A don Agustín de Salazar y Torres
El Tesón numeroso de tu lira,
que con cláusulas graves hirió al viento,
en docto superior dulce contento
ya de la Patria al blando ruido, admira.
Con la música afable que respira,
mezclando suavidad, y sentimiento,
nos renueva en dulceras el lamento,
que al inflamar caduco, acorde inspira.
Si póstumo el sonido recibiera
de la voz de su métrica Poesía,
es porque en ecos la recoge Vera.
Y del eco, y la voz la melodía,
en la Fama inmortal, siempre ligera,
resonarán en unísona armonía.
Belisa
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