“Hoy rompo para siempre la promesa que hice. Nadie puede soportar indefinidamente una vida que no es la suya. Necesito sentirme judío delante de alguien, aunque sólo sea un momento.”
Mikolaj Grynberg
"La Historia le da un pequeño respiro a Jurek antes de mostrar su verdadero rostro, pero también se volverá irreversiblemente judío. Hasta ahora lo había sido sólo para sí mismo, pero en adelante también lo será para los demás, lo cual tendrá consecuencias. A Jurek, como antes a sus ancestros, se le recuerda que éste no es su lugar. No obstante, estaba convencido de que era su casa, aquí estaban sus amigos, los lugares a los que se sentía atado y sin los que le resultaba imposible imaginar su vida. Sin embargo, el destino de los judíos también ha alcanzado a Jurek. Hay que admitir que Jurek era un poco tonto y muy ingenuo, pero ahora por fin se las verá con la realidad. Sopesa los pros y los contras, trata de escoger el mal menor, si bien le habría gustado poder escoger algo bueno, aunque sólo fuera una cosa. En suma, libra la guerra judía: lucha contra sus propios pensamientos y siempre pierde. Jurek no se decide a marcharse, como manda la tradición milenaria, sino que se queda junto a su madre. Y la madre, como cualquier madre, muere unos años más tarde.
Jurek comprende que ser judío es su herencia. Su vida no es ni mejor ni peor que otras vidas de judíos: al final, te obliga a plantearte seriamente huir. Y la huida, claro está, siempre supone pérdidas, pero quien no pierde, como usted sabe, perece. La desaparición sólo complace a quienes creen en la vida después de la muerte. Yo no soy de ésos y, por lo que sé, Jurek tampoco.
Permítame que vuelva al principio y le dé un consejo: creo que más vale no ser judío. Además, ya se habrá dado cuenta de que la gente no se pelea por hacerse judía, no es que haya bofetadas, vaya. En el caso de usted ya no hay mucho que hacer, pero aún podría salir a pasear con una u otra tomados de la mano, y luego acostarse con una o con la otra, o con las dos. Después de lo cual se levantará, esperará… ¡y sobre todo ni una palabra! ¡No le diga nada al recién nacido! Márchese antes de que otros le cuenten algo.
Ésa es la única forma de salvar a los judíos.
No le prometí que sería una charla agradable.
Usted todavía puede gozar de la vida esperando que pase algo maravilloso, a mí ya sólo me queda acostarme a esperar el final."
Mikolaj Grynberg
Un brazo muerto del río
"¿Te das cuenta de que vives en un brazo muerto del río? El caudal ha ido haciendo meandros, un brazo ha quedado aislado y se ha ido secando. ¿Lo ves? ¿O quizás no quieras verlo?"
Mikolaj Grynberg
Un brazo muerto del río
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