Dos Apolos, dos Delios soberanos
lucen por excelencia en cielo, y suelo,
uno se nombra el gran señor de Delo,
otro el divino, llaman los humanos.
Con sacro resplandor salen ufanos
recamando de aljófar suelo, y cielo,
el uno abate, el otro encubra el vuelo,
hermanos en dar luz, y en nombre hermanos.
El primero es el Délfico famoso,
Mejía es el segundo, sin segundo,
que alumbra y reverbera en ambos Polos.
En el renace Ovidio más glorioso,
y puede celebrar de hoy más el mundo,
dos Ovidios, dos Delios, dos Apolos.
Luis Pérez Ángel
Soneto en el libro Parnaso de Dirgo Mejía de Sevilla, impreso en 1608 en Sevilla
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