1. La pieza había sido tallada, como ya se ha dicho anteriormente, en contra del eje natural del cristal, punto este que, aparte de devenir en la rotura inmediata del cristal, únicamente podría haber sido realizado de poseer una tecnología cercana al láser. Hoy día, para trabajar con cristal lo primero a determinar es la dirección de su eje para evitar la fractura.
2. Ni en la superficie ni en el interior de la calavera había rastro alguno de muescas, restos de lascas u otra pista que indicase el uso de uno u otro utensilio para llevar a cabo su tallado, que por otro lado estaba libre de arañazos.
3. Para llevar a cabo tamaña proeza se estimaban como necesarios unos trescientos años ininterrumpidos, con sus días y sus noches, frotando constantemente la piedra tosca de cuarzo con una solución de arena y silicio, que propiciaría el desgaste de la misma.
4. El cráneo y el maxilar que apareció unos días más tarde procedían de la misma roca madre.
5. Los arcos cigomáticos están separados del resto del cráneo, de tal manera que son como tubos de cristal que han sido «colocados» en el interior, lo que ha hecho barajar la posibilidad de que bajo la calavera se colocara una fuente de luz, de tal manera que el cuarzo la reflectaba, en un efecto siniestro y espectacular, a través de sus cuencas vacías.
6. No se pudo datar con exactitud ya que la técnica del carbono-14 es ineficaz con objetos inorgánicos.
7. Era, por su tamaño, un cráneo femenino. Además, la conclusión fue que era cuarzo natural sumamente puro, de dióxido de silicio piezoeléctrico anisótropo.
Frank Dorland
conclusiones a las que llegaron cuando la calavera de cristal fue sometida a un estudio exhaustivo en los laboratorios Hewlett-Packard de Santa Clara, en California
"Las propiedades sobrenaturales de la calavera son inquietantes, por supuesto, pero existen y se pueden demostrar a cualquier persona sensata. La calavera exhibe y transmite al cerebro humano los cincos sentidos: gusto, tacto, olor, vista y oído. Cambia visiblemente de color y de transparencia, exhibe un color propio e inconfundible cuando así lo desea, instala pensamientos en la mente de quien la observa, hace que la gente sienta sed, impone sonidos audibles en los oídos del observador. Aquellos que meditan en su presencia experimentan todo esto y también sienten presiones físicas en el rostro y en el cuerpo. Cuando una persona sensible pone las manos cerca de la calavera, percibe diferentes sensaciones de vibración y energía, y también frío y calor dependiendo de dónde se coloca. Con respecto a la vista, la calavera parece estar en un flujo constante y exhibe cambios de aspecto, claridad y color. Se ha podido observar que la parte frontal del cráneo se nubla como algodón de azúcar. El mismísimo centro de la calavera a veces se torna tan claro que parece desaparecer en un gran vacío. La calavera misma por momentos ha cambiado de color en su totalidad, de cristal claro a tonalidades de verde, violeta, púrpura, ámbar, rojo, azul, etc. El estudio visual de la calavera tiende a ejercer un fuerte efecto hipnótico en la mayoría de los observadores. En al menos alguna ocasión la calavera irradió un aura que persistió y fue muy visible durante un lapso de al menos seis minutos, permitiendo un estudio muy exacto de su apariencia."
Frank Dorland
Tomada del libro La maldición de los exploradores de Lorenzo Fernández Bueno, página 63
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