Miguel Floriano

Adam Preston remata su último poema
con una aparente personificación 

No me detiene la memoria de los límites:
me hundo en tu raíz y muerdo sombra.
Sé bien que siempre anhela
la luz todo lo oscuro.
Será hoy cumplimiento. Mañana
tiempo victorioso
tu belleza terrible.

Miguel Floriano



"El Patarrealismo Salvaje es un movimiento estético –llámalo estético, llámalo decorativo– compuesto por algunos poetas y narradores ovetenses: Saúl Fernández, Xaime Martínez, Fernando Martínez Lavandera, Diego Álvarez Miguel y yo. Nuestro empeño primordial como hueste generacional, al margen del ejercicio literario, es tratar de devolverle el prestigio que merece al Hula Hoop y al gas butano."

Miguel Floriano




"En un poema nunca hay declaración de intenciones. Hay una propuesta semántica y una reunión de recursos que tratan de conducirla a buen término. Si lo que me pregunta es cuánta realidad esconde ese par de versos, le responderé que ninguna. Eso sí, en poesía, siempre optaré por la liviana sutileza de lo, digamos, orgánico, recóndito, que por la ordinariez de lo, digamos, diáfano, hialino."

Miguel Floriano



"Hay mucho talento emergente en Asturias. Verdadero caldo de cultivo. Además, el poeta del norte, ignoro el motivo, tiende a ser prolífico. Xaime y yo hemos publicado ya un par de libros de poemas, y Diego acaba de ganar el premio Hiperión con el tercero, Hidratante Olivia. Saúl Fernández mereció el premio de prosa de la Universidad con De portales y personas, un libro muy recomendable en el que el aparato narrativo no termina de ser lo que parece."

Miguel Floriano




"La palabra poética se genera a partir de una desautomatización del lenguaje ordinario, por lo que su ofrecimiento al público es un modo de proponer variaciones en nuestra aprehensión del mundo y sus vicisitudes, además de regalos para el oído, el entendimiento y el carácter. El lenguaje, y sobre todo la palabra poética, es lo diametralmente opuesto al miedo. Un poema generando realidad es lo diametralmente opuesto a la distancia."

Miguel Floriano



Necrológica

                                                            (Introito) 

Aunque a día de hoy ignoro el modo
de dirigirme a ti sin violentar
el espacio sereno del poema –que
de pura nada justifica su desidia–,
te diré: observa
cómo el polvo sepulta nuestros versos.
¿Habré empeñado mi destino, acaso el tuyo,
al perseguir solemnidad en verbos nobles,
negándome al idioma humilde
que debiera el amor haber dispuesto?
Algo de lo que fuimos hoy nos juzga
por haberlo elevado entre las cosas
con la violencia propia de nuestro deseo,
de nuestra contemplada desnudez.
Para no extraviarla entre las venganzas
del ayer y entre los fuegos
del mañana, escribir
que hoy ya es otra mi pena:
las palabras no están donde juraron.
Ha muerto la belleza de los nombres
que una tarde de abril yo fui escogiendo
para burlar tu pesadumbre.

Miguel Floriano




Solo el poema 

¿Recuerdas, después del amor? Pasabas
tu mano por mi frente exhausta
casi como la luz por el crepúsculo.
Luego tu espalda me pertenecía
estricta, despaciosamente: dádiva
era su suavidad para mi tacto.
Más tarde, entrelazados, siempre
leíamos a Celan y a Kavafis,
y bajo la música excelsa de sus versos
la noche se encogía hasta volverse
indecible.

¿Recuerdas, después del amor? Si ahora
estuvieras leyendo estas palabras,
sagaz, astuta, lejanísima,
quisiera que en ellas pudieses revivir
aquellas pocas formas sublimes, aquellas
ciegas costumbres quebradizas
en cuyo hábito aprendimos el coraje.

Miguel Floriano




V. 

Una luz malherida penetra el ventanal
y va posándose en tu bajo vientre:
ya una región del muslo iluminada apenas.
Alguien se ha levantado para contemplarte.
Alguien se ha levantado para ver de cerca
cómo todo su ayer aquí converge
lo mismo que en aquel ascenso el ala.
¿Soy yo quien ahora observa y es desaire,
sueño de inmediatez, ventura solo?
¿Soy yo quien ahora mira sin recelo?
Alguien se ha levantado hace un segundo
para contemplarte, y acaso
toda la paz de su contemplación
sea ya signo y origen de tu cuerpo.
¿Quién es? ¿Soy yo quien a la orilla
de tu descanso no recuerda? No es posible.
Alguien se ha levantado para contemplarte.
Alguien se ha levantado para abandonarse
delante de tan pura claridad.
¿Quién es? ¿Ha amado o ha perdido?

Miguel Floriano




Yeats 

Sobre las lentas ruinas de la tarde,
cuando saberse ausente
ya no consuela sino que le da forma
al recuerdo más traidor,
si la voz se aventura a sostenerlas,
tus palabras ofician, exhalando
su secreto feraz, el milagro del sosiego:
renuevan la mirada y le devuelven
la inocencia al pensamiento.
Contienen la pregunta
a no pocas respuestas tus palabras.
Atesoran un mundo irreparable.

Miguel Floriano










No hay comentarios: