Luna llena
Llega la noche bajo espeso velo;
el nudo de su túnica desata,
y un millón de moléculas de plata
derrama por los ámbitos del cielo.
El escondido sol con dulce anhelo
un ósculo de amor deja en la ingrata
que huye de su poder y de escarlata
su faz inunda al levantar el vuelo.
Bórrase a poco de rubor tan hondo
la huella roja y el azul domina
aquel semblante pálido y redondo,
que parece de concha peregrina
una gigante perla, en cuyo fondo
tiembla el reflejo de la luz divina.
Clamente García de Castro
No hay comentarios:
Publicar un comentario