ardida luz sustituye a las palabras 
como agua amniótica y desobediente
habías entrado al arco del amor
pare secar heridas 
ahora te buscas en la huecura del espejo
pero las palabras arman la ceremonia del incendio 
como una mariposa vieja y pálida
tu voz llama y mortifica la noche 
no basta hundir el alma en el aire venenoso 
dios me enrostra la muerte porque sabe
que nada puedo hacer.
Alfredo Luna
el territorio del silencio, tan sinuoso y brillante 
en el sueño de los azahares
en las hojas que se arrastran cuando la brisa
en el ansia sangrienta de los días
y su inexplicable levedad 
como el niño que busca panes de sol
como un perro acechando
del revés y a contramano de los sonidos 
en los pliegues del aire
en el goce del mar
y la lenta agonía de los algarrobales
te busqué Poesía 
estoy suspendido en el abismo
para que me desgarres Poesía
siempre supe que la Belleza es ciega 
y duele.
Alfredo Luna
IV 
abre tus ojos 
ábrelos para que no entre la ceguera
y que el verso sea un miedo nuevo
como la mariposa anfibia desvanecida
en la tersa lengua de septiembre 
y recuerda
las palabras que no quiere el mar
cuídate de ellas 
cuídalas.
Alfredo Luna
la palabra no deja dormir 
Poesía 
estoy listo
implacablemente listo 
para arder.
Alfredo Luna
toda latitud es propicia para desorientarnos 
esta niña de plumas de porcelana y de rocío
esta niña de pétalos de escándalo
esta niña sabana de estrellas y crepúsculo 
esta mujer brisa en los ojos
esta mujer arcoiris espeso de los días
esta mujer caballo de música 
esta niña
esta mujer 
es la muerta.
Alfredo Luna
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