/julio/1936/1999/abuelo/
el 18 de julio mi abuelo cumple veinticinco años
acaba de licenciarse acaba de irrumpir la guerra en la península
pronto recibirá un destino
jefe del equipo quirúrgico móvil número 6
si sabe usted coser barrigas de parturientas
sabe usted coser barrigas de soldados
aunque todavía nadie imagina le espera el frente de teruel
uno de los más brutales de toda la contienda
habla a su nieto seis décadas después
el mar mediterráneo se refleja en los ventanales del apartamento
habla de amputaciones de falta de anestesia habla de la metralla de los desgarros de las lentejas aún visibles en los intestinos de los soldados
habla del frío de la tierra durísima habla de la falta de espacio en los cementerios
habla de cadáveres amontonados en casas de campo
habla de reclutas de cabos de brigadas de capitanes de sargentos que dicen cosas cosas de sus madres antes de morirse
habla sin detenerse
habla como el mar que no deja de traer una materia
espumosa y terca
cada una de las tardes de ese verano
Javier Vicedo Alós
/verano/2009/2017/carol/
yo trataba de descansar en el dormitorio de al lado
debían de ser las seis de la tarde
después de dos días ya tenías casi todas tus cosas en cajas
comenzaste a meter perchas en una bolsa de plástico
me asusté porque pensé que algo estaba ardiendo
que le habías prendido fuego a algo
estoy convencido de que el sonido era idéntico
al de un incendio devorando cosas
pero solo estabas metiendo perchas en una bolsa de plástico
Javier Vicedo Alós
ANIMAL DE ESPERA
No crees en las revelaciones
y sin embargo, ¿qué esperas aquí
de pie
en mitad de un día cualquiera?
Sostenerse erguido
ya es una forma de creer.
Javier Vicedo Alós
Ardores
¿Qué pensamiento nuestro
no es como la bengala
a punto de caer entre las aguas?
¿Qué palabra, qué acción,
qué vida no?
Javier Vicedo Alós
ASÍ EL SOL
Será que ya no son nuestras las cosas,
o que nunca lo fueron y teníamos
—como quien guarda fe o agua entre las manos—
una forma imprudente de vivir.
Un alfiler de sol puntea cada
milímetro de mundo como si evidenciara
la dimensión exacta de la pérdida.
Ayer sabíamos poco de nosotros,
teníamos el hambre y la memoria
como garantes de un dominio sobre
el infinito de todas las cosas.
Basta con seguir el paso del sol:
recorre nuestro cuerpo con la misma
dureza que recorre el matorral,
la arcilla blanca
o la hormiga en el borde de la piedra.
Quizás nuestra única propiedad fue
la obsesiva ilusión de tener y tenernos.
Javier Vicedo Alós
“El único concepto que siempre ha estado en crisis es el de realidad.”
Javier Vicedo Alós
HOMENAJE VERTICAL
No hay palabra más cierta que otra.
Se aprende a callar con los años,
aunque parezca que hablemos.
Se nace sin palabras
y con todas las palabras rotas nos vamos.
Y sin embargo,
aunque vivir sea enmudecer,
existe un placer original en el silencio
que justifica todos los silencios.
Javier Vicedo Alós
"La poesía me ha proporcionado una forma de absorber y sintetizar el mundo que no creo que varíe mucho con los años."
Javier Vicedo Alós
"No es que el poeta no deba tener una técnica, claro que sí, pero esa técnica corre siempre el riesgo de convertirse en fórmula, y ahí sí, los poemas pueden empezar a perder su razón de ser. Somos muchos los que pensamos que un poema debe contener siempre una gran dosis de imprevisibilidad y asombro, diría incluso de ingenuidad. Por eso es necesario airear el ejercicio cuando este amenaza con volverse rutinario o fenómeno controlado."
Javier Vicedo Alós
"Se empieza a escribir a los tres o cuatro años mirando una pared rematada torpemente con gotelé. Observar, esperar y conformar. De lo amorfo surge todo. Antonio Gamoneda escribió "Todo era verdad bajo los árboles, / todo era verdad. Yo comprendía / todas las cosas como se comprende / un fruto con la boca, una luz con los ojos". Es decir, la razón sirve de poco. La escritura tiene nariz, ojos, boca, manos, oídos. Cuando alguien muere, un plano secuencia se corta bruscamente. Toda forma de escritura se rebela contra esa condición."
Javier Vicedo Alós
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