Alexander Batthyány

"Antiguamente se documentaban más estos casos, pero luego se impuso un estilo más técnico de la medicina y, además, no había ni siquiera un término para describirlo. ¿Cómo escribir sobre algo que no tiene nombre? Pero, al publicar sobre ello, empezaron a llegarme correos de médicos que me decían «yo también lo he visto». Cuando les preguntaba si lo habían registrado en los historiales clínicos, me respondían que no sabían cómo expresarlo. Era un fenómeno sin palabras.

Sabemos que el deterioro neurológico suele ser irreversible. La ciencia materialista lo explica muy bien: la mente depende del cerebro. Pero luego aparece este fenómeno que grita literalmente: «no siempre». Es un desafío. Porque, si el cerebro está destruido, ¿cómo reaparece el yo?

No lo sabemos. Estamos en los inicios de esta investigación. Pero hay un concepto útil que viene de la física: las condiciones límite. En nuestra vida cotidiana, la mente depende del cerebro, pero cerca de la muerte –como en la física cuántica– quizá las leyes cambian. Tal vez la muerte sea una de esas condiciones frontera donde la relación mente-cerebro ya no funciona como esperamos."

  Alexander Batthyány




"Cada situación de crisis abarca dos ejes: aquello que no podemos cambiar, como la pandemia en sí, y las cosas sobre las que podemos decidir y actuar. Puede que en cuarentena tengamos menos márgenes de libertad; pero tanto más debemos valorar y usar esa libertad que sí tenemos."
 
 Alexander Batthyány
 
 
 
"Creo que el camino aconsejable sería este: ver el mundo como un realista y moldearlo como un idealista. En lugar de negar el idealismo porque no está ahí, la única solución es nutrirlo y hacer algo."
 
 Alexander Batthyány
 
 


"Cuando hablamos con personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte, muchas dicen que ya no tienen miedo."

  Alexander Batthyány

 


"Hay miles de libros de autoayuda por ahí que te dicen que si pensamos en positivo y si practicamos meditación, etc., la vida será mejor. Tal vez lo haga, al menos un poco. Pero estos dos «métodos» nos llevan al interior como si lo único que contara fuera cómo nos sentimos. Este es el lenguaje y el mensaje de la indiferencia: hay un mundo enorme ahí fuera, hay una enorme necesidad en este mundo de que la gente se comprometa de forma creativa y constructiva. Así que la verdadera pregunta no es si me siento bien. La verdadera pregunta es: ¿para qué soy bueno? ¿Dónde puedo participar? Esto puede ser pequeño o grande, pero creo que nunca debemos olvidar que marcamos la diferencia, constantemente enviamos señales al mundo, por la forma en que hablamos, por ser amable o no, por ser benevolente o no, etc. Todo lo que se necesita es un pequeño cambio en la atención: de estar centrado en el ego a ser abierto y receptivo, y creativo. Ser receptivo significa encontrarse con el mundo: en otras personas, en la naturaleza, en las artes, para cosechar el gran regalo de la experiencia. Y ser creativo significa ver dónde hay una necesidad o algo que no se haría realidad sin nosotros.

Una vez que probamos la belleza de superar la indiferencia centrada en el ego, estamos fuera de este estado. Realmente creo que nadie se quedará voluntariamente en la celda cerrada del egoísmo una vez que ha respirado el aire fresco de ser un ser humano que comparte, cuidadoso, despierto y maduro. Mi libro solo trata de mostrar varias formas de levantarse y salir.

«Hay un mundo enorme ahí fuera, hay una enorme necesidad en este mundo de que la gente se comprometa de forma creativa y constructiva. Así que la verdadera pregunta no es si me siento bien. La verdadera pregunta es: ¿para qué soy bueno? ¿Dónde puedo participar?"
 
Alexander Batthyány
 
 
 
 
 
"Hoy, muchos se quejan de una crisis de valores. Los proyectos de vida les parecen discutibles, pero no encuentran respuestas firmes y viables. Una parte considerable de la sociedad del bienestar ha perdido la orientación, la actitud, el rumbo y su propia trayectoria vital, el idealismo y la esperanza. Un sentimiento de desmoralización, escepticismo, falta de compromiso, resignación e incertidumbre, sobre todo en países industrializados ricos."
 
 Alexander Batthyány
 
 
"La gente tiende a desconfiar del bien; a veces incluso pueden pensar que ya es sospechoso hablar de «el bien». Pero están totalmente dispuestos a creer en el cinismo, en lo desesperado, en lo malo…, como si hubiera más realidad en lo segundo y menos realidad en lo primero. Tal vez después de Auschwitz e Hiroshima esto es comprensible. Pero es unilateral, y si descuidamos la esperanza y el idealismo, dejamos de lado el bien que podríamos lograr, que necesita ser realizado. En mi libro señalo que los humanos parecen ser la única especie que tiene esperanza, así que si la abandonamos, desaparecerá de la faz de la tierra. ¿Realmente queremos esto? ¿Podemos permitirnos esto en estos tiempos de crisis mundial? No. Creo que el término medio sería aconsejable: ver el mundo como un realista y moldearlo como un idealista. Así que en lugar de negar el idealismo porque no está ahí, la única solución es nutrirlo y hacer algo. En lugar de lamentar que haya tan poco bien en el mundo, enviarlo y crearlo activamente, ser amable, ser benevolente, ser cuidadoso. Especialmente después de que Auschwitz e Hiroshima nos enseñaran lo que pasa cuando nos rendimos."

Alexander Batthyány 
 
 
 
"La lucidez terminal es el regreso inesperado y momentáneo del yo. Ocurre en personas que han estado profundamente deterioradas –por demencia, ictus, tumores–, que llevan meses o años sin hablar, sin reconocer, sin reaccionar incluso… y que, poco antes de morir, recuperan la conciencia, la memoria y la capacidad de comunicarse. Reconocen a sus familiares, hablan con claridad, a veces dan instrucciones, se despiden. Luego se duermen… y fallecen.

Hemos documentado lucidez terminal en demencias, ictus, tumores cerebrales… Y los episodios se parecen mucho. No parece haber un área concreta implicada. Tampoco hemos tenido aún un caso así bajo un escáner lamentablemente."

 Alexander Batthyány 




"Lo sepamos o no, nuestra actitud interior irradia a nuestro mundo. En realidad, todos lo sabemos: conocemos personas que irradian benevolencia y calidez, y personas que irradian frialdad e indiferencia, aunque ambas hagan lo mismo."
 
 Alexander Batthyány
 
 

"No tengo nada contra la ciencia moderna, formo parte de ella. Pero el materialismo es una postura filosófica, no una certeza empírica. No podemos demostrar que todo es materia."

  Alexander Batthyány



"Nuestra generación desconfía de la esperanza, del idealismo y del compromiso."
  
 Alexander Batthyány
 
 
 
“Pase lo que pase, todavía tenemos la libertad para decidir cómo reaccionamos en tiempos de crisis."
 
 Alexander Batthyány
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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