John Gabrieli

"En el futuro, si pudiéramos identificar las diferencias cerebrales desde el mismo nacimiento del niño, podría haber una nueva generación de intervenciones que se podrían hacer incluso en casa. Aunque esto está todavía en fase exploratoria, abriría un abanico de posibilidades de apoyo incluso antes de que el niño se escolarice.

Actualmente, hay en marcha increíbles investigaciones en animales para desarrollar medicamentos que promuevan la plasticidad cerebral. Es difícil imaginar que una medicina pudiera funcionar directamente sobre el lenguaje, pero una medicina que funcione en facilitar un poco de plasticidad cerebral no sería imposible.

Sin embargo, habría que ser cauto y valorar los aspectos éticos de un tratamiento así antes de implementarlo en humanos."
 
 John Gabrieli
 
 
 
"Hay evidencias recientes de que al menos dos áreas cerebrales básicas que controlan la lectura funcionan de forma diferente y desventajosa en los niños que leen peor. Estos dos puntos se localizan en el hemisferio izquierdo, que es el hemisferio del lenguaje y que se convierte con la edad en el hemisferio dominante en los lectores expertos.

Uno de estos puntos cerebrales se sitúa en la región temporal izquierda y se especializa en la percepción del texto escrito, y el otro está en el área parietal y se especializa en relacionar cada letra escrita con un sonido. Muchos estudios han mostrado que estas áreas funcionan de forma diferente en niños y adultos disléxicos.

También hay fuertes evidencias de que la propia anatomía del cerebro de los niños con dislexia es diferente, incluso antes de que empiecen a ir al colegio (se han observado diferencias en bebés con solo un mes de edad)."
 
 John Gabrieli
 
 
 
"Hay programas lectores para los primeros años que se basan en pequeños grupos dirigidos por un profesor formado específicamente. Estos programas ayudan a los niños a centrarse en pensar sobre las unidades de sonido del lenguaje y como aplicarlas o conectarlas con el texto escrito (practicar la conversión grafema-fonema). Es básicamente instrucción directa.  En la escuela, casi todos los niños llegan a adquirir esta habilidad de forma natural (es una parte más del currículo), pero algunos niños simplemente necesitan más apoyo.

Hay buena evidencia de que estas intervenciones son más efectivas cuando se administran en la etapa de Infantil o en primero de Primaria. Cada curso que se avanza, las intervenciones van perdiendo progresivamente utilidad para los niños. Así que cuanto antes se identifiquen las dificultades y se ofrezcan apoyos, mayores serán los beneficios.
 
 Desgraciadamente, tenemos un sistema que a menudo se basa en una especie de modelo de “esperar al fracaso”, donde no se suele advertir o diagnosticar que un alumno tiene un problema de lectura hasta que no se ha quedado tan atrás respecto a sus compañeros que ya su dificultad se ha convertido en un problema.

Y eso es una gran desventaja porque no solo estos niños están perdiendo oportunidad de recibir una intervención temprana, sino que también pierden la esperanza en su capacidad de ir bien en el colegio. Así, si se quedan muy atrás respecto a sus iguales y realmente tienen dificultades, en vez de desarrollar seguridad y optimismo suelen desarrollar inseguridades acerca de sus habilidades."
 
 John Gabrieli
 
 
 
"La dislexia se define como una inexplicable dificultad para el aprendizaje de la lectura y afecta al 10-12% de los niños. Antes se creía que el principal problema estaba en una dificultad para añadir el componente visual al lenguaje – en otras palabras, los niños hablaban de forma correcta en casa, pero en la escuela encontraban problemas al enfrentarse a textos escritos.

Ahora existe un amplio consenso en que la razón más común para las dificultades de lectura en realidad tiene que ver con el procesamiento del lenguaje oral. Algunos niños procesan el lenguaje hablado de una forma que hace más difícil para ellos adquirir lo que conocemos como conciencia fonológica, una habilidad que nos permite consciente o implícitamente entender que una palabra está formada por múltiples sonidos. Los niños necesitan entender estos múltiples sonidos dentro de una palabra para así poder mapearlos dentro de un texto escrito y relacionar esos sonidos con las palabras que ya dominan de forma oral."
 
John Gabrieli
 
 
 
 
"Las personas con dislexia tienen mermada la capacidad para el reconocimiento de la voz en comparación con el resto de personas. Este hallazgo nos hizo preguntarnos más cosas acerca de la plasticidad cerebral en disléxicos, que está íntimamente relacionada con el aprendizaje."
 
 John Gabrieli
 
 
"Las personas con lectura típica (es decir, sin dislexia) cuando ven u oyen un estímulo de forma repetida, su cerebro lo va procesando de forma más eficiente tras cada repetición. Hemos visto que esa eficiencia se traduce en una menor activación cerebral en respuesta a ese estímulo casi inmediatamente a partir de la segunda tercera o cuarta vez que lo ven u oyen.

Pero utilizando técnicas de imagen por resonancia magnética (MRI) hemos observado que los adultos y niños con dislexia tienen una menor adaptación ante esos estímulos repetidos. Esto nos sugiere que el cerebro disléxico es más rígido y menos plástico. Los estímulos utilizados en el estudio incluían palabras orales y escritas. El hecho de que ese procesamiento de información auditiva y visual sea menos eficiente probablemente perjudica al aprendizaje de la lectura.

Lo sorprendente del estudio es que esa menor plasticidad cerebral de los disléxicos también se presenta cuando a los participantes se le muestran imágenes de caras y objetos de forma repetida, las cuales no tienen nada que ver con la lectura. Es  todavía un misterio saber por qué ocurre esto también con ese tipo de estímulos, ya que normalmente no solemos advertir que los disléxicos tengan dificultad en distinguir caras y objetos en la vida diaria."
 
 John Gabrieli
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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