Clavan los lobos sus iluminadas pupilas
desde el fondo del pasillo oscuro,
sus silenciosas zarpas
emponzoñan un dolor ya macerado
como el vino de ayer.
Su aliento frío
cerca de la almohada, su aliento hambriento cerca del
corazón,
la mirada sin fondo presta
a arrebatar
cualquier atisbo
de existencia.
Dormida te abrazo con toda la vida de que soy capaz,
ellos enseñan
sus colmillos,
ellos sonríen
y
callan.
Ellos ahí,
lobos que miran desde los pies
de la cama.
Antoni Sanchiz
"El monstruo sublime, ese que nos espera a todos cada día al abrir los ojos, la vida y su azar de alegrías y tristezas, la realidad siempre por construirse desde lo desconocido, desde la lotería de los átomos, de los genes, del aleteo de cualquier cucaracha en una cocina infecta al otro lado del océano. La consciencia de que realmente apenas podemos controlar nada a pesar de que algunos crean en esa ilusión. El monstruo de la vida que es padre y casa de todos los monstruos, de todos los lobos que nos habitan y nos conforman, que nos instala a diario en el miedo del niño asustado que todos llevamos dentro y que solo quiere la seguridad del regazo de la madre, volver al útero y ahí permanecer en silencio, flotando, pero que a la vez despierta al explorador intrépido, al buscador de fronteras, de estímulos, de recuerdos con los que crear el mundo en una suerte de combinatoria germinal. La vida, jodida vida, ese es el monstruo que nos enamora y, que acabado el juego, también nos mata."
Antoni Sanchiz
"Mi espejo, que es similar al espejo de cada cual, está destrozado, como en el fondo están destrozados todos los espejos. No he podido contar los trozos. Están ahí, en el suelo, reflejando cada uno de ellos una parte de mi alma, reflejando los lobos que me habitan, mezclando pasado y futuro en un presente cambiante a cada instante, creando todas las realidades posibles para crear así la realidad.
Un espejo roto no se puede arreglar, ni falta que hace, pero sí podemos tratar de montarlo como si fuese un puzle, pegando al menos los trozos más grandes para que sea funcional. No hay que disimular la rotura, pero tampoco hay que ponerse a hacer kintsugi. Cada cual tendrá sus pegamentos posibles. En mi caso, continuar con una forma de ser y estar creada a dos corazones a lo largo de muchos años de amistad y amor, a pesar de la amputación, contra la amputación. Ser consciente de la suerte que es estar rodeado de la mejor gente que hemos ido encontrándonos por la vida es ya un pegamento imprescindible. Los refugios necesarios: el arte, la familia, la amistad, esas “formas” platónicas de las que creamos el “reino del devenir”.
También ayuda mucho tener unas buenas barras de referencia habitadas siempre por las mejores, esas amigas/camareras que siempre te cuidan más allá de sus obligaciones contractuales."
Antoni Sanchiz
Milito en el miedo íntimo, enorme como un grano de sal,
a perder
tu amor.
Antoni Sanchiz
"No estaría mal un control de la letras de las canciones, no todo suena a poesía."
Antoni Sanchiz
No todas
las miradas
son espejos del alma.
Antoni Sanchiz
Pero sucede que los monstruos
no se olvidan
por más que mire hacia otro lado
Antoni Sanchiz
Precipitados por el borde
del mundo
entre los monstruos y la realidad,
cayendo
por el agujero de gusano
con Alicia y Poch,
dando vueltas
hacia ayer y vueltas hacia mañana.
Precipitados
por el borde
de la vida, entre la verdad
y
la realidad, cayendo por los días
largos
hacia la nada
hacia
lo negro.
Entre una lluvia
de lágrimas en espiral
que nos salvarán, nuevamente,
del vacío.
Antoni Sanchiz
salí de Ítaca,
que el viaje largo
y peligroso
es Ítaca,
que tu cuerpo breve
entre mis brazos perdidos
es Ítaca,
que siempre estuve en ti,
volviendo
a ti,
que nunca salí
de Ítaca.
Antoni Sanchiz
sin posibilidad
de hacer trampa al destino,
sin saber si existe
el destino
Antoni Sanchiz
"¿Sueño o vigilia? ¿Dónde habita la realidad? Pastillas para dormir como pasaporte a una tierra más feliz, a una tierra donde la muerte no existe, donde todo es posible, donde los lobos sólo son perros mansos. Y después... Pastillas para despertar y seguir habitando la absurda vigilia que nos arrastra a diario, que transcurre en un tiempo siempre lineal, donde todo es inexorable y sin vuelta atrás.
En lo social, sin embargo... Estamos dominados por Hipnos y sus oniros. Ya no es la religión el opio del pueblo, es el capitalismo quien nos mantiene dormidos en la continua pesadilla del consumismo. Es necesario que la sociedad empiece a tomar café como si no hubiera un mañana, recuperar la conciencia personal y la de clase, desechar el egoísmo rabioso, el consumo sin fin (ni finalidad), pero eso, quizás, sea otra historia."
Antoni Sanchiz
"Tantas veces el silencio es la mejor de las conversaciones... Me refiero al silencio oral, por supuesto. Esas conversaciones silenciosas son infinitamente mas eficaces, en términos de comunicación, que lo que podemos hacer con el limitado lenguaje verbal (oral o escrito). ¿Cómo nombrar aquello que expresamos mirándonos, tocándonos, a través de las feromonas o por el contacto de los campos biomagnéticos? Aún así, inventamos la poesía como brazo armado de la filosofía, para tratar de traducir los lenguajes naturales al lenguaje verbal. ¿Por qué? Bueno... ¡Somos humanos y hacemos cosas de humanos! ¿Por qué buscar explicaciones a nuestra naturaleza?
Las conversaciones, al fin, siempre suceden, de una forma u otra. Otra cuestión es que deseemos alargarlas, retomarlas, que no acaben nunca, pero eso, eso es otro tema..."
Antoni Sanchiz
Y ¿qué opción quedaba si los dos éramos agua
y nos metimos
en la misma cama?
Antoni Sanchiz
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