"Diseño cosas más o menos útiles."
Guillermo Galetti
"La idea de reutilizar materiales para realizar las obras es mas bien un hábito adquirido durante mi infancia, en esa época improvisaba mis juguetes con elementos descartados, tanto de origen domestico como industrial, contemporáneos y antiguos (desde cartón hasta maquinaria agrícola de antaño). La presentación, costo y distribución de la materia prima era (y creo que lo sigue siendo) prohibitiva en muchos casos, sumado a que vivía lejos de la ciudad, la opción obligada era la reutilización. Desde muy temprana edad aprendí destrezas y técnicas mayormente ligadas a la metalurgia, un oficio que viene de familia, pero la curiosidad por transformar el mundo material fue potenciada por un entorno muy particular, de bibliotecas, viejas herramientas y momentos de juego “libre”."
Guillermo Galetti
"La integración de mis habilidades inherentes a la metalurgia es un deber. No imagino ser responsable de la transmisión de conocimientos sin un profundo saber específico y vocación. Una de las cosas que me gusta hacer es condicionar el contexto y las estrategias, para que el aprendizaje atraviese una simulación de la evolución o maduración tecnológica: por ejemplo, comenzar doblando laminas con las propias manos, luego improvisando puntos de apoyo, después incorporando elementos de fijación y por ultimo con el accionamiento de las maquinas más complejas. también incentivar virtudes como la precisión en las operaciones, no por imposición conceptual y reglamentaria sino mas bien generando su necesidad: por ejemplo, el trazado, corte, punzonado y pliegue del chasis de un pequeño autito y el centrado de sus ruedas, para que el “juguete” ruede mas eficientemente (mas lejos, mas rápido), comprobación en carreras desde planos inclinados y comparación entre muestras mas “desprolijas”, etc. La evaluación de la calidad de pestañas en competencias de flotabilidad de pequeñas embarcaciones, etc. Y mucho mas."
Guillermo Galetti
“Me dicen artista, me gusta más inventor.”
Guillermo Galetti
"Mucho antes de concluir la educación primaria ya conocía la física básica de las maquinas simples, la aplicación de palancas, por ejemplo, era algo con lo que había “jugado” mucho antes del tiempo estipulado por la educación formal, con una variedad y calidad de experiencias que superaban ampliamente a las metodologías netamente expositivas y teóricas de las aulas convencionales. Un análisis retrospectivo de los escenarios de aprendizaje que mas nutrieron mis conocimientos y saberes, evidencian un aspecto determinante: los elementos y situaciones, el contexto inmediato que promovió la curiosidad y felicidad de aprender, no fueron burocráticamente diseñados. Recuerdos nítidos, señal de un aprendizaje verdaderamente significativo, acuden a mi memoria todavía hoy, más de treinta años después y recordando lo maravilloso de esos escenarios y momentos de aprendizaje, no puedo dejar de renegar de las contradicciones de un sistema educativo que tiene más paginas de fundamentación epistemológica que material didáctico.
Sobre la creatividad: sabemos que es un fenómeno multidimensional, la creatividad es “libertad” en las operaciones y combinaciones de elementos, destrezas y conocimientos previos e incluso una zona de romántica rareza, en la que surgen nuevos saberes y se terminan de “fijar” conceptos. Uno de los mayores problemas de la educación y la creatividad son las interferencias de elementos que enlentecen e incluso inhiben este fenómeno. Me gusta explicar la inhibición creativa de la siguiente forma: debemos prestar más atención a “cortar” y “pegar” contenidos, al llenado puntilloso de diversas formas (burocracia) que a las estrategias implementadas en las aulas, esta y otras situaciones similares distribuyen el tiempo y las energías hacia un polo formalizado y predeterminado que, como si fuera poco, está plasmado en una redacción casi indiferente al contexto. En resumen, si no permitimos que los docentes también desarrollen la creatividad, el aula jamás podrá ser un espacio creativo. En este escenario la vocación se atrofia y estamos como estamos. Creo también que la creatividad está sujeta al arsenal de técnicas y destrezas aprendidas y a escenarios “desordenados”. Intentar llevar la creatividad a su máxima expresión en un contexto impoluto no es posible. Estoy seguro de que la capacidad creativa esta condicionada por un equilibrio entre necesidad y estabilidad, si las necesidades son demasiadas y sobre todo, de carácter elemental y urgente, se restringen las libertades creativas. De igual modo, si el entorno es en acceso confortable, ordenado y estable, la creatividad tiende a la atrofia. Mas simple: necesitamos problemas y necesidades que motiven, pero también herramientas y un espacio adecuado."
Guillermo Galetti
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