ALUCINACIÓN
A la Sra A.N.
Mirando la habitación oscura
Que no iluminan ya sus grades ojos,
Creí ver los reflejos sedosos
De su cabellera sombría.
Volví a ver la línea pura
De su perfil maravilloso,
Mirando la habitación oscura
Que no iluminan ya sus grandes ojos.
Mas fue un sueño esta aventura,
Pues viaja usted bajo otros cielos;
Y mi corazón, triste del adiós,
Siente crecer el dolor que oprime
Mirando la habitación oscura.
Ida Faubert
LOS VESTIDOS
Todos sus vestidos de encaje
Yacen ahí, frágiles, bajo mis dedos,
Siento, cuando los veo
Que mi dolor es inmortal.
De repente creo ver sus pupilas,
Y oigo el sonido de su voz…
Todos sus vestidos de encaje
Yacen ahí, frágiles, bajo mis dedos.
Aún conservan en sus pliegues rebeldes,
El perfume de antaño,
Y me estremezco cuando veo,
Siempre tan nuevos y bellos,
Todos sus vestidos de encaje.
Ida Faubert
Quisiera quedarme contigo una hora,
en el maravilloso jardín que mi mente supone…
El sol saldría, por allá, en la puesta rosa,
y los jazmines se deshojarían sobre nuestras rodillas.
Ida Faubert
Suavidad
Para ti me he de volver dulce y amante;
para que venga el olvido de malos días de antaño
y no sepas ya que la vida es malévola,
que hiere al corazón y que se sufre tanto.
Para ti volveré a ser esa niña obediente,
que sueña con canciones de amor y beldad,
y que a veces besa una flor a su paso,
para sentir en sus labios un temblor de verano.
Te abriré mi corazón que el sol inunda,
conocerás mi alma y sus deseos ardientes,
y de la vida y el mundo ya sólo sabrás
que te adoro y que ya es primavera.
Ida Faubert (nombre real Gertrude Florentine Félicitée Ida)
Overtura
Te amo por apiadarte del delirio,
Y por haber, conmigo, sufrido mis dolores;
te amo por saber qué palabras decirme
y por haber besado tierno mis ojos llorosos.
Te amo por apiadarte del delirio,
y por haber, conmigo, sufrido mis dolores;
te amo por saber qué palabras decirme
y por haber besado tierno mis ojos llorosos.
Ida Faubert
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