Joaquín Lera

" «Confieso que he vivido» diría Neruda. He tenido la gran fortuna de conocer otras culturas cuyos horizontes e ideales son muy diversos. Desde China a Brasil. De Sudáfrica a Argentina. De Moscú a Nueva York. De Venecia a El Cairo pasando por Amman, Berlín, Ámsterdam, Sofía, Praga, Lisboa, París, Corea, Tokio, Miami, Estambul o Puerto Rico.

Todos lugares de ensueño en los que me he sentido como Corto Maltés tomando notas.

Está claro que me tira el cono Sur; el bolero, la samba, el joropo o el tango por ejemplo además del blues, el jazz o la música clásica.

No es fácil decir cuál es el lugar donde me he sentido más a gusto, pues en todos hay algo especial.

Voy a decir cuatro a los que no me importaría volver: La Habana, Montevideo, Buenos Aires y Salvador de Bahía.

¡Hay sitios tan hermosos en este continente de contrastes, acentos, sabores y culturas!

En Uruguay  existe un pueblito donde no me importaría tener una casita. Se llama Colonia de Sacramento. Soñar es gratis. De momento.

También los olores de las especias en los zocos de Túnez o Marruecos han dejado huella en mi pituitaria o las algas que me comí en Japón con mi amigo Luis que regenta una escuela de español en Tokio y donde canté hace una década."

Joaquín Lera





"Galicia es mi cuna, mi mar, la luz que me vio crecer. Galicia es Valle Inclán, Rosalía, Castelao y mucho más ainda.

Galicia é meu Pai é miña Nai. Galicia es un grelo disfrazado de berberecho, una barca columpiándose en la Ría de Corcubión viendo a los chavales tirarse desde el muelle. Galicia fue mi primer amor y seguramente será el último con permiso de la muerte, mis ancestros, el Apóstol y las gaitas.

Allí escribí mi primera canción cuando llevaba pantalón corto, en el tejado de la casa vieja mientras escuchaba fados cantados por la inmensa Amalia  Rodrigues. Con un laúd que solo tenía una cuerda al que llamaba el «unicordio».

Galicia es musgo, arena, piedras, poesía…

Poesía que sale del fondo del mar y del interior de los prados, horreos y aldeas. Del alma de las rocas, las vacas, las olas y la escarcha.

Todo en Galicia me inspira. Es mi amante más fiel."

Joaquín Lera




"Hay mucho de magia a la hora de componer. He llegado a sentir que no era yo el que lo hacía. Como si las notas bailaran con las vocales en el zaguán de mi cerebro. De hecho hay ocasiones que me levanto entre sueños para grabar  el regalo que me hacen mientras duermo los enanitos que pululan por mis arterias para no perder los matices ni el compás del nuevo parto musical. Una locura que siempre es bienvenida y aparece sin cita previa. El desvelo cuando se trata de crear es un estímulo que riega con frecuencia las páginas del libro de mi vida. Por eso siempre tengo al lado el portátil y una guitarra. Antiguamente era el orinal y las zapatillas. Con el tiempo uno se va desprendiendo de equipaje y desnudando su alma sin importarle el peso de los años ni el qué dirán. Para eso también vale la Poesía. La nostalgia llama a la melancolía como los labios al lenguaje.

Componer y hacer sentir a los demás sensaciones nuevas es una responsabilidad que asumo con trabajo, más trabajo y, por qué no, un pelín de talento si ustedes me lo permiten y ganas de hacerlo bien.

Primero la música, luego la letra y viceversa. ¡Qué más da!

Lo verdaderamente fascinante es el resultado de la unión entre ambas.

Cuando se consigue, que no siempre, es el mayor triunfo que un compositor pueda alcanzar.

Lo demás son banalidades, cortapisas y valladares. Si no, que se lo digan a Eric Satie por ejemplo que se murió sin que se conociera su obra y hoy forma parte de los elegidos…"

Joaquín Lera





He salido a caminar,
con el viento como amante.
Sin un duro que gastar.
Caminante.

Joaquín Lera





Hoy tengo acordes por peldaños.
Un mar de margaritas en mi alfombra.
Hoy cambio mis derrotas por abrazos
y juego con la nieve de tu boca.
Hay silencios parecidos a tormentas.
Botellas con mensaje en el desierto.
Hay bosques bailando en tus ojeras,
arco iris en el óleo de tu cuerpo.
Hoy llueven serpentinas en tu pelo.
Germino en el zaguán de tu sombrero..
Hoy barro el alquitrán de tus pulmones,
me adhiero al paraíso de los sueños.
Hay sirenas en el teatro de la calle.
Madreselva en tu alma trasnochada.
Hay anhelos con sabor a mandarina,
golondrinas anidando en tu almohada.
Hoy cambio tu ausencia por el eco.
La tristeza por el zumo de tus labios.
Hoy sueño que soñé que ya no sueño,
que al despertar soñaba entre tus manos.
Hay lágrimas azules en cuartillas.
Tristeza en el rímel de un payaso.
Hay pétalos guardando tu semilla,
diapasones con el tiempo trastocado.
Hoy tengo acordeones por peldaños.
Mañana despeinamos los espejos.

Joaquín Lera




Recuerdo que mi primera guitarra la tomé prestada en unos grandes almacenes y acto seguido me puse en una calle muy cerca de Sol a cantar con ella y ver la reacción de las personas que por allí pululaban.
Gente variopinta.
Funcionarios mezclados con trileros.
Carteristas haciendo su agosto con señoras atiborradas de rímel y optalidones.
Buscadores de talentos con la moral en el trasero.
Echadores de cartas.
Cabras equilibristas.
Familias enteras pidiendo limosna.
Abueletes amables con y sin chistera.
Cajeras juguetonas.
Rateros sin escrúpulos.
Zombies sin memoria.
Chicas precoces enganchadas a cualquier vicio.
Anónimos sin nómina.
Señoras encantadoras.
Agentes que recibían ordenes y te atemorizaban con llevarte al cuartelillo si seguías dando el cante.

Joaquín Lera



Te vi por primera vez
Caminando sobre un mar de anémonas
Con la alegría en una pupila
Y en la otra una pena
Buscando una luz en el horizonte
Como quien busca el amor a ciegas
Te convertiste en isla
Con tu traje de arena

Joaquín Lera












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