Luis Sánchez Martín

Ahora que la gente parece flores al fin

Qué cantos se oyen en las 
calles; 
la gente parece flores 
al fin

Charles Bukowski

Cuando era un borracho y lloraba por todo
hacía la compra en gasolineras:
pan de molde, fiambre,
dos paquetes de Lucky Strike
y latas de cerveza de una marca impronunciable.

Nunca supe, ni me importó,
quiénes eran Chemical Brothers, Linking Park
o los Gallaher, y es más que probable
que haya escrito alguno mal.

Escuchaba tus problemas
antes de que estuvieran de moda
y me encerraba en el baño a vomitar
cuando te ibas

tus hijos
tu hipoteca
tu negocio de zumos naturales con leche de soja
nunca me importaron
y la Nochevieja que caí por el hueco de una escalera
supe que iba a ser un buen año
y lo fue
aunque mis manos sangraron
abiertas de tanto esperar.

Y ahora que la gente
parece flores al fin
tengo tiempo para lo importante:

la eternidad es la suma de todos
los domingos de agosto
un movimiento continuo de diástole
frente a un espejo que vierte
sonidos al abismo

es un billete entre las cuerdas
de la guitarra de Johnny Cash
es la puerta siempre abierta
del lado frío de la almohada
perder la mirada
sobre el rostro perforado de Bukowski

y aún diría más
si quisieras escucharme
pero sé que cierras a las siete
y no seré yo
quien te haga llegar tarde a casa.

Luis Sánchez Martín





El día que murió mi abuelo

El día que murió mi abuelo
mi madre me dio una paliza.

Han pasado casi cuarenta años
y sigo sin ver relación alguna
pero ella parecía convencida.

El día que murió mi madre
llevaba diez años sin verla
y aunque sabía dónde y cuándo
era el entierro
no pude ir:
tenía que hacer la compra, lavar el coche
y limpiar la casa.

¿No ves la relación?
Es el mercado, amigo.

Luis Sánchez Martín




Francotirador

Todo irá bien mientras siga sonado el despertador cada mañana
aunque las cucarachas se peguen a los restos de aceite
y las hormigas asalten el trapo de cocina mal doblado.

3 nigerianos hablan a gritos en el parque
3 pastillas para regular el ánimo
3 infusiones para dormir cada noche
……………………………………….(valeriana, tila y hierba luisa).

…………………………………………También
3 motivos para estar orgulloso:
………………..ya no tengo alcohol en casa
………………..mis tazas no dicen gilipolleces
y…………….. camino dos horas todas las tardes.

Pero tengo una voz en la mente
que recuerda sin mi permiso
y sabe que a cada paso que daba
millones de universos se desvanecían.

Afortunadamente aquí
no se venden armas en los supermercados
porque creo que sólo podría apagar
el eco de esas voces
subiéndome a la azotea
y disparando a todos y cada uno
de los imbéciles
que siguen bailando swing en la calle.

Mejor será bajar la persiana y esperar 
sudando sobre un colchó sin sábanas
odio sobre lienzo
que las pastillas y las hierbas
obren su magia
y aceleren el tiempo.

Luis Sánchez Martín




La ceniza de los días

Vuelvo de servir unos cafés
y encuentro una oruga de ceniza
sujetando a duras penas
el filtro sin marcas
al borde del cenicero.

No ha dejado su aspereza en mi garganta.
No ha vertido el poso en mis pulmones.

Su esencia se ha perdido
entre el olor del molinillo de café
y la corriente de aire acondicionado.

Sólo queda entonces
encender otro y cruzar los dedos
para que, esta vez sí,
pequeños paréntesis de tiempo
me permitan sentir su olor, su esencia
antes de convertirse en cenizas.

Me pregunto si no estará 
ocurriendo lo mismo con mis días.

Luis Sánchez Martín




"La gente buena es buena y punto. No hay dos maneras de ser buena persona, lo eres o no. Pero cada malnacido lo es de un modo, y aunque el mundo sería mejor si se muriesen todos de golpe al mismo tiempo (soy rencoroso y vengativo, nunca lo he negado ni me las doy de buenazo que perdona y olvida), hay que admitir que, al menos para mí, son un filón a la hora de sentarme a escribir, porque, por desgracia, me he cruzado con muchos, y algunos llevaban mis apellidos y he convivido con ellos. Mi familia son mis demonios, y sin demonios no hay realismo sucio, que es mi género."

Luis Sánchez Martín



"No me autocensuro. Es más, mi obra poética es 100% autobiográfica, no soy capaz de meter ficción en ningún poema. En narrativa invento más, pero lo hago por el lector, para que no se aburra. Mi vida no ha sido tan apasionante como muchos piensan, aunque es cierto que los protagonistas suelen estar inspirados en mí, en un yo determinado de un momento de mi pasado, y que muchas situaciones de violencia o precariedad laboral las he vivido tal y como se cuentan."

Luis Sánchez Martín



"No soporto esas novelas en las que un personaje cualquiera (no policía ni detective) comienza a ir de aquí para allá tratando de arreglar su vida o investigando un crimen o un oscuro secreto familiar. Y lo hace todos los días, a todas horas y en todas las páginas. Pero bueno... ¡Y de qué vive! La gente tiene que ir a trabajar, tiene que poner lavadoras, hacer la compra, apenas tiene tiempo para nada, y todo eso intento reflejarlo en mis relatos, y me gustaría que este compromiso con la realidad fuera más respetado por otros autores, en detrimento de un glamour que no ayuda a nada. Porque yo quiero ayudar, considero mi obra en cierto modo activista."

Luis Sánchez Martín



Visto así

Los compañeros de colegio
…………….que sobrevivieron a los 80
………….. buscan colillas y monedas por el suelo
………….. arruinados por créditos exprés
………….. y las luces de las casas de apuestas.

Los compañeros de instituto
………….. que resistieron los 90
………….. cambiaron alcohol y pastillas
………….. por un trabajo de diez horas al día
………….. como falsos autónomos 
………….. en una multinacional del transporte.

Los compañeros de universidad
………….. —bilingües titulados
………….. que se enfrentan al siglo XXI
………….. con coches de renting
………….. y matrimonios de tergal—
………….. graban en placas sus apellidos compuestos.

Total, 
que visto así
parece que no me ha ido tan mal.

Luis Sánchez Martín










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