Marilyn Yalom

"El hombre siempre ha sido atraído por el seno. El elogio del seno que atraviesa los siglos es el hecho de los hombres, y las mujeres siempre han sido obligadas a ser vistas a través de los ojos masculinos."

Marilyn Yalom




"En el séptimo libro de las Confesiones, Rousseau cuenta su fracaso sexual con Zulietta, una cortesana veneciana. Él escribió: “Observé que le faltaba un pezón. Sorprendí, examiné y creí que no estaba formado como el otro. Me puse a buscar en mi mente cómo podía ser eso; y persuadido de que era debido a un vicio de la Naturaleza, a fuerza de dar vueltas a esta idea, vi claro como la luz del día que, en la persona de la más encantadora muchacha que pudiese imaginar, no tenía en mis brazos más que una especie de monstruo, desecho de la naturaleza, de los hombres y del amor. Llevé mi estupidez hasta el extremo de hablarle de este pecho defectuoso. Al principio, ella lo tomó a broma, y, con su carácter bullicioso, dijo e hizo cosas capaces de hacerme morir de amor; más como yo conservaba un fondo de inquietud, que no pude ocultarle, vi al fin encenderse su rostro, abrocharse de nuevo, levantarse, y sin decir palabra ir a asomarse a la ventana”. Rousseau tuvo una influencia capital en las mujeres de siglo XVIII, ordenándolas a amamantar a sus niños. En tanto a su vida privada, es completamente otra cosa…"

Marilyn Yalom



"Los senos de los hombres son muy sensibles. Algunos hombres les gustan que se les acaricie, a otros no. A pesar de todo uno tiene este vínculo con hombres que se sienten felices con sus senos y que saben cómo darles a las mujeres. Para volver a su pregunta sobre la función de los senos, yo diría que el seno siempre tiene la capacidad de amamantar. Esta era su función principal a lo largo de los siglos, la mujer en la mayoría de las civilizaciones siendo madre sobre todo. El seno es también una función erótica obvia. Es un signo de feminidad. Los senos son parte del encanto. No me gustaría que un hombre sólo mirara mis senos — además, los tengo chicos… Muchas mujeres con senos grandes me han dicho que los hombres nunca miran su cara."

Marilyn Yalom



"Mi hija es ginecóloga y no le gusta que no alabo la lactancia materna… Hoy se exige de las mujeres deben ser a la vez madres, amantes, esposas, y además florecer en su vida profesional. Sin embargo, la lactancia materna es una carga para las mujeres que trabajan y la mayoría de las mujeres hoy trabajan. En un mundo ideal, las mujeres podrían amamantar constantemente, pero en el mundo actual, quizás se trata de una decisión."

Marilyn Yalom



"¡Pero todas estas ideas salen de la imaginación masculina! Dibujan una apropiación del seno femenino. La mujer está obligada a llevar la carga de todas estas atribuciones, todas estas imágenes, tales como esa de la caridad, de este don que mencionas del seno — Jean Starobinski habla, él, de la generosidad. La Virgen María que amamanta a Jesús es para los cristianos la fuente del alimento moral y espiritual. Pero, ¿qué hace la mujer de esto? ¿A quién pertenecen sus senos? ¿Estamos obligados de entregarlos al bebé, al marido, al amante? Si todos nos identificamos con el seno en el momento de nuestro nacimiento, hay una diferencia radical de experiencia entre el hombre y la mujer. Sólo las mujeres empiezan a “tener” senos. Sólo la mujer puede decir “tengo seno”, “soy yo la que posee el seno”. Y, de hecho, la mujer tiene la posibilidad de ofrecer sus senos o de negarlos. Hay momentos en la historia cuando las mujeres querían amamantar o no. Esta elección debe ser suya. El problema es que a menudo, la elección ya se ha hecho por nosotras. Cuando fui al médico, en la década de los años 1950, cuando tuve mi primer hijo, no me hablaban de la posibilidad de la lactancia materna. Se me dejó hacerlo, como muchas mujeres estadounidenses de mi generación que dieron el biberón. Sin embargo, las mujeres de la generación de mi hija, siempre que les fuera posible, optaron en cambio por amamantar, especialmente en los círculos educados. Yo estaba muy marcada por un innovador libro publicado en los EE. UU. en 1970, Our Bodies, Ourselves (“Nuestros cuerpos, Nosotras mismas”). Fue en este momento que, a nosotras las mujeres, nos dijeron que teníamos que llevar nuestros cuerpos a los médicos y comenzar a tomar decisiones nosotras mismas."

Marilyn Yalom




"Sí, el no usar el brasier simbolizaba la rebelión. Este gesto de liberación es una crítica muy fuerte de la superioridad de los senos. Estas mujeres, que se niegan a cumplir con la idea de la que los hombres y la sociedad se hacían de ellas, han recuperado su cuerpo. El arte siempre ha exaltado, deificado el seno, ya sea del seno sagrado de las diosas de la antigüedad, o esa de la Madonna en la Edad Media. A partir del siglo XV, este pecho divino se transforma gradualmente en seno erótico. Me encanta esta pintura de Jean Fouquet, que representa a Agnès Sorel, la amante de Carlos VII, como la Virgen María muy sexualizada. El seno erótico es un tema recurrente en la poesía de Ronsard, la de Marot y de la poesía inglesa en el siglo XVI. He seguido una historia que muestra el cambio de acentos, los momentos de ruptura. En el siglo XVII, la mama nutritiva es parte de un movimiento doméstico, que se convierte en político en el siglo XVIII, hasta a esta maravillosa imagen de los pechos de la Nación, la Marianne torso desnudo que abre su seno a todos sus ciudadanos. Sigo con el seno comercializado en el siglo XIX, y el paso del corsé al brasier que usted ha mencionado. El seno psicológico, de lo que uno ha hablado con Freud, así que el seno médico también me ha interesado mucho. El seno médico ha tomado una importancia crucial en la actualidad. El cáncer de mama, por mucho tiempo un flagelo para las mujeres, se ha convertido en una enfermedad crónica que puede ser bien tratada, si se descubre a tiempo, gracias a los nuevos tratamientos."

Marilyn Yalom



"Todavía hay hombres que tratan de imponer su idea del cuerpo femenino en las mujeres."

Marilyn Yalom











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