Alkon
El anciano Alkon, lleno de vida,
aguarda la llegada de la muerte,
debido a que carece de fuerzas
para evadirse y preocupaciones que
perturben su mente; tenía dos hijos,
ambos solteros, uno de ellos marchó
a tierras extranjeras; a menudo el deseo
y la codicia causan la infamia.
La mano del hombre sostiene el montículo
funerario del rey. El matrimonio
no es traición sino juramento
que deposita en la tierra la
muerte negra y olvida las palabras
en la perseverancia y la fe de que los
cadáveres habrán de yacer en su tumba.
Szymon Szymonowic
Aniversario
El aniversario no evade el lamento en
torno a la tumba de Dafne, el pastor
puede ver su nombre escrito en las nubes,
como si los huesos gélidos y el añorado
espíritu descansaran firmemente en la
alegría celeste.
Después de todo la celebración pertenece
a los vivos, a pesar de la pena, ya que
la muerte es una agonía cruel,
una grave pena, una herida del corazón que
se desmaya tres veces y el lamento
habita en la palabra porque todos sentimos
su ocaso, todos suspiramos, ya seamos osos,
lobos o corderos. Dafne y las musas ya
han olvidado las sombras que fluyen a
través de los campos, en el alba clara y
la voluptuosa aurora.
Szymon Szymonowic
Brujería
Ya la tercera noche, ya no tengo doma,
es difícil saber lo que sucede dispuesto
el lamento que aligere el atribulado corazón.
Os aseguro que la luna trae tristezas en
medio de las horas.
No hay razón alguna para sumirnos en graves
temores, sé que el hechizo es pecado nocivo,
ceniza y hoja seca que la cera derrite
a medida que la lluvia rocía los pesares.
Vamos a dormir, no perseveremos en los pensamientos,
deleitémonos con el trigo sarraceno y el cese
del canino ladrido, ya que el dolor no está
exento de pena, pensemos en lo desagradable
que bifurca nuestro endeble corazón.
Szymon Szymonowic
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