Juanjo Barral


Abbadía.

Lugar de culto al que acuden los seguidores del grupo sueco, a 15 kilómetros de Estocolmo. 


Bizconde.

Personaje de la nobleza que no acaba de verlo claro.


Caridad.

Generosidad que se practica cuando no hay Estado ni justicia social. 


Dependiente.

Que atiende las necesidades de otro, o que requiere él mismo atenciones, depende. 


Efímero.

Breve placer a la plancha.


Fuerte.

Aquel que sabe utilizar inteligentemente su debilidad. 

G

Gozar.

Dejar de sufrir durante un rato. 


Hilar fino.

Como coser y cantar pero de clase media alta. 


Impresionar.

Presionar con la intención de dejar huella. 


Joder.

Acción de fastidiar sin preservativo. 


Libro.

Masculino de libra.

Sorteo por los pelos. 

LL 

Llover.

Acción, utilizando minúsculas partículas de agua en caída libre, de Marina Abramović.


Milagro.

Hecho azaroso que se ha apropiado la Iglesia para fardar. 


Noticia.

Lo que alguien quiere que se sepa, no lo que ocurre. 


Olvido.

No recordar el nombre original de Alaska. 


Putada.

Quedarte sin hilo para dar la puntada.


Quisquilloso.

Impertinente con todo quisqui. 


Regla.

Instrumento de medida con el que curas y maestros calculaban antaño tu resistencia al castigo físico.


Sorpresa.

Monja encarcelada por tráfico de estupefacientes en una película underground de Almodóvar.


Tranquilo.

Que atesora mil gramos de calma. 


Urinario.

Palabra que decidió hacerle un homenaje a Marcel Duchamp.


Verborrea.

Descomposición verbal. 


Por.

Porno. 


Yoyó.

Persona que acentúa su egoísmo. 


Zascandil.

Hombrecillo que alumbra ideas para no rascarla.

Juanjo Barral









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