Carmen Verde Arocha

Canción gótica
(primera versión)

Con su levita en el brazo derecho
y sus ojos marrones se baja del coche

Los lobos aúllan

El sonido de las pulseras de bronce
eriza las hojas de los árboles

Veo al caballero acercarse

Los animales también

¿Acaso estoy soñando?

¿Hay pasión dentro de los tulipanes
en noches tan frías?

El hombre a mi lado en la estrecha calle

En un descuido
la zapatilla se me sale de los pies

El caballero sigue adelante

Quedo atrás agitada en el aire………Grito
Nadie me escucha
La pasión saca su hacha finamente cortante

Al día siguiente……….El hombre del coche
dispuesto a otra guerra
sin hacha…….imagino
solo con su virilidad y apellido………también

Pero en un guiño de los tulipanes

………………………………….Él me ve…

Carmen Verde Arocha



Cielo inacabado

Un paño blanco
se extiende o se enrolla según aparezca el deseo

El cielo justo a mi lado
Figura transparente
Cuenta despacito los dedos de mis pies

Oigo tu respiración

El desgaste de las fieras del bosque
desborda mi voz mis manos mi rostro húmedo

Un cielo inacabado viene por nosotros dos
Pinta los cuerpos de bronce
Nos deja brillantes con pudor a mirarnos

Lo inacabado del cielo
el deseo de amarte
y no amar al mismo tiempo
está cuando nos miramos a los ojos y llueve
Llueve toda la noche sin darnos tiempo a cubrirnos

Con derecho sólo a sentir frío

El agua tal vez nos ayude a terminar
el pedazo de cielo que falta

 Carmen Verde Arocha



Danza de adobe
(primera versión)

Nadie baila sin haber amado antes

Lo blanco del cielo
en las esquinas de las ventanas

Danzamos desnudos con la brisa

Aún no sabemos nada de nosotros

—¿Será cierto que el mar fue de terracota
y de madera hace tiempo?

Mis pies apoyados en la pared
Todo gira lentamente hacia la sombra

Los dos somos niños
jugamos
a pulseras de bronce abanicos y bastones

Respiramos

Abajo el viento

Subes en dos voces
Llego a los huesos al besar tu piel

Acaso tiene sentido
¿Los zapatos de un metro para alcanzarte?
¿Callada sin equipaje cambiar mi vida?

Entre tanto soñaré
con niños abofeteados por pájaros violeta
con nuestros cuerpos dos mil años
con la quemadura del deseo
con mujeres que lloran flores
con guerras

Danzo sobre una falda de largos pliegues

Te acaricio en este ruido de pan

Una claridad extraña logra alcanzarme

Te deseo coronado de eucaliptos y limón
en la pureza del más alto mediodía

Bendiciéndome

 Carmen Verde Arocha



Danza de adobe
(segunda versión)

Llegan las mujeres con olor a miel
Una a una enciende su cigarrillo inglés

La fuerza del deseo nos arrodilla

Rezamos

—Pedimos perdón en esta danza
por este amor
que nos enseña
el amarillo más profundo
por tu voz dorada
y dulce
por los pájaros
resguardados sobre nuestros pies

Carmen Verde Arocha




El miedo es felicidad
aunque sea estéril
en un campo que perdemos cada noche
los años vienen a la memoria
en el deseo de un hijo
que exalta el insomnio
en este sueño
que me asila o me expulsa
hacia el viento
tenue
sin ruido
cerca de la lluvia
adverso mendigo de las rocas
no hay más hojas en los recuerdos
si lo que anhelo es fertilidad
en las tierras del amor

Carmen Verde Arocha




"Generalmente cuando se escribe se somete el poema a un proceso de revisión. En ese proceso, yo acostumbro a escribirlos de nuevo. En lugar de trabajar sobre el poema que ya está listo, escribo uno nuevo, y así voy modificando y corrigiendo los versos. Entonces me di cuenta de que al escribir cada poema de nuevo obtenía otro poema, un poema que mantenía la misma emoción, en esencia era el mismo poema, pero convertido en otra cosa. Puesta a decidir entre las distintas versiones, terminé incluyéndolas todas: que sea el lector el que decida con qué versión se queda. Por eso me ha ocurrido una cosa muy curiosa, y es que a veces incluyen poemas míos en una antología, y cuando revisas mis libros te encuentras el mismo poema escrito de una forma completamente distinta. Es una experiencia que estoy viviendo en mi creación."

Carmen Verde Arocha



Hada tierra

¿De qué manera duele el vientre de una mujer
que no ha parido?

Mi rostro mojado por el mar
oculto entre los pechos de mi madre

Tristeza o fatiga en el centro del cielo
y una melancólica hora que acobarda

Las manos enrojecidas de tanto trabajar la tierra
El sabor a parir llega a través de la placenta
Agrio como la orina de una cabra

La tierra bosteza siempre igual
Lo distinto es cómo tocamos el vientre
con los ojos
la carne en los huesos
la semilla en la vejez
y a veces con las manos

Difícil hallar la llave materna ¿Me comprendes?
Vivir tiene sentido y estar muerto también

Carmen Verde Arocha




La concubina
(segunda versión)

El amor
siempre lo sueño
con un pájaro en los dientes
y el aire eleva
una a una sus plumas

Esto ocurre en el alma

Carmen Verde Arocha




Que el rí­o responda 

Tienes grietas al atardecer 

Nube amarilla que recorre los dí­as
pastoreando el amor 

El cielo vive dentro de tus aguas
cielo de madera caja de armario
capaz de encerrarnos y llevarnos lejos
muy lejos hasta el mar 

Las hormigas dejan sus huellas al paso 

La arena es estéril aunque hagas el amor en su centro
por eso la expulsas de tu cauce

Sol en el agua luna en la arena
Fortalecer el espí­ritu sin prescindir de Afrodita 

Rí­o fruta viva sin excluir la pasión ni el deseo
nuestra gloria está en tu ser de rí­o
y somos testigos
de ese huevo de oro que yace en el fondo de tus aguas 

Eres un abanico haces un guiño y nos llamas
Es el sueño dentro del sueño
donde la mujer limpia su pureza 

Rí­o vigoroso
alimento de nuestras venas
poderosa agua dulce hecha roca
Apiádate de nosotros

Carmen Verde Arocha




"Tu voz de corteza de árbol me esconde."

Carmen Verde Arocha













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