La cuerda del árbol
Estamos hechos a imagen de los árboles
Pero por desgracia menos valientes que ellos
Nacen de pie y no se rinden
Sino ganados por los vientos del fin del mundo
La espera inmóvil de nada los justifica
Ignoran el tedio esa enfermedad de hombre
Les gusta lo que viene siempre
De la tierra obscura y profunda
Que transforman en hojas flores y frutos
Les satisfacen el sol y la lluvia
Un vuelo de gorriones los corona
Bajo el beso del cielo
El árbol como el hombre tiembla
Pero no necesita la fábula de un dios
Para obtener la fuerza que lo sustenta
Oh el árbol que bebe el sol y la nieve
Que en la tempestad se levanta contra el relámpago
Que humilla al hombre inclinado ante la muerte
Es la obstinación vertical
Árbol callado en donde canta el mundo
Libre contra su destino porque impávido
Permanece abierto a lo que no tiene fin
Devorando el espacio
Árbol cuya tranquilidad hace seña
Entre los terciopelos de la tarde
A los amantes solitarios
A los animales errantes y a las almas perdidas
Ser sin finalidad ni pesar
Que no cuenta sus hojas
Cuya corteza sana sus heridas
Cuerpo hambriento de cielo
Soledad atravesada
Por la gran gesta del universo.
Jean-Pierre Siméon
La cuerda del pájaro
Toda la aventura humana
La grave aventura humana
¿Vale el canto inútil del pájaro
Que despierta el aire
En la frescura de una mañana?
¿Qué quedará del mundo después del mundo
Sino por suerte el eco ligero como una seda
Del canto del pájaro
Y de su tranquila mansedumbre?
¡Oh la gran pobreza del canto del pájaro
Tan desnuda tan frágil
Como su ala entregada al viento!
¡Oh esta pobreza que nos juzga
Y ante la cual las ciudades se desmoronan!
¿Alguien ha visto dormir a un pájaro?
Vuela o canta o mira
Inmóvil
El tiempo atravesar el espacio
El pájaro no piensa
No sueña como nosotros en la muerte futura
Hace de la presencia algo simple
Una paciencia que madura como un fruto
El pájaro nunca teme perder la luz
¿No es él acaso
Si el invierno la roba
Quien cruzará el infinito del cielo
Para volver a encontrarla?
El secreto del pájaro:
Su vuelo y su canto no son un oficio
Son gracias concedidas
Y este privilegio:
Se alimenta de nada a ras de suelo
Él que conoce profundamente la altura
¿Qué es la poesía?
Palabra de hombre hecha pájaro
Y en esa palabra que asciende
Expansión del hombre en sí mismo
Por arriba de sí mismo
Morada entre la muerte de las hojas y la llama de los soles
Jean-Pierre Siméon
La cuerda del silencio
Al igual que usted sin duda
Yo tengo el recuerdo
De un ritmo misterioso como hojas que tiemblan
Cuando no hay viento
¿Es ese corazón que late en las calladas cosas
En la piedra la luz la madera
Y que se escucha por la piel
Y que nos llega a la frente como una cálida nieve
Lo que se llama comúnmente el silencio?
¡Oh silencio del mundo!
Perdido como una lejana alegría
Cortéjanos de nuevo
¡Oh silencio carnal!
Que da un cuerpo al alma
Habremos vivido mal
Si negamos nuestras manos a los besos que das
Eres algo así como el reverso del día
Que no es la noche
Sino la profundidad de un canto
O eres en el cuerpo de los amantas
Después del amor ese temporal extendido
Y tranquilo que queda en la sangre
Lo intento en vano
Ningún lenguaje se te acerca
Pero sabemos
Como sabemos a pesar nuestro que el pulmón respira
Que eres el cielo interior de nuestras vidas
El último color ausente
Silencio que la ciencia ignora
Pero que incluso el niño enamorado de una rama escucha
Silencio que pasa en el ruido de los hombres
Como culebra que se desliza entre la hierba
¿Pero qué es en el fondo de todo
Esta gran paz despreocupada
Que nuestro cuerpo llama
Como una caricia perdida?
Jean-Pierre Siméon
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