El primer vuelo
Pájaro implume que abandona el nido
creyéndose con fuerzas para el vuelo,
y un triste desengaño halla en el suelo,
es mártir del amor; lo que tú has sido.
Uno que te vio hermosa, habló a tu oído;
tú le escuchaste sin ningún recelo,
después... lo que pasó, lo sabe el cielo!...
y hoy eres niña aún, ángel caído.
Caíste ¡enorme falta! mas no importa
que puedes redimirte si constante
sigues la senda que al perdón conduce.
Síguela, por tu bien, aunque no es corta,
que a su final ansiado, el sol brillante,
de la Clemencia célica reluce.
Avelino Rodíguez Elías
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