Bajo el frío
Están abiertas la noche y la ventana.
Pero no es esta ráfaga de viento,
violenta como un oso,
la que hace tambalear
la estantería de mis huesos
con la dura piel de los días.
Abajo, en la avenida,
la nostalgia merodea desnuda entre dos luces;
y yo sigo sus pasos hasta una esquina oscura
y edificios vallados por nubes.
Acaso observo la luna torcida,
de tanto fijarle carteles de pena.
Por mi cuerpo pasa el frío
y todo aquello que amo.
Tiran de mí cuando se cruzan
con la costra de imborrables huellas,
y algún sueño lleno lleno de polvo.
Se confabulan, me ocupan todo.
Paco Herrera
Utopía
Duele decir, escuchar o no haber dicho
L. ANTONIO DE VILLENA
Como en una ciencia de lo irrealizable,
al oeste de la realidad
y al este de lo que se pretende;
como un resquicio o un soplo de luz
en las sienes,
donde tan bien funcionan
el principio y el fin,
y las ideas se impulsan como saltamontes,
cubro los planetas de utopía
y su peso no equivale
ni siquiera al de un dátil.
Claro, que, sin un plan de esperanza,
solo una fiebre de manías me conmueve,
y acaso me equivoco por no comenzar
en mi salita y en los parques;
apunto estaba de oírte
cuando se arqueó tu garganta,
para volverlo a intentar yo
con un cachito de entusiasmo:
para convertir la vida en vida, solo eso,
con la voluntad de envolver agua y aire,
si fuera necesario,
y con enlazados alientos
que anuden fuerte
el regalo de nuestra existencia.
Paco Herrera
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