijeron fríamente que siguiera adelante: “Haga lo que sienta que necesita hacer.” El Almirante Wilson lo intentó y pronto escuchó de una muy poderosa estructura del Congreso, llamada Comité de Supervisión del Programa de Acceso Especial (SAPOC).
La respuesta no fue lo que esperaba.
Según el Dr. Davis, a Wilson le dijeron que si seguía con su investigación le pasarían tres cosas: nunca sería nombrado Director de DIA, seria retirado, anticipadamente, y de manera obligatoria y perdería una o dos estrellas.
El Almirante entendió el mensaje y paso a servir como Director del DIA, de 1999 al 2002. Y nadie ha sabido más de él, desde entonces (ref.: Richard Dolan
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 307
 
 
El secreto está, tal como dijo Wilbert Smith, “por encima del proyecto Manhattan”.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 310
 
 
Lo que experimentó José Padilla, un valiente e inteligente muchacho de campo, durante una semana completa, en las tierras de su familia en Nuevo México, nos cuenta una historia más sencilla: Es posible que él no haya tenido la necesidad de saber acerca de un secreto nacional, pero resultó que estaba allí cuando chocó el objeto, lo cual fue aún mejor y el tenia junto a él, un segundo testigo, igual de inteligente. Y poco podían hacer, acerca de esto, el Ejército, el J2, e incluso el SAPOC o hasta el mismo Papa.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 311
 
 
La pregunta que al parecer nadie se hace es:
 
¿Y si esos dispositivos OVNI hubieran sido diseñados para que no pudieran ser sometidos a ingeniería inversa, por personas con nuestro actual nivel de conocimiento y de desarrollo social? ¿Y si su objetivo estaba a un diferente nivel? ¿En un nivel simbólico sobre nuestra relación con la vida? ¿A nivel síquico, sobre nuestra relación con el universo?
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 318
 
 
¿Y si esos dispositivos OVNI hubieran sido diseñados para que no pudieran ser sometidos a ingeniería inversa, por personas con nuestro actual nivel de conocimiento y de desarrollo social? ¿Y si su objetivo estaba a un diferente nivel? ¿En un nivel simbólico sobre nuestra relación con la vida? ¿A nivel síquico, sobre nuestra relación con el universo? ¿Y si fuera una advertencia existencial?
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 318
 
 
En un artículo que el Dr. Eric Davis y yo publicamos en 2003, titulado “Inconmensurabilidad, Ortodoxia y la Física de la Gran Extrañeza: Un Modelo de 6-niveles para Fenómenos Anómalos.” La última frase expresaba: “Para probar más plenamente la hipótesis, de que los fenómenos aéreos no identificados son tanto físicos como de naturaleza síquica, necesitamos mejores investigaciones, gran actualización de datos de calidad y un análisis mejor informado, no solo del objeto que se ha descrito sino del impacto de dicha observación en los testigos y su entorno social.”
El presente libro intenta responder esa pregunta.
¿Y si el objeto fuese producto de una forma de información física, (una ciencia en gestación) en lugar de ser simplemente un vehículo físico? ¿Y si era tanto físico como, a falta de una palabra mejor, síquico? ¿Qué estaba haciendo, depositando extrañas creaturas telepáticas, en un antiguo sitio tradicional, un mes hasta el día después, de la primera histórica liberación Atómica a gran escala de la humanidad?
¿Fue esto una respuesta directa a nuestro descubrimiento de fuerzas nucleares? ¿El esperanzador comienzo de un diálogo? ¿Un mensaje? ¿Estaba empacado de tal manera que desencadenaría el tipo de reacción, que un agente externo podría necesitar; una apertura de nuestras mentes, la oportunidad de dejar de lado nuestra arrogancia y de escuchar otras formas de conciencia, para claramente presentarnos los endebles parámetros de nuestra supervivencia?
¿O una señal, desde el punto de vista de mejores científicos en algún lugar, de que nuestra supervivencia no puede ser un requisito inflexible para el universo?
No es de extrañar que los llamados “proyectos de ingeniería inversa” de los Estados Unidos, han sido guardados tan secretamente, apenas dentro de la ley. Quizás los científicos temen abrir el sobre y leer el mensaje real.
Quizá piensen que sería demasiado.
Quizá tengan razón.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 318
 
 
¿Cuánto conocimiento tuvieron Fermi, Oppenheimer y sus colaboradores acerca de la recuperación de un extraño “aguacate” y de sus extraños ocupantes? ¿Fue el descubrimiento de ese extraordinario objeto, un factor en discusiones de máxima seguridad, acerca del despliegue de futuras bombas? No se ha filtrado ni una palabra sobre esa cuestión. Pero Japón había capitulado y la guerra había terminado. Los físicos volvían a la vida civil. Una vez más, eran profesores Universitarios comunes. Ya no estaban entre los Guardianes de los Secretos Atómicos. Es posible que a Oppenheimer no se le haya informado acerca de lo que vio José Padilla.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 323
 
 
Lo que José Padilla y Reme Baca presenciaron en agosto de 1945 ha permanecido en la historia de los Estados Unidos como un misterio olvidado.
Todo sobre el evento del accidente OVNI en Trinity: su momento, la extraordinaria sorpresa secreta  que creó, el persistente interés de inteligencia militar Americana, el largo silencio de los testigos, incluso el lugar específico donde se estrelló y las visiones proyectadas, todo  se ha fundido en el inconsciente de un entorno humano obsesionado con el progreso y el poder - un entorno humano totalmente distraído y confundido por los nuevos medios electrónicos, que han llegado para definir la realidad - y reemplazarla por nuestros contemporáneos.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 324
 
 
Un físico amigo mío, ahora empleado en proyectos que involucran seguridad nacional, me dice que ha confirmado la declaración de Wilbur Smith, afirmando que el asunto OVNI fue clasificado muy alto, tan alto que no hay forma que Paola y yo podamos recibir información adecuada de los especialistas sobre la verdadera naturaleza del fenómeno.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 324
 
 
No pretendemos haber develado todo el significado de lo que ocurrió cerca de San Antonito. ¿Era el objeto una nace extraterrestre? Si es así, carece de los accesorios que la tecnología moderna normalmente asocia con ese tipo de naves – los principales de ellos, un sistema de soporte vital y un equipo de navegación espacial. ¿Fue un señuelo o advertencia de otro país? Si es así, ¿porque los ocupantes eran tan radicalmente diferentes a todas las creaturas conocidas de la Tierra? Criaturas ¿Y las visiones proyectadas? ¿Y qué pasa con lo extrañas propiedades de los materiales?
Todo lo que podemos decir es que este evento ha tomado su lugar dentro del tapiz de numerosos casos bien observados, con pruebas sólidas y mensurables y testigos de confianza, como Socorro y Valensole, casos que han permanecido sin aclarar después que los gobiernos responsables y las agencias científicas agotaran todas las investigaciones oficiales.
Aunque deliberadamente ignorado por los científicos académicos, estos incidentes son ricos en imágenes que se han inyectado sublimemente en nuestra psiquis colectiva y realmente ampliada por estudios negligentes de nuestros destacados intelectuales. Todavía funcionan hoy, dentro de nosotros, y continúan impactando la conciencia humana a través de los medios de comunicación de todo el mundo, insinuando verdades cósmicas.
Los ignoramos bajo nuestro propio riesgo.
Debido al enigma apremiante que presentan estos innegables casos, la historia del accidente OVNI en Trinity permanece como un documento en la historia de la humanidad, que debemos continuar leyendo, sin darnos el lujo de pasar firmemente la página y cerrar el libro.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 325
 
 
El Proyecto Serpo es un supuesto programa de máxima seguridad de intercambio secreto entre los Estados Unidos y un planeta alienígena con ese nombre. Han aparecido historias detalladas de conspiración Ovni, incluido un incidente de 1983 en el que un hombre identificado como Sargento de la Fuerza Aérea, Richard C. Doty contactó a Linda Moulton Howe, ofreciendo registros de la Fuerza Aérea del intercambio por un documental de HBO, solo para retirarse sin proporcionar ninguna evidencia. Varias versiones por Internet circulaban sobre la teoría de la conspiración que implicaba a un alienígena que había sobrevivido a un accidente cerca de Roswell, se puso en contacto con su planeta de origen y eventualmente fue repatriado Se dice que esto generó una relación entre los Estados Unidos y un planeta del sistema de estrella binaria Zeta Reticuli, un engañoso sitio popular, con falsos alienígenas mencionados también por otros autodenominados “denunciantes”  de dudosos antecedentes,  como Robert Lazar.
La historia que sufre defectos astronómicos obvios y errores de cálculo en sus “pruebas científicas” afirma que un grupo del personal militar (sean 12 u 8, dependiendo de la versión que uno crea) visitaron Marte entre 1965 y 1978. Un gran problema de este cuento según Wikipedia “se deriva de la falta de veracidad de uno de los presuntos testigos, el Sargento Richard Doty. Doty ha estado involucrado en otras supuestas actividades relacionadas con OVNI. (Majestic 12 y Paul Bennewitz) y por lo tanto, es una fuente desacreditada o un intencional proveedor de desinformación.” Vale la pena señalar también que Doti ha sido empleado en algunos proyectos de investigación OVNI en Austin y Las Vegas y ha sido involucrado en la circulación de hilos de conspiración OVNI. Recientemente apareció en videos creados por el Dr. Steven Greer.
 El profesor Peter Sturrok, fundador del Plasma Research Institute en la Universidad de Stanford ha realizado un estudio durante 40 años sobre la explosión (en 1957) de un dispositivo desconocido, sobre la ciudad costera de Ubatuba, Brasil. Visitó el sitio, recogió muestras extrañas y fue pionero del análisis químico de tales materiales, no solo en términos de elementos, sino también en términos de relaciones isotópicas. El encontró indicios de que, en las muestras recuperadas, estaban compuestas esencialmente de magnesio extremadamente puro, con propiedades inusuales.
El Dr. Sturrok publicó sus hallazgos en una serie de estudios revisados en pares, donde cabe destacar: “Análisis de la composición del Magnesio en Brasil” en Journal of Scientific Exploration (JSE) Vol.15, n 1, (2001) pp. 69-95., y en: “Sobre posible s Eventos relacionados al Magnesio de Brasil” JSE Vol. 8, n 2 (2004) pp. 283-291(con P. Kaufmann)
 Cufos y Mufon: el Dr. J. A. Hynek fue el fundador y primer director del Centro de Estudios OVNI, fundada en 1973 en Evanston, Illinois (trasladada luego a Chicago) CUFOS aboga por el análisis científico de casos OVNI. Sus extensos registros incluyen valiosos archivos de grupos de investigación civil como NICAP, de las décadas de 1950 y 1960.
La Mutual UFO Network (MUFON) comenzó oficialmente en mayo de 1969, como un derivado de APRO, la respetada Organización de Investigación de Fenómenos Aéreos, gestionada por Coral y Kim Lorenzen, con sede en Arizona e inicialmente conocida como “Midwest UFO Network”. MUFON contaba con el Dr. Allen Utke, profesor asociado de química en Wisconsin Slate University, como su primer director. Fue reemplazado por Walt Andrius quien permaneció en el puesto hasta el año 2000 cuando al retirarse fue reemplazado por John Schuesler, un distinguido director de proyectos aeroespaciales de gran reputación, como “Director Internacional” Cuando se retiró en noviembre 2006, le sucedió en el cargo, James Carrion y luego Clifford Clift. Davis McDonald un empresario de escuela de pilotos y Carga Aérea, asentada al Norte de Kentucky, es el actual Director (2020).
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 348
 
 
Es posible que los propios científicos, a las órdenes de Oppenheimer, no hayan sido informados del accidente OVNI. Lo que nos hace dudar de esto es el hecho de que el Dr. Phillip Morrison, uno de los físicos de élite del grupo, comentó más tarde, sobre los Ovnis, en las páginas de la prestigiosa revista Science Magazine, argumentando que los "aterrizajes" reportados de tales objetos no podían ser atribuidos a visitantes extraterrestres, porque la supuesta nave no dejaba los daños o residuos químicos que uno esperaría de un cohete interestelar despegando... Si su carta no fue escrita como un complot de desinformación a instigación de los militares, muestra una sorprendente falta de perspicacia técnica en un científico que contribuyó a construir la primera bomba atómica.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 353
 
 
El NICAP, "National Investigation Committee on Aerial Phenomenan" fue fundado en octubre de 1956, por el inventor Thomas Townsend Brown. La junta incluía al Mayor de los Marines Donald Keyhoe y al antiguo jefe del programa de misiles guiados de la Marina, el contralmirante Delmer S. Fahrney, quien convocó una conferencia de prensa el 16 de enero de 1957, en la que anunció que los OVNIs estaban bajo control inteligente, pero que no eran de origen estadounidense ni soviético. En abril de 1957, Fahrney dimitió alegando problemas personales.
Keyhoe se convirtió en director y creó un boletín informativo, The U.F.O. Investigator. Trajo como presidente a su compañero de la Academia Naval, el vicealmirante Roscoe H. Hillenkoetter, primer jefe de la CIA. Otro miembro importante fue el general Albert Coady Wedemeyer.
La organización contaba con delegaciones y asociados locales en todo Estados Unidos. Muchos miembros eran aficionados, pero un porcentaje considerable eran profesionales, entre ellos periodistas, militares, científicos y médicos. Con el tiempo, recopilarían un número importante de archivos de casos e investigaciones de campo. En 1958, el NICAP contaba con más de 5.000 miembros. En la década de 1960, gran parte del público estadounidense se interesó por los OVNIs, y el número de miembros alcanzó los 14.000, lo que mejoró en gran medida las tambaleantes finanzas del grupo.
Hillenkoetter dejó la junta directiva en febrero de 1962 y fue sustituido por un antiguo alto funcionario encubierto de la CIA, Joseph Bryan III, el primer Jefe de Guerra Política y Psicológica de la CIA. Bryan nunca reveló sus antecedentes en la CIA.
En 1964, el NICAP publicó The UFO Evidence, editado por Richard H. Hall, un resumen de cientos de informes inexplicables estudiados por los investigadores del NICAP hasta 1963. El libro sigue considerándose una referencia inestimable. Tras el informe Condon de la Universidad de Colorado de 1968 (que concluía que no había nada extraordinario en los ovnis), el interés público por el tema disminuyó, y los miembros del NICAP se redujeron.
Cuando Keyhoe dimitió en 1969, Joseph Bryan tomó el relevo y disolvió sus grupos afiliados. Posteriormente, John L. Acuff fue nombrado director mientras la organización se paralizaba por las luchas internas, incluidas las acusaciones de que la CIA se había infiltrado en ella. El NICAP se disolvió en 1980. Los archivos fueron finalmente adquiridos por CUFOS por 5.000$. (Resumido de una entrada de Wikipedia-JV).
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 355
 
 
 El Proyecto Magnet fue un programa de estudio de objetos voladores no identificados establecido oficialmente por Transport Canada en diciembre de 1950, bajo la dirección de Wilbert Brockhouse Smith, un ingeniero de radio senior.
El equivalente canadiense de Project Blue Book, estuvo formalmente activo hasta mediados de 1954 y de manera informal (sin financiación gubernamental) hasta la muerte de Smith en 1962. Smith llegó a la conclusión de que los Ovnis eran probablemente de origen extraterrestre y que probablemente funcionaban mediante la manipulación del magnetismo. En octubre de 1952, Smith instaló un observatorio en Shirley's Bay, a las afueras de Ottawa, para estudiar los informes de avistamientos de OVNIs, creyendo que éstos tendrían características físicas que podrían medirse. Numerosos informes de avistamientos fueron investigados por el Proyecto Magnet hasta su cierre en 1954.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 357
 
 
 
NIDS, el National Institute for Discovery Science (NIDS) fue una organización de investigación con financiación privada, con sede en Las Vegas, Nevada, Estados Unidos, que funcionó desde 1995 hasta 2004.
Fue fundado por el promotor inmobiliario Robert Bigelow, que lo creó para investigar y avanzar en el estudio serio de varios temas científicos marginales, sobre todo la ufología y la supervivencia a la muerte corporal. El Administrador Adjunto, Dr. Colm Kelleher, biólogo, fue citado diciendo que la organización no estaba diseñada para estudiar únicamente los OVNIs: "No estudiamos Extraterrestres, sino anomalías. Son la misma cosa en la mente de mucha gente, pero no en la nuestra"
El personal científico permanente también incluía al Dr. Eric Davis, un físico teórico, y al Dr. George Onet, un veterinario que dirigía la investigación sobre las mutilaciones de ganado. "El consejo científico del NIDS incluía a dos astronautas que habían trabajado en la Luna (Ed Mitchell y Harrison Schmitt), así como a médicos aeroespaciales, al tecnólogo espacial John Schuessler, a físicos de Los Álamos y a la estadista Dra. Jessica Utts. También formaban parte del consejo el Dr. Christopher (Kit) Green, el Dr. Harold Puthoff y el informático Dr. Jacques Vallee."
El NIDS sirvió para canalizar fondos privados hacia el estudio científico de los fenómenos paranormales. Llevó a cabo investigaciones en el ámbito de la mutilación de ganado y los informes sobre triángulos negros. El NIDS compró el rancho Skinwalker después de que el periodista de televisión George Knapp escribiera sobre él en 1996, y el Administrador Adjunto Colm Kelleher dirigió la investigación durante varios años. En 1999 se creó una línea de atención telefónica para recibir informes sobre sucesos extraños. La organización recibió más de 5.000 llamadas y correos electrónicos; muchos se explicaron como lanzamientos de pruebas de misiles y meteoros. El NIDS se disolvió en octubre de 2004 cuando Robert Bigelow decidió centrar todas sus inversiones futuras en el desarrollo de la estación espacial.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 358
 
 
"Incommensurability, Ortodoxy and the Physics of High Strangeness: A 6-layer Model for Anomalous Phenomena," de Vallée y Davis. Esta ponencia fue presentada en el Foro Internacional sobre "Ciencia, Religión y Conciencia" en la Universidad Fernando Pessoa, Oporto (Portugal), el 24 de octubre de 2003. La última frase de la ponencia, bajo el epígrafe Conclusión, decía "Para probar más plenamente la hipótesis de que los fenómenos de UAP son tanto de naturaleza física como psíquica, necesitamos mejores investigaciones, una gran mejora de la calidad de los datos y un análisis más informado no sólo del objeto que se describe, sino del impacto de la observación en los testigos y su entorno social." El texto completo del artículo está disponible en la web de Jacques Vallée, www.jacquesvallee.net
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 362
 
 
Los proyectos científicos avanzados, secretos o no, pueden mantenerse en privado durante mucho tiempo, más allá del escrutinio de la mayoría de los informes gubernamentales. El caso del Battelle Memorial Institute de Columbus, Ohio, es un ejemplo entre varios. El Instituto, con una respetada experiencia en metalurgia, fue un contratista clasificado del Project Blue Book, a mediados de los años 50. Hicieron el primer estudio estadístico extenso de los avistamientos de Ovnis, reportados a la Fuerza Aérea. En el momento de la revisión del Project Blue Book por parte del "Panel Robertson" patrocinado por la CIA (1954), emitieron una carta clasificada solicitando el aplazamiento de la reunión por diversas razones científicas. Yo descubrí esa carta, por accidente, en los archivos del Dr. Hynek y posteriormente fue desclasificada y publicada, en medio de mucha controversia dentro de la comunidad de aficionados a los Ovnis que intentaban desacreditar la revelación, proporcionando así una rara visión de lo que ocurría entre bastidores
Battelle ha mantenido su gran reputación en la investigación metalúrgica. Business Wire informó el 10 de noviembre de 2020 de que el Instituto había conseguido un contrato de 7 años y 46,3 millones de dólares para estudiar la fabricación de materiales para "entornos hipersónicos extremos". El 24 de Julio de 2020, el Instituto creó una alianza de socios industriales para diseñar un sistema de energía nuclear para la Luna (comunicado de prensa del Idaho Nat'l Lab). Organizado en 1929 como un fideicomiso benéfico sin ánimo de lucro, la estructura única del Instituto lo sitúa más allá de las auditorías ordinarias y lo hace inmune a las solicitudes de la FOIA y a la mayoría de los controles.
 
Jacques F. Vallée & Paola Leopizzi Harris
TRINITY: El Secreto Mejor Guardado, página 362
 
 
 
 
 
 
 

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