La creencia más extendida es que los ovnis son naves de
procedencia extraterrestre, pero esta es solo una de las teorías para
explicarlos. Por otro lado, se trata de un fenómeno tan amplio, tan extraño,
que ni siquiera podemos imaginar su verdadero origen y sus intenciones en
relación a los seres humanos. Por eso el «fenómeno ovni» se nos hace tan
apreciado, tan atractivo y, especialmente, tan enigmático.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 10
Los que somos nostálgicos de la vieja ufología, echamos de
menos los incidentes de ovnis que dejaban huellas en el suelo, las apariciones
de seres extraños y bizarros, los llamados humanoides y abducciones con una
serie de elementos complejos, especialmente aquellos que señalaban posibles
experimentaciones en los seres humanos por presuntas entidades alienígenas.
Estos fenómenos se han reducido de forma considerable, algunos incluso casi han
desaparecido, como las abducciones clásicas que he podido investigar de cerca,
entrevistando a sus protagonistas en varios países. ¿Qué habrá pasado? ¿Por qué
estas manifestaciones ahora se reducen —en su mayoría— a algunas «luces» que se
mueven en el cielo y, a veces, algún objeto un poco más grande que,
esporádicamente, se presenta ante vuelos comerciales o aviones militares como
los de la Navy de Estados Unidos? Son preguntas sin respuestas, porque estamos
frente a un fenómeno prácticamente intangible, aunque no nos impida formular
todas las hipótesis que queramos.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 12
En el fondo, a partir de una perspectiva social y cultural,
los ovnis «nacen» a mediados del siglo XX en Estados Unidos y se expanden por
el mundo gracias al poder y la influencia de sus medios de comunicación que
abarcan todo el planeta. Pero los que investigamos los ovnis sabemos que hay un
fenómeno real que acompaña a la humanidad desde tiempos remotos, a lo largo de
la historia, tal como insinúan, por ejemplo, antiguas pinturas rupestres,
grabados y crónicas medievales. Lo que hizo Estados Unidos fue «amplificar» y
«moldear» el fenómeno ovni por medio de una serie de elementos psicológicos,
sociológicos y culturales que surgen a partir del final de la Segunda Guerra
Mundial, cuando empieza a haber un nuevo orden mundial y una tecnología
poderosamente emergente, a ejemplo de las bombas atómicas, de los cohetes
espaciales y de las computadoras.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 13
La verdad es que vivimos en una época de «sequía ufológica»,
salvo por algunos casos, muy puntuales, que solo llaman la atención a unos
pocos expertos como nosotros o a los militares que buscan defenderse de una
posible amenaza exterior, sean armas secretas de otros países u ovnis procedentes
de otros planetas u otras dimensiones. ¿Por qué los ovnis ya no se manifiestan
con la intensidad de antes? Suelo decir, irónicamente, que es porque «ellos» se
han cansado de nosotros, «insignificantes» seres humanos. Que «ellos» están
hartos de presenciar tantas tropelías, desaciertos, matanzas, insolidaridad y
destrucción ecológica por parte de nosotros. Otros, es decir, una parte de los
creyentes en que los supuestos alienígenas han venido a salvarnos de un
desastre ecológico, bélico o atómico, están muy decepcionados, pues sus
«dioses» les han abandonado, y el planeta se va hundiendo: el desastre
climático-ecológico tiene pocas posibilidades de revertirse si no hacemos nada
para pararlo.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 19
Un neurólogo experto en neuroimágenes forenses de Detroit,
el doctor Christopher Green —contratado por un programa del Departamento de
Defensa para monitorear ovnis en 2008— reveló al Dailymail.com que trató a
cientos de militares estadounidenses —y entre ellos oficiales de las Fuerzas
Especiales— que sufrieron lesiones, incluidos daños cerebrales y quemaduras. Su
estudio denominado «Efectos médico-clínicos de campos agudos y subagudos
anómalos en tejidos dérmicos y neurológicos humanos», con fecha de mayo de
2009, es uno de los 38 encargados por Defensa —con un presupuesto de 22
millones de dólares— dentro del llamado Programa de Aplicaciones del Sistema de
Armas Aeroespaciales Avanzadas (AAWSAP) supervisado por la Agencia de
Inteligencia de Defensa entre 2007 y 2012. En 2021 el neurólogo publicó una
versión no clasificada del estudio y afirmó que al menos el 10 por ciento de
sus pacientes murió en un plazo de siete años después de su testimonio e
incidente ufológico. Estos testimonios ovni están documentados y revelan
objetos con características muy especiales y tecnología muy avanzada.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 45
Algunas de las lesiones estudiadas por el doctor Green se
parecían al misterioso «Síndrome de La Habana», que las agencias de
inteligencia creen que podría ser en realidad una serie de ataques clandestinos
contra diplomáticos estadounidenses por parte de una potencia extranjera
utilizando microondas dirigidas. No obstante, Green atendió a sus pacientes
décadas antes de la serie de ataques a la embajada cubana en 2016 que dio
nombre a la enfermedad. El doctor Green, que actualmente es profesor de la
Escuela de Medicina del estado de Wayne, añadió al Dailymail.com que creía que
algunas de las lesiones que había visto se debían a que los pacientes estaban
demasiado cerca de «microondas sutiles, de alta potencia y moduladas» y sugirió
en su estudio que los soldados podrían haber sido alcanzados, accidentalmente,
por emisiones potentes o frecuencias electromagnéticas de los sistemas de
propulsión de aquellas extrañas aeronaves. No obstante, por razones de
seguridad y contractuales, el neurólogo no puede revelar los nombres de las
víctimas ni todos los resultados de sus estudios.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 46
El 25 de junio de 2021 se presentó en el Senado, ante los
políticos y la prensa, el tan esperado informe preliminar de la mencionada
Fuerza de Tarea de Fenómenos Aéreos No Identificados (UAPTF). Algunos quedaron
insatisfechos con los escasos nueve folios proporcionados al Comité de
Servicios del Congreso. El resultado fue que el informe ni afirmó ni desestimó
la existencia de ovnis procedentes de otros planetas. De todos modos, era la
primera vez que el gobierno de Estados Unidos admitía oficialmente al menos la
posibilidad de que los ovnis/UAP pudieran ser resultado de una inteligencia
desconocida capaz de desarrollar una tecnología muy avanzada, superior a la
nuestra. Entre los puntos abordados por el documento que más llaman la atención
está la mención a 144 expedientes sobre ovnis realizados, en su mayoría, por
pilotos de la aviación militar entre 2004 y 2021, siendo así que 18 de ellos
mostrarían características de objetos con movimientos y vuelos inusuales, como
la permanencia, en el aire, totalmente estáticos, para después acelerar a
velocidades imposibles con las tecnologías que conocemos. En unos pocos casos
se pudieron captar radiofrecuencias relacionas con estos ovnis, pero no
establecer comunicación con ellos.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 55
Las conclusiones del informe presentado establecieron que,
hasta este momento, no se puede determinar con exactitud el origen de las
aeronaves avistadas por diferentes fuerzas militares. El informe también
plantea posibles amenazas a la seguridad de vuelo y la seguridad nacional, ya
que no descartan que pueda tratarse de tecnologías avanzadas y revolucionarias
manejadas por un adversario potencial a imagen de China o Rusia. Por otro lado,
el informe del Pentágono también habla de objetos como pájaros, globos,
vehículos aéreos no tripulados, fenómenos atmosféricos naturales. Además, el
informe plantea la necesidad de obtener financiación adicional para investigar
de forma más detallada los UAP. Otros analistas de Estados Unidos sugieren que
el informe de la UAPTF/Pentágono incluye observaciones de supuestos UAP y que,
en realidad, podría tratarse de falsos ovnis generados por equipos avanzados de
otros países o incluso por Estados Unidos como parte de una guerra electrónica
que se lleva bajo el silencio en nombre de la seguridad del Estado. Estos
equipos podrían provocar interferencias y falsas imágenes de no identificados
en las pantallas de radar, por ejemplo.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 56
Para un prestigioso geoestratega español, el coronel del
Ejército de Tierra, actualmente en la reserva, Pedro Baños Bajo —exjefe de
Contrainteligencia y Seguridad del Cuerpo de Ejército Europeo de Estrasburgo—
es muy posible que los «ovnis del Pentágono» sirvan de «cortina de humo» o
«maniobras de distracción» —una estrategia planificada— para esconder
operaciones de inteligencia y de desarrollo de tecnología militar, tales como
misiles o naves hipersónicas que se desvían de las trayectorias balísticas
convencionales. Este tipo de maniobras aéreas fuera de lo normal podrían
confundir, según el especialista, incluso a pilotos de cazas experimentados que
han visto tales aeronaves, en los últimos años, en la costa oeste de Estados
Unidos.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 58
Desde mi punto de vista, casi todo el asunto de los «ovnis
del Pentágono» está minuciosamente estudiado y desarrollado a partir de un plan
para generar una serie de confusas expectativas en el seno de la sociedad
estadounidense y quizá de todo el mundo. Algunos creyeron que el gobierno de
Estados Unidos iba a revelar importantes informaciones y afirmar que los
extraterrestres existían, algo que, evidentemente, no se cumplió.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 58
Mi pregunta es: ¿toda la trama que gira en torno a los
«ovnis del Pentágono» sería una estrategia elaborada por los servicios de
inteligencia de Estados Unidos para, a partir de ambiguas opiniones sobre el
fenómeno ovnis/UAP, reemprender una carrera militar de alta tecnología —que,
supuestamente, había perdido terreno frente a Rusia y China— usando a
periodistas de élite, políticos, ex agentes o agentes de los servicios de
inteligencia, científicos y militares como agentes propagandísticos para
convencer a la opinión pública de la necesidad de incrementar los presupuestos
para ese desarrollo militar? Ante la situación actual de crecimiento
armamentístico y la necesidad de crear nuevas estrategias y desarrollar nuevas
armas, para mí está claro que esta vía es muy plausible.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 60
En diciembre de 2021 la NASA, en colaboración con el Centro
de Investigación Teológica (CTI) de la Universidad de Princeton, contrató un
equipo de 24 teólogos para determinar cómo reaccionarían las diferentes
religiones del mundo en caso de producirse un contacto con vida extraterrestre.
El equipo está encabezado por el reverendo Andrew Davison, teólogo de la
Universidad de Cambridge y doctor en bioquímica por la Universidad de Oxford.
Algunos ufólogos consideran esta iniciativa como una manera de ir preparando
gradualmente a nuestra humanidad para un próximo contacto con entidades
inteligentes de otros planetas.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 63
El periodista Charlie Burton, de la revista británica GQ,
entrevistó al exdirector del programa AATIP del Pentágono, Luis Elizondo. Este
afirmó que tenía en su posesión documentación oficial del gobierno de Estados
Unidos que describe exactamente el mismo vehículo de tipo «tic tac» visto por
los pilotos del portaaviones Nimitz en 2004 pero descrito a principios de los
años cincuenta y principios de los sesenta, es decir, con una tecnología
imposible para aquella época.
Durante la entrevista Elizondo contó que recibió un informe
de un piloto que avistó un UAP en 2004 y su rostro quedó rojo durante cuatro
días como si hubiera recibido radiación. También mencionaba el caso de otro
piloto que voló durante cinco minutos, pero, cuando miró su reloj, había pasado
media hora. Al volver verificó que, efectivamente, solo había usado carburante
para cinco minutos. El exdirector de la AATIP relacionó este caso con una
«deformación del espacio-tiempo» provocada por aquel extraño objeto.
Sobre esto, Elizondo menciona la hipótesis de que los ovnis
crean una especie de «burbuja» a su alrededor que se aísla del espacio-tiempo
en que nosotros vivimos.
El exagente de inteligencia cree que los ovnis son «algo
interdimensional», y que han estado en la Tierra durante mucho tiempo. También
habló de una correlación de los ovnis con el agua, especialmente en el mar, de
donde se les ha visto emerger y sumergirse: «Podría ser tan simple como una
parada de combustible. Si quisieras deformar el espacio-tiempo, solo hay dos
formas de hacerlo: mucha energía o mucha masa. Entonces, si quisiera extraer
algo de su energía, comenzaría con hidrógeno, porque es un elemento simple...
Solo hay un tipo de configuración de hidrógeno que es superdensa que se
encuentra en el universo y es agua líquida. Entonces, en una cantidad de tiempo
relativamente pequeña, puede extraer suficiente hidrógeno para hacer lo que
necesite hacer, literalmente con un cubo de agua».
Elizondo también recuerda que los UAP aparecen cerca de
plantas nucleares, de silos atómicos y otras zonas de
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 81
¿Son los ovnis naves espaciales de otros planetas?
Aparentemente, Caravaca descarta esta hipótesis y se lanza al campo de las
explicaciones paraufológicas y psicosociales sin descartar un factor exógeno o
agente externo (AE) desconocido, inteligente, interactivo con nuestras mentes.
Es decir, el fenómeno existe como tal y puede dejar pruebas materiales, como
huellas, rastros y restos metálicos. De alguna manera, desde su punto de vista,
el misterioso fenómeno conecta con la psique de los testigos y logra
introducirse en sus mentes para extraer material cultural, personal y
arquetípico con el objetivo de construir y proyectar «una experiencia de
visitación alienígena ficticia» que no se corresponde con la realidad. En otras
palabras: se trataría de una «escenografía», una «proyección volumétrica» o
tridimensional que puede ser vista por una sola persona o por varias.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 119
Las raíces del enigmático fenómeno de la Luz de Sosa se
hunden en un pasado borroso y difuminado. Poquísimas personas en Puerto Serrano
han conservado, en su memoria, esa conexión, quizá tan solo Encarnación Pavón,
de ochenta años.
—¿Cuáles son los orígenes de la Luz de Sosa? ¿Cuál es el motivo de su aparición hasta 1980? —indagué con la vecina de aquella población andaluza.
—Antiguamente, los mayores hablaban de que aquí hubo una guerra y un soldado se perdió; su caballo apareció, pero él no. Entonces decían que la Luz de Sosa era, en realidad, un espanto; sería el espíritu de aquel soldado desaparecido. De él nunca más se supo, no dejó rastro, ni restos, ni nada —recordó Encarnación Pavón, evocando una antigua leyenda que aún reverberaba a lo largo de los siglos...
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 133
Preguntamos a José María Pérez Gómez si nos podía corroborar
y apostillar lo que nos había contado Encarnación. Esta fue su respuesta:
—Encarnación me dijo en una ocasión que en el río apareció un caballo sin jinete, de un guerrero desaparecido en una guerra olvidada, pero esta historia tiene más de 1.300 años. El caballo sin jinete podría ser, según mi punto de vista, un rey del que habla el historiador Claudio Sánchez Albornoz, don Rodrigo, el último rey godo que, probablemente, fue muerto durante la batalla de Guadalete. Es decir, mucha gente asociaba el espíritu de este soberano con esta extraña luz.
Me quedé atónito al oír al cronista. De ser cierto, Encarnación Pavón se habría hecho eco de una información que venía siendo transmitida, oralmente, ¡hacía más de un milenio! Lógicamente, por el camino se habían perdido detalles, pero la idea central permaneció intacta en su mente. Desgraciadamente, es muy posible que sus hijos y nietos no vayan a seguir compartiendo este «mensaje» ancestral, pues en las sociedades actuales y como yo mismo he comprobado, la tradición oral ya no representa un valor inherente a las comunidades, especialmente en las urbanas.
José María Pérez, tras varios años de investigaciones, llegó a la conclusión de que la importante batalla cerca del río Guadalete, ocurrida en el año 711, sucedió en la zona de la llamada finca Sosa y de ahí el nombre que recibe la misteriosa luz. En ella el último rey godo, don Rodrigo, fue derrotado por Tarik, un general musulmán que abrió las puertas para la conquista árabe de la Península Ibérica y el fin del poder visigodo.
—Esta batalla cambió la historia del mundo... ¿por qué? Porque es la entrada del Islam en la Península Ibérica. Curiosamente el cerro de los Muertos, que creemos que está conectado con la batalla de Guadalete, es donde se encuentra uno de los principales recorridos observados por viajantes y pastores de estas extrañas luces, a las afueras de Sosa, en la Huerta de la Rueda y en el dicho cerro de los Muertos —nos seguía contando, para nuestro deleite José María Pérez.
La leyenda y el fenómeno desconocido se entrecruzan en estos territorios montañosos y forestales que encubren el río Guadalete, de cuyo cauce surgían las escurridizas luces errantes. ¿Por qué desaparecieron hace pocas décadas después de tantos siglos de andaduras por aquellas serranías y cauces fluviales?
Muchos aún en Puerto Serrano recuerdan el dicho: «¡Más rápido que la Luz de Sosa!».
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 1
La leyenda y el fenómeno desconocido se entrecruzan en estos
territorios montañosos y forestales que encubren el río Guadalete, de cuyo
cauce surgían las escurridizas luces errantes. ¿Por qué desaparecieron hace
pocas décadas después de tantos siglos de andaduras por aquellas serranías y
cauces fluviales? Muchos aún en Puerto Serrano recuerdan el dicho: «¡Más rápido
que la Luz de Sosa!».
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 134
La escasez de casos de humanoides a partir de mediados de la
primera década del siglo XXI me llevó a reinvestigar las historias del siglo XX
que ofrecían mayor interés por la presencia de entidades que, supuestamente,
tripulaban aquellas naves luminosas. ¿Por qué prácticamente había desaparecido
este tipo de apariciones? Esta es una pregunta a la que llevo años buscando una
respuesta sin ningún éxito. Desde los años cincuenta del pasado siglo hasta
principios del siglo XXI, es decir, a lo largo de unos cincuenta años, los
medios de comunicación hablaban de las apariciones de verdaderas naves
espaciales comandadas por seres inteligentes semejantes a nosotros, los
llamados «humanoides», que presuntamente procedían de otros planetas —quizá
fuera de nuestro sistema solar— que aquí venían para recoger muestras de todo
tipo y estudiar el comportamiento y la fisiología de los seres humanos. Esta
era y quizá sigue siendo la hipótesis más extendida para explicar, de una
manera muy simple, el origen y las intenciones de estos misteriosos visitantes.
¿Sería esta, realmente, la explicación más lógica para el fenómeno ovni? Con el
paso del tiempo, muchos investigadores buscaron otras explicaciones, otras
teorías, como el astrofísico franco-americano Jacques Vallé, el estadounidense
John Keel, el jesuita español Salvador Freixedo o, más recientemente en España,
Ignacio Darnaude Rojas-Marcos (teoría de la «elusividad») y José Antonio
Caravaca (teoría de la «distorsión»), donde aspectos de la mente o psique
humana se mezclaban con factores o agentes externos que actuaban con nosotros.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 151
Brasil es uno de los países con mayor casuística ufológica
en todo el mundo, como muestra lo que ocurrió en 1986, durante la «Noche
Oficial de los ovnis» cuando más de 20 de estos no identificados obligaron a
cerrar varios aeropuertos del sur del país. Además, en 1977 el Ejército del
Aire creó la «Operación Plato» para investigar casos de ataques y muertes de
campesinos en la Amazonía.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 175
David Marler, investigador del fenómeno ovni y autor de
Triangular UFOs: An Estimate of the Situation, afirma haber revisado 17.000
archivos de casos de naves triangulares desconocidas, a veces llamadas
«triángulos negros». Muchos se mantienen durante algún tiempo estáticos en el
aire, comportamiento que Marler interpreta como la «vigilancia o escaneo de
elementos de la naturaleza, tal como análisis topográfico de una región
determinada».
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 191
Febrero de 2016: odisea ovni en los Andes peruanos
En ese mes se publica en Lima (Perú) el libro Odisea en los
Andes. 1983, el año en que hicimos contacto, del cardiólogo peruano-brasileño
Julio César Acosta Navarro. En octubre de 1983 la prensa peruana publicaba la
historia de Donato Cervantes, un chófer con necesidad de amputación de un brazo
debido a una grave infección gangrenosa. Los médicos de la población de Huaraz
que lo trataban quedaron atónitos al verificar que, de súbito, se encontraba
curado. Cervantes, que en la época tenía cuarenta años, afirmaba que fueron los
«extraterrestres» quienes lo «operaron». Veinticinco años después, en 2008, el
doctor Navarro viajó a esta localidad de la cordillera andina para investigar este
caso tan especial. En sucesivas entrevistas con Donato Cervantes, este reveló
al médico que el 8 de septiembre de 1975, cerca del poblado de Aricanga, cuando
viajaba en su vehículo por la carretera, observó una fuerte luz de color
azul-anaranjado que provenía de un cerro, acompañada de un extraño ruido, que
le afectó la visión y la audición, además de paralizar su coche. Entonces, una
fuerza invisible abrió la puerta del coche y sintió que tiraba de él hacia
afuera, hasta dejarle suspendido a unos 20 metros de altura, para después
descender sobre una piedra y magullarse la espalda. Algunos viajeros lo
rescataron y lo llevaron a la enfermería del pueblo de Sihuay. De madrugada
aparecieron tres seres que se comunicaron mentalmente con Cervantes y le dijeron
que le iban a curar: estos emitieron unos rayos de luz sobre su espalda y el
testigo quedó completamente curado. Antes del incidente de octubre de 1983,
Cervantes tenía seccionados los tendones y arterias de la muñeca del brazo
derecho, a raíz de un accidente. En un momento dado surgieron nuevamente los
supuestos seres alienígenas y lo llevaron a bordo de un ovni hasta una base
submarina, donde lo curaron. Según el doctor Navarro, se formaron varias
comisiones médicas para estudiar el caso del abducido y todos los especialistas
se mostraron perplejos ante la curación, que juzgaron «milagrosa». Los mismos
doctores revelaron que antes y después de aquella fecha hubo otros casos, no
tan impresionantes, pero también de curaciones entre la población de aquella región
andina.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 192
2 de febrero de 2016: la CIA desclasifica miles de
documentos ovni
Casi un mes después de respaldar la serie Expediente X con
una selección de casos «favoritos», la CIA desclasificó y publicó en su blog
una amplia colección de documentos sobre los ovnis, con un apartado chistoso:
«Cinco informes de la CIA que a Mulder le encantaría revisar». Por otro lado,
la agencia publicó otro apartado llamado «Cinco informes a los que a Scully le
gustaría echar un vistazo», refiriéndose al personaje de la serie que era
escéptico. También en alusión a la serie, la CIA ofreció un enlace denominado
«La verdad está ahí fuera» y «haga clic en los enlaces para encontrarla». No
les ha faltado buen humor. La mayoría de los archivos desclasificados por la
CIA son de entre 1940 y 1960. Algunos documentos, como los del año 1952,
recogen avistamientos de platillos volantes en Alemania Oriental, en el Congo
Belga, en el norte de África y en España. Antes, en 1978, la CIA ya había
desclasificado cientos de documentos, pero en aquella época su acceso era más
difícil a causa de la inexistencia de Internet. La CIA se interesó por los
ovnis ya a partir de finales de los años cuarenta, hasta principios de los
cincuenta, como señala el historiador y exjefe de la CIA Gerald K. Haines,
autor de un artículo titulado, «El papel de la CIA en el estudio de los ovnis,
1947-1990». En 1948 el jefe del Servicio Técnico de la Fuerza Aérea, el general
Nathan Twining, puso en marcha el proyecto SIGN con la premisa de que los
fenómenos podrían ser reales, pero sin afirmar que eran de origen
extraterrestre. Más tarde el proyecto SIGN se reconvirtió en proyecto Grudge y
finalmente, en 1952, en el proyecto Libro Azul o Blue Book, hasta 1969. A
priori, la CIA y el gobierno de Estados Unidos se interesaron por el fenómeno
por la seguridad aérea nacional, tesis que sigue vigente hoy en día. En los
años cincuenta del pasado siglo la CIA se interesó por controlar la Guerra
Fría, estudiando y espiando a los soviéticos; incluso se planteó que la URSS
podría emplear los avistamientos de ovnis para provocar pánico e histeria de
masas, algo que, aparentemente, hasta hoy no se pudo verificar.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 193
Virgilio fue uno de los precursores de lo que más tarde el
ufólogo gaditano José Antonio Caravaca desarrollaría y llamaría «teoría de la
distorsión». Ya en los años setenta, el cubano-estadounidense usaba esa
palabra, «distorsión», para designar los efectos de la interferencia de los
supuestos alienígenas sobre la mente humana generando imágenes y pensamientos
que no se corresponden con la realidad. Según el estudioso, los abducidos son
llevados a otra dimensión, a otro espacio-tiempo, donde su mente es manipulada
de manera que no todo lo que el secuestrado cuenta debe ser interpretado de
manera literal. Los mensajes que, generalmente, reciben estos abducidos son
parte del proceso de manipulación, control y condicionamiento programado por
los alienígenas para alcanzar un determinado objetivo que aún nosotros no
tenemos muy claro. De lo que no cabe duda para el ufólogo y pensador hispano es
que la cantidad de evidencias que existen sobre el fenómeno ovni son
suficientes para que la ciencia tome cartas en el asunto. De momento, la
ufología sería tan solo una «protociencia», hasta que los científicos no se
pongan de acuerdo para crear una red mundial de investigación en el ámbito
universitario.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 198
Según mi amigo Claudio Suenaga, en el epitafio de Sanmartín
podría haber sido grabada una profecía que menciona en su libro A Pedra do
Espaço: «El tiempo se acorta, y en breve habrá una purificación y después una
transformación. En el amanecer del Séptimo Milenio la humanidad dejará de estar
aislada. Pues, purificada, disminuida y transformada, integralmente moral,
pasará a formar parte del concierto cósmico, cuando el intercambio con los
seres de otros planetas sea un hecho normal».
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 236
Me comentaron los ufólogos Antonio Ribera e Ignacio Darnaude
que el mar de Alborán era una especie de «Triángulo de las Bermudas» en
territorio marítimo español. Entre 1952 y 1970 habían desaparecido en sus aguas
cinco submarinos de manera misteriosa. Una cifra muy alta en un espacio
acuático relativamente reducido, al igual que en un periodo de tiempo poco
dilatado.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 265
La Teoría de la intrusión (de Jesús Callejo y Carlos
Canales) tiene por finalidad explicar el modus operandi del fenómeno ovni,
incluidos los «ufonautas», que se presentan ante nosotros, «criaturas que son
físicas e intangibles en tiempos diferentes; se podría decir que tienen materia
y antimateria. Estas entidades inteligentes, no humanas, proceden de otros
niveles de existencia tan reales como el nuestro, aunque no siempre visibles.
Además, son físicos y psíquicos a la vez, son visibles e invisibles a la vez,
manipulan la mente y la materia; son capaces de establecer contacto con la
psique del testigo u observador para que este acepte o distorsione la
información que está llegando y convierta su caso en algo único, aunque haya
dos o tres personas más viendo o sintiendo lo mismo; también buscan una
escenografía teatral relacionada con las creencias del sujeto o del propio
lugar; el testigo o vidente ya no es el mismo tras la experiencia: desde ese
momento cambia su percepción de la vida y de la muerte».
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 286
Las entidades daimónicas son «una mezcolanza de formas de
vida, energías distintas tanto de alta frecuencia vibratoria como de baja; son
versátiles en su morfología, diversas en sus formas de actuar, complejas y
confusas en sus intenciones y manías».
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 288
15 de agosto de 2011: veinte años del increíble «caso
Jomel» y los «allegados»
En 1995 conocí en Barcelona a un joven llamado José María
Gómez Montiel. Fue durante un congreso en homenaje a Antonio Ribera, donde se
reunieron varios ufólogos, entre ellos J. J. Benítez y Javier Sierra. José
María me contó entonces una historia extraordinaria que había vivido unos pocos
años antes, el 15 de agosto de 1991, junto con su pareja, Anabel, a quien
también conocí y que me confirmó lo sucedido. Observaron en Cala Tuent,
Mallorca, un enorme objeto azulado flotando sobre el mar. Momentos después, una
extraña figura pareció desprenderse del objeto y comenzó a acercarse a la
pareja. La entidad, según su relato, vestía un hábito parecido al de un monje,
pero brillante. Asustados, José María y Anabel arrancaron el vehículo y
enfilaron por la carretera para apartarse de aquella nave. No obstante, una
criatura parecida a una raya de mar les persiguió volando hasta que la
perdieron de vista. Más tarde, ya en su residencia en Barcelona, el matrimonio
pasó a vivir extraños fenómenos paranormales: ruidos de origen desconocido,
sombras fugaces… y mientras los relojes siempre estaban desincronizados…
Cuentan que cierta noche se les aparecieron tres seres de baja estatura, delgados, con ojos rasgados, que les observaban dentro de su dormitorio. Ambos se quedaron paralizados y, por la mañana, al despertarse, sus cuerpos estaban cubiertos con marcas de pinchazos y la sensación de haber realizado un largo viaje. José María Gómez Montiel contó el caso a varios investigadores, entre ellos el que escribe estas líneas, pero para protegerse al principio buscó el anonimato, empleando el pseudónimo «caso Jomel» para el conjunto de incidentes anómalos vividos por él y su pareja. A partir de entonces, José María Montiel contactó con aquellos seres de 1,20 metros de altura, delgados y uniformados, a los que pasó a denominar «allegados», que empezaron a transmitirle mensajes espirituales. El contactado también comenzó a captar, de forma inesperada, fotos de ovnis con sus cámaras y, más recientemente, a través de sus teléfonos móviles. Lo más curioso es que varias personas han podido ver las entidades y los ovnis junto con José María. En 2020 coincidí con él en The Ufology World Congress de Barcelona y seguía manteniendo su discurso y sus testimonios, aunque pareciera inverosímil para muchos.
En 2021 el investigador Josep Guijarro, en su canal oficial de Youtube, hizo una entrevista en profundidad a Montiel, bajo el título «Un abducido obtiene las mejores fotos de ovnis», donde el entrevistador confiesa su desconcierto ante las increíbles fotos obtenidas por el testigo. ¿Serían auténticas las fotos? Aparentemente José María nunca buscó ganar dinero con sus vivencias y son fotografías que merecerían un análisis más profundo por su alta extrañeza.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 311
La isla de San Borondón forma parte del imaginario colectivo
de las Islas Canarias. Algunos la conocían como isla de San Brandán de
Clonfert, que aparecía en diversas localizaciones del Atlántico desde época
medieval. Una de sus características era que emergía del mar en determinadas
épocas del año, para después nuevamente esconderse bajo las aguas tras una
espesa niebla. Una de las últimas apariciones conocidas tuvo lugar en 1953,
según un artículo del diario ABC titulado «Ha sido vista otra vez la misteriosa
“Isla Sirena”, al noroeste de la de El Hierro (Canarias)». Y en 1958, en el
mismo diario se leía: «La isla errante de San Borondón ha sido fotografiada por
primera vez».
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 364
Un apunte final sobre los «cabellos de ángel» de Évora: el
investigador Raúl Berenguel, miembro de la CNIFO, denominó tal sustancia como
«fibralvina» y el investigador Joaquim Fernandes descubrió que una sustancia
parecida también había caído en 1917 y 1957 en la región donde había aparecido
la Virgen de Fátima en 1917. Según Berenguel, la «fibralvina» podrían ser
colonias de un organismo biológico desconocido que viviría en las capas
superiores de la atmósfera, en la transición hacia el espacio. Con el paso de
un objeto desconocido por esas capas estas criaturas se agregarían a causa de
una carga electroestática que, al descender, acabaría por disolverse por la
fuerza de la presión atmosférica y por la fuerza del mismo calor en la
proximidad del suelo.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 373
La foto del ovni de la Laguna de Cote quizá sea una de las
más importantes del mundo. De hecho, fue portada del Informe Cometa (mencionado
en este libro) de Francia. En 2021, se comentó la foto en un artículo del New
Yorker titulado «How the Pentagon Started Taking UFOs Seriously», escrito por
Gideon Lewis-Kraus y publicado el 30 de abril de 2021. En el texto se menciona
que una copia de la imagen cuelga en una pared detrás del escritorio de la
autora y periodista Leslie Kean. A partir del interés despertado por el
artículo, el negativo original se envió a un laboratorio fotográfico de Kansas,
Michael Strickland Photography, para un escaneo profesional. Se empleó un
escáner de tambor Tango, un archivo de alta calidad de 1,7 Gb de tamaño,
convirtiéndola en la mejor foto de un ovni de la historia de la ufología en
cuanto a calidad fotográfica.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 380
Lo cierto es que la misteriosa parcela 21, situada en el
término municipal de Pedrosa del Rey, parecía ser el epicentro de una serie de
fenómenos desconcertantes en aquel verano de 1975.
El día 8 de abril de 2008 salí de Valladolid con Ángel del
Pozo y localizamos la parcela 21 —de unas 20 hectáreas— antes de llegar a
Villasester de Abajo. Había llovido por la noche y el suelo estaba embarrado.
En el terreno se erigía una casa grande y deshabitada, cerca de algunos
árboles. Caminé con cuidado para no hundirme y sentí un escalofrío: en aquel
paraje Emiliano Velasco había estado, cara a cara, hacía más de treinta años,
con un objeto volador que, además de disparar contra el tractor, emitió alguna
frecuencia que le pudo resultar letal. Ángel y yo estuvimos caminando alrededor
de la finca, conversando y reflexionando sobre el, posiblemente, mortal
incidente que pudo haber acabado con la vida del desafortunado tractorista.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 396
Con la Sociedad Española de Parapsicología, Guijarro
desarrolló a partir de 1990, junto al escritor y periodista Javier Sierra, el
Proyecto Diana, acrónimo de «Delirio Individual de Agresión Nocturna
Alienígena», relacionado con los «visitantes de dormitorio»,
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 402
A principios de los años setenta, el lisboeta Américo Duarte
dos Santos solía pasar sus vacaciones en la región de la Beira Baixa y, durante
uno de estos viajes por la carretera, se durmió al volante y, al despertarse,
apareció en Alpedrinha, una aldea de la Serra da Gardunha, un lugar donde jamás
había estado. Esa misma noche Américo observó en el cielo centenares de luces,
como pequeñas estrellas que subían y bajaban detrás de las montañas. En aquel
momento, sintió que debía buscar respuestas para aquellos misterios y, al poco
tiempo, en 1973, se compró una casa en Castelo Novo y allí se quedó a vivir con
su familia. Su búsqueda le llevó a investigar restos arqueológicos de la
Gardunha, geología, geofísica y, especialmente, el misterio de aquellas luces o
luminarias que también eran vistas por los lugareños. En 1983 declaró que había
sido abducido por alienígenas que le llevaron a una cavidad secreta dentro de
las montañas. Según Américo, aquella oquedad era un puerto de naves de otros
mundos, un hangar camuflado y subterráneo. Más tarde, Américo supo de la
leyenda de la Señora de la Sierra, que se refería a una gruta escondida en
aquellas montañas y que había sido un lugar sagrado de peregrinación en tiempos
inmemoriales y que acabó destruido. Así empezó a explorar cuevas y túneles, que
poco a poco fue cartografiando. A partir de ahí, el abducido empezó a creer en
viejas leyendas que hacían mención a la «Tierra hueca» —tema que se puso de
moda en los últimos años— y que decían que la Serra da Gardunha era una de las
tres entradas a este mundo subterráneo, y que las otras dos se encontraban en
Japón y China, respectivamente.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 403
Américo Duarte, que pasó a ser denominado el «guardián de la
sierra», consideraba que aquellas montañas estaban conectadas telúrica y
espiritualmente con otros lugares sagrados en suelo portugués: el santuario de
Póvoa, el de Nossa Senhora do Almurtão y el principal, el de Nossa Senhora de
Fátima. Hasta su muerte, allá en los años noventa del pasado siglo, Américo
intentó encontrar la entrada para la gruta de la Señora de la Sierra, donde
declaró haber sido abducido. Su sucesor en aquellas exploraciones fue Joaquim
Figueiredo, que, al igual que Américo, pudo obtener fotografías de extrañas
luces sobre los negativos. El 11 de junio de 1998, junto con un amigo, Joaquim
decidió pernoctar en la gruta de Penha, en el punto más elevado de la sierra.
Antes de acostarse, Joaquim y su amigo escucharon extraños ruidos procedentes
del interior de la cueva. Aun así se metieron en sus sacos de dormir hasta que,
por la mañana, Joaquim se despertó y se encontró a su amigo ya despierto. Este
le dijo que había visto una luz durante unos cinco minutos, pero, al mirar el
reloj, vio que había pasado una hora... Joaquim, aparentemente, jamás encontró
la entrada a la base subterránea de los extraterrestres, donde, según Américo
Duarte, se podían ver entrar y salir los ovnis. En 2005 se encontró la entrada
de la gruta del pico de Penha cubierta de escombros. Según el investigador
portugués Joaquim Fernandes, del Centro Transdisciplinar de Estudos da
Consciência (CETC) de la Universidad Fernando Pessoa de Oporto, muchos casos de
avistamientos de la Serra da Gardunha están supeditados a la perspectiva
personal de Américo Santos Duarte, que, con el tiempo, generó un ambiente
místico en torno a sus vivencias sobrenaturales. «De alguna manera, él
transmite sus ideas y sus opiniones a las personas de su entorno, que acaban
teniendo algún tipo de dependencia testimonial ante las supuestas apariciones
de ovnis en la sierra», nos cuenta este estudioso. Para Fernandes —reconocido
especialista mundial en las relaciones entre el fenómeno ovni y las apariciones
marianas— es muy posible que algunas personas que hayan vivido extrañas
experiencias en la Serra da Gardunha, hayan visto algo sin identificar que no
correspondiera con un fenómeno natural o artificial como un avión u otro
artefacto volador conocido. Y el estudioso del CETC añade un testimonio que él
mismo recogió en la sierra da Gardunha, el de un pastor que juraba, a pies
juntillas, que había visto una extraña esfera negra voladora mientras se
ocupaba de su rebaño. —Hay residuos de manifestaciones que, realmente, son no
identificadas y es, justamente este grupo residual el que exige una
investigación científica multidisciplinar
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 404
Sabemos que estos casos, donde existe un probable missing
time o «tiempo perdido», pueden ocultar una posible abducción, cuando el
testigo no se acuerda de lo que pasó en ese periodo.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 427
"(Collins Elite) confesó en 1991 que tuvo un encuentro
con un grupo de personas del gobierno de Estados Unidos que creían que los
extraterrestres eran entidades demoníacas. Ese grupo se llamaba Collins Elite.
Dos empleados del Departamento de Defensa de Estados Unidos contactaron al
sacerdote, pues estaban buscando ayuda para tratar, desde el punto de vista religioso
y espiritual la existencia de extraterrestres. Los dos agentes eran físicos con
una edad estimada de unos cincuenta años y se encontraban en un «dilema moral»,
pues ambos eran cristianos y estaban trabajando para un proyecto del
Departamento de Defensa que había intentado ponerse en contacto con lo que
llamaban «entidades no humanas», pero sin resultados positivos. Algunos de los
participantes en este programa enfermaron y fallecieron en circunstancias
misteriosas. Collins Elite no era, y nunca ha sido, según el mencionado
sacerdote, una gran organización como la CIA, la NSA, la DIA o el FBI. Empezó
en los años cincuenta como un grupo de personas que trabajaron en instituciones
militares y de inteligencia, la mayoría de ellos en Washington. Al menos un grupo
de diez personas se reunía cuando podían, de forma no oficial y, en los años
ochenta del pasado siglo el grupo no superaba unas pocas docenas de miembros,
pero se incrementó en los años noventa, época en que los miembros más antiguos,
algunos de ellos del Pentágono, abandonaron el grupo a causa de su avanzada
edad, según comentó Ray Boeche. Entonces la labor de la Collins Elite consistía
en informar, discretamente, a los senadores y congresistas sobre la «teoría
demoníaca» del origen de los extraterrestres. Para fundamentar de alguna manera
su teoría, consultaron antiguos documentos y libros sobre demonología.
Curiosamente, al grupo se le proporcionó una pequeña cantidad económica
procedente de fondos opacos del gobierno de Estados Unidos para llevar a cabo
sus investigaciones, entre ellas, la de los crop circles (círculos del maíz),
sin que sepamos sus resultados.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 433
La península de Mangyshlak tiene muchas formaciones
geológicas únicas y una serie de minerales raros y de interés tecnológico-militar.
Allí, en Kazajstán, se encuentra el Karagiye o «Boca Negra», una de las zonas
más anómalas en Asia Central. Se encuentra a 132 metros bajo el nivel del mar,
tiene 40 kilómetros de largo y menos de 10 kilómetros de ancho, y es reconocida
como la quinta zona más baja del mundo. De la «Boca Negra» emergen los ovnis,
generalmente esferas rojas que son vistas con cierta frecuencia. En la
primavera de 1979 el ingeniero soviético Valery Rozkov observó una de estas
esferas rojas volando a baja altura y a gran velocidad. También se planteó que
estas esferas eran atraídas a Karagiye por encontrarse a 40 kilómetros de
Aktau, donde existe una planta de energía nuclear en funcionamiento desde 1973.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 433
La península de Mangyshlak tiene muchas formaciones geológicas
únicas y una serie de minerales raros y de interés tecnológico-militar. Allí,
en Kazajstán, se encuentra el Karagiye o «Boca Negra», una de las zonas más
anómalas en Asia Central. Se encuentra a 132 metros bajo el nivel del mar,
tiene 40 kilómetros de largo y menos de 10 kilómetros de ancho, y es reconocida
como la quinta zona más baja del mundo. De la «Boca Negra» emergen los ovnis,
generalmente esferas rojas que son vistas con cierta frecuencia. En la
primavera de 1979 el ingeniero soviético Valery Rozkov observó una de estas
esferas rojas volando a baja altura y a gran velocidad. También se planteó que
estas esferas eran atraídas a Karagiye por encontrarse a 40 kilómetros de
Aktau, donde existe una planta de energía nuclear en funcionamiento desde 1973.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 436
Un manuscrito en castellano del siglo XVIII, en cuyas
páginas se encuentra la descripción de un supuesto avistamiento ovni fue
descubierto en 2005 por dos investigadores de Socuéllamos (Ciudad Real):
Francisco Javier Escudero y Vicente Morales Becerra, en la sección de Nobleza
del Archivo Histórico Nacional en Toledo.
El manuscrito narra que a las siete de la mañana del día 18
de septiembre de 1768 apareció un misterioso objeto en el horizonte de la villa
de La Calahorra, en la comarca de Guadix, al norte de la provincia de Granada.
Los testigos lo describieron como «un globo tan cristalino como el agua más
pura, de figura de una gran botella, con el cuello retortoso y dilatado
saliendo por encima de la Sierra Nevada». El enigmático «globo» atravesó el
cielo en dirección norte, hacia la sierra de Baza. En su parte más delgada
centelleaba y fue dejando una estela de fuego y una doble cola de humo espeso.
Al cabo de un rato se deshizo al mismo tiempo que despedía fuego y chispas «a
manera de las que arrojan los cohetes que llaman de luces o lágrimas sobre las
sierras de Baza». Algunos interpretan el avistamiento como un bólido que se
fragmentó tras un «trueno espantoso... siendo este ruido tan extraño a las
gentes que las dejó llenas de pavor y pasmo, notando que al pasar por encima de
esta villa se retemblaron sus edificios. Tuvo igual duración el trueno que el
fenómeno y en todo sería la de 6 minutos... se sabe que le descubrieron venir
de hacia el mar; el día se mantuvo sereno, aunque con un viento corto de norte
finísimo, sin haber llovido antes». Sin embargo, Juan Carlos Victorio considera
que seis minutos es mucho tiempo para que un bólido se mantenga en la
atmósfera, apoyado por otros que argumentan que podía ser, realmente, un ovni,
puesto que los globos no fueron inventados o no funcionaron en la práctica
hasta 1783, creados por los hermanos Montgolfier.
Pablo Villarrubia Mauso
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 476
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 10
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 12
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 13
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 19
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 45
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 46
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 55
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 56
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 58
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 58
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 60
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 63
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 81
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 119
—¿Cuáles son los orígenes de la Luz de Sosa? ¿Cuál es el motivo de su aparición hasta 1980? —indagué con la vecina de aquella población andaluza.
—Antiguamente, los mayores hablaban de que aquí hubo una guerra y un soldado se perdió; su caballo apareció, pero él no. Entonces decían que la Luz de Sosa era, en realidad, un espanto; sería el espíritu de aquel soldado desaparecido. De él nunca más se supo, no dejó rastro, ni restos, ni nada —recordó Encarnación Pavón, evocando una antigua leyenda que aún reverberaba a lo largo de los siglos...
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 133
—Encarnación me dijo en una ocasión que en el río apareció un caballo sin jinete, de un guerrero desaparecido en una guerra olvidada, pero esta historia tiene más de 1.300 años. El caballo sin jinete podría ser, según mi punto de vista, un rey del que habla el historiador Claudio Sánchez Albornoz, don Rodrigo, el último rey godo que, probablemente, fue muerto durante la batalla de Guadalete. Es decir, mucha gente asociaba el espíritu de este soberano con esta extraña luz.
Me quedé atónito al oír al cronista. De ser cierto, Encarnación Pavón se habría hecho eco de una información que venía siendo transmitida, oralmente, ¡hacía más de un milenio! Lógicamente, por el camino se habían perdido detalles, pero la idea central permaneció intacta en su mente. Desgraciadamente, es muy posible que sus hijos y nietos no vayan a seguir compartiendo este «mensaje» ancestral, pues en las sociedades actuales y como yo mismo he comprobado, la tradición oral ya no representa un valor inherente a las comunidades, especialmente en las urbanas.
José María Pérez, tras varios años de investigaciones, llegó a la conclusión de que la importante batalla cerca del río Guadalete, ocurrida en el año 711, sucedió en la zona de la llamada finca Sosa y de ahí el nombre que recibe la misteriosa luz. En ella el último rey godo, don Rodrigo, fue derrotado por Tarik, un general musulmán que abrió las puertas para la conquista árabe de la Península Ibérica y el fin del poder visigodo.
—Esta batalla cambió la historia del mundo... ¿por qué? Porque es la entrada del Islam en la Península Ibérica. Curiosamente el cerro de los Muertos, que creemos que está conectado con la batalla de Guadalete, es donde se encuentra uno de los principales recorridos observados por viajantes y pastores de estas extrañas luces, a las afueras de Sosa, en la Huerta de la Rueda y en el dicho cerro de los Muertos —nos seguía contando, para nuestro deleite José María Pérez.
La leyenda y el fenómeno desconocido se entrecruzan en estos territorios montañosos y forestales que encubren el río Guadalete, de cuyo cauce surgían las escurridizas luces errantes. ¿Por qué desaparecieron hace pocas décadas después de tantos siglos de andaduras por aquellas serranías y cauces fluviales?
Muchos aún en Puerto Serrano recuerdan el dicho: «¡Más rápido que la Luz de Sosa!».
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 1
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 134
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 151
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 175
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 191
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 192
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 193
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 198
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 236
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 265
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 286
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 288
Cuentan que cierta noche se les aparecieron tres seres de baja estatura, delgados, con ojos rasgados, que les observaban dentro de su dormitorio. Ambos se quedaron paralizados y, por la mañana, al despertarse, sus cuerpos estaban cubiertos con marcas de pinchazos y la sensación de haber realizado un largo viaje. José María Gómez Montiel contó el caso a varios investigadores, entre ellos el que escribe estas líneas, pero para protegerse al principio buscó el anonimato, empleando el pseudónimo «caso Jomel» para el conjunto de incidentes anómalos vividos por él y su pareja. A partir de entonces, José María Montiel contactó con aquellos seres de 1,20 metros de altura, delgados y uniformados, a los que pasó a denominar «allegados», que empezaron a transmitirle mensajes espirituales. El contactado también comenzó a captar, de forma inesperada, fotos de ovnis con sus cámaras y, más recientemente, a través de sus teléfonos móviles. Lo más curioso es que varias personas han podido ver las entidades y los ovnis junto con José María. En 2020 coincidí con él en The Ufology World Congress de Barcelona y seguía manteniendo su discurso y sus testimonios, aunque pareciera inverosímil para muchos.
En 2021 el investigador Josep Guijarro, en su canal oficial de Youtube, hizo una entrevista en profundidad a Montiel, bajo el título «Un abducido obtiene las mejores fotos de ovnis», donde el entrevistador confiesa su desconcierto ante las increíbles fotos obtenidas por el testigo. ¿Serían auténticas las fotos? Aparentemente José María nunca buscó ganar dinero con sus vivencias y son fotografías que merecerían un análisis más profundo por su alta extrañeza.
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 311
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 364
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 373
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 380
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 396
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 402
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 403
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 404
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 427
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 433
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 433
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 436
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 476
El autor de este libro entrevistó al contactado mexicano Enrique Mercado Orúe —a las afueras de la Ciudad de México— gracias a la inestimable ayuda del veterano ufólogo Carlos Alberto Guzmán (autor de Ovnis y la aviación mexicana, 2001) para el número 186 de la revista Más Allá de la Ciencia, de agosto de 2004. Su historia empezó en septiembre de 1965 cuando visitaba a unos amigos en la capital mexicana. Ese día hubo un apagón eléctrico y Enrique vio a un hombre atípico de unos dos metros de altura, con el cabello plateado y largo, que desapareció ante su vista. En mayo de 1969, en la Ciudad Universitaria de la capital, Enrique Mercado conoció a un hombre muy parecido al que había visto cuatro años antes. En esta ocasión entabló conversación con el desconocido, que dijo llamarse Estiel y le reveló que procedía de otro mundo. Y el 22 de octubre de 1972 cerca de su casa apareció un hombre alto que le invitó a seguirle para adentrarse en un platillo volante en cuyo interior se encontraban doce naves más pequeñas de aspecto metálico. A bordo, «esterilizaron» el cuerpo del visitante con dos gases distintos y luego le explicaron el funcionamiento de la nave, cuyos motores eran de «conversión electromagnética». A través de una pantalla, pudo ver las cataratas de Iguazú y las casas de los alienígenas en forma de cúpulas de unos quince metros de diámetro. En 1978 el entonces contable explica que viviría otra experiencia a bordo de una nave espacial cuyos tripulantes le alertaron sobre posibles catástrofes ecológicas, tal como relata en su libro 28 horas a bordo de un ovni (1998). Lo curioso es que uno de los humanoides, como me comentó Mercado durante la entrevista, le habló de una civilización llamada Dugodón, que fabricaba «robots genéticos» llamados stenk, que empleaban para llevar a cabo mutilaciones de animales terrestres, lo que se conoce, vulgarmente, como «chupacabras».
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 516
Durante el I Congreso Internacional del Fenómeno ovni de Chihuahua, México, organizado por el ufólogo Gilberto Rivera —en el cual el autor de este libro estuvo presente— el veterano ufólogo cubano radicado en Estados Unidos Virgilio Sánchez Ocejo anunció que las oleadas ovni tienen relación con los ciclos solares, es decir, los periodos de máxima actividad del Sol que ocurren cada once años. Durante estos periodos, las explosiones solares, caracterizadas por la emisión de una gran cantidad de partículas, alcanzan la Tierra y producen cambios atmosféricos y en los campos magnéticos del planeta al punto de provocar interferencias en los instrumentos electrónicos, incluso averías. En 1999, por ejemplo, nueve centrales eléctricas de Estados Unidos sufrieron graves apagones o alteraciones en el suministro eléctrico de aquel país por este motivo. Sánchez Ocejo, que era entonces presidente del Miami UFO Center, señaló que en diciembre de 2000 —cuando se intensificó la actividad solar—, se pasó de algunos cientos de apariciones de ovnis el año anterior, a poco menos de 150 casos en todo Estados Unidos. Tan solo los ovnis de forma triangular —siempre según Ocejo— son los que siguen apareciendo en estos periodos de máxima actividad solar.
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 536
Recordaba que el maestro Antonio Ribera, en su libro Los doce triángulos de la muerte (1976), sospechaba la existencia de una base submarina de oanis (Objetos Acuáticos No Identificados) alrededor de Ibiza. Trazando en un mapa una serie de líneas de incidencia de apariciones de ovnis —las llamadas líneas ortoténicas—, Ribera encontró un punto de confluencia en una zona marítima entre Ibiza y Mallorca. Y esa zona, «irradiadora» de ovnis y oani pasó a ser uno de los vértices de un triángulo, que algunos osan llamar el «triángulo de la muerte» del Mediterráneo, también señalado por el investigador santanderino José Ignacio Amurrio a partir de una oleada ufológica registrada entre 1968 y 1969.
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 539
Ramón Compte Porta afirmó haber visto el 23 de junio de 1953 una gran nave nodriza triangular sobre Ibiza, al igual que el 22 de mayo de 1960 y en febrero de 1961. En el verano de 1959 —y durante algunos días al atardecer— muchos ibicencos pudieron observar algo totalmente inusual: un objeto de forma oval, de aspecto metálico, a más de 5.000 metros de altura, de apariencia gigantesca. Flotaba entre Ibiza y Mallorca y, por las mismas fechas, empezaron a surgir luces rojas y amarillas que sobrevolaban aquella zona. Compte definió el «triángulo de Ibiza» situándolo entre los vértices de la costa frente al Puig Major (Mallorca), la costa de Ibiza y el sur de Cabrera, en el paralelo 39. Esos lados miden aproximadamente 150 km del Puig Major a Ibiza, 120 de la costa ibicenca al sur de Cabrera y 114 de Cabrera al Puig Major. En este espacio la actividad ovni sería muy intensa, tal como han registrado varios grupos ufológicos.
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 540
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 593
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 596
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 621
- «Ciertos PAND (“fenómenos no identificados a pesar de la abundancia y cualidad de los datos”) parecen ser máquinas voladoras desconocidas, de desempeño excepcional, guiadas por una inteligencia natural o artificial».
- «La acumulación de observaciones bien documentadas hechas por testigos creíbles obliga, en adelante, a encarar todas las hipótesis sobre el origen de los objetos voladores no identificados, los ovnis, en particular la hipótesis extraterrestre». General Denis Letty (p. 6).
- «Estamos en el derecho de pensar que estos visitantes —seguros de su superioridad— muestran sus intenciones de seguir dándose a conocer en los lugares más diversos del planeta y de proseguir la ejecución de los planes, cuyas finalidades y medios aún se nos escapan» (p. 56).
- «Hace falta analizar discretamente, pero a fondo, las diferentes tentativas de desinformación puestas en práctica por ciertos gobiernos extranjeros; la actitud de los gobiernos de apropiarse de eventuales tecnologías futuristas de aeronaves militares y de armas podrá contribuir a explicar estas tentativas» (p. 63).
- «La manipulación: los medios pueden ser manipulados por los lobbies o grupos de presión con finalidades sectoriales (por ejemplo, empujar a los hombres de la política a crear un instituto de desinformación anti-ovni) y de esta manera hacerse los voceros involuntarios de una maniobra de desinformación o de una tentativa de desestabilización» (p. 70).
- «Ellos —refiriéndose a los organismos franceses que investigan oficialmente los ovnis— demuestran la realidad física casi segura de los objetos voladores desconocidos, las espectaculares formas de vuelo y el silencio destacable aparentemente movido por inteligencias. Estos objetos voladores impresionan fuertemente por sus maniobras... estos ingenios secretos de origen terrestre... solo pueden explicar una minoría de casos» (p. 71).
- «Solo una presión creciente de la opinión pública, eventualmente sostenida por los resultados de los investigadores independientes, de divulgaciones más o menos calculadas o un aumento de las manifestaciones de ovnis, podrían, quizás, persuadir a los dirigentes y los responsables americanos para modificar su actitud» (p. 85).
Expedientes OVNI del siglo XXI, página 639
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