"Búsquese y hállese el cráneo de un ahorcado, o de uno que haya muerto en la rueda, sobre el cual ya haya brotado moho. Señálese bien el lugar y déjese intacto el cráneo. Vuélvase al día siguiente y prepárese el cráneo para que sea fácil recoger el moho. El viernes siguiente, antes de la salida del sol, acúdase nuevamente al lugar, ráspese el moho, recójaselo en un trocito de paño, y cósaselo al forro de la chaqueta, bajo la axila izquierda. Mientras se use la chaqueta, se estará a salvo de bala, filo o estocada."
Johannes Staricius
El tesoro misterioso de los héroes
Tomada del libro Territorios talismán de Jesús Callejo, página 74
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